Carly Fiorina, la revelación y los ataques contra Donald Trump:crónica del segundo debate republicano






El magnate volvió a ser el centro de atención, pero no supo aprovechar el momento; la ex CEO de HP Carly Fiorina sorprendió con su actuación en el extenso debate, de más de tres horas; los momentos más destacados



 Carly Fiorina, la revelación del debate.

Donald Trump recibió dardos de todos los frentes, respondió con caras y sarcasmos, característicos de su excéntrica personalidad, y volvió a exponer su polémico y débil plan de gobierno. A algunos estrados de distancia, estaba Carly Fiorina, la ex presidenta ejecutiva de Hewelett Packard que debutó anoche en los debates republicanos del prime time y se destacó como la única contendiente capaz de ponerle un freno al magnate. Ambos fueron los dos personajes que, por distintos motivos, dieron que hablar después del debate de más de tres horas entre once precandidatos transmitido en vivo anoche por la cadena CNN desde la Biblioteca Presidencial Reagan, en California.

Trump comenzó el segundo debate republicano en su máxima expresión. Con su característico descaro, pronto atacó a sus rivales señalando que el senador por Kentucky Rand Paul, uno de sus mayores críticos, no debía estar presente , y luego afirmó que tiene un "temperamento fenomenal" para ser presidente.

Los ataques de Trump le volvieron desde los estrados desde los otros diez candidatos presentes en el debate principal (antes hubo otro con los cuatro postulantes que van últimos en las encuestas): Fiorina, Jeb Bush, Ben Carson, Scott Walker, Ted Cruz, Marco Rubio, Rand Paul, John Kasich y Mike Huckabee.



"Señor Trump, no precisamos de un aprendiz en la Casa Blanca, ya tenemos uno ahora", dijo el aspirante Scott Walker, gobernador de Wisconsin y cuyos indicadores de apoyo se desploman casi sin cesar, en una referencia al nombre del reality televisivo de Trump y al actual presidente, Barack Obama.

"Señor Trump, no precisamos de un aprendiz en la Casa Blanca, ya tenemos uno ahora" (Scott Walker)

Trump devolvió cada ataque, honrando su fama de hacer campaña humillando a sus adversarios para imponer su nombre en la carrera para definir quién será el representante del Partido Republicano en la elección presidencial del próximo año.

"En Wisconsin aparezco como número uno, y tus números se han ido por el desagüe", respondió Trump a Walker sin esconder cierto desdén hacia su colega.

Por su parte, Jeb Bush, hijo y hermano de ex presidentes, consideró que para ser jefe de Estado se necesita "firmeza y una comprensión de cómo funciona el mundo", algo de lo que, a su juicio, carece el multimillonario.

El ex gobernador de Florida, que partía como favorito en las encuestas antes de que Trump anunciara su candidatura, trató anoche de recuperar el terreno perdido en las encuestas y no dudó en enfrentarse al empresario. "Hoy tenés más energía, me gusta", le respondió con ironía Trump.

Por su parte, Fiorina calificó a Trump de "maravilloso animador" y mostró su confianza en que "el sentido común" de los votantes devuelvan a Trump a su lugar. La empresaria salió fortalecida del debate, donde lanzó una emotiva petición para retirar la financiación a Planned Parenthood, hizo alarde de su experiencia en el mundo empresarial y conmovió a todos al revelar que perdió un hijo por adicción a las drogas.


Los outsiders

Fiorina, Trump y el neurocirujano retirado Ben Carson son los tres outsiders de la política que se postulan desde el partido conservador y por eso intentaron convencer a los votantes de que el próximo presidente de Estados Unidos debería de venir de fuera del "establishment" político.

"Soy un político desde hace tres meses. Obviamente, me va muy bien. Soy el número uno en todas las encuestas y por mucho", se jactó Trump, que cuando anunció su candidatura en junio a las primarias republicanas nadie esperaba que fuera a liderar las encuestas.

"Normalmente, los políticos hacen cosas por oportunismo político (...) Esta no es la razón por la que me he metido en esto. Estoy muy preocupado por la dirección de este país, la división que hay, la irresponsabilidad fiscal y el fracaso a la hora de tomar una dirección de liderazgo en el mundo", dijo Carson, segundo en las encuestas republicanas.

Fiorina explicó las razones por la que la gente está apoyando a los outsiders en los sondeos: "Es porque saben lo que pasa si alguien ha estado en el sistema toda su vida, no saben lo roto que está el sistema. Un pez nada en agua, no sabe que es agua. No es que los políticos sean mala gente, es que han estado siempre dentro del sistema", dijo Fiorina, que recordó que empezó su carrera profesional como secretaria y llegó a ser consejera delegada de Hewlett-Packard.


