Alejandro Grimson: “La foto dice que hoy Macri le ganaría un ballotage a Cristina”





El antropólogo y analista político Alejandro Grimson conversó con “Con el pie izquierdo” (Radio Sur 88.3) sobre las últimas elecciones legislativas y el panorama de cara a 2019, a raíz del artículo “Por qué arrasó”, que escribió para Revista Anfibia.

- ¿Cómo se puede explicar el triunfo de Macri?

– Se pueden plantear algunas hipótesis, que no son verdades reveladas. En primer lugar sabemos que los medios y la concentración mediática tenían un papel relevante para el gobierno. De todas maneras, siempre insisto en que este factor no tiene que ser absolutizado, porque este factor siempre está del mismo lado en la historia, pero no siempre produce los mismos efectos. Hubo veces en que en América Latina, en Argentina hubo triunfos de proyectos populares.

Eso se combinó con que el gobierno logró construir un relato (todos los gobiernos tienen un relato) y logró que fuera “comprado” por el 40% de la población, que es la cantidad de votos que sacó el gobierno en estas elecciones. Ese relato lo que dice es que “usted claramente la está pasando mal, no está recibiendo beneficios y en estos dos años no mejoró en nada o se le complicó su situación del día, pero esto no es culpa del gobierno actual, sino del anterior”. Esa interpretación, para muchos de nosotros increíblemente forzada, parcial y falsa, hubo un sector de la población que la “compró”. Esa gente tiene expectativas de que esto no siga siendo así. Eso es relevante, ahí es donde está uno de los talones de Aquiles de este gobierno: si logra o no que su plan económico funcione y, de alguna manera, que beneficie a algo más que el 10% más rico de la Argentina.

Después, hay otro logro del gobierno, que es enorme. Toda la oposición tiene un grado de división, de fragmentación y de atomización sólida. Es el mismo nivel de fragmentación que tuvo la oposición al kirchnerismo, la oposición a Menem.

Lo que yo digo en el artículo de la Revista Anfibia es que desde el retorno a la democracia en el año ’83 tuvimos cuatro ciclos políticos largos: el alfonsinismo (el más breve de todos pero muy intenso, porque justamente fue la vuelta a la democracia); el siguiente fue el menemismo, que duró 10 años o 12 según como hagan las cuentas, que terminó muy mal; después vino el kirchnerismo; y yo creo que estamos entrando en el cuarto ciclo. Porque creo que esta elección es muy distinta a la de 2015, porque lo de entonces creo que se puede entender por la famosa frase de Menem de “si hubiera dicho lo que iba a hacer entonces no me votaban”. Pero una vez que ganó, hace lo que iba a hacer y logra superar el 40% de los votos en la primera legislativa, que es justamente lo que sucedió con Alfonsín, con Menem y con Kirchner.

- ¿Cómo se puede pensar este resultado de cara a 2019?

– Una elección legislativa de medio término en un país que tiene presidenciales cada cuatro años hay una elección presidencial, disputa pole position para la presidencial. Acá se empezó a discutir la elección de 2019 y el gobierno queda lejos respecto del resto.

Porque en el peronismo no kirchnerista todos los candidatos se hundieron. Y los que no, o son demasiado locales tipo Rodríguez Saá, que no creo que sería capaz de ganar una elección nacional en este momento, o son demasiado nuevos, como el gobernador de San Juan, que podrían tener proyección en el futuro. Los que tenían esa ambición tipo Urtubey, o algún cordobés o Massa, fueron los más derrotados de la elección.

En el caso del kirchnerismo, hace una elección que lo consolida como una oposición más fuerte y más clara al gobierno, que tiene votos en distintos lugares y en la provincia de Buenos Aires una gran cantidad de votos, pero que está muy claro que tiene un techo muy bajo y es difícil que lo pueda superar.

- ¿Por qué ese techo?

– Por el rechazo que genera la figura de Cristina en una parte de la población. Si vos tenés que Cristina no puede sacar más que el, pongamos, 40% de los votos, no puede ganar un ballotage. Y eso lo sacó en la provincia de Buenos Aires, ¿cómo te parece que le va a ir en Córdoba, Santa Fe, la ciudad de Buenos Aires o Mendoza? Que son las provincias más pobladas del país.

