La favorita (?) y el retador (?)

Resultado de imagen para hillary clinton trump box rocky Clubber Lang


Clubber Lang, el personaje personificado por Mr. T en Rocky 3, no tenía nada que perder, iba a retar al campeón del mundo, el semental italiano, Rocky Balboa. Tiene hambre de ganar, algo que, según relatara el entrenador de Rocky, Mickey, al actual campeón le faltaba desde que obtuvo el título.

Este lunes 26 de septiembre se llevará adelante el primero de los tres debates antes de las elecciones presidenciales y el mundo se detendrá a observar a los protagonistas de esta particular elección. A estos debates se suma uno entre los vicepresidentes. Sin embargo, el foco está puesto en el enfrentamiento de fondo, Trump vs Clinton, Clinton vs. Trump. Los dos son los candidatos más impopulares en alcanzar la nominación de su partido desde que se tiene memoria y, mientras una podría convertirse en la primer presidenta mujer de la historia de su país, el otro, el otro es Clubber Lang. Ambos tienen un importante número de independientes e indecisos a los que convencer y las encuestas ponen a los estados que tradicionalmente definen elecciones dentro del margen de error. Extraño decirlo luego de lo que se vio en el último tiempo, pero la elección hoy está para cualquiera y los debates serán clave.

Donald Trump llega a esta instancia habiendo dominado la escena en todos los debates en las primarias republicanas; en el que peor salió, obtuvo un decoroso empate. En forma consistente dominó la escena, con el mayor tiempo de exposición y tiempo en pantalla. En algunos casos obtuvo el primer lugar por mucho, sacandole varios cuerpos a sus competidores. Podría decirse que el escenario ha sido una de las claves para que el magnate de Nueva York obtenga la candidatura. Con políticas difusas y definiciones ausentes, donde tanto Cruz, Rubio y Bush lo superaban, al momento de presentarse ante el público fue efectivo en atraer a su terreno a sus contrincantes, llevándolos al lodo, de donde ninguno emergió limpio. Incluso Ted Cruz, quien fue quien logró mantenerse en carrera más tiempo, debió disculparse de alguna respuesta con la que intentó contraatacar. Trump, por su parte, siempre halló la manera de convertir sus exabruptos en oportunidades donde llevar la discusión hacia otro lugar.


La elección está para cualquiera y
los debates serán clave

Hillary Clinton tiene un historial que no la posiciona favorablemente para esta instancia. En la primaria del 2008 pudo ver como su candidatura natural se deshilachaba en el camino. Entre debate y debate Barack Obama fue desarticulando a la ex primera dama y llenando de esperanza a un electorado que buscaba un cambio, pero que no se conformaba solo con eso. Obama tuvo la particularidad de incentivar un voto joven y entusiasmar a las bases progresistas. Quienes participaban inscribiendo votantes eran caras nuevas, las que recibían el mensaje de Clinton fueron quedando rezagadas. Durante este nuevo ciclo de primarias, ocho años después, esta pertenencia al establishment volvió a jugarle en contra. Si bien Sanders no estuvo nunca matemáticamente cerca de disputarle la candidatura, sí lo estuvo en espíritu, movilizando independientes a las primarias demócratas, independientes que hoy ven en Clinton un elemento rígido del sistema del que desconfían profundamente.

El primer debate suele poner el tono de la confrontación, marcar un rumbo. Vale la pena recordar como una elección que parecía sencilla para Barack Obama en 2012, más aún tras la declaración de Mitt Romney que alienó a buena parte del electorado, esta se tornó competitiva. Un presidente deslucido en el primer debate perdió la ventaja de 5 puntos que tenía registrada la consultora Gallup. Luego, en los debates subsiguientes, logró recuperarse con creces y ganar la elección, incluso contando para si estados definitorios como Florida.


Trump dominó los debates en
las primarias republicanas

En las últimas semanas, la ventaja que había logrado obtener Hillary Clinton ha desaparecido. Las encuestas que escrutan el voto popular a nivel nacional han pasado de 8 puntos a un empate. Las que miden la situación en los estados que definirán la contienda han vuelto a colocar en juego varios que parecían inclinados hacia la ex secretaria de Estado. Nate Silver, del sitio fivethirtyeight. com, coloca a ambos candidatos casi con iguales chances de alcanzar la Casa Blanca. ¿Cómo ha perdido Hillary Clinton esta ventaja llegando al momento más complejo de la campaña para ella? De alguna forma, exceso de confianza.

Desde 2008, cuando perdiera la candidatura con Barack Obama, Hillary Clinton se convirtió en la candidata segura del partido con vistas a 2016. La crisis del partido Republicano, que recordemos tuvo 17 precandidatos, hizo una parte, los números de la economía, el resto. Todo parecía indica que el camino sería sencillo con la aprobación a la tarea presidencial arriba del 50%. Sin embargo, la percepción del pueblo estadounidense contradice los números y, como señalamos anteriormente, existe desconfianza incluso dentro del partido demócrata con su propia candidata. En un reciente discurso, Barack Obama reclamó con vehemencia que voten por ella en su nombre, para defender su legado y los logros de los últimos años. Llegó a señalar que si Trump llegase a triunfar, él habría fracasado. Pero en ningún momento llamó por su nombre a la candidata de su partido, lo que generó todo tipo de conjeturas y da una muestra del tipo de errores que han ido apareciendo; desprolijidades inaceptables en momentos cruciales.

Hoy, como al inicio de la campaña, la lógica indica que los demócratas se sucederán entre sí, algo que no sucede hace más de 150 años. No sólo tienen un piso seguro de electores mayor, sino que aún las encuestas muestran que Trump no ha podido dar el zarpazo. Pero, estando tan cercanos los guarismos, el impacto de los debates crece y quien suba al ring con el “ojo del tigre” será quien probablemente se lleve la victoria el 8 de noviembre.