"No vuelven más"

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La expresión "no vuelven más", analizada desde la comunicación, expresa un profundo miedo a que esa vuelta se concrete. Nadie dice referido a Menem, "no vuelve más", porque nadie cree que Menem pueda volver.


Cuando alguien dice "no vuleven más" cree que esa vuelta es factible, y está intentando calmar el miedo a esa vuelta respondiendo a la expresión de ese miedo.


Es como si el reptiliano, la parte más primitiva de nuestro cerebro, allí donde se juega el 55% del sistema de preferencias le dijera a la persona, "es probable que vuelvan", entotonces del el cortex, la parte más racional y consciente, la persona se dijera a si mismo, " no vuelven más", con la esperanza que dicha respuesta opere magicamente como sobre el miedo con un efecto tranquilizador.


El reptiliano es la zona cerebral que se encarga de los instintos básicos de la supervivencia: guarida, comida, salud, deseo sexual, reproducción, seguridad, venganza, codificaciones amigo-enemigo, respuestas pelea-huye, el futuro, la muerte etc.

El Reptiliano es lo que le aseguraba a nuestros antepasados la supervivencia. Es que nos decía cuando podíamos quedarnos y cuando teníamos que huir, cuando podíamos relajarnos, y cuando teníamos que luchar, donde y cuando podíamos conseguir comida, guarida y pareja, como cuidar y defender a los hijos, y cuando debíamos abandonar un lugar para buscar otro.

La protección, la venganza, la seguridad, el poder, la supervivencia y los hijos, son ejes centrales en el metadiscurso reptiliano.

Gran parte del comportamiento humano se origina en esta zona, profundamente enterradas en el cerebro, son las mismas que en un tiempo dirigieron los actos vitales de nuestros antepasados.

Los miedos son altamente movilizadores en términos del sistema de preferencias de las personas. Detrás de cada decisión hay un reaseguro contra un miedo, y el miedo está íntimamente ligado al sentido de la supervivencia que caracteriza al reptiliano.

Los miedos tribales y los miedos individuales, buscan respuesta desde el reptiliano, por eso buscan como promesa de marca política; guarida, casa, comida, salud, sexo, reproducción, seguridad, venganza contra los delincuentes, los corruptos, los que ponen en peligro nuestras vidas y las de la tribu, así como comida, educación y salud para la cría.

Nadie repite hoy que los militares no volverán, porque nadie cree que puedan volver, pero en los 80 la expresión "Nunca más" operó como una respuesta a ese miedo.

Decía La última baguala que escribió Atahualpa Yupanqui: "lo que dentra a la cabeza, de la cabeza se va, lo que dentra al corazón se queda y no se va más".