Sobre elecciones y experimentos: De Blasio y la alcaldía de Nueva York



El demócrata Bill De Blasio marcó el final de un larguísimo ciclo de administraciones republicanas y afines, las cuales gobernaron la ciudad durante más de 20 años. De Blasio obtuvo una victoria que rozó el 75% de los votos de la ciudad, seguido por el republicano Joseph J. Lhota con tan solo el 24,3 % de las preferencias. Así, los poco más de 752.000 votos obtenidos por De Blasio representan la voluntad de la ciudad más poblada de los Estados Unidos – casi 8,4 millones de habitantes en 2012 – de cambiar el enfoque del gobierno local hacia una clara vocación social.



Algunos datos interesantes del Departamento de Planificación de la ciudad:
Nueva York es la ciudad más densamente poblada de los Estados Unidos con 10.400 personas por kilómetro cuadrado,
Más de 3 millones de residentes de la ciudad nacieron en el extranjero, más del 25% llegaron después del año 2000,
Dos de cada tres viviendas son ocupadas bajo el régimen de alquiler. Esto es más del doble del promedio nacional,
Más de 2,37 millones de hispanos viven en Nueva York, más que en cualquier otra ciudad de los Estados Unidos. Si toda la población hispana fuese considerada como una ciudad, esta sería la cuarta más poblada de todo el país,
La población afroamericana alcanzó los 1,88 millones en el 2011, lo que supone más del doble de cualquier otra ciudad del país,
Casi la mitad de los habitantes de la ciudad hablan una lengua diferente al inglés en casa. En la ciudad se estima que se utilizan a diario hasta 200 idiomas distintos,

Al mismo tiempo que la demografía revela la condición absolutamente particular de la ciudad dentro del contexto nacional, el recuento de los resultados históricos sugería hasta ahora una especie de dualidad electoral aplicada por un lado al nivel local y por otro al federal. La ciudad y el estado han sido baluartes tradicionales del partido demócrata mientras elegían a alcaldes republicanos como Giuliani y Bloomberg.

Así, en las elecciones federales de 2008, un poco más de 2 millones de neoyorquinos votaron por el tándem Obama-Biden, lo que significó casi 1,6 millones de votos por sobre el duo formado por John McCain y Sarah Palin. En la siguiente elección federal del 2012, la ciudad volvió a expresar su apoyo contudente por el ticket demócrata: 1,995.264 votos para Obama versus los 486.277 obtenidos por Romney.

A nivel local, un rápido análisis de las dos últimas elecciones revela en parte el cambio de tendencia electoral que ha culminado con la victoria de De Blasio. En el 2005, Bloomberg ganaba su segundo mandato como alcalde con un 753.089 votos (58,4%), lo que significó una diferencia de casi 250.000 votos por encima del demócrata Fernando Ferrer. En la elección siguiente, un año más tarde de la irrupción del fenómeno Obama del 2008, la ciudad reelegía a Michael Bloomberg con el 50,6% de los votos, es decir con un margen de victoria de apenas 50.342 votos por sobre su rival demócrata.

Los datos muestran por tanto que la victoria de De Blasio, con casi tres cuartas partes del electorado y un margen de más de 500.000 votos, suponen verdaderamente buenas noticias para el campo demócrata. No obstante, aunque se trata de una victoria aplastante -un landslide en términos anglosajones- y que el apoyo electoral es transversal en los habitantes de la ciudad según los exit polls, es necesario aportar un poco de calma al hecho que un candidato demócrata gane en lo que podría llamarse como el paraíso demócrata. Sí, la anomalía ha durado un poco más de la cuenta con más de 20 años de administraciones republicanas, pero es muy posible que haya terminado. Con mucha seguridad, el estado y la ciudad de Nueva York, seguirán votando por un demócrata -como lo han venido haciendo hasta ahora al menos al nivel federal.