“Esperamos cambiar la forma en que el pueblo se relaciona con sus gobiernos”

“Esperamos cambiar la forma en que el pueblo se relaciona con sus gobiernos”... “Muévete rápido y rompe cosas”... “el mayor riesgo es no tomar riesgos”... “no damos servicios para ganar dinero, sino que ganamos dinero para dar servicios”. No son frases sacadas del campamento del 15-M en la Puerta del Sol, son extractos de la carta de Mark Zurckerberg, fundador de Facebook, enviada a las autoridades bursátiles como paso previa a la mayor operación capitalista de la historia.
La carta de Zuckerberg recuerda a la enviada por los fundadores de Google, Larry Page y Sergey Brin cuando salieron a bolsa en 2004; pero la de Facebook va mucho más allá, y no sólo por su extensión (2.175 palabras frente a 591). Si en aquel tiempo, Google se comprometía a no hacer el mal (“no creemos que para ganar dinero haya que hacer el mal”), ahora Zuckerberg quiere dar el poder al pueblo, reivindica la figura del hacker y advierte, cuando se va a valorar su empresa en 100.000 millones de dólares, que no se levanta pensando en crear servicios para ganar dinero, sino en “ganar dinero para dar mejores servicios”.
Ambas cartas, aunque especialmente la de ayer de Zuckerberg quieren distanciarse del capitalismo salvaje (aunque sus acciones puedan saltar en unos días de 10 a 100 dólares) para crear el capitalismo con rostro humano, responsable, solidario o sostenible.