La periodista da a conocer su decisión en una jornada marcada por las declaraciones de Piñera, que acusó irregularidades en la elección chilena
La excandidata Beatriz Sánchez la semana pasada en Santiago de Chile. El expresidente y candidato presidencial de la derecha chilena, Sebastián Piñera, vivió este lunes una jornada compleja, a menos de dos semanas de la segunda vuelta del 17 de diciembre próximo. Por la mañana, el empresario acusó irregularidades en la elección que habrían favorecido al abanderado de centroizquierda oficialista, Alejandro Guillier, y a la representante del Frente Amplio de izquierda, Beatriz Sánchez: “En primera vuelta —del 19 de noviembre— muchos votos estaban marcados previamente por Guillier o Beatriz Sánchez”, indicó el exmandatario, lo que desató una avalancha de críticas desde diferentes instituciones y sectores, por la falta de prudencia y de pruebas para sustentar sus dichos. Por la noche, sin embargo, recibió otro golpe: empujada por las acusaciones de Piñera en su contra, Sánchez finalmente anunció que votará por Guillier en el balotaje.
“Menciona a dos candidatos y me menciona a mí, directamente. Esto es cruzar todo límite y yo lo dije antes y lo digo ahora como excandidata: no se juega con Chile y no todo vale a la hora de una elección presidencial. Mi voto es contra Sebastián Piñera y para eso voy a votar por Alejandro Guillier”, señaló Sánchez, que obtuvo el tercer lugar en las elecciones con un 20,27% y cuya coalición, el Frente Amplio de izquierda, había anunciado el jueves pasado que dejaba en libertad de acción a sus adherentes, sin llamar a votar directamente por Guillier.
La decisión de Sánchez, según explicó, es de carácter “personal” y “no es un llamado a votar por Guillier”. Reiteró también que, en cualquier caso, su coalición será oposición en el próximo período, gane quien gane La Moneda. El gesto político, sin embargo, representa un fuerte espaldarazo para el candidato del centroizquierda oficialista de Michelle Bachelet, que necesita conquistar a una buena parte del electorado de Sánchez para derrotar a Piñera.
Guillier, de hecho, reaccionó casi de inmediato a través de las redes sociales y agradeció el respaldo de la excandidata del Frente Amplio: “Gracias por tu transparencia, fuerza y valor. Aprecio enormemente tu apoyo y la unidad para construir un Chile más justo”, escribió el periodista en Twitter.
La elección del domingo 17 sería estrecha y se disputaría voto a voto. Los analistas repiten que la ganaría quien comenta menos errores en este período. Si bien hasta la primera vuelta se trataba de una elección sin mayor nervio —donde la mayoría de las encuestas daban por ganador a Piñera, por mayor margen del 36,64% que finalmente alcanzó— se ha vuelto una carrera caliente que tiene a Chile polarizado. La Moneda, por ejemplo, está actuando a favor de una sucesión del mismo signo, aunque por muchos meses en el Gobierno primó la neutralidad.
“Chile tiene un prestigio internacional por sus elecciones correctas y transparentes. Seamos responsables y no desacreditemos nuestras instituciones democráticas”, escribió en Twitter la presidenta Bachelet, que indirectamente ha asumido un papel de protagonista con miras al balotaje.
Piñera intentó luego explicar que ni había puesto en duda el resultado de la elección de noviembre, pero fue demasiado tarde para tratar de desactivar el conflicto. El Servicio Electoral (SERVEL), por ejemplo, llamó a los candidatos a actuar con “responsabilidad, mesura y prudencia”.
