La hoja de ruta de Matías Kulfas

Cuáles son los objetivos y la estrategia que proyecta el futuro ministro de Desarrollo Productivo


Al identificar la escasez relativa de divisas como el principal problema que enfrenta la economía local, propone un sendero de desarrollo que transite por encima de la grieta Campo versus Industria. Propone crédito barato para sectores que sumen dólares genuinos. Definiciones sobre el salario real, inflación y dólar.


Por Alfredo Zaiat






Existe una corriente política que considera que a la mayoría de la población no le interesa que le cuenten la herencia macrista y que sólo quiere saber qué se hará para atender sus urgencias inmediatas. Resulta comprensible ese comportamiento en grupos sociales devastados en estos cuatro años de otro ciclo neoliberal, puesto que necesitan respuestas rápidas para aliviar sus penurias. Diferente es la especulación que hace el oficialismo de esconder el desastre provocado difundiendo ciencia ficción, desde las mentiras planificadas de Marcos Peña con los "ocho puntos de la economía" , pasando por la realidad paralela del informe de gestión del ministro Hernán Lacunza, hasta los desvaríos por cadena nacional de Mauricio Macri. La prensa y analistas conservadores que acompañan al macrismo eluden hablar del legado de este gobierno y se dedican a adelantar lo mala que será la administración Fernández. Para la fuerza política que pasará a ser oficialismo a partir del 10 de diciembre, detallar la herencia macrista debería ser un insumo básico para realizar un acertado diagnóstico y, a partir de esa base, tener más y mejores herramientas para empezar a implementar un programa de reconstrucción económica, social y laboral.
Economía política

Para liderar ese programa de recuperación económica Alberto Fernández constituyó un equipo de economistas comprometidos con el desarrollo: Matías Kulfas, Martín Guzmán, Miguel Pesce, Cecilia Todesca, Mercedes Marcó del Pont y Alejandro Vanoli. Constituyen un grupo de economistas que está convencido de que debe estar al servicio de los lineamientos definidos por Fernández .

Se trata de una definición que no reniega del aporte técnico de profesionales del saber económico. Sólo enfatiza la necesidad de la supremacía de la conducción del poder político sobre la labor de los economistas.

Esta concepción incomoda hasta la exasperación a los conservadores, que consideran que la economía tiene una única forma de ser entendida, y que no es otra que la ortodoxa. Por ese motivo no se permiten reconocer que una economía pueda crecer en forma sostenida sin seguir sus recetas.

En el espacio de la economía se expresa una relación de poder entre diferentes sujetos sociales en un momento histórico determinado. La economía no es la asignación de recursos escasos para satisfacer deseos ilimitados. La economía es el estudio de cómo la sociedad moviliza la totalidad de sus recursos para mejorar el nivel de vida de toda la población. Cuando se introduce el tema del bienestar social aparece la controversia acerca de cómo se distribuye la riqueza. Al abordarlo se interpela al poder, que no es otro que el económico.

El vínculo del saber técnico con el ejercicio político no implica desconocer lo primero, sino colocarlo en un lugar adecuado, sin menospreciarlo, pero sin que sobrepase el necesario espacio de los aportes específicos. Las soluciones técnicas a problemas económicos deben estar subordinadas a un programa global dominado por la orientación política de un gobierno.
Dilema

Estos conceptos son necesarios para abordar con un marco analítico, alejado de la histeria mediática, cuál es la concepción económica de quien será el ministro de Desarrollo Productivo. Leer el posfacio "Pensar la economía después de Cambiemos", capítulo que se sumó en octubre de 2019 a la segunda edición del libro "Los tres kirchnerismos (Siglo XXI), lanzado en 2016, resulta revelador de cuál es la hoja de ruta de Matías Kulfas.

Ese texto ofrece definiciones económicas muy precisas. Observa que la economía argentina afronta severas dificultades para encontrar un sendero sostenido hacia el desarrollo. Ante esa restricción, Kulfas plantea que hace muchas décadas el país dejó de ser uno agroexportador, lo que no le impide destacar la relevancia indiscutible del sector agropecuario debido a que es el principal generador de exportaciones y de actividad económica en numerosos pueblos del interior. Para respaldar esa descripción, Kulfas apunta que el país se destaca como uno de los principales exportadores mundiales de soja, trigo y maíz, pero el peso de este sector en el PIB es relativamente bajo (en torno al 10 por ciento) y su contribución al empleo, muy baja y tiende a reducirse.

Destaca que el agro hace su aporte al desarrollo argentino, pero con eso solo no alcanza, a la vez que apunta que el país es uno de industrialización intermedia. Aclara de todos modos que no se trata de un sector industrial avanzado, pero rescata que producir manufacturas es un fenómeno que se verifica en pocos países, y que la Argentina está presente en ese mapa aunque ocupe allí un lugar subalterno y de baja significatividad. Propone entonces la industria del siglo XXI que es cada vez más intensiva en conocimiento y en servicios.

Este sería el camino para atender uno de los grandes dilemas de la economía argentina. Menciona que existe la contradicción de que los sectores que aseguran más divisas por exportaciones generan poco empleo y, al mismo tiempo, los sectores que generan empleo son más demandantes que fuente de divisas.

Se involucra también en la polémica acerca de "la grieta", diciendo que el conflicto entre visiones o intereses extremos y sin puntos de encuentro es el principal obstáculo para encontrar el sendero del crecimiento sostenido. Para sentenciar que agitar esa contradicción puede ser políticamente rentable en el corto plazo para ciertos sectores, pero en nada contribuirá a resolver la crisis vigente y afrontar los desafíos que vienen.
Dólares genuinos

Kulfas afirma que el principal problema de la economía es la restricción externa, que es la escasez relativa de divisas, o sea que no hay dólares para todos quienes lo demanden en la cantidad que quieran en todo momento. Esa restricción se puede relajar por muy buenos precios internacionales de materias primas de exportaciones, por disponer de abultadas reservas o por un acceso fluido al financiamiento externo. Ninguna de esas tres condiciones están presentes en el comienzo del gobierno de Alberto Fernández.

Frente a esta situación crítica, el futuro ministro de Desarrollo Productivo señala que resulta necesaria la implementación de un programa macroeconómico y productivo consistente que permita generar un excedente genuino de divisas para garantizar el crecimiento económico y afrontar los vencimientos de deuda. Para ello, dice que se requiere alinear las diferentes facetas de la política económica: fiscal, monetaria, cambiaria, productiva y financiera. En esta instancia ofrece una definición central, como adelanto de la orientación que tendrá su gestión:

"Las políticas de desarrollo productivo tendrán que priorizar la inversión en aquellos proyectos que incrementen las exportaciones y sustituyan importaciones de manera genuina".

La forma de llevar a cabo esta estrategia será con diferentes instrumentos financieros, promoviendo la financiación a tasas de fomento y a largo plazo de ese tipo de proyectos. En definitiva, la regla de Kulfas será la siguiente: a quien genere dólares genuinos se le debería asistir con financiamiento barato en moneda nacional y con plazos favorables.
¿Cómo crecer?

Retomar un ciclo de crecimiento, luego de que el gobierno de Macri culminará en recesión en tres de cuatro años, será prioridad en la administración Fernández. Kulfas propone una recuperación que tendrá que seguir un proceso "mucho más calibrado" que en el pasado, sin depender exclusivamente ni del consumo ni del gasto público. Afirma que "no es posible apostar" a un repunte económico a partir de "un shock de consumo" estimulado sólo con aumentos de gasto público o de recomposición del salario real.

Señala que es necesario montar un "aparato de relojería" que direccione de manera efectiva escasos recursos hacia inversiones que recuperen el tejido manufacturero y, al mismo tiempo, contribuya positivamente a generar un excedente de divisas que permita desplazar la restricción externa y obtener los recursos para financiar el crecimiento y los pagos de la deuda.

Respecto a la evolución del salario real, afirma que se debe estimular su recuperación pero que ese proceso habrá que implementarlo con "sumo cuidado" para evitar que la puja distributiva retroalimente los niveles de inflación. En el estado actual de deterioro de la industria, dice que es probable que los incrementos del salario real no encuentren oferta productiva adecuada y eso genere una mayor demanda de importaciones, lo que empeoraría la delicada situación externa.

Con respecto a la situación fiscal, menciona que no es holgada y, por lo tanto, no existe mucho margen por el lado de una expansión excesiva del gasto público.

Concluye entonces que se debe priorizar objetivos para asignar recursos escasos, siendo entonces tareas estratégicas el aumento de las exportaciones con la sustitución de importaciones de manera genuina.

¿Qué significa de manera genuina? La respuesta de Kulfas brinda una pieza central de lo que será su gestión:

"Entendemos como genuina una sustitución de importaciones cuando el resultado neto del proceso implica un ahorro efectivo de divisas y la implementación de nuevas prácticas productivas y tecnológicas".

En la práctica significaría que si una empresa prevé producir en el país un bien determinado que actualmente se importa, y para eso necesita incorporar componentes importados que suman aproximadamente el mismo valor que el bien final, se trataría para Kulfas de una sustitución no genuina. Se puede deducir que en esa categoría ingresa algunos productos fabricadas en Tierra del Fuego.

¿Dónde se conseguiría la sustitución deseable de importaciones? Kulfas apunta a los "clusters" en torno a los recursos naturales. Avanza sobre la premisa de "agregar valor a los recursos naturales", para señalar que es aún más importante desarrollar las tecnologías vinculadas a la explotación y/o extracción. Pone como ejemplo a Australia, que no es rica solamente por tener alimentos y minería, sino por ser un gran proveedor (60 por ciento del total) de las exportaciones mundiales de software para minería.

Kulfas propone hacer clusters tecnológicos y de ingeniería ligados al agro, el petróleo y la minería, con la expectativa de romper de esa manera la tradicional dicotomía entre recursos naturales versus industria.
Inflación

Uno de los grandes desafíos que se propuso el próximo gobierno será bajar la tasa de inflación, que la economía macrista más que duplicó desde los niveles recibidos en 2015. Pero ni Fernández ni Kulfas prometieron que bajarla será una tarea fácil, como en su momento dijo Macri.

El estrepitoso fracaso del macrismo le permite a Kulfas afirmar, sin que la ortodoxia tenga margen para salirle al cruce, que "la idea de que se trata de un problema exclusivamente monetario y de fácil resolución chocó contra una realidad mucho más compleja".

Considera que las fuentes de las tensiones inflacionarias se encuentran, en mayor o en menor medida, según la coyuntura, en la inercia, la puja distributiva, los saltos del tipo de cambio y los desajustes monetarios. Afirma que no habrá "soluciones mágicas", pero propone que una mesa de concertación de precios y salarios servirá para generar un proceso de desinflación. Dice es una condición necesaria pero no suficiente. Por eso plantea que hay que diseñar además una política monetaria y fiscal consistente con ese proceso, donde se evite la apreciación del tipo de cambio y se busque el equilibrio fiscal sustentado en el crecimiento en buenas reglas de gestión intertemporal.

Esto significa que Kulfas piensa que no hay que atrasar el tipo de cambio, como ancla inflacionaria, y que la política fiscal debe ser contracíclica: ahorrar en épocas de crecimiento y gastar más en períodos de desaceleración y crisis.

La propuesta de Kulfas para el acuerdo social es que debe articular los objetivos de crecimiento, baja de la inflación, mejora del salario –en estrecha correlación con el aumento de la producción y la productividad- y recuperación del valor de la moneda.

Reconoce que no son tareas sencillas dada la historia reciente, pero está seguro de algo: "La experiencia muestra que la receta ortodoxa no funciona".

Las protestas ahondan la brecha entre Duque y los jóvenes

El movimiento estudiantil es uno de los bloques que lidera las marchas contra el Gobierno, sumido en una crisis de popularidad

Jóvenes manifestantes marchan en Bogotá.




Iván Duque es el presidente elegido por voto popular más joven en la historia de Colombia. Se posesionó con 42 años recién cumplidos. En campaña, era evidente que el menor de todos los candidatos era también el más conservador, pero eso no le impidió conquistar más de diez millones de votos, una cifra inédita, y prometer un mandato de renovación. Sin embargo, esa paradoja ha regresado con inusitada fuerza como parte del coctel de descontento que cerca al Gobierno del Centro Democrático. En medio de la oleada de protestas que ya cumplen más de dos semanas, el mandatario ha perdido decididamente el favor de los jóvenes, protagonistas de las movilizaciones.


La imagen de Duque ha sufrido un pronunciado deterioro. En el más reciente estudio de la firma Invamer, con corte al 30 de noviembre, el 70 por ciento de los encuestados desaprueba su gestión, el punto más bajo en el año y medio que lleva en el poder. Ese declive va paralelo al de su mentor político, el expresidente Álvaro Uribe, quien después de mantener durante largos años niveles imbatibles de popularidad ahora tiene una imagen desfavorable del 66 por ciento. El desgaste es todavía más pronunciado entre las franjas más jóvenes de la población. Y en el marco de las movilizaciones, convocadas en un primer momento por las centrales obreras, las posturas frente a la protesta social también han evidenciado una brecha generacional.

El 70 por ciento de las personas entre 18 y 25 años tiene una imagen positiva del paro nacional, un apoyo que desciende gradualmente al 60 por ciento entre las personas de 26 a 40, y al 53 por ciento en la franja de 41 a 55 años, de acuerdo con un detallado estudio del Centro Nacional de Consultoría (CNC), conocido esta semana. Varios de los resultados son llamativos. Casi el 80 por ciento de los menores de 40 años está de acuerdo con que el paro significa esperanza, porque obliga al Gobierno a atender reclamos justos de la sociedad. Y el 65 por ciento de los adultos menores de 25 años afirman que han salido a manifestarse o han querido hacerlo. “El partido de Gobierno está en las antípodas de la calle, y los jóvenes se están expresando en la calle”, dijo a EL PAÍS Carlos Lemoine, fundador del CNC.

El principal reclamo de los estudiantes, que han marchado en varios momentos durante el Gobierno Duque, es aumentar los fondos de la educación pública. “A las denuncias de incumplimiento al movimiento universitario, se suman las condiciones hostiles para ser joven en Colombia”, escribió Alejandro Palacio, uno de los principales líderes estudiantiles, que se sientan junto a los sindicalistas en el comité nacional del paro, en una columna en el periódico El Colombiano. “La violencia, el desempleo y la falta de oportunidades nos agobian cada noche y cada día. Ante esto, el Gobierno ha sido ciego y sordo. Los jóvenes en el marco de las protestas actuales no estamos pidiendo la renuncia de Iván Duque, le estamos pidiendo al presidente que escuche a todo el país, no solo a su partido”, le reclamaba en ese texto.
 
El Ejecutivo intentó en un primer momento poner el foco en los disturbios aislados, dar a las movilizaciones desatadas a partir de la huelga del 21 de noviembre un tratamiento de orden público. Después, aunque aceptó abrir una gran “conversación nacional”, también ha culpado a sectores de oposición. Sin embargo, desde una perspectiva histórica, ha sido una de las movilizaciones más grandes y pacíficas que ha vivido Colombia.

“Ha sido una manifestación de los jóvenes. De una nueva generación que no va a caer en la trampa en la que cayeron los movimientos anteriores, que fue usar una violencia que justifique una respuesta violenta mayor de parte del Estado”, le dijo el reputado historiador Jorge Orlando Melo al periódico El Tiempo. “Son jóvenes que además, con seguridad, no son militantes de ningún movimiento político. Y que no están organizados, lo que lleva a que no haya un proyecto único en las marchas. Los une la queja por muchas cosas: la calidad de la educación, la reforma de las pensiones, las causas ambientalistas, la corrupción. Es un proyecto muy difuso”, opina el autor de Historia mínima de Colombia. Los une el desencanto, el rechazo a la clase política y un profundo malestar frente al Gobierno, los resultados económicos y sus perspectivas de vida.


