China utiliza la guerra comercial para debilitar electoralmente a Trump en los estados republicanos


Las sanciones arancelarias están dirigidas a los estados en los que ganó el partido republicano .



Eventuales sanciones sobre la soja afectarían a unos diez estados que cultivan esa oleaginosa

Las represalias comerciales de China y Europa contra los productos estadounidenses podrían constituir un riesgo político para Donald Trump de cara a las elecciones de mitad de mandato, al penalizar a los estados agrícolas, que votaron por él en 2016, de acuerdo con la agencia AFP.

"En cualquier caso, las represalias de China involucrarán a los estados más rojos (republicanos) y agrícolas", resume Monica De Bolle, especialista en comercio internacional del Instituto Peterson de Economía Internacional (PIIE).

China presentó una lista de 128 productos estadounidenses, incluidos frutas y carne de cerdo, a los que aplicará aranceles del 15 % o 25 por ciento.

Estas medidas de represalia responden a los aranceles estadounidenses sobre las importaciones de acero y aluminio que entraron en vigor la semana pasada, así como a la amenaza de Trump de aplicar impuestos adicionales en hasta u$s60.000 millones de importaciones chinas.

Antes de Beijing, también la Unión Europea elaboró una lista de impuestos potenciales sobre productos estadounidenses -como el tabaco, el bourbon (whisky), el arroz, el jugo de naranja, la manteca de maní o las motos Harley-Davidson-, que también apuntan a estados políticamente sensibles.

Washington abrió conversaciones con Beijing y Bruselas. Pero si estas fracasan, "los chinos podrían sacar la artillería pesada poniendo en juego la soja", observa De Bolle, al recordar que China tiene otras alternativas, como comprar soja de Brasil.

El gigante asiático es el principal destino de la soja de Estados Unidos, que proveé más de un tercio de la leguminosa consumida en China. Si las represalias se concretan, será más difícil para Trump convocar a los electores de 10 estados -incluidos Illinois, Minnesota y Kansas- que dependen de las exportaciones de soja a China.

Beijing ya había anunciado el impuesto del 25 % sobre las importaciones de carne de cerdo estadounidense, un golpe para Iowa y un probable problema electoral en noviembre, ya que ese estado pasó a estar a favor de Trump en 2016 después de haber votado por el demócrata Barack Obama en las dos elecciones anteriores.

A falta de un voto castigo, los que eligieron a Trump en 2016 podrían simplemente abstenerse de votar en el otoño boreal, alimentando la incertidumbre sobre el resultado de las elecciones de mitad de mandato, que tendrán lugar el 6 de noviembre.

En este contexto, Edward Alden, experto del Consejo de Relaciones Exteriores, argumenta que "Trump hará todo lo posible para evitar" las represalias chinas y europeas. Especialmente porque, en el pasado, la política de enfocarse en productos de estados políticamente sensibles ya dio sus frutos.

En 2002, el presidente George W. Bush tuvo que poner fin a sus aranceles al acero cuando la Unión Europea replicó con medidas contra las naranjas del estado Florida, cuyos votantes le habían hecho ganar su primera elección.

El republicano Chuck Grassley, senador de Iowa, citó otro ejemplo del pasado: el embargo del presidente Jimmy Carter a las exportaciones de granos estadounidenses a la entonces Unión Soviética resultó en "una inmediata caída del 10 %" en las ventas de su estado. "Fue hace 38 años, pero sigue en la memoria de todos los agricultores", le dijo la semana pasada al representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer.