Como sabemos la AUH impacta sobre 3,6 millones de niños beneficiarios y
se expande a 7,2 millones de personas integrantes de los hogares donde
existe uno o más receptores del beneficio, todos hogares de la base de
la pirámide de ingresos, exactamente opuestos a los hogares cuyos
miembros superan el MNI.
La gran medida de política social del gobierno nacional, que retrotrajo
los niveles de pobreza e indigencia a los valores de 1980, dando
carnadura al ciclo de desempobrecimiento más vigoroso desde la
recuperación democrática, debe repensar su mecanismo de actualización
anual.
En un contexto de inflación de alimentos como el que se vive, es
indispensable lograr una actualización temporal más acotada que la
actual, al menos actualizarse dos veces al año junto a las jubilaciones y
pensiones y no una sola vez con las asignaciones familiares. Observemos
que los 460 pesos actualizados en septiembre de 2013, hoy ya sólo
representan 390 y en octubre, antes de ser nuevamente actualizado su
monto, equivaldrán a 320 pesos que se destinan a la subsitencia
alimentarias del hogar básicamente.
10 días sin beneficio |
Igualmente, si midiéramos los niveles de pobreza e indigencia mes a mes,
los mismos variarían significativamente. Si tomamos el lapso octubre
2013/ octubre 2014 antes de la actualización, la pobreza e indigencia
pasarán de 4,5 por ciento y 13,7 por ciento en octubre de 2011 al 6,0 y
14,7 por ciento en el mismo mes de 2014, respectivamente. Para
referirnos a la carencia extrema, la indigencia, umbral que por debajo
de su satisfacción existe riesgo alimentario, se trata punta a punta en
12 meses, de acceder a 600.000 indigentes adicionales por falta de
actualización de la AUH en tiempo y forma, de los cuales 270.000 son
menores de 15 años.