EEUU amenaza con acciones unilaterales en Siria

Rusia exime al régimen sirio. Estados Unidos arremete con Trump

Naciones Unidas sin respuesta concreta a las armas químicas usadas en Siria. (foto: ANSA)
 
El ataque químico en Siria derivó hoy en un profundo cisma en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, con Estados Unidos, Francia y el Reino Unido de un lado y Rusia y China del otro, con Moscú en defensa de Bashar al Assad.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó hoy que "ya no serán toleradas las acciones terribles del régimen de Assad", presidente de Siria.
"Lo que vimos ayer, con niños y bebés sufriendo efectos de gases tóxicos, ha tenido un gran impacto en mí y ha cambiado mi actitud hacia Siria y hacia Assad", agregó el mandatario en una rueda de prensa conjunta con el rey de Jordania, Abdalá II, de visita en Washington.
"Cuando mueren niños, bebés, con armas químicas, para mí se han superado todas las líneas, estamos mucho más allá de la línea roja", amplió y reiteró que la administración de su antecesor, Barack Obama, "ha perdido una gran oportunidad" para resolver la crisis de Siria.
Los próximos pasos "ya los verán", añadió amenazante el republicano, acaso insinuando represalias duras y hasta armadas contra Damasco.
De ese modo, y también en la ONU, Estados Unidos sugirió que podría tomar algún tipo de medida unilateral ante la falta de consensos en el Consejo de Seguridad.
"Cuando las Naciones Unidas fallan constantemente en su misión de actuar de forma colectiva, hay momentos en la vida de los países en los que estamos obligados a actuar nosotros mismos", ha dicho con contundencia la representante de Estados Unidos antes la ONU, Nikki Haley.
Asimismo, el embajador de Francia, Francois Delattre, destacó que los hechos "demuestran el uso reiterado, metódico y bárbaro, de armas de destrucción en masa, armas químicas en este caso".
El representante de París agregó que "la inacción y el inmovilismo no pueden ser opciones". Para el diplomático británico en la ONU, Mattew Rycroff, el "abuso del derecho de veto" de Rusia -acompañado en ocasiones por China- tiene consecuencias cada vez más graves, como se ha visto en el ataque reciente. "Hasta que Rusia no cambie su actuación, el Consejo de Seguridad seguirá bloqueado", dijo Rycroff tras lamentar el veto de Moscú y China en la votación del pasado 28 de febrero en el que se presentó una resolución para adoptar medidas contra los que usan armas químicas en Siria.
En contraste, Rusia pidió una investigación "completa" y quitó responsabilidades a Assad.
A través de un comunicado, Rusia sostuvo que el gas que mató a decenas de personas en la provincia de Khan Sheykhun procedía de un depósito de armas químicas de los rebeldes sirios. Esta información fue confrontada por la Casa Blanca: "no pensamos que eso sea posible. No nos lo creemos", dijo un vocero de Washington.
Desde un primer momento, cuando estalló una atroz guerra civil en Siria, hace casi cinco años, el Kremlin se puso en favor del régimen contra los rebeldes que elevaron armas contra Assad y a los que Moscú acusó de estar respaldados por Washington.
En medio de ese caos, las incursiones de los milicianos del Estado Islámico complicaron aún más la situación. Rusia ayudó a combatir a los yihadistas, lo mismo que la coalición encabezada por Estados Unidos.
Washington y Londres denunciaron insistentemente ataques de Rusia a posiciones rebeldes, pero el Kremlin negó las acusaciones y sostuvo que sólo está ayudando a combatir a los "terroristas" en referencia a Estado Islámico, aunque en una definición que podría abarcar a otros grupos.
Este miércoles, los miembros permanentes del Consejo de Seguridad (Esatdos Unidos, Francia, Reino Unido, Rusia y China) intercambiaron acusaciones y se mostraron incapaces de sacar adelante un simple texto de condena de lo sucedido en la localidad de Jan Shijún, conde, según la ONU, al menos unas 70 personas fallecieron y más de 200 resultaron heridas en un ataque del que la oposición siria y el régimen se acusan mutuamente.
Organizaciones como Médicos Sin Fronteras (MSF) afirmaron que las víctimas presentaban síntomas similares a los de un agente neurotóxico como el gas sarín.