Vocación política según Max Weber



La política implica un fuerte y lento perforar de duras tablas con pasión y buen criterio al mismo tiempo. Es completamente cierto, y toda la experiencia histórica lo confirma, que no se hubiera logrado lo posible si en el mundo una y otra vez no se hubiese intentado lo imposible. Pero el que puede hacer eso tiene que ser un líder, y no sólo eso sino – en un sentido muy llano de la palabra – también un héroe.

Y también aquellos que no son ni lo uno ni lo otro, deben armarse con esa fortaleza de ánimo que nace del fracaso de todas las esperanzas, y hacerlo ahora mismo, porque de otro modo no estarán en condiciones de prevalecer ni siquiera por sobre lo que ya hoy es posible.

Sólo el que está seguro de no quebrarse cuando el mundo, visto desde su propio punto de vista, es demasiado estúpido o demasiado perverso para lo que él desea ofrecerle; sólo aquél que frente a todo ello es capaz de decir: “¡aun así!”, sólo ése tiene “vocación” para la política.


Max Weber