En las movilizaciones, los estudiantes de las universidades públicas y privadas se encontraron por fin, algo inusual en el país andino, apunta la columnista y escritora Yolanda Reyes, experta en educación y pedagogía. Es una nueva generación de ciudadanos, muchos de ellos son los primeros en sus familias que acceden a la educación superior, a veces con grandes sacrificios. Por eso perciben a Duque, hijo de un exministro, en la otra orilla, como un representante de una generación de privilegios. “El mundo joven va por un lado que no es institucional, no es institucionalizado, no tiene corbata”, agrega Reyes. El Gobierno puede retratarlos como “los nuevos bárbaros”, una horda sin voz ni ideas, o considerarlos como los ciudadanos que son, incluso los menores de edad, tal como lo contempla la Constitución, advierte. “No tienen nada que perder, no están dispuestos a esperar, y se encuentran con un señor que recita eslóganes. Si miramos un poco más allá, este Gobierno no ha tenido una narrativa que cohesione con un proyecto de país, más bien ha desmontado la narrativa de la paz”.




“Yo quiero estudiar/para cambiar la sociedad”, reza uno de los cánticos más repetidos en las marchas por estos días. Pero ni todos los jóvenes son universitarios, ni el movimiento estudiantil agota las explicaciones. El analista Fernando Posada, politólogo de 27 años, apunta a otros dos factores que desconectan al presidente de las nuevas generaciones. En primer lugar, la llamada consulta anticorrupción, que con Duque recién posesionado obtuvo casi 12 millones de votos aunque no alcanzó el umbral necesario para hacerla vinculante. “Tuvo una oportunidad maravillosa de instalar una agenda de lucha contra la corrupción en su programa de Gobierno, pero ignoró ese llamado popular en el que claramente los jóvenes tenían una participación muy grande”, señala. Otra explicación está en la férrea oposición del uribismo a los acuerdos firmados con la extinta guerrilla de las FARC. “En la calle, en las urnas, desde el activismo y las redes sociales, la juventud colombiana apoyó de manera decidida el proceso de paz. Aunque el Gobierno argumenta que ha venido cumpliendo el acuerdo, claramente no es una prioridad, ni una bandera, luego eso también es una inmensa frustración para los electores jóvenes”.


Antecedentes


El 24 de noviembre de 2016, tras más de cuatro años de intensas negociaciones, el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) suscribieron el Acuerdo final para la finalización del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera. Durante ese tiempo, el ex-presidente Álvaro Uribe, quien gobernó Colombia entre 2002 y 2010, se concentró en la creación de un nuevo partido político, el Centro Democrático (CD), enfocado en la firme oposición contra el proceso de paz.


En las elecciones de 2014, mientras el proceso de paz todavía se encontraba en negociaciones que provocaban una creciente polarización ciudadana, CD obtuvo una copiosa votación que le permitió ocupar una buena cantidad de escaños en el Congreso. Además, ganó la primera vuelta en las elecciones presidenciales, pero perdió la segunda por un estrecho margen. Cultivando el poder alcanzado y la resonancia de sus mensajes entre un amplio sector de la opinión pública, CD lideró la campaña por el «No» en el plebiscito que el presidente Juan Manuel Santos convocó dos años después para que la ciudadanía refrendara los acuerdos de paz.


Tras el triunfo del «No» en el plebiscito, el gobierno y las FARC tuvieron que renegociar el Acuerdo sobre la base de las propuestas de la coalición ganadora. Sin embargo, la única modificación que no pudo aceptarse en La Habana fue precisamente aquella cuyo mensaje tenía más resonancia entre el uribismo: la oposición a la «paz con impunidad», es decir, a la participación política de los ex-comandantes guerrilleros, sin que antes hubieran cumplido sus condenas en el marco de la justicia transicional. El nuevo Acuerdo de Paz fue entonces ratificado rápidamente por el Congreso, lo que fue aprovechado por la oposición, liderada por el ex-presidente y ahora senador Uribe, para generar la sensación de que Santos, las FARC y los partidos de la coalición de gobierno no habían honrado la voluntad del pueblo.


Desde ese momento, y ante la premura de la siguiente contienda electoral, la coalición de gobierno se fue erosionando y el ímpetu legislativo que requería la implementación del Acuerdo fue desvaneciéndose. Aunque buena parte de sus elementos centrales lograron concretarse, otros tantos quedaron truncos. Entre estos últimos, se destacan los que buscaban lograr una mayor participación política de las organizaciones sociales en los territorios más afectados por el conflicto y aquellos que establecían medidas más robustas de seguridad para los líderes sociales y los ex-combatientes.


Las campañas para Congreso y a la Presidencia profundizaron la polarización de la ciudadanía, en consonancia con la lógica de confrontación política del momento, caracterizada por la difusión (sobre todo en las redes sociales) de mensajes engañosos y ejemplificada por la campaña por el Brexit, la de Donald Trump y la del mismo «No» en el plebiscito. El triunfo de CD en las elecciones legislativas de marzo de 2018 fue contundente: obtuvo la mayor cantidad de curules en el Senado (19 de 108) y la segunda mayor en la Cámara de Representantes (32 de 172).


