En las últimas semanas, el secretario de Seguridad se corrió de la escena pública y se refugió en su cargo en el Comité Ejecutivo de Interpol, donde fue designado vocal por las Américas en noviembre del año pasado. De hecho, el funcionario viajó en estos días hacia Singapur, a participar de un foro de la organización, y luego se unió a la comitiva presidencial que acompañó a Cristina Kirchner en su gira por Rusia, y cuyo retorno se concretó esta mañana.
En los próximos días, Berni tiene previsto debutar en la calle con una particular cartelería pública con su rostro y el slogan "Berni puede", según los afiches preliminares con los que el secretario de Seguridad planea inundar algunos distritos de la provincia de Buenos Aires y los principales accesos a la Ciudad. La localidad de Tres de Febrero, donde tiene injerencia uno de sus principales colaboradores, sería una de las primeras en ser empapelada con dicha cartelería. Allegados al viceministro aseguraron además que el plan es que las inmediaciones de Retiro, Constitución y Once también amanezcan ploteadas con la cara del secretario a partir del domingo, día de la interna porteña.
El equipo de comunicación contratados por el equipo de Berni -que asesoró, por ejemplo, al ex presidente de Paraguay Fernando Lugo, o a la diputada Elisa Carrió en la campaña presidencial del 2007- llegaron a la palabra "puede" tras concluir a partir de una serie de focus groups que los encuestados asociaban la imagen del funcionario al combate contra la inseguridad. "La seguridad, nuestro punto más fuerte, ocupa el primer lugar en el temario de demandas sociales", es justamente uno de los puntos a favor del secretario al que arribaron los especialistas, aunque también concluyeron en que para construir una candidatura a gobernador es necesario abordar otras demandas sociales. "Si Berni está pudiendo con la inseguridad, puede tranquilamente con todo lo demás", es la estrategia comunicacional a profundizar, según pudo saber este medio. Por las dudas, el viceministro ya instaló en sus oficinas de Paseo Colón su bunker de campaña.
Sin embargo, la asociación de la figura de Berni con lo que se conoce como "mano dura", algo que el secretario disfruta con una euforia desmedida, es lo que más molesta en el núcleo duro y más progresista del kirchnerismo. Su currículum, que da cuenta de su histórica vinculación con el matrimonio presidencial desde que Néstor Kirchner gobernaba Río Gallegos, es tal vez su mejor carta de presentación, la que aún le da crédito dentro del universo K. Según los estudios de opinión, la sociedad valora su presencia en el lugar de los hechos, una costumbre que el viceministro aceitó y exprimió en los últimos tiempos, aunque en estas últimas semanas haya bajado notablemente su perfil.
El secretario de Seguridad intentará ahora jugar fuerte para posicionar su nombre y escalar peldaños en la lista de candidatos a la gobernación bonaerense en la que ya están anotados Diego Bossio, Julián Domínguez, Juan Patricio Mussi, Martín Insaurralde, Gabriel Mariotto y Fernando "Chino" Navarro. Entre ellos, Berni mantiene mejor sintonía con el titular de la ANSES. Pero su defensor más acérrimo es Daniel Scioli: en privado, el gobernador suele explicar a sus íntimos que tanto él como el ministro Axel Kicillof fueron dos de los que lo apoyaron en las malas con más énfasis.
