Donald Trump también libra una batalla en busca de la imagen perfecta.
El presidente estadounidense Donald Trump, además de estar preocupado trabajando por restringir el ingreso de inmigrantes, acabar con el ObamaCare y reforzar la lucha contra el terrorismo internacional, le presta mucha atención a su imagen y contrató a una fotógrafa que lo haga lucir más alto y delgado.
Para eso, el mandatario de 70 años le pidió a los fotógrafos de la Casa Blanca que lleven consigo un taburete a todos los eventos en los que participe.
Trump contrató en enero pasado a Shealah Craighead, ex fotógrafa del equipo del ex presidente George Bush, como jefa fotográfica de la Casa Blanca. La orden estricta del magnate fue la llevar consigo un taburete a todos los eventos oficiales.
Fuentes cercanas al presidente revelaron que el pedido tiene una particular razón: que el equipo de Craighead realice las tomas fotográficas montada sobre el taburete, para hacer lucir al jefe de estado como un hombre alto y delgado.
Inclusive, el presidente debe aprobar personalmente cada una de las fotografías oficiales.
Fuentes de la Casa Blanca recordaron que Craighead comenzó a utilizar esta herramienta crucial, el taburete, por un pedido que le había hecho Laura Bush hace muchos años para su esposo.
"La Primera Dama (por entonces Laura Bush) le pidió a Shealah, que tenía 43 años, que lleve el mueble a todas partes, y desde entonces siempre lo hizo, porque quién no quiere que se le tome una fotografía desde lo alto?", agregó la fuente.
Desde su asunción en la Casa Blanca el 20 de enero pasado, Trump subió solamente 50 imágenes oficiales en su página en Facebook.
Los conocedores del mundo fotográfico aseguran que se trata de una mirada totalmente diferente de los disparos íntimos y los primeros planos usuales en la Casa Blanca.
