La interna Scioli-Capitanich-Randazzo ya divide al gobierno de Mendoza


El gobernador Paco Pérez ve con buenos ojos la designación de Jorge Capitanich como jefe de Gabinete. Lo considera uno de los suyos, con potencial para el 2015. Ciurca por su parte, sigue apostando a Daniel Scioli, tal como lo declaró en enero. La apuesta de Randazzo a las PASO

Los cambios en el Gabinete nacional del inicio de la semana, trasladaron su efecto al justicialismo mendocino, al que agarró mal parado, aún digiriendo la derrota en las legislativas y sin plan para volver a seducir a los mendocinos de cara al 2015.

Los deseos de los dos más importantes dirigentes del oficialismo local, el gobernador Paco Pérez y el vice Carlos Ciurca, a partir de estos cambios, volvieron a mostrarse divergente. Mientras que el segundo y su sector, La Corriente, continúan apoyando a Daniel Scioli como candidato a presidente del PJ en el 2015, Pérez ya piensa en Jorge Capitanich, flamante jefe de Gabinete, como una figura muy atractiva.

Paco, con el chaqueño, tienen un estrecha relación como parte de la liga de los gobernadores K, que los ha reunido en más de una ocasión en diferentes puntos del país.

Así, Paco siente a Capitanich como uno de los suyos, mucho más que a Scioli, gobernador de una provincia que no se compara a ninguna otra del país. El mendocino, como su entorno, ve en la designación de Capitanich como un gesto de Cristina a los gobernadores del interior lejano a la Capital Federal. De ahí el tibio pero creciente entusiasmo por el nuevo cargo que ocupa, para Pérez, “su” amigo.

No obstante, todo está muy verde aún. El oficialismo local aún no sale del shock de la derrota por más de 20 puntos a manos de Julio Cobos el 27 de octubre. Aunque agrade que la iniciativa política de Cristina Kirchner tras más de 40 días de licencia médica, haya ayudado a correr la agenda en torno a los cambios en el oficialismo y haya dejado de lado el foco en el gran ganador: Cobos.

Asimismo, aunque en silencio, el elenco de gobierno festejó el revés de Cobos en la Cámara de Diputados de la Nación, donde quedó pedaleando en su deseo de ser el jefe de os diputados radicales. La movida que perpetraron Ernesto Sanz y Gerardo Morales fue ampliamente comentada y disfrutada en la Casa de Gobierno de Mendoza.

Por el lado del vice Ciurca, opera abiertamente para Scioli. Lo viene haciendo desde enero pasado, cuando la posibilidad de una eventual reforma constitucional que habilitara a Cristina por competir por otro periodo todavía estaba viva.

Esas declaraciones le costaron a Ciurca, una vez más, el reproche de Pérez. El gobernador parecía resignado a tener que apoyar al bonaerense, a quien considera demasiado moderado. Incluso a finales de octubre lo recibió poco menos que como si fuera presidente, lo escuchó como tal y le tiró flores de todos colores. Ciurca, por su parte, mantuvo el perfil bajo, pero no dejó de ensalzar al bonaerense, en este caso sin hacer enojar a Paco: “La mejor fórmula que podemos presentar en el 2015 es Scioli-Pérez”, dijo.

Por el momento, las divergencias de opiniones respecto a quién debería ser el candidato bendecido por la presidenta para el 2015 no ha generado grandes choques, pero es un episodio más en la guerra fría que llevan adelante Pérez y Ciurca.

Randazzo apuesta a las PASO

Este miércoles, el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, estuvo en Mendoza para firmar varios acuerdos con el Gobierno provincial.

Pero además habló de política. Repitió que si puede enderezar el complicado sistema de transporte ferroviario, “se anotará a cualquier pelea”. No obstante, lo novedoso es que citó a Capitanich y Scioli como posibles precandidatos, y destacó que el oficialismo nacional “tiene a disposición las PASO para definir la candidatura a presidente”.

Asimismo, no se excluyó ni mucho menos. Inmediatamente en Mendoza comenzaron las especulaciones. En el entorno del gobernador Pérez se preguntaban: “Si hay más de un candidato y las PASO definirán, ¿por qué Paco no puede ser uno de los que compita?”.

Claro que la reflexión es apresurada, pero encuadra en el viejo sueño de Pérez de posicionarse a nivel nacional, aunque la coyuntura mendocina no le ha dado respiro desde que asumió, hace dos años.

La idea original del gobernador era que Ciurca gestionara el día a día mientras él se posicionaba, pero las urgencias locales y el distanciamiento con el vice hicieron que no pudiera cumplir con su osada estrategia.