La grieta no se cerró: 7 de cada 10 argentinos dicen haber caído en ella

Tras una investigación realizada por las consultoras Trespuntozero y Taquion, se conoció que la grieta en la Argentina lejos de cerrarse, sigue siendo una zanja profunda que afecta incluso las relaciones interpersonales.

La conflictividad entre familiares, conocidos y amigos, por asuntos de política, es alta: 7 de cada 10 encuestados dicen haber discutido con familiares, amigos o conocidos por temas de política en los últimos 12 meses.

También participaron en encuestas sobre la democracia, 6 de cada 10 encuestados piensan que la democracia es preferible a cualquier otra forma de Gobierno.
  La conflictividad entre familiares, conocidos y amigos, por asuntos de política, es alta.

La grieta en Argentina no se cerró y tocar temas políticos en el país ha llegado a afectar las relaciones interpersonales de los ciudadanos. Así lo demostró una investigación realizada por las consultoras Trespuntozero y Taquion, que detalla que la conflictividad entre familiares, conocidos y amigos, por asuntos de política, es alta: 7 de cada 10 encuestados dicen haber discutido con familiares, amigos o conocidos por temas de política en los últimos 12 meses. “Sin embargo, solo 2 de cada 10 encuestados dicen haberse dejado de ver con familiares, amigos o conocidos por temas de política y 1 de cada 10 dice haber llegado a peleas físicas por ello. Se destacan aquí, las mujeres de bajo nivel socioeconómico quienes se han enfrentado en forma física, por temas relacionados a la política”, cita el informe.



Más del 70% de los encuestados han tenido discusiones familiares por temas políticos. Fuente: Trespuntozero y Taquion

Las consultoras que realizaron la investigación, aseguraron que la relación de los argentinos con el sistema de representación democrática ha tenido sus altibajos y por ello, llevaron a cabo la investigación “que permitirá en el tiempo, con sus nuevas ediciones trimestrales, detectar lo que ‘la democracia’ representa para la ciudadanía, sus deudas y el modo en que anima a la población”.

En cuanto al sistema democrático y las opiniones de los argentinos, 7 de cada 10 personas, se consideran muy o bastante democráticos, mientras que 2 de cada 10 consideran que son poco o nada democráticos. “Es importante señalar que a medida que avanza el nivel de estudio de los encuestados, aumenta el nivel de adhesión al sistema democrático, dejando en evidencia la falta de soluciones y respuestas que ha significado el sistema para las clases más bajas”, concluyen los encuestadores.

El 67% de los argentinos se siente una persona democrática. Fuente: Trespuntozero y Taquion

Así mismo, 6 de cada 10 encuestados piensan que la democracia es preferible a cualquier otra forma de Gobierno. Mientras que 3 de cada 10 dicen estar en desacuerdo con esa idea. Si bien es una minoría parece una cantidad muy grande: 30% de los encuestados no conciben a la democracia como la mejor forma de gobierno.

La encuesta también abarcó el tema de cuál es la función de la democracia: Para 5 de cada 10 argentinos la principal tarea de la democracia debería ser garantizar la igualdad de oportunidades y la justicia social. Le sigue en segundo lugar “luchar contra la corrupción” para 3 de cada 10, representando los dos grandes problemas a los que se enfrenta la sociedad.

En cuanto a los presidentes más democráticos que ha tenido la Argentina es notable el bajo nivel de consenso que existe entre los encuestados. Si bien Néstor Kirchner y Raúl
Alfonsín están cabeza a cabeza, solo lo hacen para 2 de cada 10 encuestados. Les siguen Mauricio Macri y Cristina Fernández de Kirchner (1 de cada 10 en ambos casos).

“Esto quizás se explique mejor cuando se atiende al sentimiento de desamparo que tiene la mayoría de los encuestados con respecto a los gobiernos. 5 de cada 10 encuestados dicen que, ante un problema, sienten que ningún gobierno (ni nacional, ni provincial ni municipal) puede resolverlo”, detalla el informe. Es decir que la mitad de los encuestados dice no tener expectativas de que sus problemas cotidianos los resuelva ninguna entidad de gobierno. Esto habla de un gran problema de la representación democrática.

Por último, la encuesta determinó que “a pesar de toda esta crisis de representatividad” 7 de cada 10 encuestados dicen haber ido a votar con ganas en la última elección y 8 de cada 10 dicen que si el voto no fuese obligatorio aun así iría a votar.