Schiaretti, gobernador peronista de la provincia más grande, y Manzur, a cargo del 6to distrito más populoso, hacen valer sus cartas. Schiaretti el más lanzado en su resistencia al cristinismo.
Schiaretti, el gobernador cordobés, fue uno de los principales impulsores de la convocatoria por un Peronismo Federal y Democrático del jueves pasado. El otro fue Juan Manzur. Schiaretti gobierna la provincia más numerosa en manos del peronismo (y la segunda a nivel nacional, tras la hiperpopulosa PBA, con el 37% del padrón total). Manzur está a cargo de la sexta provincia con más población del país y la más populosa del Norte. Según todos los sondeos, ambos se encaminan a que sus candidatos ganen sin problemas la elección de medio término. Schiaretti y Manzur son, entonces, por convicción propia y por la condición de sus distritos, los impulsores de una estrategia que busca, en simultáneo, generar un polo de poder que limite y condicione a CFK en su eventual retorno al Parlamento y a cualquier intento reeleccionista por parte de ella, y al mismo tiempo, ponerle condiciones y plantearle exigencias al PRO a la hora de las transferencias por coparticipación y localización de obras públicas.
Schiaretti, el gobernador cordobés, fue uno de los principales impulsores de la convocatoria por un Peronismo Federal y Democrático del jueves pasado. El otro fue Juan Manzur. Schiaretti gobierna la provincia más numerosa en manos del peronismo (y la segunda a nivel nacional, tras la hiperpopulosa PBA, con el 37% del padrón total). Manzur está a cargo de la sexta provincia con más población del país y la más populosa del Norte. Según todos los sondeos, ambos se encaminan a que sus candidatos ganen sin problemas la elección de medio término. Schiaretti y Manzur son, entonces, por convicción propia y por la condición de sus distritos, los impulsores de una estrategia que busca, en simultáneo, generar un polo de poder que limite y condicione a CFK en su eventual retorno al Parlamento y a cualquier intento reeleccionista por parte de ella, y al mismo tiempo, ponerle condiciones y plantearle exigencias al PRO a la hora de las transferencias por coparticipación y localización de obras públicas.
