El factor hereditario de la pobreza en México


Escasa movilidad social en México, revela estudio sobre el tema

Niños en una calle de Ciudad de México

La pobreza es hereditaria en México, un país cada vez más desigual y cuya polarización social se explica a través de una de las tasas más bajas de movilidad social del mundo.
A esta conclusión llegó un estudio de El Colegio de México (Colmex), uno de los más reputados "think tanks" del país, el cual señala que la posibilidad de que un niño pobre se vuelva rico en este país es de apenas 2%.

Por comparación, un niño pobre en Canadá tiene 13,5% de probabilidades de escalar hacia el nivel más alto de la pirámide, en Francia un 11,2% y en Estados Unidos 7,5%. Más que una "nación de oportunidades", México es una especie de "tierra de frustraciones" donde los hijos de familias en desventaja económica corren el riesgo de convertirse en jóvenes y adultos igual o más pobres.

El informe "Desigualdades en México 2018", señaló que al menos el 50% de los infantes que se ubican en el "Quintil V, el de mayor acceso a bienes y servicios, se ubicará en ese mismo espacio en su vida adulta.

"Uno de los principales objetivos de desarrollo en las democracias modernas es una movilidad social alta que permita a las personas que nacieron con recursos económicos escasos o nulos mejorar sus condiciones de vida", señala el relevamiento.
Para el futuro las cosas no pintan bien pues, "dado que México es un país con una desigualdad económica alta en comparación con otros", encara el "grave riesgo de una baja movilidad social en el futuro", advierte el análisis.
Una de las causas de la baja movilidad social se deriva del estancamiento de los salarios, según los autores, los cuales indican que el 44% de los trabajadores no tienen contrato y la mitad no cuenta con prestaciones sociales.

La desigualdad también es un tema de género, pues aún en los grupos de altos ingresos, los padres transmiten su status en forma más directa a sus hijos que a sus hijas.
En tal sentido, las mujeres son el eslabón más débil pues son "más propensas a descender en la escala socioeconómica si parte de una posición privilegiada", expone el estudio.
Mientras tanto, las mujeres que nacen en hogares pobres "tienen más probabilidad de mantenerse en condiciones de marginación en su vida adulta", agrega.
La posibilidad de ascender en la pirámide social va aumentando progresivamente desde la pobreza hasta la riqueza.
Por ejemplo, si para la quinta parte más pobre de la sociedad sólo el 2,1% de las personas tiene probabilidad de mantenerse o elevar su nivel de bienestar, para la segunda parte aumenta al 5% y para la tercera al 13%.
Para el llamado "cuarto quintil", la cifra sube a 27% y para el más alto a 52,9%, lo cual explica en buena medida porque "los pobres son cada vez más pobres y los ricos más ricos".

En el siglo XVI el escritor Fernando Benítez recuerda una frase popular en México que decía: "padre minero, hijo caballero, nieto pordiosero".
Se refería a los inmigrantes españoles que llegaban al país, hacían fortuna en la actividad extractiva, compraban títulos nobiliarios y los hijos y nietos malgastaban las herencias y quedaban en la pobreza.
Sin embargo, esa idea en el siglo XXI es más bien un mito, pues los magnates suelen dejar bien asegurados a sus hijos y nietos para evitar que desciendan en la escala social.
Entre 2012 y 2014, el número de pobres aumentó en dos millones de personas, para llegar a 55,5 millones, que representan el 46,2% de la población total del país, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social.

El gobierno modificó el modelo estadístico para medir ese indicador y en un informe de 2017 informó que la cifra real de pobres era de 53,3 millones, pero algunos expertos expresaron sus reservas y consideraron que se trató de una maniobra para "maquillar" las cuentas.El factor