Cae Macri, cae el PRO, revive Massa


Cae Macri, y temor en el Pro a que no supere pruebas básicas de un presidencial en momentos de crisis
(Por Fabricio Moschettoni, editor de Impulso Baires) - En el Pro hay preocupación por una serie de datos importantes y que son el banco de pruebas de un presidencial: demostrar el liderazgo en momento de crisis. Por un lado la fuerte apuesta en Guillermo Durand Cornejo para las elecciones de Salta capital y el fracaso de la misma al quedar fuera de carrera para las generales de mayo, por otra parte el crecimiento de la diputada Margarita Stolbizer, que ya ronda en 9 puntos a nivel nacional y lo hizo recuperando voto radical que antes tenía Mauricio Macri; y encima la pronunciada interna porteña, en donde la senadora Gabriela Michetti podría dar el batacazo y dejar fuera de carrera a Horacio Rodríguez Larreta, el favorito del Jefe. Todo esto generó un retroceso en la candidatura de Macri, y ahora miran el contragolpe que puede ofrecer su principal competidor, Sergio Massa. El plus lo ofreció su “guía espiritual”, Jaime Durán Barba, cuando arremetió contra el “michettismo” y maltrató al diputado Federico Pinedo.

Se enredó Macri y hace un mes que está perdiendo espacio. Las encuestas muestran luces amarillas de precaución, y no de vinculación con su partido. Una seguidilla de malos tragos terminó en la noche del domingo cuando su apuesta, Durand Cornejo terminó perdiendo la pulseada salteña con el massista Gustavo Saenz.
En el macrismo, y después de observar la realidad, temen que todo el crecimiento demostrado en los últimos tiempos haya sido “prestado” o artificial, un poco por la propia necesidad del Gobierno de tener un opositor “inofensivo” y otro tanto por el romance con algunos grupos económicos y mediáticos influyentes.
Lo cierto es que hace cinco semanas que Macri llegó a un techo y empezó a descender día por día.


Stolbizer experimenta crecimiento directamente proporcionar con la caída del Pro


El dato del lanzamiento de la líder del Gen, Margarita Stolbizer, también fue una mala noticia. Resulta que la legisladora está avanzando y ya tiene un 9 por ciento de intención de votos, y de ese porcentaje estiman que una buena parte era hasta hace poco de radicales que hubiesen votado por Macri, con un criterio de opositor no peronista. El avance de Stolbizer es directamente proporcional con el retroceso de Macri, y así seguirá, pronunciándose mucho más, incluso en la estratégica provincia de Buenos Aires, un lugar muy débil para el “amarillo”.
Un dato sobre Stolbizer: en La Plata hay encuestas que la sitúan ya en 17 puntos de intención de votos, apenas cuatro menos que Macri, quien en la capital bonaerense viene detrás de Massa y del gobernador Daniel Scioli, cuando en enero estaba haciendo punta.


El humo amarillo se empezó a dispersar


Otro problema importante para Macri es que finalmente la alianza con los radicales terminó siendo más humo que realidades. La verdad es que hasta el momento no logró el acompañamiento sostenido de los referentes radicales que marcan territorialidad. Ni Gerardo Morales, en Jujuy, como tampoco Luis Neidenoff en Formosa, y ni siquiera Ricardo Colombi en Corrientes le dan su acompañamiento. Los dos primeros ni un poquito, y el último es ambiguo en su jugada repartiendo gente entre el ex presidente de Boca pero prefiriendo a Massa.
Mucho más jugado es el radicalismo fueguino que está decididamente con Massa, mientras que sobresale el bonaerense, ya que tiene tal vez el más ambiguo de todos los juegos.
Macri se dio cuenta rápidamente que hizo mal negocio con los radicales, y por eso tomó distancia 48 horas después de la Convención Radical. Es mezclar el agua con el aceite e intentar fusionarlas.
Para Macri y los radicales de Sanz, las noticias no son buenas y las pesadillas noche a noche amenazan con enturbiar aún más la relación.
Y como si eso fuera poco, Macri lo tiene desbocado a Miguel Torres del Sel, que ya patinó con declaraciones repudiables y discriminatorias, y encima de eso creó un problema en la relación con el ex Fórmula 1, Carlos Reutemann.
Todas son pálidas para el hasta ahora mimado del estáblishment político. Encima de eso, dicen y sostienen varios editorialistas, la relación que supo tejer con el poderoso Héctor Magnetto está bastante fría, luego de que el propio CEO de Clarín tuviese conocimiento del verdadero estado de cosas, en donde el humo amarillo se empezó a dispersar.
El Pro, en rigor, es un importante partido vecinalista de la Ciudad de Buenos Aires, pero su falta de instalación nacional termina licuando el esfuerzo mediático y económico que supo jugar su líder.
Como si algo faltara, el fin de semana Jaime Duran Barba, su publicista estrella (aunque a él no le gusta que lo tilden de publicista), dio una entrevista al diario La Nación en donde dinamitó el corazón del macrismo, la Ciudad de Buenos Aires. Maltrató de manera inusual a Gabriela Michetti, mostró las falencias de su jefe, y encima se refirió de manera grosera hacia el diputado Federico Pinedo, un macrista del primer momento y de bastante peso en la estructura política de ese espacio.
Michetti está batallando dignamente contra el imponente aparato que respalda a Horacio Rodríguez Larreta, y todavía le puede ganar. Un triunfo de la senadora sería un mal trago para Macri, debido al juego fuerte que el referente tuvo, favoreciendo a su hombre de confianza. Incluso, hasta una derrota de la actual legisladora provocaría un daño severo en la carrera presidencial.


Liderazgo en juego, y el fantasma de la debilidad

Macri se ve perjudicado con problemas que los podría haber evitado, y ahora está en juego su condición de líder, nada más y nada menos. Si no logra superar el momento, tendrá en el electorado nacional una imagen de hombre débil, difícilmente aceptada por sus seguidores, que pretende justamente lo contrario.
Es que un líder de centroderecha siempre debe demostrar fortaleza, seguridad, claridad y decisión; y hoy Macri está en falta en todos esos postulados.
A todo esto, en el campamento de Sergio Massa respiran aliviados, y dicen: “por fin una que no nos toca a nosotros….ahora que Mauricio se haga cargo y veremos si puede salir de los problemas, tal como lo hizo Sergio. En estas cosas también se mide el liderazgo de un referente, y acá es donde se prueba y se demuestra si puede o no ser presidente”.