Preocupa a los empresarios que despidos y paritarias aumenten la conflictividad


Temen que la interna por el liderazgo gremial avive los reclamos dentro de las fábricas


Ariel Maciel


El empresariado nacional observa con preocupación el avance a través de un camino conflictivo de las negociacionesparitarias, que a pesar de que comenzarán en marzo y atravesarán hasta la mitad del año, ya confeccionan un horizonte oscuro.


Sucede que existe un combo que puede transformarse en explosivo: el tironeo dentro del mundo gremial y el temor al fracaso de las políticas antiinflacionarias.


Un grupo de dueños de industrias y banqueros compartieron sus inquietudes por la ausencia de un paraguas que los proteja ante el fracaso de las negociaciones que subyacen entre el Gobierno nacional y líderes gremiales para evitar que se “dispare” el reclamo salarial. La puja por la conducción de una central de trabajadores unificada, o la concentración del liderazgo si se mantiene la división gremial, depende del éxito de conquista que tenga cada referente sindical.


Los ingresos por la caja de las obras sociales, el mejor acuerdo salarial y el menor impacto en la pérdida de fuentes detrabajo son tres variables de peso que se pondrán en juego. Sólo en la tercera tiene injerencia el sector privado, que sin embargo quiere desmarcarse de una negociación con las fuentes laborales como botín de guerra. “Si se pierden puestos de trabajo, perdemos todos”, admitió un líder industrial.


“Es bueno que pueda haber un resultado claro sobre el tema precios para que en la paritaria se pueda hablar más de la inflación futura que de la pasada”, admitió el industrial del sector textil José Ignacio De Mendiguren, consultado por BAE Negocios. La continuidad del programa Precios Cuidados fue planteada como piedra basal para la convocatoria del pacto social.


La mesa tripartita, sin embargo, quedó pospuesta sin fecha real. El Gobierno pretendía abrirla en la entrada de laparitaria pero corre el riesgo de que el número establecido se fije de manera general y en porcentajes “imposibles de afrontar para algunos sectores que la están pasando mal”, según aclaró un empresario fabril del sector metalúrgico.


Para De Mendiguren, integrante de la mesa chica de la UIA “es bueno que las paritarias funcionen”, pero reclamó que se realicen “sector por sector, porque hay sectores de mano de obra intensiva que el peso de los salarios es del 60%, mientras que en otros sectores de capital intensivo es del 16 por ciento”. “Está claro que no se puede tener un tratamiento igual”, aclaró.


Impulsor de un proyecto de ley para la creación de un consejo económico y social, que espera en el Congreso a ser tratado, el también diputado nacional del FR enfatizó sobre la necesidad de “definir en qué consiste el acuerdo social, porque si es una gran paritaria va a ser un fracaso”.


En ese contexto, pidió que se diversifiquen “la discusión de cada sector en particular por el salario, de la interna del movimiento obrero” para que “una no influya sobre la otra”.


Allí se fijan los temores del grueso del sector privado, que el reclamo se transforme en un posicionamiento sindical y que para posicionarse alguno de los gremios en pugna realicen reclamos salariales “sin mirar lo que se pide”.


En el tradicional asado que se realizó el sábado pasado, organizado anualmente en Mama Gansa, su chacra de Punta del Este, por el dueño del banco Macro y jefe de Adeba, Jorge Brito, se debatió la posibilidad de plantear una paritaria dividida en dos. Los banqueros pegaron el grito en el cielo y aclararon que ese escenario era “inviable”. “Se puede dejar abierta la posibilidad de reabrir si es necesario, pero poner fecha de reapertura no”, dijo uno de los voceros, según reprodujo una fuente consultada.


Los industriales se ilusionan con lograr un entendimiento “lógico” con los gremios. Por eso buscan bajar los decibeles y aclararon que “es prematuro hablar de recrudecimiento” de los reclamos, aunque admitieron que “no es menos cierto que siguen pidiendo el bono de fin de año” y que se están preparando para “un pedido en marzo entre el 35% y el 40 por ciento”. “Ahí será la gran discusión, con el arrastre del bono que no dimos por hoy”, sostuvo el referente de la cámara de los gráficos, Faiga, Juan Carlos Sacco.


El empresario, que también ocupa la función de secretario en la UIA, aseguró que “los gremios son conscientes” del escenario económico y admitió que “tienen la obligación de pedir el bono y un alto pedido”, pero destacó que “la realidad será otra” en el sector fabril, que atraviesa un período extendido de estancamiento y con previsiones negativas para 2016.


En la construcción el panorama es distinto. La preocupación entre dueños y trabajadores es por las fuentes laborales. “Entre noviembre y diciembre se perdieron 30.000 puestos de trabajo”, afirmó el presidente de la cámara sectorial, Juan Chediak. El origen de esas pérdidas se puede explicar por los “problemas generados por la transición y el reordenamiento y priorización de las obras públicas”.


Entre noviembre y diciembre se perdieron 30.000 puestos de trabajo en la construcción