El apretón de Donald Trump y la comunicación no verbal


¿Qué hay detrás del intimidatorio apretón de manos de Donald Trump?


Es imposible no comunicar, todo comunica. Estás en un ascensor, mirás el celular para no mirar a tu compañero de viaje, y estás comunicando "no quiero hablar con vos". Estás en la sala de espera del médico, agarrás una revista y evitas la mirada de la vieja que está sentada enfrente, y estás comunicando. Hablás con una chica y le tocás la mano y estás comunicando. Es imposible no comunicar, todo, absolutamente todo es comunicar. Tocarse el pelo, restregarse las manos, cruzar las piernas. La forma en que das un beso o abrazás no es casual, estás comunicando algo. Y Trump intenta comunicar con su apretón, que aquí manda él.


Donald Trump y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, se dan la mano en el Despacho Oval



El gesto de Donald Trump ya se ha convertido en la marca de la casa del mandatario



Estira, aprieta, zarandea e impone. Donald Trump arrasa con su personalidad, y sus saludos lo constatan. Probablemente, Trump es el presidente de EE.UU. que menos interesado esté en seguir el protocolo político que haya tenido la Casa Blanca en las últimas décadas.  El sabe que llegó contra todos, contra Wall Street, contra su propio partido, contra los medios, contra los intelectuales y los artistas, y ahora que llegó quiere imponer sus propios códigos, con los cuáles se siente fuerte. Y, además de saltarse todas las reglas de la educación diplomática, el mandatario usa sus apretones de manos para someter al interlocutor y mandarle un mensaje alto y claro que dice: “¡Aquí mando yo!”




Las primeras visitas diplomáticas que ha recibido el recién investido presidente en Washington han despertado el interés en la inusual manera que tiene Donald Trump de saludar a sus homólogos masculinos. Al primer ministro japonés, Shinzo Abe, le tuvo más de 19 segundos apretándole la mano, visiblemente fuerte, hasta tal punto que al acabar su homólogo japonés no pudo evitar una expresión de alivio.

Tanto la fuerza empleada en su mano firme como la duración, son expresiones de dominación, cuando Donald Trump saluda le dice al otro: “Soy poderoso”.


Lo mismo pasa con el estirón que da Trump, un impulso tan enérgico que alguno ha estado a punto de caer, como el recién nominado al Tribunal Supremo, Neil Gorsuch, a quien el apretón del presidente le provocó un pequeño traspié ante todas las cámaras. Al tirar de la otra persona, Trump también expresa poder, vigor y decisión, para enviar el mensaje a su interlocutor pero también al mundo.



Donald Trump y el candidato a la Corte Suprema Neil Gorsuch,

Trump tiene un concepto de la puesta en escena muy elevado. Cuando Trump tiende la mano al líder político de turno, consciente de que todos los focos de las cámaras están sobre él, aprovecha la escenificación para lanzar un mensaje de poder al mundo.

En el estirón hay otras interpretaciones implícitas. Donald Trump tira de la persona para medir su nivel de resistencia, y hasta donde es capaz de aguantar el impulso. Esta manera de romper la burbuja espacial del otro y la distancia que dos políticos deben mantener cuando se saludan, es una forma clara de dominación.



Donald Trump le hace el guante a Shinzo Abe

Trump no tiene formación política y no maneja la pragmática política, no tiene cuidado del protocolo político en las relaciones internacionales. “Hay ciertas cosas que "no se pueden hacer". Y muchas de estas, como el estirón, las usa Trump.

El presidente estadounidense también se ayuda a veces de la ‘palmadita’ con la otra mano sobre el apretón, acción conocida como “hacer el guante”, o la colocación de la mano izquierda en el hombro del otro. Ni un gesto ni el otro deberían hacerse en entornos diplomáticos porque también son vistos como formas de dominación sobre el interlocutor

No obstante, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, llegó a la Casa Blanca, seguramente advertido por sus asesores, con un temple de seguridad y cortesía diplomática capaz de hacer frente a las sacudidas del líder estadounidense. El mandatario canadiense tuvo que ayudarse con el otro brazo para no dejarse someter en lo que fue una auténtica lucha de poder, en la que ambos expresaban que ninguno de los dos se iba a someter al otro.
Sin embargo el que ganó el apretón de manos fue Trump ya que fue el que tuvo la iniciativa de estirar la mano hacia Trudeau, de tal forma que fue él el que abrió la comunicación.  Al dar el apretón de mano, mientras se miran a los ojos, se debe estirar la mano para buscar el saludo y cuando bajás la mirada en busca de la mano, entonces se crea el efecto de sumisión, es decir se otorga el poder, por eso Trump estira la mano y Trudeau baja la mirada. Trudeau toma con vigor la mano de Trump para mostrar fuerza, rigidez y autoridad, pero tuvo un error que le costó el saludo: después del apretón, mostró sumisión. Trump  giró para mirar a los periodistas y dominó la situación al decidir cuándo terminar el saludo, e indicarle al canadiense que debía darse vuelta para mirar a los fotógrafos.



Justin Trudeau se ayudó con el brazo iquierdo para resistir el tirón de Trump

En el caso del líder japonés, en cambio,  como iba a ver a Trump a la expectativaa, este lo agarró de sorpresa.

Y es que seguramente, el multimillonario aprovecha el saludo, empleado durante años como hombre de negocios, para medir la fuerza del otro, y, en cierto modo, detectar las intenciones con las que llega el interlocutor a la reunión.



Donald Trump toma por sorpresa con su saludo a Shinzo Abe

El saludo de Trump está muy acorde a su carácter, una persona histriónica, extrovertida, dominante, que no le importa ser diferente, al contrario, lo busca y le gusta ser el centro de atención. Arrancó su mandato arrasando, con medidas drásticas con las que quiere demostrar que tiene personalidad y que es un hombre que pasa rápido a la acción. Todo esto se transmite en el apretón de manos.

En comunicación no verbal es importante entender que el gesto no es significado. La interpretación se debe hacer dentro de un contexto, con lo que a veces las imágenes no expresan la realidad exactamente tal y como es que si, por ejemplo, estuviéramos presentes en esos encuentros.




Un maestro de artes marciales ha revelado una técnica especial para protegerse del famoso apretón de manos del presidente estadounidense Donald Trump. El video ha sido publicado en la cuenta de Youtube de la Academia de Relson Gracie de jiu-jitsu.

En ese video, Robin Gieseler, cinturón negro en jiu-jitsu, muestra una técnica denominada 'cuello de ganso'. "No recomiendo que se la hagan al presidente", ha advertido Gieseler antes de explicar, punto por punto, cómo hacer esta llave de muñeca que sirve para defenderse de un apretón de manos demasiado agresivo.





El nuevo inquilino de la Casa Blanca no se caracteriza por dar esos apretones de mano solo a sus huéspedes. Algunos miembros de su equipo también han experimentado en sus propias carnes la vehemencia de los saludos de Trump, como el vicepresidente Mike Pence.

Sin embargo, el de Trump y Abe no es el primer apretón de manos que se hace viral. En la cumbre celebrada en junio pasado, el presidente de México, Enrique Peña Nieto, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, y el presidente de EE.UU., Barack Obama, se hicieron un lío cuando se daban las manos entre sí, sobre todo cuando el anfitrión canadiense cruzó sus manos para saludar a los otros dos líderes a la vez.