Con un patético 4%, Sanz buscó destacar la performance de Macri

La UCR montó un búnker en un hotel céntrico que sólo fue utilizado para que el precandidato a vicepresidente, Lucas Llach, hiciera una declaración. Ernesto Sanz decidió no mostrarse allí e ir a Costa Salguero


La Unión Cívica Radical no tendrá candidato propio a presidente en las elecciones generales de octubre. Previsiblemente, la fórmula integrada por Ernesto Sanz y Lucas Llach obtuvo un muy magro resultado en la interna del frente Cambiemos y quedó muy lejos de la meta del 10% que muchos repetían al ser consultados sobre qué sería para el radicalismo una buena elección.


Inexplicablemente, los radicales montaron un búnker propio en el cuarto piso del hotel NH City, a metros de la Plaza de Mayo, que sólo fue utilizado para que Llach hiciera, a poco de cerrado el comicio, una breve declaración exigiendo una modernización del sistema electoral para que garantice comicios "limpios y eficaces". El compañero de fórmula de Sanz dijo que "el radicalismo va a salir muy fortalecido de esta elección" y que "hoy nació en las urnas la alternativa de poder que la mayoría de los argentinos demanda: se llama Cambiemos y esperamos que de ella salga en octubre el próximo presidente".


Sin embargo, prácticamente no hubo allí dirigentes que explicaran por qué el radicalismo saldría fortalecido con un resultado tan magro, más allá del argumento de la buena elección del frente Cambiemos.


En rigor, no hubo en el búnker radical mucho más que eso: la declaración de Llach. Nadie más hizo declaraciones a los medios, y pocos precandidatos y dirigentes de peso se mostraron en el cuarto piso: Karina Banfi, Mariano Genovesi -quien no alcanzó el 15% en Capital, por lo que no integrará la lista de diputados del frente-, Lilia Puig de Stubrin, Facundo Suárez Lastra y Jesús Rodríguez se dejaron ver, mientras que otros decidieron pasar directamente por el sexto piso, donde Sanz estuvo apostado con su familia luego de que llegara de Mendoza en un vuelo de Aerolíneas Argentinas.


Mientras el catering se acumulaba en las mesas, las miradas de todos estaban puestas sobre los monitores que sintonizaban las diferentes cadenas de noticias. Agustín Campero, vocero de la campaña, se mostró frente a las cámaras, pero no en el NH sino en Costa Salguero, junto a Horacio Rodríguez Larreta, donde dijo que "la gran noticia es que se está consolidando un cambio".



La lentitud en el recuento de votos les jugó una mala pasada. Estaba previsto que Banfi, candidata a diputada por la provincia de Buenos Aires, y Sanz hablaran a los medios, pero cerca de las 10 de la noche, cuando los datos oficiales seguían sin aparecer, el mendocino decidió abandonar el hotel para dirigirse a la sede de Costa Salguero, donde finalmente se mostró junto a sus socios de Cambiemos. Allí, dijo que el frente le devolvió el equilibrio al sistema democrático y que en octubre le devolverá la alternancia.


La decisión de ir al búnker de Cambiemos dejó a los periodistas apostados en el hotel sin mucho más para hacer, luego de cuatro horas de espera. Pasado el comicio, los radicales prometieron que harán campaña por Macri. Además, deberán explicar -a propios y extraños- cómo fue que el radicalismo salió fortalecido de una elección en la que apenas alcanzó el 4%.