Cuatro de los cinco gobernadores venezolanos opositores electos juran la Constituyente

La decisión de los representantes de Acción Democrática dinamita a la alianza antichavista Mesa de la Unidad Democrática

Cuatro gobernadores opositores electos juran la Constituyente. AFP


Cuatro de los cinco candidatos de la oposición elegidos como gobernadores el pasado 15 de octubre han decidido este lunes tomar juramento ante la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), el parlamento chavista que hizo escoger en julio el presidente venezolano, Nicolás Maduro, para sustituir a la legítima Asamblea Nacional, de mayoría opositora. El régimen chavista ponía como condición que los ganadores se presentaran ante esa instancia para permitirles ejercer sus funciones.

Envueltos en la polémica, Laidy Gómez (Táchira), Alfredo Díaz (Nueva Esparta), Ramón Guevara (Mérida) y Antonio Barreto Sira (Anzoátegui) se reunieron con Delcy Rodríguez, presidenta de la ANC, Elvis Amoroso, su vicepresidente, y el secretario y subsecretario de la directiva. "Se juramentaron y se subordinaron", escribió más tarde en Twitter la excanciller venezolana, con la satisfacción de quien doblega a un adversario.

Después de conocer la noticia, que ha sorprendido a la oposición y amenaza con dinamitar la unidad, si es que no lo ha hecho ya, Maduro dijo en una cadena oficialista de radio y televisión: "He llamado a todos los gobernadores de oposición y les he dicho que pasemos página. Les tiendo la mano para trabajar juntos. Ojalá podamos mantener el clima de buena voluntad". Todos los juramentados pertenecen a la formación socialdemócrata Acción Democrática (AD), que entre 1958 y 1998, antes del comienzo de la era chavista, gobernó durante 25 años en Venezuela.

La decisión que tomaron los gobernadores opositores comenzó a tomar forma el fin de semana cuando organizaron asambleas populares "para escuchar a sus electores", en un encuentro que calcó los modos chavistas para legitimar sus decisiones, la prensa regional de Nueva Esparta (Caribe insular venezolano) titulaba este lunes que los asistentes a esos plenos le pidieron a Alfredo Díaz que se presentara ante la ANC. La mesa parecía estar servida para lo que ocurrió.

Solo el opositor Juan Pablo Guanipa, del partido Primero Justicia, al que pertenecen el presidente del Parlamento, Julio Borges, y el excandidato presidencial Henrique Capriles Radonski, ha decidido no comparecer ante la ANC. Su partido no reconoce a esa instancia. Guanipa, quien obtuvo la victoria en el noroccidental Estado de Zulia, la segunda provincia más importante del país, tuiteó después de que la foto de sus colegas juramentados se hiciera viral en las redes sociales: "Por amor al Zulia y a Venezuela no juraremos ante la fraudulenta ANC".

Maduro le ha pedido a la Constituyente que evalúe "el desacato ocurrido" con el mandatario electo en Zulia. La semana pasada el líder del régimen venezolano insinuó que castigaría esa insubordinación ordenando la repetición de los comicios en aquellas provincias donde los ganadores no reconocieran a la ANC. Guanipa ha decidido asumir ese riesgo como una forma de mantener la coherencia. Ese rasgo ha sido reconocido por Capriles en un trino que resume el reclamo de los opositores que critican la postura de AD: "Principios y coherencia valen".



Hasta este lunes la oposición, agrupada bajo el ala de la Mesa de la Unidad Democrática, desconocía en bloque a la ANC porque consideraba que su convocatoria y posterior elección violó la Constitución. Siguiendo ese ejemplo, casi todos los países de América y Europa tampoco reconocieron a esa instancia y anunciaron sanciones económicas a las cabezas más visibles del régimen. Por esa razón el paso dado por los gobernadores de AD ha sido una gran sorpresa. Parece inminente el definitivo estallido de la frágil unidad opositora, muy cuestionada desde hace una semana por el varapalo recibido. En ese sentido Capriles insinuó en Twitter: "Vamos hacia una nueva unidad. En las peores crisis y circunstancias siempre surgen oportunidades".

Los resultados de las regionales estuvieron marcados por las denuncias de fraude hechas por la oposición, quien alegó que el régimen chavista, a través del Consejo Nacional Electoral (CNE), obstaculizó y, en algunos casos, desconoció la voluntad popular. Los estudios de opinión previos a los comicios indicaban que, en el peor de los escenarios, la MUD obtendría 12 Estados, pero solo terminó imponiéndose en cinco. La espectacular victoria del chavismo ocurrió en medio de la peor recesión de la historia republicana del país y de un cuadro de hiperinflación.

La MUD parece haber quedado dividida entre principistas y pragmáticos. En el primer grupo están los que decidieron no participar en las elecciones regionales por las reservas manifestadas con el control ejercido por el chavismo del CNE. Ahora se les están sumando quienes creen que antes de participar en nuevos comicios hay que procurar condiciones más equitativas y elegir a una nueva terna.

Los pragmáticos, con Acción Democrática a la cabeza, quieren aprovechar el desánimo generado por la derrota para tomar la delantera entre las opciones que podría presentar la oposición en diciembre de 2018, cuando debería escogerse al sucesor de Maduro. Al juramentarse AD se ha apartado de la línea de la MUD que, a pesar de que todavía no ha presentado requerimientos, considera que en las regionales ocurrieron irregularidades que torcieron la voluntad popular. La formación ha preferido no vivir del eterno rencor de la derrota y medirse con el chavismo en las condiciones que este plantee. Aunque no lo ha confirmado públicamente, el secretario general de AD, Henry Ramos Allup, aspira a medirse en los comicios presidenciales de diciembre de 2018.