Fenomenal transferencia de recursos a las empresas petroleras


PLAN GAS, SUBSIDIO A PRODUCTORES GASÍFEROS

Es evidente que hasta ahora el Plan Gas sólo ha servido para una fenomenal transferencia de recursos de la sociedad a las empresas petroleras y que ha desatado las furias corporativas para apropiarse de estos recursos públicos: los gobiernos provinciales, los sindicatos, las petroleras y las empresas de servicio, explicó el consultor en temas energéticos, Ricardo A. Molina. Él agregó: "Ofrece una justificación política al “equipo ministerial” para sostener un nivel de intervención estatal del mercado petrolero que es contrario a los intereses de la sociedad." Aquí la nota completa:



Por RICARDO A. MOLINA


El gas sigue siendo una frustración argentina: más ruido que nueces y... muchos recursos de los consumidores/contribuyentes.


por RICARDO A. MOLINA

En el año 2013 se creó el “Programa de Estímulo a la Inyección Excedente de Gas Natural” para incentivar la producción doméstica de gas natural a partir del aporte de un subsidio estatal a los productores, conocido luego como Plan Gas, que marcó el nacimiento de un precio tan emblemático como artificial para el gas natural: US$ 7,50/MMBtu. Este plan fue una reacción frente a la constante declinación de la producción local y a las crecientes importaciones de gas que impactan directamente en el déficit fiscal dada la decisión de ser asumidas por el gobierno nacional mediante el erario público.

La reciente publicación de las cifras oficiales del 2016 nos permite analizar lo ocurrido desde el 2006. La producción de gas doméstico exhibe una profunda declinación en el período, aunque se ha comenzado a insinuar una leve recuperación a partir del 2015. La producción del 2016 es un 13% inferior a la registrada en el 2006. Por su parte, el volumen de gas importado (por gasoductos y por buques) ha tenido, en el mismo lapso, un comportamiento espejo. Entre 2006 y 2015 las importaciones fueron crecientes y recién en este último año se ha verificado una leve disminución que resulta consistente con la reversión de la producción doméstica.



La producción del 2016 resultó un 8% superior al piso registrado en el 2014. Es un interesante rebote pero todavía hay que seguir su evolución para afirmar que estamos frente a una reversión de la tendencia declinante.

Desde el 2013 hasta el último año, el gobierno nacional destinó US$ 6.519 millones a los productores de gas en el marco del Plan Gas. El subsidio otorgado en el 2016 resultó superior en más del doble al imputado en 2015. Vale señalar que se especula que en el último año se han pagado montos adeudados en el 2015.





A simple vista resulta sencillo atribuir a estos subsidios el estímulo necesario para aumentar la producción de gas doméstico.

La pregunta que surge es: ¿A qué costo se estaría logrando esta reversión de la tendencia?

La respuesta no es muy precisa.

Una primera aproximación es aplicar una regla de tres simple entre las producciones anuales a partir de la vigencia del Plan Gas (2013) y los subsidios otorgados. En el cuadro siguiente se puede apreciar que el subsidio por unidad producida total evolucionó de los US$ 0,68/MMBtu en el 2013 hasta alcanzar los US$ 1,69/MMBtu. Pero este cálculo, que no se ajusta al objetivo del Plan Gas porque computa toda la producción y no sólo excedente, sirve como una primera aproximación a la cuestión.





Lamentablemente no existen datos oficiales que aporten certeza sobre cuál ha sido la producción incremental a que se refiere el Plan Gas. Por lo tanto, sólo queda hacer un ejercicio estimando una curva de declinación de la producción histórica y luego compararla con la producción real (con datos oficiales) para determinar el incremento de producción. Para este ejercicio se asumió como tasa de declinación para todo el período analizado, la variación negativa entre la producción de los años 2014 y 2013, que resultó igual a 0,54%.



Para finalizar el ejercicio resta entonces calcular cuánto nos costó a todos los argentinos esa producción incremental de gas natural verificada en los años 2015 y 2016. El resultado que se obtiene es US$ 32/MMBtu.

Es importante volver a subrayar que este ejercicio es una aproximación a la realidad ya que no existen datos públicos oficiales que determinen el éxito o no del Plan Gas.

Pero, más allá de la precisión del cálculo, es evidente que hasta ahora el Plan Gas sólo ha servido para una fenomenal transferencia de recursos de la sociedad a las empresas petroleras y que ha desatado las furias corporativas para apropiarse de estos recursos públicos: los gobiernos provinciales, los sindicatos, las petroleras y las empresas de servicio. Además de ofrecer una justificación política al “equipo ministerial” para sostener un nivel de intervención estatal del mercado petrolero que es contrario a los intereses de la sociedad.

¿Cómo continúa esta historia ya conocida? El Presidente Macri anunció a comienzos de este año que el Plan Gas, cuyo vencimiento estaba determinado para el 31 de diciembre de 2017 se extiende hasta fines del 2019.