Ultimátum del Grupo Clarín a Marcos Peña para que no le dé todo a Turner

Letra P


El Grupo, que esta semana intensificará las hostilidades contra el Gobierno, apura al jefe de Gabinete para que Turner no se quede con el fútbol y Telefé. Del otro lado, el lobby de la Casa Blanca.




El jefe de Gabinete, Marcos Peña, en un dilema: Clarín o la Casa Banca.


La estrategia de presión ejecutada por el Grupo Clarín contra el Gobierno estaría dando resultados: el conglomerado Turner tendría que elegir entre Telefé y el negocio de la televisación del fútbol. Ambos es inviable. Éste sería el mensaje que Pablo Casey, sobrino todopoderoso del CEO del holding, Héctor Magnetto, envió en las últimas horas al jefe de Gabinete, Marcos Peña, luego de una semana en la cual el diario cuestionó al presidente Mauricio Macri por su escapada al sur a la propiedad del magnate británico Joe Lewis y destacó en su tapa el crecimiento de la pobreza.

En realidad, el problema venía desde la semana anterior, cuando los principales ejecutivos de Turner se reunieron con hombres del Gobierno aprovechando la visita del presidente estadounidense, Barack Obama. Ya en ese momento se hizo sentir la inconformidad del Grupo, sensación que el Gobierno buscó aplacar con la entrevista concedida al programa “A dos voces” en la quinta de Olivos.

Pero no fue suficiente. El incremento de los activos de Turner, narrado a partir de una serie de operaciones de la empresa en el diario La Nación, inquieta a Clarín, que no quiere que suceda en Argentina lo mismo que en Chile, donde este emporio global se inició de modo casi marginal y, en cuatro años, prácticamente se adueñó del negocio televisivo al otro lado de la cordillera al comprar el principal canal de aire.

A los directivos de Clarín les disgusta la idea de que Turner desembarque con fuerza en el negocio del fútbol (Clarín desea recuperarlo con urgencia), pero también en el entretenimiento de la mano de la compra de la señal de aire Telefé. Por eso, el mansaje al oficialismo es que la empresa debería elegir entre uno de los dos negocios.

ENTRE DOS FUEGOS. Es un dilema para el macrismo, porque Turner no es solo una empresa de medios. Detrás hay casi una cuestión de geopolítica. Su división de noticias regional (mediante CNN) es un claro reflejo de los intereses de la Casa Blanca en América Latina y en la política interna estadounidense la señal es la principal defensora de la administración Obama, que sufre la furia de la conservadora Fox News. Decirle que no a Turner es un desaire que trasciende lo económico y Peña, tan fanático de la política norteamericana, lo sabe muy bien.

Sin quererlo, el jefe de Gabinete está entre dos fuegos. Al igual que Alberto Fernández durante el kirchnerismo, en tres meses se convirtió en el principal gestor de Clarín dentro del Gobierno (logró dar de baja la ley de medios y el Aftic y avaló la adquisición de Nextel). Pero, por otro lado, precisa quedar bien con Turner y lo que esta empresa representa.

La salida, que no requiere de una alta dosis de imaginación, es solo una palabra: Telecom. Allí tomó el control el mexicano David Martínez con su fondo Fintech. Este empresario ya es socio del Grupo Clarín en Cablevisión con un 40% de participación, y el Decreto 267 del actual gobierno, que cambió la legislación anterior, no impide que esa firma ocupe las dos posiciones.

En el mercado crece la idea de que Fintech abrirá la puerta para que el Grupo Clarín ingrese a Telecom. Con Cablevisión y Telecom, Clarín puede quedar en posición inmejorable para dar el llamado cuádruple play en el término de dos años, prorrogables a tres, según indica el Decreto 267. Tendría el cableado de la telefonía fija, la infraestructura para telefonía móvil y la clientela actual de la empresa de cable, unidos a dos de las más importantes prestadoras de internet: Fibertel y Arnet.

Pero sería apresurado suponer que Martínez y Clarín serán aliados. El expertice de Martínez fue siempre hacer fortuna comprando empresas en dificultades o en momentos oportunos para después revenderlas a mayor precio. Y ahora desde Telecom puede negociar mejor con Clarín. Y ésta puede presionarlo con Nextel y con Cablevisión. Y también con el Gobierno.