Erdogan ganó con el 52,7 % de los votos


Erdogan atribuye triunfo a la democracia

Presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan

El jefe de Estado turco, Recep Tayyip Erdogan, lograba este domingo el triunfo en las elecciones presidenciales de Turquía, y definió el voto presidencial y parlamentario como una verdadera "victoria de la democracia".
Tras escrutarse el 96% de los sufragios, el líder islamista que ocupa el poder en Turquía desde 2002, se imponía con el 52,7% de los votos, según el recuento provisional difundido hoy por la agencia estatal de noticias Anatolia.
"Espero que nadie perjudique la democracia arrojando sombras sobre el resultado de la votación para esconder su fracaso", resaltó.
"Los resultados son claros: la nación nos ha dado la responsabilidad de la presidencia", dijo Erdogan, logrando con estos números garantizarse la reelección directa sin arriesgarse a una segunda vuelta, donde podría haber tenido que afrontar el voto castigo de todas las fuerzas de la oposición.
"Con la participación en la votación", que llegó al 87%, "dimos una lección de democracia", continuó en su primer discurso después del cierre de las urnas.
En esta doble jornada de comicios presidenciales y legislativos celebrada hoy, Erdogan conseguía que su Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) se aproxime a la mayoría absoluta en el Parlamento, con el 44% de los votos, que sumados al 11% de su aliado Movimiento Nacional (MHP), le aseguran el control de la Cámara.
Ahora Erdogan se perfila para un mandato de cinco años con poderes casi absolutos, pero en un país que siempre está dividido a la mitad.
Para el nuevo ejecutivo la prioridad será la economía después del derrumbe de la lira turca que en los últimos dos meses perdió el 20%.
Con las nuevas prerrogativas, Erdogan ya anunció querer poner bajo control las políticas del Banco Central, arriesgándose así mantener una peligrosa relación, de tira y afloje, con los mercados.
Fuerte en cambio fue la desilusión para la oposición. Tras la masiva multitud en las plazas, el principal retador Muharrem Ince, una figura emergente, no traicionó a las encuestas, alcanzando cerca del 30% de los votos, un resultado que su partido CHP no lograba desde los años 70. Pero no bastó y así Erdogan sigue demostrando una vez más que no hay ningún líder en su país capaz de arrebatarle el triunfo en las urnas.
Desilusionante fue la actuación de la exministra del Interior nacionalista Meral Aksener, que lograba menos del 10% de los votos, mientras que Selahattin Demirtas, el líder carismático kurdo candidato desde la cárcel, superaba el 7%.
Para el Parlamento la coalición del Pueblo AKP-MHP se aseguraba cerca de 350 de los 600 escaños. Pero sin los nacionalistas, que con el 11% y unas 50 bancadas, son la verdadera sorpresa de estas elecciones. Erdogan no lo habría logrado.
Y es probable que su agenda de gobierno se vea afectada. La alianza de la Nación del Chp con el Partido del Bien de la conservadora Akesener y los islamistas del SP se detiene en 200 asientos.
En el Parlamento entran aún los pro-kurdos del HDP, a pesar de que muchos líderes y militantes están en la cárcel, superando el umbral de barrera del 10%.
La afluencia a las urnas fue alta, como siempre en Turquía. Según el AKP, del 87%.
"Las elecciones se desarrollaron con madurez democrática", precisó su vocero, replicando así las acusaciones de fraude de las oposiciones, que invitaron a los propios electores a no abandonar sus bancas al menos hasta la firma de los resultados definitivos.
Polémicas y protestas que podrían crecer en las próximas horas, más si el conteo final tuviese que atribuir una victoria moderada como la del referendo del 2017.
Sobre el umbral del 50% está el consentimiento de Erdogan en Estambul y en la capital Ankara, las dos principales ciudades, donde hace un año fue derrotado. Como se esperaba, Ince en cambio está por delante en la laica ciudad de Smirna.
En una jornada de fuerte tensión, con denuncia de fraude en muchas mesas, sobre todo en el sudeste kurdo, fueron detenidos también 10 observadores electorales extranjeros, en las urnas por cuenta del HDP.