Etchecolatz y Von Wenrich pidieron que le apliquen el 2x1

El fallo de la Corte abrió la caja de Pandora y ahora dos emblemáticos represores quieren salir en libertad aprovechando la decisión de los jueces.







Agencia NA

El fallo de la Corte Suprema, que habilitó el 2x1 a condenados por delitos de lesa humanidad, confirmó los peores pronósticos: los represores Miguel Etchecolatz y Christian Von Weinrich pidieron acogerse al beneficio del fallo Muiña, lo que facilitaría su salida en libertad.

Etchecolatz ya fue beneficiado con la prisión domiciliaria en una de las causas que lo involucra, pero aun no salió de la cárcel debido a las otras condenas que pesan sobre él. El ex obispo castrense, en cambio, tiene una sola causa en la que fue condenado a reclusión perpetua en 2010 y con el nuevo cómputo de la pena podría salir en libertad.

Ambas presentaciones fueron realizadas ante el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata, que ahora deberá esperar la opinión del fiscal para tomar una decisión. La abogada querellante Guadalupe Godoy confirmó a El Destape que pedirán a los jueces emitir opinión antes de decidir.

Etchecolatz es el ex comisario de la Policía Bonaerense en los tiempos de Ramón Camps. Fue el torturador de Jorge Julio López, el testigo que volvió a desaparecer en 2006 tras declarar en contra de su captor. Más atrás en el tiempo, es recordada una histórica discusión con el diputado socialista Alfredo Bravo en Hora Clave. Bravo, ex docente, también estuvo desaparecido y fue torturado por el comisario.


Von Weinrich fue el primer miembro de la Iglesia Católica condenado (a reclusión perpetua) por delitos de lesa humanidad. En el proceso se confirmó que el ex capellán de la Policía Bonaerense participó de siete homicidios calificados, 31 casos de tortura y 42 privaciones ilegales de la libertad.



El temor de la querella es que este fallo el sacerdote quede al borde de la libertad. Al asimilarse ahora la reclusión con la prisión perpetua, con un máximo de 25 años de prisión. Von Wenrich fue detenido en 2003 y la condena recién quedó firme en 2010. Con el nuevo cómputo que habilitó el fallo Muiña, ya habría "cumplido" 19 años y podría pedir la libertad condicional.