La campaña de Trump admite que va abajo, y apuesta al "voto oculto"

La carrera por la Casa Blanca

Algunos analistas señalan que mucha gente que votará por el magnate no se anima a decirlo. Las encuestas que dan amplia ventaja a Hillary podrían equivocarse.



Hace algunas semanas, Kellyanne Conway, la jefa de campaña de Donald Trump, dijo en una entrevista que Hillary Clinton va adelante en la mayoría de las encuestas porque los simpatizantes del candidato republicano no están diciendo a los encuestadores la verdad. “Ven como socialmente deseable (o políticamente correcto) decir que están en contra de Donald Trump”, dijo. “Pero el voto oculto de Trump en Estados Unidos es significativo”, disparó.

Las declaraciones de Conway podrían ser una justificación desesperada de la caída de votos que ha sufrido en magnate en los últimos días en las encuestas, pero en una campaña donde Trump rompió todos los pronósticos al ganar la elección interna y cuando tanto él como Hillary tienen una alta imagen negativa, no sería extraño que mucha gente mintiera. En definitiva: muchos podrían votar por Trump porque quieren un “cambio”, un “outsider” en la Casa Blanca, o porque odian a Hillary. Pero dadas las actitudes xenéfobas, racistas y misóginas del republicano jamás lo admitirían a un encuestador.

La alarma se encendió hace poco en la elección donde ganó el "Brexit", pero también en Colombia, donde las encuestas otorgaban un 60% a favor del acuerdo de paz, pero finalmente ganó el no. Evidentemente muchos no se atrevían a decir que votaban lo que parecía ser “en contra de la paz”.

¿El “voto oculto” o “vergonzante” es un fenómeno posible en las elecciones de Estados Unidos? De hecho, aunque son más fáciles de ser manipuladas,Trump mide mucho mejor en las encuestas online, donde no hay diálogo directo entre entrevistado y entrevistador. Según el promedio de sondeos que recopila RealClearPolitics, Hillary va primera en las encuestas por unos 7 puntos en el voto nacional, y también lleva la delantera en varios estados clave, lo que el 8 de noviembre le allanaría el camino para ganar los 270 electores necesarios para ser presidenta.Jill Darling, directora de Encuestas de la University Southern California, dijo que “el sesgo de deseabilidad social se produce cuando la gente no admite que va a votar por alguien o toma determinada conducta porque cree que va a ser juzgado por el entrevistador. Es difícil darse cuenta en el momento. Pero es siempre más un problema de llamadas telefónicas, cuando el encuestado está hablando con un entrevistador real, una persona, que en los sondeos online. Nosotros estamos haciendo algunos experimentos para intentar ser más precisos al final de las elecciones”.


“El voto oculto en Estados Unidos puede existir, los votantes, especialmente republicanos, están siendo bombardeados por distintos mensajes. “Los líderes del Partido están repudiando a Trump, pero a los evangélicos les estan diciendo que está bien que voten por él, la cadena Fox también lo hace.

Para prevenir este fenómeno, su equipo está trabajando con un sistema de encuesta, que llaman Daybreak que, según afirma, estará más cerca de detectar lo que la gente quiere que en otros sondeos. “En lugar de preguntar a quién prefieren, les pedimos que califiquen en una escala de 1 a 100 las chances de que voten por cada candidato y las posibilidades que tiene de ganar. Nuestros resultados muestran que, comparados con los simpatizantes de Hillary Clinton, los votantes de Trump tienen una mayor certeza de voto a su candidato”.

Kiko Llaneras, que estudia modelos matemáticos en la Universidad de Girona, dijo a Clarín que “es evidente que han habido fallos en los sondeos. No estuvieron bien en las elecciones británicas de 2015 o las españolas de 2016. Tampoco en los reférendums de Grecia y Colombia. El error en este último fue especialmente llamativo”, Llaneras explica que siempre hay un rango de incertidumbre. “Ahora mismo los modelos electorales de FiveThirtyEight y The New York Times dicen que la probabilidad de que Trump gane las elecciones es de alrededor del 10%. Hillary tiene un 90% de probabilidades de ganar. Parece muchísimo. Pero eso no es una certeza. La victoria de Trump es más o menos tan probable como que Cristiano Ronaldo falle un penal. Suele marcar, lo sabemos, pero antes de lanzar los aficionados están nerviosos: saben que también puede errarlo”.

Llaneras cree que no parece lo más probable que gane Trump, pero “eso solo podría darse si hubiera una gran cantidad de voto oculto, una gran asbtención o un hecho de última hora que cambie la tendencia. Hay un indicio en favor de Trump. Sus resultados son mejores en encuestas online que telefónicas, lo que podría apuntar a un voto oculto: algunos partidarios suyos serían más reacios a confesar su decisión con una persona al otro lado del teléfono”.

Edward Freeland, director asociado del Princeton Survey Research Center, dijo que cree que en general hay “una caída en la participación ciudadana, lo que hace que haya menos respuestas en los sondeos, lo que incrementa el riesgo de sesgo de la muestra y lo que hace más difícil de predecir quién va a votar”.

En definitiva, aunque la ventaja de Hillary parece ser a esta altura invencible, en esta elección tan apasionante y diferente alguna extraña sorpresa, aunque improbable, es aún posible.