Cristina, bajó a Espinoza de la lucha por la gobernación

El dilema de Espinoza: La Rosada le pidió que decline su candidatura a Gobernador
El cacique de La Matanza sufrió un mal trago cuando escuchó ese pedido. Si bien su precandidatura sigue en pie, ahora lidia con la sombre de un posible veto de Olivos. Imágenes



Fernando Espinoza tuvo su primero gran logro cuando pudo ser consagrado como presidente del PJ bonaerense, tras el crudo enojo que digirió en el armado de listas para las elecciones legislativas de junio de ese año. Él es consiente -siempre lo hace recordar en cualquier tertulia- que gobierna el distrito más populoso de la provincia de Buenos Aires, por lo tanto el que más electores puede proveer en cualquier disputa electoral. La “quinta provincia del país” denomina a su distrito.

Con ese ímpetu, el matancero se puso otro objetivo, más grande, mucho más ambicioso: ser precandidato a Gobernador por el Frente para la Victoria. En principio, ese sueño fue acompañado por Daniel Scioli y toda su tropa, quienes financiaron la instalación de la imagen del cacique y hasta le convidaron parte de la otrora estructura color naranja. El verano 2015 para Espinoza fue fructífero, acompañó a Scioli en varios eventos en la Costa Bonaerense.

Pero en la política todos los escenarios son volátiles y el silencio de la Casa Rosada sobre la carrera por la Gobernación se terminó con la llegada del otoño y empezaron a mostrar las cartas para ese juego. La primera jugada fue que Julián Domínguez decline su precandidatura presidencial, baje a la Provincia y se ponga en campaña para lograr sentarse en el Sillón de Dardo Rocha, con la impronta implícita de ser el enviado de Cristina. Para coronar ese propósito, se posicionó al alcalde de Berazategui, Juan Patricio Mussi (otro precandidato hiper-k) como posible compañero de fórmula del titular de Diputados de la Nación. Así un esquema iba cerrando; un hombre del Interior bonaerense y otro referente de la Tercera Sección Electoral, el bastión más fuerte del kirchnerismo. En esos planes, según pudo saber este portal, se pensó en ubicar al matancero como primer candidato a Diputado Nacional por la Provincia, cuestión que por ahora quedó trunca.

Las malas noticias siguieron llegando a los ojos y oídos de Espinoza. Surgió una segunda fórmula fogoneada desde Balcarce 50: la dupla del titular de Anses, Diego Bossio y el secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni. Sin embargo, el matancero no se resignó y logró que varios colegas y amigos intendentes de la Primera y Tercera sección se postularan en favor de su precandidatura, poniendo sobre la mesa el peso electoral de comandar La Matanza.

Pese a ese poder territorial y los gestos de sus camaradas, los sueños del matancero amenazan ser truncados por una decisión que proviene de las más altas esferas del kirchnerismo. Desde La Rosada se comunicaron con Espinoza para sugerirle que decline su precandidatura para la Gobernación bonaerense. La respuesta del cacique matancero fue cordial pero al mismo tiempo desafiante: respondió con un “no puedo”. El tema no pasó a mayores y no cobró tensión, solo fue un primer llamado. El dilema para Espinoza recién comienza.