Ecolatina advierte que la inversión extranjera "se hace desear"

Informe privado


Las inversiones extranjeras "se están haciendo desear" pese al esfuerzo del Gobierno de transformar a ese componente en el principal motor de la economía, indicó la consultora Ecolatina este lunes en un informe.

La llegada de capital desde el exterior "permitiría un crecimiento sostenido en el tiempo brindando avances sustanciales en el campo social porque -las mejoras en la productividad- generaría aumentos genuinos en los salarios reales, lo cual, en conjunto con la creación nuevos puestos de trabajo, permitiría aumentar el consumo de forma sostenible", analizó.

Para Ecolatina, sin embargo, transcurridos más de ocho meses de gobierno, "no se observa que la inversión crezca". Agregó que "en este sentido, tanto la inversión pública como privada mostraron contracciones en lo que va del año. Por caso, los gastos de capital del Estado nacional, impulsados fundamentalmente por el recorte en la obra pública, cayeron casi 30% interanual en términos reales durante el primer semestre de 2016. En la misma línea, según nuestras estimaciones, el crédito bancario a empresas cayó en términos reales 10% interanual en el primer semestre".

Señaló que "no obstante, para que el análisis esté completo, también es necesario evaluar el desempeño de la inversión extranjera directa. Este componente, clave para la estrategia oficial, muestra algunas mejoras pero estas no son muy significativas ya que se compara con niveles mínimos del gobierno saliente. Vale destacar además que la misma debería complementar más que sustituir a la inversión local".

La consultora subrayó además que, durante gran parte de los últimos doce años, "el motor excluyente de la economía fue el consumo interno. En este sentido, los esfuerzos del gobierno estaban puestos en inyectar dinero en la economía en pos de estimular el nivel de actividad en el corto plazo. Se intentaba que la política fiscal apuntale los ingresos de las familias para estimular el gasto".

"Sin embargo, este modelo muestra dos etapas con resultados contrapuestos: una primera en donde la economía mostró cierto dinamismo, llegando hasta 2011, y otra de estancamiento 2012-2015, con expansión en años electorales y contracción en años pares", puntualizó.

De acuerdo a Ecolatina, "la falta de inversiones y el deterioro de las exportaciones exhibieron los límites de un crecimiento traccionado por el consumo: la política económica constantemente expansiva financiada mediante ingresos corrientes y emisión sólo lograba incrementar el nivel de actividad en el corto plazo. De hecho, tras unos meses de expansión las crecientes presiones inflacionarias y cambiarias desembocaban en una contracción".