La provincia de Buenos Aires es donde más votos puede sacar. En Córdoba sus candidatos sacaron el 10%, Rossi en Santa Fe salió segundo aliado con otros sectores peronistas, en CABA Filmus… por supuesto que le sumás un 10% porque Cristina saca más que Filmus. Esa es la foto hoy por hoy, en dos años puede cambiar. La foto dice que hoy Macri le ganaría un ballotage a Cristina.

- ¿Y qué podés decir de la elección del FIT?

– El FIT hizo una elección muy buena para la historia de la izquierda, supera el 5% en provincia y en capital, en Jujuy una elección histórica, le fue muy bien en Mendoza, en Salta, etc. Ya no se puede decir que la izquierda es marginal en la Argentina. Es un partido nacional, muy minoritario pero nacional.

La concepción política del FIT le impone un techo de votos muy bajo, pero que a diferencia de Cristina, que gobernó y que hay cosas que a la gente le encantan y otras que la gente rechaza, en el caso del FIT cada dos por tres hace política y llega a una porción de la sociedad, pero cada dos por tres dice que quieren hacer un cambio revolucionario y terminar con el sistema capitalista. Y lo que veo en la población que escucha al FIT es que se pregunta dónde viven y sostienen que no es posible hoy. Hoy es posible otra cosa, mejorar un poco, que haya más justicia, bajar la desigualdad, que no repriman a los trabajadores. Pero esto que está diciendo esta gente cuando dicen que son anticapitalistas… ¿cómo se hace eso? El FIT se pone a sí mismo un techo.

Es como que el FIT tiene una ambivalencia. Le gusta crecer, pero cuando crece se pregunta “no será porque…”. Imaginate que mañana ganan una intendencia, ¿cómo gobiernan? No se puede eliminar el capitalismo en una intendencia. O si el FIT gana una provincia, y ¿qué va a hacer?

- Hablabas antes del techo del kirchnerismo, ¿cómo podría cambiar la imagen de Cristina para construir una nueva mayoría?

– No tiene que ver con la imagen. El kirchnerismo tiene un grave problema de concepción. Tienen que preguntarse si se conforman con creer que tienen razón o si tienen ganas de ser mayoría. Lo que pasa es que si son mayoría no van a ser solo kirchneristas. Nunca el kirchnerismo fue mayoría. Cuando Cristina saca el 54% a Cristina la votan De La Sota, Massa, Moyano, Randazzo, Urtubey. No era de Cristina, era de esa alianza heterogénea que Cristina dirigía.

La confusión empezó en ese momento, cuando creyeron que el 54% era de Cristina. Chau. Eso es un error de concepción e interpretación de la política que termina con tres derrotas electorales en 2013, 2015 y 2017. Va a seguir perdiendo salvo que cambie esa concepción.

- ¿Es posible que la alianza Cambiemos no tenga un ciclo tan largo por resquebrejamientos internos?

– Es una idea de la política que yo no comparto para nada. Que tus ilusiones de que el país sea mejor, más justo, distinto de esta orientación que está logrando triunfar en este momento, descansen en los otros. En que se equivoquen o se peleen entre ellos. O que el país vaya a una crisis terrible por culpa de ellos. Son todas formas de la política que son las contrarias a las que pienso.

En política yo creo que hay que pensar como vos construís algo mejor que lo que construiste hasta ahora, cómo hacés una alternativa más sólida, más abierta, más contemporánea, que entienda mejor que lo que le pasa a la gente. Si perdés las elecciones es porque no estás entendiendo. Si no, no perdés. Y si perdés tres elecciones seguidas, estaría bueno tratar de pensar. O no y así seguirás perdiendo hasta el fin de los tiempos. Si caminás el mismo camino, con los mismos zapatos al mismo ritmo, vas a llegar al mismo lugar. No es que si seguís haciendo lo mismo un día vas a ganar las elecciones.