Por:Eduardo Valdés
El Papa Francisco es el hijo dilecto de un Movimiento Nacional y Popular de su país y es el primer Papa que piensa la política internacional desde los pobres y geopolíticamente desde el SUR", así se expresó el uruguayo Guzman Carriquiry, Secretario General de la Pontificia Comisión para América Latina, máxima autoridad laica vaticana, al celebrar en Buenos Aires el primer año de pontificado en la Universidad Católica Argentina, el pasado 13 de Marzo.
"Bregamos por la construcción de la Unidad de la América del Sur
en el marco de un mundo multipolar que logre frenar la concepción
imperial de la globalización", escribió el Obispo Jorge Bergoglio al
prologar el libro Una apuesta por América Latina del propio Carriquiry
en el año 2005.
El pensamiento geopolítico del Jesuita está fundado en el
nacionalismo popular de Manuel Ugarte, Jose Vasconcelos, Juan Domingo
Perón y Alberto Methol Ferré, siendo Leopoldo Marechal su poeta de
cabecera. Estos valores son los que debe haber tenido en cuenta
Francisco cuando le abrió la agenda dos días antes a la presidenta
Cristina Fernandez de Kirchner y la invitó a almorzar el lunes 17 de
marzo.
¿Qué significa que el líder de mayor peso moral de Occidente
se reúna con ella en una audiencia de 2 horas 40 minutos?, la audiencia
más extensa que haya tenido el Papa, 48 horas antes de pisar suelo
francés, para una entrevista con el presidente François Hollande, donde
se debe resolver la deuda de Argentina con el Club de París.
¿Qué significa esta reunión a diez días de que Obama llegue a Roma? ¿Tomará nota la Corte de Estados Unidos que tiene que resolver la causa de los fondos buitre?
¿Qué significa que el Papa Francisco sea el primer pontífice
que mantiene su nacionalidad de origen y decida invitar a su presidenta
para que le entregue el pasaporte? En 12 días recibirá a Isabel de
Inglaterra y para que no queden dudas sobre el lugar desde el que
conversará con ella, recibió el día miercoles 15 de marzo pasado a ex
combatientes de Malvinas en la audiencia pública vaticana, a plena luz
del día para que lo vean todos los observadores internacionales.
Este Papa que visitó Lampedusa para denunciar la "globalización de la
indiferencia" ante la muerte de los inmigrantes africanos, que publicó
la mayor denuncia de los efectos del capitalismo financiero en La
alegría del Evangelio, que paró la invasión de Estados Unidos a Siria
evitando una hecatombe mundial. Ese mismo Papa decidió en el aniversario
de su entronización invitar a la presidenta para decir a todo el
planeta que es argentino, que ningún fondo buitre puede embargar su
Patria, que las Islas Malvinas son argentinas y que este país ha sido
víctima del Club de París y no su beneficiario.
Quien quiera oír que oiga, que este Papa es argentino y tiene orgullo
de serlo. Por eso pidió su documento, por eso creó la teología del
zapato gastado, gastado de caminar villas en América Latina, en
Lampedusa y en la Plaza de San Pedro aún en invierno.