El candidato a la Presidencia por CD, Iván Duque, quien desde el Senado había liderado junto con Uribe la campaña del «No», llegó a la primera vuelta presidencial con más de siete millones y medio de votos. El segundo lugar lo ocupó un ex-combatiente de una de las guerrillas desmovilizadas en el marco de la Asamblea Constituyente de 1991, el M-19, ex-congresista y ex-alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, con casi cinco millones de votos. En la segunda vuelta, resultó ganador el candidato de CD, con casi 10,5 millones de votos, frente a Petro, quien obtuvo ocho millones.


Aunque Duque adoptó un tono medianamente conciliador desde su campaña y aún más desde su posesión, en la práctica ha asumido posiciones conservadoras y ha tomado medidas tendientes a minar aún más la implementación íntegra y eficaz del Acuerdo de Paz. Entre ellas, las más sobresalientes han sido sus objeciones, casi letales, contra la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y su viraje hacia la adopción de políticas más agresivas en la lucha contra el narcotráfico.


El «subpresidente» y la violencia


Sin embargo, la sensación prevalente entre la opinión pública es que Duque cumple un papel de «subpresidente», como lo llaman jocosamente, dada la percepción de que fue elegido bajo la égida de Uribe y de que el ex-presidente y senador tiene un enorme ascendente en la asignación de altos cargos en el gobierno. En ese sentido, si bien la bandera programática de Duque es la «economía naranja», bajo la superficie se puede ver una especie de retorno a la «seguridad democrática», que incluso ha conducido a que se vuelvan a adoptar políticas que incentivan el conteo de cuerpos, como aquellas que produjeron las miles de ejecuciones extrajudiciales conocidas en aquel entonces como «falsos positivos». A esto se ha sumado el asesinato sistemático de alrededor de 1.000 líderes sociales, ambientalistas, defensores de derechos humanos e impulsores de procesos judiciales que buscan restituirles sus tierras a las víctimas del desplazamiento forzado y el despojo. También han sido asesinados alrededor de 100 ex-combatientes de las FARC, incluyendo un sonoro caso de homicidio premeditado por parte de una unidad del Ejército, y decenas de indígenas y campesinos, principalmente en los departamentos de Cauca, Nariño, Antioquia y Córdoba.


Este contexto de exacerbación de las violencias, que ha tenido un alto impacto en la conciencia colectiva de la nación, recibe distintas lecturas desde las diferentes orillas del espectro político. Para algunos, es un legado de la «paz con impunidad», que dejó tanto disidencias de la guerrilla como incentivos que alimentan la violencia producto del narcotráfico. Para otros, es un contexto que responde a la lenta y tortuosa implementación íntegra del Acuerdo de Paz, especialmente de sus componentes de desarrollo rural y de garantías de seguridad para los líderes políticos y sociales. El debate entre estas posiciones caldea los ánimos e incrementa la polarización.


La muerte de alrededor de 18 niñas y niños tras un bombardeo de las fuerzas militares a un campamento de disidentes de la guerrilla terminó siendo la gota que rebasó la copa, y la presión social y política condujo a la renuncia (con homenaje por parte del presidente) del ministro de Defensa. Este fue reemplazado en su cargo por el funcionario que venía ocupando la cartera de Relaciones Exteriores, también del círculo cercano del senador Uribe, quien venía jugando un papel central en el concierto internacional junto con el ex-vicepresidente Francisco Santos, actualmente embajador en Washington, para presionar una transición política en Venezuela. A su vez, el fiscal general, también cercano al gobierno y a CD, tuvo que renunciar en medio de controversias sobre su anterior papel como abogado de la firma con mayor responsabilidad en el escándalo de corrupción de Odebrecht en Colombia.


Por todo esto –el sabotaje del Acuerdo de Paz, el recrudecimiento de la violencia contra líderes sociales y ex-combatientes, el retorno de políticas que incentivan las violaciones de derechos humanos, los escándalos de corrupción y el intervencionismo en Venezuela–, al paro nacional convocado por los sindicatos y los movimientos sociales se le sumó tanta gente, sobre todo jóvenes, de manera espontánea. Originalmente, el paro tenía demandas en contra de las reformas impulsadas por el gobierno y el sector privado sobre pensiones, impuestos, condiciones laborales, medio ambiente y recursos para la educación pública. Sin embargo, acabó siendo un paro contra una situación que excedía por mucho a esas demandas y que se sintetiza en la violencia existente en el país.


Ante la convocatoria y la creciente popularidad del paro, el gobierno y CD reaccionaron estigmatizando las protestas con predicciones de que habría vandalismo y violencia. Se llevaron a cabo allanamientos (presuntamente ilegales) de sedes de organizaciones de izquierda y de medios de comunicación alternativos. Además, se militarizaron las ciudades.


Como una promesa autocumplida, los pocos desmanes que se produjeron en medio y al margen de las monumentales marchas pacíficas fueron intencional y no intencionalmente amplificados por algunos políticos, los medios de comunicación y las redes sociales, y se sembró tanto pánico en las ciudades de Cali y Bogotá que la policía no pudo dar abasto ante la cantidad de llamadas de auxilio por parte de vecinos que pensaban que hordas de vándalos estaban invadiendo sus conjuntos residenciales (que terminaron siendo falsas alarmas). La situación condujo a que se declarara el toque de queda en esas dos ciudades y a que las primeras declaraciones del presidente Duque se centraran en los desmanes y no en las demandas de los cientos de miles de marchantes.


