Se agrava la recesión en Brasil con una caída del 5,4% del PBI



Contracción económica
Fue el retroceso en el primer trimestre, en comparación con el mismo período de 2015, según cifras oficiales.
La economía de Brasil, la mayor de Sudamérica, completó dos años en recesión en el primer trimestre de este año, tras sufrir una caída del PBI del 5,4% respecto al mismo período de 2015, y se prevé que la contracción de este año puede ser histórica, según los datos oficiales divulgados este miércoles.


Algunos economistas destacaron que la economía brasileña sólo se contrajo un 0,3% en el primer trimestre, frente al último trimestre de 2015, muy por debajo de lo esperado por los economistas, que preveían una caída de hasta el 0,8%. Pero tal situación fue atribuida al aumento de los gastos del gobierno de Dilma Rousseff en el primer trimestre y probablemente no se mantenga debido a que el presidente interino, Michel Temer, ya anunció un fuerte ajuste fiscal.


El Producto Bruto Interno (PBI) de Brasil ha caído en la comparación con el mismo trimestre del año anterior por octava vez consecutiva, desde el segundo trimestre de 2014, según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE). El resultado confirma las previsiones pesimistas de los analistas, que esperan para 2016 una contracción ligeramente superior a la del año pasado, cuando la economía del país retrocedió un 3,8%, su peor resultado en 25 años.


Las cifras muestran la profunda crisis que sufre Brasil, en medio del desplome de los precios de las materias primas, una intensa lucha política que ha apartado del poder a la presidenta Rousseff, sometida a un juicio político, y una megainvestigación de corrupción que tiene como blanco a gran parte de la élite política y empresarial del país.


La contracción de este año puede ser aún peor si se tiene en cuenta que,en los últimos 12 meses hasta marzo, el PBI brasileño acumuló una retracción del 4,7%, la baja más pronunciada desde 1996. De confirmarse esa tendencia, Brasil encadenará dos años seguidos de crecimiento negativo por primera vez desde la década de 1930.


La situación se agravó tanto que el economista jefe del banco Goldman Sachs para América Latina, Alberto Ramos, en un informe distribuido ayer a sus clientes, aseguró que Brasil repite la pesadilla que vivió durante “la década perdida de 1980”. Según Ramos, la economía brasileña ya presenta características de “depresión económica”.


El presidente interino, Michel Temer, admitió la gravedad de la situación y pidió que empresarios y consumidores confíen en las medidas que ha anunciado en los últimos días para, principalmente, sanear las finanzas públicas e incentivar el crecimiento.


“El país, no lo podemos ignorar, está hundido en una de las mayores crisis de su historia, en una conjugación de varios problemas provocados por errores de los más variados que comprometieron la gobernabilidad y la calidad de vida de la población”, afirmó. Temer citó como agravantes el récord de 11 millones de desempleados, la inflación (la de 2015 fue la mayor en 13 años) y el déficit récord en las cuentas públicas el año pasado. Sin embargo, dijo estar convencido de que es posible recuperar la confianza y el crecimiento.


La actual recesión es atribuida principalmente a la fuerte caída del consumo de las familias, que fue del 6,3% en el primer trimestre frente al mismo período de 2015. Pero también se explica por la fuerte caída de la inversión productiva en el país, que en el primer trimestre fue del 17,5%.