Trolls rusos interfirieron en el Brexit

Descubren mensajes de 419 cuentas ligadas al "Rusiagate"

El emblemático Big Ben, la bandera de la UE y la del Reino Unido. Un símbolo del "divorcio" Londres-Bruselas. Más de cuatrocientas cuentas de Twitter de presuntos "troll" rusos fueron los que generaron la emisión de alrededor de 45.000 mensajes que intentaron "influenciar" el referéndum sobre el Brexit.

Así lo determinó una investigación realizada por la Universidad de Edimburgo, publicada hoy por los diarios The Guardian y Times.
El relevamiento identificó 419 perfiles, que integran la lista de los 2.700 elaborada por Estados Unidos en relación con el "Rusiagate".
De esas cuentas partieron 45.000 mensajes los últimos dos días de la campaña para votar por la salida o no del Reino Unido de la Unión Europea.
Las sospechas sobre la intromisión rusa en el referéndum ya habían sido mencionadas muchas veces por los partidarios del "remain" (permanecer en la UE).

Sin embargo, el gobierno de Londres había negado, inclusive con una intervención en la Cámara de los Comunes del ministro del Exterior Boris Johnson, que hubiera elementos para pensar en cualquier subversión del resultado de la consulta. Incluso, si bien hace dos días la premier británica Theresa May, acusó al mandatario ruso Vladimir Putin de interferir en los procesos democráticos y electorales de países occidentales, no hizo ninguna referencia explícita al Brexit. Según The Guardian, los 149 perfiles de Twitter bajo la lupa están relacionados con la Internet Research Agency (IRA), con sede en San Petersburgo, señalada por algunos medios de comunicación como una "fábrica de troll". Estas nuevas revelaciones desencadenaron la reacción de conservadores y laboristas.

El diputado tory Damian Collins, presidente de la Comisión de Medios de la Cámara de los Comunes, comprometida en una investigación sobre "fake news" (noticias falsas), afirmó que la agencia rusa quiere "dividir a la sociedad y desestabilizar la política" nacional. Por su parte, el líder laborista Tom Watson, exhortó a la premier británica a reaccionar contra "los agentes del Estado ruso que usan sus plataformas para difundir desinformación y falsedades". Ben Bradshaw, un parlamentario laborista, fue el primer político en dar la voz de alerta ante el Parlamento británico: "No hemos despertado aún a todo lo que está haciendo Rusia. El objetivo de Moscú es dividir y debilitar el mundo occidental. Y no estoy hablando ya la de la interferencia en las elecciones norteamericanas, sino en nuestro propio referéndum de la UE. Aún no tenemos las pruebas, pero existe una alta probabilidad", dijo días atrás.

Al cabo de un año, el diputado laborista admite que aún no ha aparecido la "pistola humeante" (o prueba irrefutable) de la conexión de Rusia con el Brexit. "Pero existen varias pistolas calientes y pistas cada vez más abundantes que apuntan en la misma dirección. La verdad se está cociendo a fuego lento y al final saldrá a flote. Y tiene además el potencial de acabar derribando al Gobierno en combinación con otros factores"."Lo que nos hace falta es una investigación en toda regla, dirigida por un juez independiente", graficó.