Ante eso, la ciudadanía, de nuevo de manera espontánea, inició un cacerolazo, primero desde las ventanas y luego, desafiando el toque de queda, en las calles. Esto incitó un llamado a la continuación de las marchas y las protestas que contó con una masiva participación durante los días posteriores al día inicial del paro. Como respuesta, el presidente Duque llamó a una «conversación nacional» improvisada y desordenada, a la que no ha invitado a la gran diversidad de organizaciones convocantes del paro nacional, ni siquiera a algunas de las más importantes. Mientras tanto, funcionarios del gobierno, como la ministra del Interior, y políticos del CD, como la senadora Paloma Valencia, continúan asumiendo un discurso confrontativo y de estigmatización de la protesta social.


Según una reciente encuesta, la mayor parte de la ciudadanía apoya el paro, pero una parte aún mayor quiere que todo vuelva pronto a la normalidad. La gente siente que las cosas van por mal camino y la aprobación del presidente está en su punto histórico más bajo (21%). Ya se viene diciembre y, por ahora, las protestas continúan.

Francisco:"a Europa vuelven populismos, fuera de la realidad"



El Papa se expresó sobre los populismos europeos Los populismos se afirman cada vez más en Europa, porque "no se escucha la realidad tal como es", dijo el papa Francisco hablando, en forma espontánea, con los jesuitas de la revista Aggiornamenti Sociali. Hoy "en Europa estamos viviendo el perjuicio de los populismos, los países se cierran y vuelven las ideologías. Pero no solo nuevas ideologías, alguna hay, pero vuelven las viejas, las viejas ideologías que hicieron la Segunda Guerra Mundial", agregó.

"¿Por qué? Porque no se escucha la realidad como es. Hay una proyección de lo que yo quiero que se haga, que yo quiero que se piense, que haya... Es un conjunto que nos hace sustituir a Dios creador: nosotros nos ocupamos de la situación y actuamos, la realidad es lo que yo quiero que sea. Ponemos filtros. Pero la realidad es otra cosa. La realidad es soberana. Guste o no guste, pero es soberana. Y yo debo dialogar con la realidad", concluyó.

La canciller Merkel visita Auschwitz por primera vez:"La memoria de los crímenes nazis es inseparable"de la identidad alemana"



La canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki (a la izquierda de la canciller), a su llegada al campo de concentración de Auschwitz.

La canciller alemana, Angela Merkel, ha visitado este viernes por primera vez en sus 14 años de mandato Auschwitz, el mayor campo de exterminio nazi, situado al sur de Polonia y en el que fueron asesinados más de un millón de prisioneros, en su mayoría judíos, durante la Segunda Guerra Mundial. En la visita, dotada de una profunda carga política, Merkel confesó sentirse “profundamente avergonzada por los atroces crímenes que cometieron los alemanes", que "van más allá de todos los límites imaginables".

Acompañada del primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, Merkel llegó a Auschwitz poco después de las once de la mañana vestida de riguroso negro. Ambos cruzaron la entrada del campo, bajo la verja con el ominoso lema “Arbeit macht frei” (el trabajo libera), y guardaron un minuto de silencio ante el Muro de la Muerte —el paredón donde los nazis fusilaron a decenas de miles de prisioneros—, ante el que depositaron flores. Merkel subrayó que la memoria de los crímenes nazis es "inseparable" de la identidad alemana, en una clara condena del discurso de la extrema derecha germana que cuestiona la cultura del arrepentimiento.

"Cuando se recorre este lugar, una solo puede guardar un respetuoso silencio —afirmó Merkel—, porque no hay palabras para describir toda la tristeza y el sufrimiento de quienes fueron asesinados, torturados y humillados aquí". “Nunca debemos olvidar, y tampoco relativizar (…) lo que ocurrió aquí no se puede entender con sentido común”, dijo tras recorrer el campo con representantes de la comunidad judía y un superviviente del Holocausto, Stanislaw Bartnikowski, de 87 años. La visita coincide con el décimo aniversario de la Fundación Auschwitz-Birkenau, de la que Alemania es el principal donante (el jueves Berlín anunció la concesión de 60 millones de euros).

Merkel visitó un barracón donde se muestran latas vacías del gas Zyklon B usado en las cámaras de exterminio, y algunas dependencias de Birkenau, la estación término de los llamados ferrocarriles de la muerte. En vísperas de la visita, Merkel había advertido en Berlín de que uno de los objetivos de su Gobierno es asegurar que la comunidad judía pueda vivir en Alemania sin miedo. “Alemania no tolerará ningún acto de antisemitismo”, dijo este viernes en Auschwitz. En octubre, dos personas fueron asesinadas a tiros en un intento de asalto a una sinagoga en Halle (Sajonia, este del país) durante la celebración de la festividad de Yom Kipur.

“No es retórica advertir hoy de nuevos crímenes inspirados por la intolerancia. También hoy día, el racismo y los delitos motivados por el odio están experimentando un nuevo auge. El antisemitismo amenaza actualmente la vida de los judíos en Alemania y Europa”, añadió la canciller, calificando el ejemplo de Auschwitz de imperativo para "proteger la dignidad de nuestro prójimo”.

