El domingo 25 de mayo se realiza la elección de legisladores al
parlamento europeo. En algunos países, este proceso comienza tres días
antes. Es una elección importante porque tiene lugar cuando el
continente no termina de superar las dificultades económicas, la crisis
de Ucrania ha puesto en evidencia la debilidad de la UE como actor
global y porque está creciendo el sentimiento “antieuropeo” dentro de
ella. La derecha nacionalista y contraria a la inmigración es la fuerza
emergente que puede alcanzar cerca del 30% de los votos. Por primera vez
en la historia, un partido nacionalista británico antieuropeo, el UKIP,
puede ganar una elección en el Reino Unido; en Francia, por primera vez
desde la Segunda Guerra Mundial, una fuerza neofascista -el Frente
Nacional- podría imponerse; en Italia, los últimos sondeos abren la
posibilidad que la fuerza anti-europea liderada por el cómico Pepe
Grillo también pueda ganar. Fuerzas de esta misma orientación podrían
alcanzar el triunfo en países como Holanda, Hungría y Austria, entre
otros. Esta derecha anti-europea está capitalizando el descontento y
puede llegar a ganar en un tercio de los 28 países de la UE. En las
fuerzas tradicionales, el Partido Popular Europeo (conservador) lleva
ventaja sobre la Social Democracia, mientras que los Verdes y la
izquierda no muestran la misma capacidad para canalizar el descontento,
que no es sólo económico. La izquierda anti-europea puede crecer de 35 a
50 eurodiputados, pero ello implica que no llega al 10% de los votos.
El mismo día tiene lugar la elección en Ucrania, convocada por el
gobierno provisional pro-europeo. Que la elección se haga es un triunfo
de las autoridades de Kiev sobre Rusia, que desde hace dos meses
plantea que el país se encamina a la guerra civil -lo que parcialmente
está sucediendo- y que ello no permitirá el proceso electoral. Un sondeo
del Centro Pew de los EE.UU. consignó dos semanas atrás que el 77% en
las zonas de mayoría ucraniana quieren que el país se mantenga unido y
que en las regiones de mayoría de habla rusa el 58% piensa de esta
manera. El conglomerado heterogéneo de fuerzas e intereses que
representa el nacionalismo ucraniano se impondrá, pero con dudas sobre
la cohesión de esta coalición e incertidumbre sobre si se hará la
elección en las regiones que han declarado su independencia y puesto en
marcha el proceso de anexión a Rusia, como es el caso de Donetsk. Los
combates en esta república autónoma continúan y tres días antes de las
elecciones, se contabilizan 10 muertos y decenas de heridos. El gobierno
pro-ruso de esta parte del país, ha convocado a las armas a todos los
hombres entre 18 y 45, quizás, queriendo precipitar el escenario de
guerra civil. La crisis es confusa y en la región de mayoría ucraniana
la minoría húngara ha pedido su autonomía y tener doble nacionalidad,
mientras que en Crimea la minoría tártara reclama a Rusia la suya.
Un día después, el 26 de mayo, se realiza la elección presidencial en
Egipto. A comienzos de 2011 la caída de Mubarak puso en marcha el
proceso conocido como “Primavera Árabe”. Erróneamente, los sorprendidos
analistas occidentales pensaron que se trataba de un movimiento similar
al que a fines de los ochenta precipitó la caída de los regímenes
comunistas en Europa Central y Oriental, lo que impulsó la disolución de
la URSS. El jefe del Ejército, general Sissi, será electo por amplia
mayoría, tras apoyar la destitución del Presidente electo (Morsi), líder
de la Hermandad Musulmana, y encabezar una dura represión a través de
un gobierno de facto encabezado por civiles. Egipto vuelve así al modelo
de un líder militar autoritario que gobernó el país durante seis
décadas desde el derrocamiento de la monarquía, que comenzó con Nasser,
continuó con Sadat e hizo crisis con Mubarak. Al mismo tiempo, el nuevo
Ejército libio acaba de derrocar al presidente electo que cuenta con el
apoyo de los EE.UU. y en Siria, donde Assad va logrando imponerse en la
guerra civil, el domingo siguiente -3 de junio- se realizan elecciones
presidenciales en las cuales el Presidente volverá a ganar, como viene
sucediendo desde hace décadas. El otro caso de caída de un régimen
autoritario en el mundo árabe es el de Yemen, donde Al Qaeda sigue
teniendo la iniciativa, pese a la presencia militar de EEUU.
En América Latina, también el 25 de mayo se realizan las elecciones
presidenciales en Colombia. El presidente Santos va por su reelección y
se enfrenta al candidato apoyado por el ex presidente Uribe (Zuloaga),
su predecesor y padrino político. Los sondeos muestran una elección
relativamente pareja en la primera vuelta, con alto voto en blanco y
cerca de un tercio de los votos positivos en otros candidatos. En la
segunda vuelta que se realiza tres semanas después, Santos puede ser
derrotado. Con una economía que crece y una negociación de paz con la
guerrilla castrista de las FARC, Santos pensaba que podía ganar, pero
ahora la gente teme el fracaso de esta negociación y eso ha dado espacio
a la política de mano dura contra la guerrilla que representó Uribe. El
ex presidente ha dicho que las irregularidades en el proceso electoral
pueden llevar a desconocer un eventual triunfo del oficialismo y el
Ejército denunció que las FARC han violado el cese de fuego en la semana
previa a las elecciones. Cabe señalar que hay señales de cambio
político en la región, dado que en las últimas cuatro elecciones
presidenciales la oposición ganó en tres y que han surgido dudas sobre
lo que puede suceder en Brasil en la elección presidencial del 5 de
octubre.
Mientras tienen lugar estas cuatro elecciones relevantes, el gran juego
estratégico se está desarrollando en Asia, con la visita de Putin a
Pekín. Al mismo tiempo que firmó con su par chino un acuerdo que se
venía negociando desde hace décadas para proveer gas ruso a la potencia
asiática en el largo plazo -que cubre la cuarta parte de la demanda
energética china-, las marinas de los dos países realizaron ejercicios
binacionales. Ello sucede al mismo tiempo que Rusia se enfrenta con
Occidente por el conflicto de Ucrania y cuando EE.UU. respalda a Japón,
Vietnam y Filipinas en sus respectivos conflictos con China por la
soberanía sobre el lecho marino, que ha adquirido valor económico con la
posibilidad de extracción energética. China se había mantenido neutral
en el conflicto ucraniano y eso fue una ventaja para Occidente, sobre
todo en el Consejo de Seguridad de la UN. Pero la decisión
estadounidense de procesar penalmente a cinco jefes militares chinos a
los que acusa de espionaje cibernético en perjuicio de empresas
estadounidenses, tiene el efecto de acercar más a Moscú y Pekín.
En conclusión: la elección para el parlamento europeo que se realiza el
domingo 25 de mayo mostrará un fuerte avance de la derecha anti-europea,
que no tiene precedentes en países como el Reino Unido, Francia e
Italia; el mismo día se realiza la elección presidencial en Ucrania,
donde se impondrán las fuerzas que apoyan al gobierno provisional
pro-europeo, pero con incertidumbre sobre lo que sucederá en las
regiones pro-rusas; al día siguiente (26 de mayo) tiene lugar la
elección presidencial egipcia, que marcará el retorno del país al mismo
modelo que derrumbó la “Primavera Árabe”: la elección de un líder
militar autoritario yen América Latina se realiza la primera vuelta de
la elección presidencial en Colombia, de cuyo resultado el presidente
Santos y el candidato del ex presidente Uribe (Zuloaga) irían a la
segunda vuelta.