Berni mide en CABA

En el sondeo que encargó el Gobierno, Berni supera a figuras del oficialismo como Taiana y Cerrutti


ShaA falta de un candidato contundente para pelear en un territorio minado para el oficialismo como la Capital, apareció una carta inesperada sobre la mesa del kirchnerismo: hace un mes empezaron a medir en encuestas a Sergio Berni y, a modo de ensayo electoral, desde algunos sectores lo promueven para pelear por la jefatura del gobierno porteño.
El sillón que ocupa Mauricio Macri se volvió cada vez más inaccesible para el Frente para la Victoria, que siempre promovió figuras de perfil progresista y transversal como menú para el votante capitalino. Daniel Filmus se batió a duelo dos veces con el líder de Pro, en 2007 y 2011, y después de los comicios legislativos de octubre pasado, cuando perdió la banca del Senado en juego, quedó golpeado para la competencia.
Si bien el funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores es el mejor instalado, en las usinas del oficialismo nacional se impulsa un casting de nombres que impliquen un shock en la estrategia. Así emerge el secretario de Seguridad, que en los sondeos de opinión es considerado un "hombre de acción".
"Dice cosas que a los porteños les gusta escuchar sobre inseguridad y cortes, y está muy activo siempre", explicó  un dirigente entusiasmado con que se lance al ruedo electoral.
En las encuestas, al menos las encargadas por el propio kirchnerismo, el funcionario rankea en una posición de privilegio, encima de otras figuras con trayectoria en el distrito, como el ex canciller Jorge Taiana y la legisladora Gabriela Cerrutti, y con mucha mayor ventaja sobre jóvenes de La Cámpora, como Juan Cabandié, que fue varias veces en la boleta por la Capital.

Cuando aún no se fijó el calendario de los comicios, que podrían ser a mitad de año o acoplados a la batalla presidencial, circula tibiamente un puñado de referentes que busca instalarse: desde el radical K y subsecretario general de la Presidencia, Gustavo López, hasta Gustavo Marangoni, presidente del Banco Provincia y hombre de confianza de Daniel Scioli. Un botín preciado para diversos sectores es el ex ministro de Economía Roberto Lavagna, cercano a Sergio Massa y de diálogo subterráneo con el gobernador bonaerense.
Berni, astuto comunicador, se muestra esquivo a cualquier postulación. Así lo hizo el jueves en el piso del programa de TV Intratables, donde, además, domó a los panelistas, casi siempre bravos con el invitado de turno. "No voy a ser candidato a nada", lanzó, cuando le preguntaron sobre 2015, y se exhibió sólo abocado a la gestión. Lo cierto es que nunca dejó de tener gravitación en la política: sigue siendo senador bonaerense, es consejero del PJ provincial y ayuda, por lo bajo, en el posicionamiento de Diego Bossio, el titular de la Anses, en la disputa por la gobernación.
Anteayer, compartió un acto junto con el funcionario en San Nicolás, enclave de la segunda sección electoral, donde tiene domicilio. Su operador en esa geografía es Marcelo "Patón" Torres, que logró un escaño como diputado provincial gracias a los buenos oficios de Berni.
El secretario está al tanto de que lo sondean -de hecho, llegó a sus oídos que tiene buenos índices en Rosario, escenario de la guerra narco- y, algo paranoico, a veces desconfía de que la filtración de esas cifras tenga como verdadero objetivo desgastarlo.

Visibilidad

Los números que manejan en el oficialismo lo tratan bien y si bien lo testean como alcalde (para eso debería cambiar su lugar de residencia), podría jugar en alguna otra variante o distrito. Registra una valoración positiva de alrededor del 30%, superada en diez puntos por la negativa, pero con el grueso de la porción restante que lo conoce pero no emite opinión. Para sorpresa, o quizá no, su más destacada performance se da en la zona norte de la ciudad, caracterizada por un mayor poder adquisitivo.
Siempre de chaleco y borceguíes, es coronel, médico y abogado. Las cámaras de TV lo suelen captar en operaciones: parando un piquete, discutiendo con un fiscal o montado en un helicóptero. Dispara a diario contra Macri, al que tilda de "vago"; y critica a la Justicia, que "larga a los delincuentes" o "actúa tarde", en un discurso no siempre alienado con la posición de la Casa Rosada.
Se mudó a Santa Cruz en 1991 y desde entonces cultivó una relación cercana con la familia Kirchner.
En su entorno, dicen que es un enigma qué hará después de septiembre, cuando nazca su primer hijo y quiera mayor tranquilidad. Agustina Propato, su pareja, es subsecretaria de Participación Ciudadana, del ministerio que, en la práctica, él maneja. Al final, coinciden, su futuro político dependerá también de otra mujer: Cristina Kirchner.
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