Consciente de que se encontraba en Polonia, donde el discurso oficial pugna por marcar distancia de las atrocidades nazis incluso mediante intentos de persecución penal, y evitar que medios e historiadores hablen de campos de concentración polacos, la canciller quiso subrayar el hecho de que Auschwitz operó entre 1940 y 1945 "en la Polonia ocupada" —los nazis la habían anexionado en 1939, cuando comenzó la Segunda Guerra Mundial—, "por lo que no queda lugar a dudas de que Auschwitz es un campo de concentración alemán, dirigido y administrado por alemanes". “Quiero enfatizar esto y dejar claro que nosotros [los alemanes] no rehusamos asumir la responsabilidad de los hechos que se desarrollaron” en Auschwitz.

Aunque los medios alemanes calificaron de histórica la visita, no es la primera vez que un jefe de Gobierno alemán visita Auschwitz (antes lo hicieron Helmut Schmidt, en 1977, y Helmut Kohl, en 1989 y 1995), pero sí es una novedad que la ultraderecha de Alternativa para Alemania (AfD, en sus siglas alemanas) esté representada en el Reichstag y en los parlamentos de algunos Länder.

Durante su mandato, la canciller ha visitado Ravensbrück, Dachau y Buchenwald, antiguos campos nazis en Alemania, pero también el monumento al Holocausto de Yad Vashem, en Jerusalén. En 2008, fue la primera jefa de un Gobierno alemán que pronunció un discurso en la Kneset, el Parlamento israelí, donde recordó "la vergüenza" que mancha a los alemanes. Desde hace 23 años, el 27 de enero se celebra el día en recuerdo de las víctimas del nazismo en Alemania.

El recinto del antiguo campo de concentración y exterminio de Auschwitz-Birkenau, que en 1979 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, abarca unas 200 hectáreas de terreno en las que se levantan 155 edificaciones y 300 ruinas, incluidas las de las cámaras de gas y los crematorios.

Evo Morales viaja a Cuba y ultima su salida definitiva de México para instalarse en Argentina

El expresidente boliviano planea trasladarse al país austral para tener un contacto más directo con los dirigentes de su partido

Evo Morales, expresidente boliviano, en Ciudad de México. En vídeo, entrevista de EL PAÍS a Morales tras su salida de Bolivia.

El expresidente de Bolivia Evo Morales estudia su salida definitiva de México, donde ha permanecido como asilado político desde hace casi un mes, después de renunciar a la presidencia de su país tras las presiones populares y de los militares. Morales ha salido este viernes del país con dirección a Cuba y tiene pensado instalarse después en Argentina, una vez que Alberto Fernández tome posesión del cargo, el próximo martes.

Morales ha partido de México en un vuelo comercial. Las fuentes consultadas aseguran que el avión no ha salido desde el aeropuerto de Ciudad de México. Tras el adelanto de la noticia por EL PAÍS, la Cancillería mexicana ha confirmado el viaje: "Según nos informó, se trata de un viaje temporal", ha asegurado el portavoz de Exteriores, Roberto Velasco, a través de Twitter. El Gobierno mexicano ha brindado tanto a Morales, como al que fuera su vicepresidente, Álvaro García Linera como a la exministra de Salud, Gabriela Montaño -que le acompaña en el viaje a Cuba- una identificación que, como asilado, le permite entrar y salir del país.
 
La intención de Morales, según las mismas fuentes, es instalarse en Argentina para poder estar más cerca de su país y poder reunirse con los dirigentes de su partido para ultimar los detalles de la candidatura con la que el Movimiento al Socialismo (MAS) concurrirá a las próximas elecciones, aún con fecha por concretar. Cuándo decidirá partir hacia Argentina es aún una incógnita. Las autoridades mexicanas han recomendado al exmandatario boliviano que se desplace siempre desde México, en vuelo comercial.

Morales buscaba asistir a la toma de posesión de Alberto Fernández, el próximo martes, pero desde Argentina, el equipo del aún presidente electo le han transmitido que es mejor que espere a que asuma el cargo, pues antes no le pueden dar todas las garantías de asilo y seguridad, ya que sería una decisión que aún depende de Mauricio Macri. En ese caso, Morales esperará hasta la próxima semana o la siguiente, según las fuentes consultadas, para volar hacia Argentina. No obstante, no está descartado que se desplace directamente desde La Habana. El exmandatario cubano Raúl Castro ha sido invitado a la toma de posesión de Fernández.

El expresidente boliviano aspira al asilo en Argentina para poder tener un contacto más directo con los dirigentes de su formación, el Movimiento al Socialismo. No obstante, uno de los aspectos que más le preocupa al entorno del mandatario, según las fuentes oficiales mexicanas, es la seguridad, ya que dan por hecho que en México está más protegido. Desde que llegó al país norteamericano hace casi un mes, Morales ha pasado la mayor parte del tiempo en una base militar del Gobierno mexicano y en la última semana se había desplazado ya a una casa particular.

Morales llegó como asilado político a México el 12 de noviembre, dos días después de renunciar a su mandato y tras aceptar el ofrecimiento del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador. México se hizo cargo de sacar del exlíder boliviano de la región cocalera donde se había resguardado, una odisea en la que estuvieron implicados varios Gobiernos latinoamericanos -algunos, como el de Perú, no permitió que el avión aterrizase en Lima a la vuelta, aunque sí sobrevolar el espacio aéreo- y el presidente electo de Argentina, Alberto Fernández.

