Cardenal tradicionalista deslizó que hay un "complot" contra Francisco




El cardenal Gerhard Mueller fue desplazado por el Papa Francisco en julio pasado como máximo responsable de la doctrina de la Iglesia católica.

Luego de la difusión de la carta del teólogo Thomas G. Weinandy, el cardenal conservador alemán Gerhard Mueller advirtió este fin de semana al Papa Francisco que el sector tradicionalista de la Iglesia católica le propuso liderar el movimiento de resistencia a sus reformas, tarea que, dijo, rechazó.

En la Iglesia hay un "frente" contra el Papa integrado por los sectores más tradicionalistas, pero también por algunos progresistas, y se corre el riesgo incluso de un cisma, insistió el exPrefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe, quien forma parte del grupo de cardenales que públicamente y en varias oportunidades se manifestó en contra de las aperturas que defiende Francisco. Esa corriente apuntó a colocarlo a él mismo al frente "del movimiento contra el Papa. Pero yo no lo haría nunca", precisó en una entrevista con el diario Corriere della Sera.

Mueller confirmó su lealtad a la Iglesia y al Pontífice, pero no dudó en criticarlo en reiteradas oportunidades. "Debemos tener cuidado de no confundir la gran popularidad de Francisco, que también es un gran activo para el mundo católico con una verdadera reanudación de la fe", opinó y agregó que cree que "en el círculo mágico del Papa hay quienes se preocupan de espiar a presuntos oponentes, evitando así una discusión abierta".

"Ordenar a los católicos en las categorías de amigo o enemigo del Papa, es el mayor daño que causan a la Iglesia", dijo.

El religioso alemán fue desplazado en julio pasado por Jorge Bergoglio luego que ser acusado de obstruir los esfuerzos de Sumo Pontífice para acabar con el encubrimiento de los abusos sexuales perpetrados por clérigos. Además, fue uno de los cardenales que cuestionaron la intención de Francisco de adoptar una actitud más benevolente con los considerados tradicionalmente como "pecadores", como los divorciados que se casaron en segundas nupcias y que quieren comulgar.

Los dichos de Muller se conocer poco después que trascendió públicamente la carta de Weinandy, un exasesor de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos, que también fue desplazado del cargo.

Thomas G. Weinandy y Jorge Bergoglio.

En la misiva, que llegó a ámbito.com bajo el alerta de una "intentona" contra el Papa, lo acusa a Francisco de generar confusión teológica y pastoral entre los fieles por la "ambigüedad" de su discurso frente al matrimonio igualitario; de haber "infravalorado" la importancia de la doctrina de la Iglesia; de haber nombrado obispos que no son adecuados ("tienen puntos de vista contrarios a la fe cristiana"); de "falta de "transparencia"; de "marginar" a los prelados del mundo que lo critican o piensan distinto; y de generar en los fieles una pérdida en la confianza sobre su papado. Ante semejante declaración, la USCCB (por las siglas en ingles de la Conferencia Episcopal de EEUU) le exigió la renuncia.