Estados Unidos ahora va por Irán

Anunció que el acuerdo nuclear "fracasó"


El Departamento de Estado pidió la revisión del tratado firmado en 2015 por las grandes potencias y no descartó la aplicación de nuevas sanciones contra Teherán. "Va a ser el próximo Corea del Norte", amenazó Tillerson.


Rex Tillerson, secretario de Estado de Trump.

En medio de la cruzada contra Siria y Corea del Norte, el gobierno de Donald Trump volvió a levantar la voz contra Irán, al declarar el “fracaso total” del tratado nuclear firmado durante la administración de Barack Obama en 2015 y anunciar que se analizarían nuevas sanciones contra Teherán, lo cual podría presagiar nuevas intervenciones. Washington criticó la política de la “paciencia estratégica” que llevó a adelante la comunidad mundial, y que promovió la gestión de su predecesor, e hizo un llamado a sus socios para que se tomen medidas concretas contra Irán porque si no “podría convertirse en un nuevo Pyongyang”.

Durante la campaña electoral, el actual presidente Donald Trump rechazó en duros términos el pacto multilateral de Estados Unidos, del que participaron también el Reino Unido, Rusia, China, Francia y Alemania, que establecía el levantamiento de las sanciones contra Irán a cambio de la limitación de su programa de desarrollo nuclear. “Es un tratado apestoso”, había dicho entonces, pero ahora su secretario de Estado, el magnate del petróleo Rex Tillerson, aseguró que el acuerdo será sometido a una revisión interna con una hipotética restauración de las penalizaciones.

"El JCPOA (como se conoce el acuerdo multilateral) fracasa a la hora de conseguir el objetivo de un Irán no nuclear. Solamente retrasa su fin de convertirse en un Estado nuclear", aseguró Tillerson, en una conferencia de prensa, a pesar de que a última hora del martes él mismo había enviado una informe al presidente de la Cámara de Representantes de EEUU, al republicano Paul Ryann, en la que certificaba que Irán “estaba cumpliendo con sus compromisos”, en la primera declaración formal de la administración Trump sobre el tema.

Dos días después, Tillerson dijo lo contrario en nombre de "los intereses de seguridad nacional de los Estados Unidos” y vinculó a Teherán con el terrorismo "a través de muchas plataformas y métodos”. "Este acuerdo (el JCPOA) representa la misma táctica fallida del pasado que nos llevó a la amenaza inminente actual que tenemos en el caso de Corea del Norte. El Gobierno de Trump no tiene ninguna intención de pasarle la pelota de Irán a una futura Administración", subrayó el jefe de la diplomacia estadounidense.

La nueva postura de Washington fue refrendada por las declaraciones del secretario de Defensa, Jame Mattis, quien también se refirió a la supuesta incidencia de Irán en Oriente Medio. "Dondequiera que mire, si hay problemas en la región, se encuentra Irán," dijo Mattis.