Virtual parálisis en la Sedronar, tras la llegada del cura Molina



Hubo una ola de despidos en cargos técnicos, designación de funcionarios sin experiencia y trámites parados por desorden administrativo


Un mes y medio después de la designación del cura Juan Carlos Molina al frente de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar), el organismo está paralizado y reina un clima de incertidumbre, agravado por los despidos de funcionarios de experiencia y la escasa presencia de su titular. Además, no hay nombramientos oficiales en los principales cargos directivos y la mayoría de los nuevos integrantes están poco familiarizados con el ejercicio de las funciones públicas.
"Es la primera vez que pasa en la Sedronar que sacan a todos los directores. Es un organismo muy técnico, que requiere de conocimientos, no es político", señaló  un empleado que sigue en el organismo.
Tampoco se ha formalizado el desdoblamiento de la Sedronar anunciado por el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, en diciembre pasado, para traspasar el área de la lucha contra el narcotráfico al Ministerio de Seguridad y dejar que la secretaría adopte un perfil más ligado a la asistencia y la prevención. (ver aparte)
Según fuentes consultadas, existe una puja con Seguridad por áreas clave para la lucha contra el narcotráfico, como el Registro Nacional de Precursores Químicos (Renpe), que desde la secretaría insisten en mantener, y que contradice la nueva orientación anunciada por el jefe de Gabinete.
Entre los objetivos que planteó Capitanich la semana pasada, se mencionó que la Sedronar buscará "garantizar la presencia del Estado en las zonas geográficas más afectadas; una brigada de lucha contra el paco; la digitalización del registro de precursores químicos, y la contención y asistencia al adicto".
Por el momento, sólo se ha avanzado en acuerdos con algunas provincias para la creación de centros de día, en conjunto con el Ministerio de Planificación. Además, fuentes del organismo aseguran que Molina "internamente no existe". El titular se ha volcado a las tareas asistenciales, vinculadas al recorrido por zonas afectadas, pero no parece tener influencia en el organismo, cuya acefalía había sido cuestionada por la Iglesia y por la Corte Suprema.
Al desorden administrativo general se suman la ola de despidos y el desconcierto entre los trabajadores. "No se labura. Nadie sabe qué hacer, porque muchos de nosotros estamos ligados a cuestiones de seguridad y no de asistencia. En vez de darle un impulso (a la Sedronar), la pararon", indicó una fuente.
Desde la Sedronar dijeron que no querían hablar sobre la situación de la secretaría ni de las actividades que lleva a cabo el organismo.
De las noticias publicadas en la página oficial de la Sedronar puede extraerse parte de los integrantes de la gestión actual. La mayoría proviene de la agrupación kirchnerista Corriente de Liberación Nacional (Kolina), que lidera la ministra Alicia Kirchner, y de la Fundación Valdocco, que preside Molina.
Entre los que llegaron de la mano de la ministra de Desarrollo Social, aparecen Carlos Jacomet -militante de Kolina y ex subsecretario de Desarrollo Social en San Luis- como subsecretario de Prevención, Capacitación y Asistencia de las Adicciones; Ignacio Puerta, como director de Asistencia y Reinserción Social, y Sonia Aiscar -también de Kolina-, a cargo de la Subsecretaría de Control de Sustancias Psicoactivas, antes liderada por el secretario interino de la Sedronar, Julio Postiglioni.
Por el lado de Molina, aparecen el director nacional de Prevención de las Adicciones, Flavio Cuoco, y Darío Garribia -un contador de 29 años-, como subsecretario de Coordinación Administrativa y Cooperación Internacional, hoy a cargo de los temas contables de la Sedronar; ambos vinculados a la fundación.
Sin embargo, como no hay nombramientos oficiales, el único habilitado para firmar los expedientes es Molina, lo cual contribuye aún más al desorden administrativo. "En Renpre hay 15.000 expedientes frenados porque no hay quien los firme", indicó una fuente.
Por otra parte, fuentes afirman que el "desmantelamiento" de la Sedronar ha estado sujeto a mecanismos cuestionables. Muchos empleados recibieron el telegrama de despido entre el 22 y el 24 de diciembre, en vísperas de Nochebuena, y no fueron recibidos por Molina.