La ciudad de Dortmund, en Alemania, tiene una tasa de pobreza del 24%, mietras que en Alemania es del 15%. Algunas organizaciones humanitarias dicen que el nivel de pobreza ya no está relacionado con el desarrollo económico del país. Y según un estudio en 2011 el Producto Interior Bruto de Alemania aumentó un 3,9% mientras que la tasa de pobreza creció en un 4,1%.
Dortmund tiene un edificio conocido como la “casa del terror”. Tiene 18 plantas y 102 apartamentos, pero todos están vacíos. Va a ser demolido muy pronto. Se encuentra en uno de los barrios más pobres. Nadie quiere vivir aquí. Antes había muchos trabajadores de la industria de la minería y del acero. Unas 54.000 personas viven ahora en esta zona famosa también por la droga y la prostitución. La profesora Ute Fischer, de la Universidad de Dortmund, cree quue la solución está en una renta básica para todos, sin condiciones. Birgit Zoerner, responsable del área de Trabajo, Salud y Asuntos Sociales, piensa que se puede erradicar el paro de larga duración con el empleo público. Son algunas ideas para salir de la pobreza. Incluso en la rica Alemania, que presume de crecimeinto económico, también hay una gran brecha que no deja de aumentar entre ricos y pobres.
Unos 7,4 millones de trabajadores sobreviven con miniempleos que ofrecen un máximo de 15 horas semanales y remuneraciones que no pasan de los 450 euros mensuales (US$607).
Según un informe de la federación de asociaciones sociales germana Paritätische Gesamtverband, Alemania alcanza actualmente el mayor número de personas que viven por debajo del umbral de la pobreza desde la reunificación. Comenzando la contabilización en 1990, nunca se había registrado una proporción tan alta de personas que viven un 60% por debajo de la renta media del país, que es de 892 euros mensuales para una sola persona y en 1.873 para una pareja con dos hijos menores de catorce años.
El informe atestigua que un 15,5% de los alemanes se halla actualmente en esta situación, lo que supone 12,5 millones de habitantes. "Hay que decir claramente que la pobreza en Alemania no es tanto un problema económico, sino resultado de omisiones políticas", criticaba durante la presentación del informe el presidente de la federación, Ulrich Schneider, "deberíamos tener la oportunidad de luchar contra esta pobreza como quinto país más rico del mundo, pero es evidente que tenemos graves problemas para encontrar el tiempo de distribuir esta prosperidad".
Esta creciente desigualdad adquiere perfil también a nivel regional, puesto que los estados federados que pertenecieron a la República Democrática Alemana siguen siendo más pobres, mientras que los Länder occidentales del sur (Baviera y Baden-Wurtemberg) son cada vez más ricos.
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Estos datos suponen una multiplicación de los que, de forma oficial, ofrece la Oficina Federal de Estadística, cuya última contabilización estimaba 3,1 millones de pobres en Alemania a cierre de 2013, lo que suponía ya un aumento del 25% respecto a los datos de 2008.
A pesar de tratarse de un país con pleno empleo técnico en la mayor parte de su territorio, más de medio millón de personas adultas admiten que sus ingresos solo les permiten comer raciones completas, que incluyan carne o pescado, uno de cada dos días. Cerca de 400.000 inquilinos no llegan a pagar a tiempo el alquiler y más de un 20% reconoce que deja de utilizar la calefacción para evitar que suba la factura.
Estas situaciones tienen su origen en muchos casos en la franja más baja de salarios y en las pensiones de jubilación más reducidas surgidos de la Agenda 2010 del canciller socialdemócrata Gerhard Schröder. Unos 7,4 millones de trabajadores en minijobs de 15 horas semanales y remuneración máxima de 450 euros mensuales. Un 30% de los jubilados recibe una pensión de 688 euros por mes.
Según el investigador alemán Sebastian Dullien, autor de Capitalismo decente, "la doble reforma del sistema de seguridad social y el mercado laboral ha aumentado enormemente la pobreza, convirtiendo a Alemania de hecho en un país de bajos salarios".