La cara de Fiorina



En uno de los más tensos momentos del debate, Fiorina respondió con elegancia comentarios ofensivos formulados por Trump sobre su apariencia, cuando dijo en una entrevista: "Miren esa cara, ¿alguien votaría por eso?".

"Creo que todas la mujeres de este país han escuchado claramente lo que el señor Trump dijo" (Carly Fiorina)

"Creo que todas la mujeres de este país han escuchado claramente lo que el señor Trump dijo", comentó Fiorina con fiereza, desatando una ovación entre los presentes.

Por primera vez desencajado, Trump contestó: "Creo que Fiorina tiene una bella cara y es una bonita mujer".

El muro de Trump en la frontera

En el segmento dedicado a la cuestión migratoria, considerado un asunto central para todos los candidatos conservadores, Trump insistió en su idea de construir un muro en la frontera de Estados Unidos con México y expulsar del país a 11 millones de inmigrantes ilegales.

"Primero que todo, quiero construir un muro, un muro que funcione", dijo el aspirante conservador, quien hizo su fortuna gracias a un imperio inmobiliario y de construcción.

"Espero que te disculpes con mi mujer, Donald" (Jeb Bush)

"Tenemos un montón de malos tipos en este país, que vienen de afuera. Si soy electo [presidente], en el primer día esos tipos se irán de aquí", advirtió el magnate, que insistió en que el tema migratoria entró en agenda gracias a su polémico plan.

Bush (casado con una mexicana) y el senador Marco Rubio (nieto de inmigrantes cubanos) criticaron la idea de la deportación en masa, pero se manifestaron favorables a reforzar la seguridad en la frontera sur estadounidense.



En otro momento de la noche, Bush presionó Trump para que pidiese disculpas por sus comentarios sobre su mujer, Columba Bush, de origen mexicano. Trump se negó y dijo que el ex gobernador, quien en el pasado ha calificado a la inmigración como un "acto de amor", era "débil en materia de inmigración".

"Construir un muro y deportar medio millón de personas al mes nos costará centenas de miles de millones de dólares, destruirá la vida de comunidades y mandará una señal al mundo de que los valores que son tan importantes para nosotros ya no importan en este país", dijo Bush.

"Este es un país en el que hablamos inglés, no español" (Trump)

Trump también fue objeto de ataques de los otros candidatos por sus críticas públicas a Bush por haber hablado en español en un acto de campaña. "Este es un país en el que hablamos inglés, no español", dijo el magnate. "Me hicieron una pregunta en español y por respeto decidí responderla en español", argumentó Bush.

Casi de inmediato, Clinton publicó en la red Twitter un mensaje en español: "La libertad incluye el derecho de hablar en cualquier idioma. Eso nos hace fuerte como país y es algo que debemos celebrar-no denigrar", escribió.

Por su parte, el senador de Florida Marco Rubio -que trató de sacar el máximo partido a sus intervenciones, especialmente en temas de política exterior- recordó a los votantes su historia personal, incluyendo el viaje de sus padres desde Cuba a Estados Unidos.

Sus nombres secretos

En uno de los segmentos más relajados del extenso debate, los moderadores les preguntaron a los candidatos qué nombres elegirían como código para ser denominados por el Servicio Secreto de Estados Unidos si llegar a la Casa Blanca. Trump despertó risas al elegir "Humble" ("humilde"), mientras que Bush recogió los mayores aplausos al elegir "Eveready" ("Siempre listo"). Luego lo miró a Trump, que estaba al lado suyo, y señaló que era un nombre con "gran energía" -en respuesta a las críticas que le había impartido su rival-.



En números

Trump lidera las encuestas republicanas con un 30,5 por ciento de los votos, seguido de Carson con un 20 por ciento. El resto de candidatos no logra sobrepasar la barrera del diez por ciento. Bush, con el 7,8 por ciento de apoyos, se sitúa en tercer lugar, seguido del senador Marco Rubio con 5,3 por ciento y el ex gobernador de Arkansas Mike Huckabee con un 4,5 por ciento.

Aunque Fiorina actualmente ocupa el octavo lugar en las encuestas para las primarias republicanas, su buena actuación esta noche podría llevarle a escalar puestos.

Las primarias republicanas comienzan en febrero, en ellas se elegirán a los nominados del Partido Demócrata y Republicano que se enfrentarán en las elecciones presidenciales de noviembre de 2016. El ganador de los comicios sucederá a Barack Obama en enero de 2017.