¿Por qué bajar a Niembro es más costoso que mantenerlo?

En el PRO contaban con sus dotes comunicacionales para apuntalar la cándida pero poco carismática imagen de María Eugenia Vidal en la provincia. Los planes de la "nueva política" que fueron a parar a la basura.

Por Fernando Cibeira.


 Como las capas de una cebolla, a medida que pasan los días se van conociendo nuevas revelaciones del escándalo que involucra al periodista Fernando Niembro, quien desde hace años forma parte del entorno de Mauricio Macri. El candidato presidencial evaluó con su círculo íntimo qué resolución tomar y concluyó que bajar a Niembro de la cabeza de la lista de candidatos a diputados nacionales le resultaría mucho más costoso, en términos políticos, que mantenerlo. Probablemente su análisis hay sido acertado pero, las encuestas de esta semana ya lo marcan, puede que también haya determinado el resultado de la elección.

En el PRO contaban con los dotes comunicacionales de Niembro para apuntalar la cándida pero poco carismática imagen de María Eugenia Vidal en la provincia de Buenos Aires. No sólo que esos planes fueron a parar al tacho de basura, sino que el caso Niembro vino a impactar en el eje mismo del mensaje de campaña de Cambiemos: que Macri llegaba para poner en marcha una "nueva política", en la que la administración sería transparente y el Estado no se utilizaría para provecho personal.

Quien conociera un poco la trayectoria empresarial de Macri ya tenía elementos para poner en duda esta afirmación, pero las revelaciones de estos días sobre los millonarios negociados de Niembro –y los muy similares conocidos luego respecto al ex legislador Avelino Tamargo- terminaron por eliminar toda sospecha al respecto.

El resultado, sostienen los encuestadores, es el estancamiento y hasta una ligera merma en la intención de voto de Macri, con muy pocas posibilidades de cambio por ahora. En el sciolismo aseguran que ya tienen sondeos que dan una diferencia de 12 puntos a favor del gobernador bonaerense. Pero el paisaje es variable. Era distinto días atrás y tal vez lo sea más adelante.

"Esto se mide semana a semana. Y esta que pasó para nosotros fue una semana excelente", graficaba un integrante del equipo de campaña de Daniel Scioli. Es que mientras Macri no pudo salir de la maraña en la que lo metió el caso Niembro –hasta los medios que lo apoyan se vieron obligados a darle espacio a las denuncias y, en algún caso, incluso pedirle que lo baje de la lista-, Scioli vivió sus mejores momentos luego del triunfo en las PASO.

No debe haber antecedentes en la historia reciente de un dirigente de otro país de la categoría del ex presidente Lula Da Silva haciendo campaña abiertamente por un candidato argentino como lo hizo esta semana por Scioli junto a Cristina Kirchner. No sólo dijo que era su "hincha" y se mostró junto a él en tres actos, sino que lo colocó en el lugar del único garante de la continuidad de la integración entre Argentina, Brasil y el Mercosur.

Scioli ahora tiene en carpeta actos con Evo Morales y evalúa el mejor momento para viajar al exterior para mantener reuniones y hablar en encuentros empresariales. El objetivo es dar imagen presidencial y, un punto clave, garantía de gobernabilidad. Porque en el entorno de Scioli creen que los 1 o 2 puntos que le pueden faltar para asegurar el triunfo en primera vuelta los conseguirá en los días previos a las elecciones, cuando los votantes analicen cuál de los candidatos en carrera puede gobernar un país tan difícil como la Argentina.

"Tenemos los gobernadores, los intendentes, los senadores y diputados, los sindicatos y buena parte del empresariado. No hay equivalencia. Si logramos que los votantes vean eso, la elección está resuelta. Pero hasta entonces hay que evitar caer en errores y dedicarnos a hablar sólo de propuestas, lenguaje positivo. Cuando la campaña entra en ese tono, Scioli gana", analizaba uno de sus colaboradores.