Santa Fe decretó por primera vez en la historia la emergencia económica

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Por el impacto en las ventas del contexto macroeconómico, la apertura de importaciones y por las inundaciones, Santa Fe decretó por primera vez en la historia de esa provincia la emergencia económica para los sectores de comercio y servicios, que tendrán facilidades para tomar créditos y beneficios tributarios.


La caída general de las ventas del comercio minorista es de 10 por ciento en lo que va del año y sólo contarán con los beneficios los comercios que hayan tenido una merma en sus ventas del 30%.


A través de un decreto, el gobierno de Miguel Lifschitz determinó que hasta fin de año el rubro comercios y servicios “podrán gestionar los certificados de emergencia ante municipios y comunas” para acceder a las facilidades que dispuso el Ejecutivo provincial.


Asimismo, destacó que entre los beneficios más importantes se encuentran la posibilidad de acceder a créditos a través del Banco Nación y el diferimiento del pago para el 2017 de las cuotas 4, 5 y 6 de patente a todo el sector transportista de la provincia.


El Consejo Federal de Inversiones ofrecerán créditos blandos de 100.000 pesos a tasa 0%, mientras que el programa de diferimiento de pago incluirá 2.700 patentes, y no deberá ser solicitado expresamente. El mandatario afirmó que “es una decisión política trascendental.


Va a permitir iniciar acciones para conseguir líneas de financiamiento y obtener beneficios tributarios en la provincia”. El ministro de Comercio y Servicios santafecino, Juan Pablo Diab, explicó a BAE Negocios, que la decisión, inédita en esa provincia, se tomó ya que los productores agropecuarios ya contaban con ese beneficio y la ley contemplaba la posibilidad de extenderla a los comercios. Sólo podrán acceder a las facilidades aquellos comercios que puedan acreditar una caída de sus ventas de 30% en el bimestre abril-mayo de este año respecto al mismo tramo de 2015.

Según el funcionario, además de las inundaciones de abril, que afectaron no sólo a los productores sino a los comercios cercanos a zonas agropecuarias, se suma también “un contexto macroeconómico totalmente negativo” que se tradujo en las ventas, y la apertura de importaciones que “perjudican a la industria pero también a los comerciantes, ya que en especial el servicio puerta a puerta, que no paga tributos nacionales ni provinciales va a exponer fuertemente la competitividad de los comercios minoristas”. De acuerdo a datos oficiales, hay actualmente unos 1.700 locales vacios en la ciudad de Rosario, hasta un 70% más que el año pasado.