Por: Rodrigo Duarte
Con el impulso de su flamante vicepresidente Alberto Samid, el centro de comercialización mayorista se instalará el barrio de Colegiales, pese a las protestas de vecinos y comerciantes. El jueves inspectores porteños se presentaron en la obra y fueron echados
Trabajadores
ya se encuentran acondicionando el predio ubicado en Cramer al 400, en
medio de una tranquila zona residencial compuesta en su mayoría por
casas bajas y a metros de las vías del ferrocarril Mitre. Se trata de un
terreno de la Nación cedido al "Rey de la Carne" por la Agencia de
Administración de Bienes del Estado (ex Onabe).
La
instalación del nuevo centro de abastecimiento, que forma parte del
ambicioso plan de Samid de "sacar a la calle" el Mercado Central y abrir
nuevos puntos de venta en varias zonas de CABA y la provincia de Buenos
Aires, es resistida por vecinos y comerciantes del lugar, que
preparan un amparo legal para frenar su inauguración, anunciada para el 1
de julio.
En diálogo con Infobae, la arquitecta Marcia Hashiba,
representante de la Asociación Civil Colegiales, puntualizó que el
barrio ya cuenta con tres ferias itinerantes, por lo que su instalación
en la zona no está justificada, y de que de llevarse adelante la venta
de alimentos en el predio, el gobierno de la Ciudad no tendrá la
potestad para realizar los controles bromatológicos por un conflicto
entre jurisdicciones. La obligatoria evaluación de impacto ambiental que un proyecto de estas características demanda tampoco ha sido realizada.
"Acá
se pretende instalar un centro comercial ilegal, y sus responsables,
que no pagarán impuestos, alquileres o ABL, constituyen una competencia
desleal para los comerciantes del barrio, que estarán liquidados",
sostuvo Hashiba, quien instó a Samid a implementar su plan de Precios Cuidados pero "a través de la cadena legal de comercio".
"Esta
sede del Mercado Central atenta contra la salud pública y el comercio
minorista del barrio, además del impacto que tendrá en el valor de las
propiedades este gran movimiento de gente y autos en una zona
residencial", advierte Hashiba.
En
el sector inmobiliario comparten esta preocupación. Ezequiel Libert, de
Donofrio Propiedades, dice que este escenario afecta el desarrollo de
Colegiales, zona que a raíz de la saturación de Palermo en los últimos
años, había sido señalada como uno de los barrios con más potencial en
el mercado.
"La gente por lo general le escapa a
mudarse cerca de establecimientos de este tipo, así que seguramente
esto tendrá un impacto negativo, pero habrá que ver cuando esto se
oficialice para analizar las consecuencias", reflexiona.
Por
su parte, inspectores de la Dirección General de Fiscalización y
Control de Obras de la Ciudad se presentaron el pasado jueves en el
terreno, que no cuenta con cartel de identificación de obra ni permiso
de construcción y fueron echados por los trabajadores que se encontraban
en el lugar.
Los funcionarios de la Agencia
Gubernamental de Control porteña labraron un acta de infracción y en
caso de no presentarse sus responsables para aclarar la situación legal
del galpón que alojará a este nuevo centro de venta de frutas, carnes y
hortalizas, la obra sería clausurada en los próximos días. Las
autoridades del Mercado Central tampoco han comenzado el trámite para
obtener el permiso de habilitación de actividad comercial.
Con
sus acciones para impedir la inauguración de esta sucursal, los vecinos
de Colegiales buscan emular el éxito de los habitantes de la ciudad de
La Plata, que lograron que la sede del mercado comunitario que abrió
este año en la capital de la Provincia de Buenos Aires se instalará en
una zona periférica y no en la céntrica Plaza Paso como pretendía Samid.
El
"Rey de la Carne" había anunciado al asumir al frente de la entidad a
fines del mes de enero que tenía "la orden del gobernador (Daniel
Scioli) de llevar el Mercado Central a todas partes" y que su objetivo
era "frenar" el aumento de los precios.
"Tenemos
que eliminar esta cadena de mercados extranjeros, su ganancia se la
llevan afuera, no la invierten en el país. Estos tipos se la llevan toda
y hacen muy bien en llevársela, los tontos somos nosotros que se lo
permitimos", dijo en aquel momento el mediático Samid, dueño de las
conocidas cadenas de carnicería La Lonja y defensor a ultranza del
kirchnerismo.