El Frente Renovador busca
crecer a expensas del kirchnerismo. Con una decena de pases de
intendentes abrochados después de las elecciones, ahora piensa en un
premio mayor: hacerse de los servicios de Martín Insaurralde,
aprovechando un complejo escenario para el ex intendente de Lomas.
La estrategia kirchnerista de enfrentar a Sergio Massa con un dirigente de perfil similar puede resultar un dolor de cabeza para el FpV. Es que Insaurralde terminó la campaña de 2013 maltratado desde su propio espacio y mimado por el massismo, que busca un candidato fuerte para bajarle el precio a Darío Giustozzi.
Los “coqueteos” entre el massismo e Insaurralde comenzaron ni bien conocido el resultado de las últimas legislativas. Con la “excusa” de acompañar a su novia, la modelo Jésica Cirio, el lomense se acercó a Tigre para participar de un desfile de moda y fotografiarse con el capitán del Frente Renovador y su esposa, Malena Galmarini.
La movida se justificó con el paraguas discursivo del diálogo y la apertura política, aunque disparó los resquemores del kirchnerismo más duro. Insaurralde continuó explorando ese perfil con apariciones en programas faranduleros de la mano de Marcelo Tinelli.
Aprovechando la exposición y explorando la posibilidad de sumarlo al Frente Renovador, el massismo jugó dos cartas fuertes esta misma semana. En primera, dejó trascender un sondeo en el que posiciona a Insaurralde como amplio favorito para disputar la Gobernación en 2015, incluso por encima de un candidato “propio” como Darío Giustozzi.
En segunda instancia, y nuevamente aprovechando la coyuntura, sus dirigentes salieron a “bancar” a Insaurralde tras un nuevo entredicho con Carlos Kunkel, exponente del núcleo duro K, con quien ya se había cruzado en distintas ocasiones.
La jugada fue ejecutada por José Eseverri, quien se plegó a la respuesta que Insaurralde propinó, por elevación, a Kunkel, quien tildó de “bataclana” a la novia de “MI”. “Me asombraron algunos comentarios machistas, retrógrados y "gorilas". Me parece de poco hombre faltarle el respeto a una mujer”, reflexionó Insaurralde, tras lo cual sumó la adhesión de Eseverri: “Así trataban los gorilas a Evita. Mirá para adelante”, sugirió, pícaro, el intendente de Olavarría.
Por el momento, Insaurralde parece no responder a esos coqueteos y se aferra con fuerza a la figura de Daniel Scioli. “Mis convicciones son con Scioli”, dijo, y alejó, hasta hoy, el fantasma de un pase.
La estrategia kirchnerista de enfrentar a Sergio Massa con un dirigente de perfil similar puede resultar un dolor de cabeza para el FpV. Es que Insaurralde terminó la campaña de 2013 maltratado desde su propio espacio y mimado por el massismo, que busca un candidato fuerte para bajarle el precio a Darío Giustozzi.
Los “coqueteos” entre el massismo e Insaurralde comenzaron ni bien conocido el resultado de las últimas legislativas. Con la “excusa” de acompañar a su novia, la modelo Jésica Cirio, el lomense se acercó a Tigre para participar de un desfile de moda y fotografiarse con el capitán del Frente Renovador y su esposa, Malena Galmarini.
La movida se justificó con el paraguas discursivo del diálogo y la apertura política, aunque disparó los resquemores del kirchnerismo más duro. Insaurralde continuó explorando ese perfil con apariciones en programas faranduleros de la mano de Marcelo Tinelli.
Aprovechando la exposición y explorando la posibilidad de sumarlo al Frente Renovador, el massismo jugó dos cartas fuertes esta misma semana. En primera, dejó trascender un sondeo en el que posiciona a Insaurralde como amplio favorito para disputar la Gobernación en 2015, incluso por encima de un candidato “propio” como Darío Giustozzi.
En segunda instancia, y nuevamente aprovechando la coyuntura, sus dirigentes salieron a “bancar” a Insaurralde tras un nuevo entredicho con Carlos Kunkel, exponente del núcleo duro K, con quien ya se había cruzado en distintas ocasiones.
La jugada fue ejecutada por José Eseverri, quien se plegó a la respuesta que Insaurralde propinó, por elevación, a Kunkel, quien tildó de “bataclana” a la novia de “MI”. “Me asombraron algunos comentarios machistas, retrógrados y "gorilas". Me parece de poco hombre faltarle el respeto a una mujer”, reflexionó Insaurralde, tras lo cual sumó la adhesión de Eseverri: “Así trataban los gorilas a Evita. Mirá para adelante”, sugirió, pícaro, el intendente de Olavarría.
Por el momento, Insaurralde parece no responder a esos coqueteos y se aferra con fuerza a la figura de Daniel Scioli. “Mis convicciones son con Scioli”, dijo, y alejó, hasta hoy, el fantasma de un pase.
