Felicidad

por Manuel Sbdar

Quizás por distraído no me había dado cuenta antes. Viajando por la Autovía 2 pasé por un primer cartel gigante con un mensaje, también gigante, que no alcancé a leer del todo. Decía algo sobre la felicidad. Fondo rojo y la marca Coca Cola.Más adelante, nuevamente el cartel. La frase: "Fábrica de felicidad". "¡Uf!, ¿no será mucho?", pensé.El viernes a la noche tuve una larga charla con Toni Puig.

¿Quién? Toni Puig es "el Gurú de las ciudades". Es un comunicador, especializado en el diseño de ciudades desde el punto de vista de su marca. Posicionar una ciudad en función de su característica cultural.

Una vida interesante, una charla apasionante. Licenciado en teología, estudió hebreo y latín, y viaja por el mundo dando conferencias sobre el tema.Últimamente estoy encontrando mucha gente del mundo de la gestión distinta a lo "convencional", difícil de encasillar. Y eso es muy bueno. La mejor descripción del discurso de Toni: su pantalón amarillo furioso.La charla completa se verá próximamente en materiabiz tv, pero quiero rescatar aquí una idea a la que dedicó bastante tiempo.

Estaba hablando del trabajo que había hecho en Barcelona para los Juegos Olímpicos. "El objetivo era que la gente se sintiera orgullosa de su ciudad y para eso ideamos el mensaje de Barcelona más que nunca. Después de diez años de trabajo, cuando le preguntaba a la gente por su ciudad contestaban: Más que nunca".¿Y cómo lo lograron?, pregunté.Insistiendo, contestó. "Insistir, insistir, insistir".

Todo es insistir.

Pero por mucho insistir, si no hay algo sólido detrás, no conseguirás nada, agregué, algo ingenuo.Si conseguirás, pero será propaganda, contestó con tono peyorativo.En ese momento, recordé a un personaje que conocí que era director de un posgrado. Con tal de convencer a unos potenciales participantes del programa que dirigía, él los animaba con una contundente frase: "Este master les cambiará la vida". Y lo hacía sin sonrojarse.

Cambiará la vida, fábrica de felicidad, ¿qué más?

No se puede (debe) comunicar lo que no se hace, no se puede (debe) comunicar lo que no se tiene, no se puede (debe) comunicar lo que no es. Tarde o temprano, te jugará en contra, pensé.

Pero el cartel rojo de la fábrica de la felicidad, sigue ahí en la ruta 2 y en mi mente.