La construcción de votos en la Provincia de Buenos Aires



La provincia de Buenos Aires construye el 38% de los votos nacionales y llega a ser el 40% de los votos efectivos, porque la concurrencia a votar en el distrito es más alta que en las provincias del norte y las patagónicas.

Con el sistema de Colegio Electoral para elegir el Presidente -que estuvo vigente hasta la reforma constitucional de 1994- este distrito, pese a tener el 40% de los votos, elegía sólo el 28% de los electores. Es que por el sistema federal, como cada provincia tenía una cantidad de electores igual al doble de sus legisladores nacionales (senadores y diputados sumados), ello sobredimensionaba a los distritos más chicos. Cabe recordar que todas las provincias tiene la misma cantidad de representantes en el Senado cualquiera sea su población y que cuentan con un mínimo de cinco legisladores en la Cámara Baja, también independientemente de cuál sea su cantidad de habitantes.


Al establecerse el sistema de voto directo y distrito único para elegir el Presidente y Vice de la Nación, esta provincia pasó de ser el 28% en el sistema de elección presidencial indirecta a constituir el 40% de los votantes.


Es así como la reforma constitucional de 1994 potenció la importancia política de la provincia de Buenos Aires.


Dentro de ella, el llamado Gran Buenos Aires es el 60% del padrón electoral provincial y el interior el 40%.

Casi uno de cada cuatro votos del país está en el conurbano bonaerense, por lo cual éste juega un rol decisivo al momento de elegir el Presidente de la Nación y define la elección del gobernador.


El Gran Buenos Aires solo, equivale a los votos sumados de Córdoba, Santa Fe y Mendoza.

El conurbano bonaerense comprende el 1% de la superficie del país, tiene el 25% de la población y produce el 30% de su PBI. Su Población reside en 2.750 kilómetros cuadrados. Un territorio que alberga a cuatro de cada diez pobres existentes en el país.


Con algo más de 10.200.000 electores, la provincia de Buenos Aires extrae del conurbano el 60% de esos votos. El 40% restante afinca en el interior rural de su geografía. En este marco, prácticamente uno de cada cuatro votos del país está en el conurbano, gravitación que de hecho equivale a los votos de las provincias de Córdoba, Santa Fe y Mendoza, que en total reúnen aproximadamente 6.000.000 de votos.

El censo 2010 arroja que, de los 24 partidos que dan forma al conurbano bonaerense, cinco superan el medio millón de habitantes cada uno: La Matanza (1.770.000), Lomas de Zamora (613.192) y Quilmes (580.000), a los que se suman Almirante Brown y Merlo, que superan en poco los 500.000. En los casi 3 millones de seres que integran estos cinco partidos viven 3 de cada 4 marginados del conurbano. Sólo en La Matanza se instalan en términos de okupas más de 6.000 personas por bimestre provenientes del interior del país.


La Matanza tiene más habitantes que Córdoba capital (1.330.023) y Rosario (1.118.664). Y deja muy atrás a La Plata (649.000) y Mar del Plata (8614.000).


Desde el punto de vista de la sociología política, la observación del comportamiento electoral argentino muestra que quien está en el poder, tiene por ello asegurado un mínimo de votos.

En la Capital Federal éste es del 15%. En el otro extremo, en provincias como Formosa, Santiago del Estero y La Rioja, dicho piso o mínimo es del 50%. Es decir que cuando a un gobernador en este tipo de provincia le va mal. tiene asegurado la mitad de los votos, y cuando le va bien puede alcanzar el 60, 70% o más.


En las provincias mencionadas, ningún gobernador ha perdido en las últimas décadas y cuando alguien ha sido desalojado del poder local, lo ha sido por intervención federal, como sucedió con Juárez en Santiago del Estero, tras medio siglo de ganar elecciones en su distrito.


La provincia de Buenos Aires se encuentra en una situación intermedia: quien está en el poder tiene asegurado un tercio de los votos.


Pero esta situación es muy diferente en el Gran Buenos Aires y el interior de la provincia.

La mayoría de los intendentes del conurbano tiene asegurado un piso del 50% de los sufragios, a partir de una estructura socio-política que se parece más a las provincias más pobres del interior.

A mayor nivel de pobreza, más se parecen los partidos del Gran Buenos Aires a las provincias del interior donde los gobernadores no pierden elecciones (como tampoco lo hacen los intendentes).

Mientras Vicente López y San Isidro, con niveles de pobreza similares a la Capital, tienen intendentes provenientes del radicalismo o del PRO, que ganan con el 40% de los votos o menos, en Florencio Varela, Ezeiza, General Sarmiento o La Matanza, con niveles de pobreza similares a las provincias más chicas del norte del país, los intendentes suelen ganar con más del 50% y a veces pueden llegar al 60% o más.