Massa no le hace caso a Beatriz Sarlo: "No hay ninguna chance de acordar con Macri"

En un encuentro con intendentes, diputados y su equipo técnico, UNA relanzará su campaña en territorio de "el gallego". Schiaretti ausente.




El frente UNA se prepara para volver a la carrera electoral con la candidatura de Sergio Massa, esta vez apuntalada por su ex rival en la interna, José Manuel De La Sota. El próximo martes, en el hotel Quórum de Córdoba, se realizará un plenario nacional que hará las veces de virtual relanzamiento de Massa, a la vez que el gobernador de la provincia será ungido oficialmente como presidente de la Mesa Nacional de UNA y jefe de Campaña del tigrense.


La estrategia será presentarse como una nueva expresión del peronismo disidente y retomar la iniciativa planteando “Diez propuestas de gobierno” y el armado de una mesa nacional para articular los cuadros políticos con el equipo técnico de UNA. En la reunión estará toda la plana mayor de UNA: el presidente del Partido Justicialista cordobés y candidato a senador, Carlos Caserio; el jefe de campaña de Juan Schiaretti y primero en la lista de diputados, Juan Carlos Massei; la diputada nacional Graciela Camaño y el intendente electo de Salta capital y candidato a vicepresidente Gustavo Sáenz. Quien no estará es el gobernador electo de la provincia, Juan Schiaretti, ya que estará de viaje.


“Nos daban por muertos y ahora nos quieren pedir los votos”, sostuvo una fuente del peronismo cordobés a Letra P. Es que, después de la elección, De La Sota incrementó su peso específico dentro de UNA. Tanto desde el sector cordobés como del tigrense llegaron a preguntarse si la idea de poner a sus hombres más fuertes a competir no diluiría el potencial resultado de una fórmula de unidad, mucho más competitiva. Pero la campaña fue limpia y ordenada, y eso se notó especialmente con la contracara de una interna bonaerense kirchnerista por momentos muy sanguínea. De La Sota perdió la interna pero tuvo una buena performance en su terruño y, lo que más beneficia a Massa, no dejó dudas sobre su apoyo para las elecciones generales de octubre.


Massa busca evitar que se repita lo que vivió cuando su armado político comenzó a desdibujarse por la masiva fuga de dirigentes políticos que volvieron a saltar el charco para ser recibidos nuevamente en el Frente para la Victoria. La jugada no fue gratuita: tuvieron que pagar el costo de que a cada uno le impusieran una interna en su distrito que en la mayoría de los casos perdieron. Contener a los intendentes cordobeses alineados con el delasotismo es esencial para garantizar el millón y medio de votos que el gobernador obtuvo en las primarias.


Es por eso que la misma noche del martes, el gobernador convocó a los intendentes a una gran cena en un restorán cordobés para acordar con ellos su apoyo a Sergio Massa en su aventura presidencial y así evitar su cooptación de parte del sciolismo. “En caso de que en el escenario electoral nos toque perder, nosotros queremos quedar expresando la renovación del peronismo”, dijeron fuentes de UNA a Letra P.


Respecto de la posibilidad de un acuerdo con Mauricio Macri de cara a las elecciones generales, en el massismo lo descartaron de plano. “Real real, antes de octubre no va a haber nada”, aseguraron. En las filas del tigrense todavía están sentidos por el desplante que el jefe de Gobierno porteño les hizo antes de las primarias, cuando propusieron hacer competir a todos los opositores más fuertes en una interna, para encolumnarse todos detrás del ganador y derrotar a Daniel Scioli.