El expresidente llegó a México acompañado por su vicepresidente, Álvaro García Linera, quien también estudia la posibilidad de instalarse en Argentina. Según las fuentes consultadas, García Linera tampoco descarta permanecer en México, donde se ha recibido una serie de ofertas para poder impartir clases en universidades.

La primera medida contra el hambre


Cómo funcionará la tarjeta de alimentos para madres con niños menores de 6 años


El problema del hambre en la Argentina afecta de manera particular a los niños

Una tarjeta inteligente para comprar alimentos, destinada a madres de niños menores de 6 años y referentes de comedores populares; un seguimiento de la calidad de los productos comprados para fortalecer una política nutricional y la eliminación del IVA a productos de la canasta básica, pero sólo para sectores vulnerables, forman parte de las primeras medidas del plan nacional contra el hambre que diseña el presidente electo, Alberto Fernández.

El plan contempla, además, el apoyo a las producciones regionales y a los movimientos sociales.

Estos serán los ejes del trabajo de Daniel Arroyo, presentado hoy como futuro ministro de Desarrollo Social por el presidente electo.

"En un país que produce alimentos, comer es un derecho. Es una regla, no es un debate", dijo a Télam el flamente funcionario. Además, anticipó que se va a implementar una tarjeta de alimentos "para orientar y acompañar a las madres de hijos menores de 6 años".

"Estamos yendo a una generación de chicos petisos y obesos porque están basando su dieta en fideos, harinas y arroz. El problema de malnutrición es grave", añadió Arroyo.

Sobre el Plan contra el Hambre especificó que se va a concretar "de abajo hacia arriba". Y consideró que "el apoyo a las producciones y comercios regionales es central".

"Hoy no hay otra opción que el diálogo, porque tenemos que establecer acuerdos mínimos", analizó el futuro ministro.

"La gente se endeudó y dejó de comprar alimentos, algo que es vergonzoso", agregó.

También señaló que "los movimientos sociales son parte de la solución en la Argentina".

Arroyo, abogado y especialista en políticas públicas ocupará la cartera de Desarrollo Social , luego de la asunción como presidente de Fernández.
Cómo funcionará la tarjeta de alimentos

El programa llevará como nombre "Argentina contra el hambre".

"Vamos a implementar una tarjeta de alimentos, que no permite extraer dinero sino comprar alimentos, se carga y se compra", explicó Arroyo hace unos días, y precisó que "la tarjeta de alimentos va a ser monitoreada para tener registro de los productos que se compran, así un conjunto de nutricionistas podrá orientar y mejorar la calidad de lo que consumen los chicos, ya que hoy existe el problema de la malnutrición".

Entre otras precisiones, el legislador dijo además que "el monto de la tarjeta se va a definir más cerca del 10 de diciembre", y aclaró que "el puntero político no va a poder darla porque la tarjeta la va a otorgar el banco público".

También precisó que, en una primera etapa, la tarjeta se entregará aproximadamente a 2 millones de beneficiarios en todo el país -actualmente 8 millones de personas reciben asistencia alimentaria- y que "las escuelas cumplirán un rol clave" en el programa contra el hambre.

Arroyo indicó también que los fondos para esta nueva ayuda "se reorganizarán de partidas que ya existen: este año se destinaron para ello 27 mil millones, y para el año que viene están previstos 40.000 millones, que se reasignarán sin tener un pacto fiscal ni cobrando un nuevo impuesto".

De esta manera, buscan cumplir con lo dispuesto en la ley de emergencia alimentaria, que fue prorrogada recientemente hasta 2022, un reclamo que vienen sosteniendo las organizaciones sociales.

La tarjeta se entregará también a referentes de comedores populares, "con un monto un poco mayor, y lo que compren también será codificado y monitoreado para acompañar una política nutricional", amplió en declaraciones a radio Nacional.

Place Branding in Poland: Challenges, Success Strategies and Trends | Interview with Piotr Lutek




If you thought place branding practice looks the same no matter where you are in the world, well – think again. There are significant differences in how the branding of cities or destinations – or indeed entire regions and countries – is approached across the globe. Piotr Lutek, Managing Director of boutique place marketing agency Synergia, in this interview introduces us to his place branding work in Poland. Read about the challenges, success strategies and the trends to keep an eye on.
Piotr, at Synergia you specialize in creating and reviving brands of places, as well as consumer products. Do you remember the first time you heard about “branding” in the context of cities or regions?

It feels like it was ages ago. 2006 perhaps, when I was looking for a good topic for my dissertation. Place branding seemed very fresh and it really was. Only a few books available. White space to explore. Then I set up Synergia and started the consulting business. My doctoral thesis is still ongoing, but I hope to have it finished by next June. Working for cities and regions is so time-consuming that other activities must wait.
In your view, what is city branding all about? And how does it relate to the concept of place marketing?

Good question. There are many different definitions and approaches.

Personally, I am most intrigued by changes that a certain place triggers in anyone who experiences it. Something must happen in the customer’s mind. Basically, the relation should be two-sided, because places also derive from people visiting them, or living there. If this exchange is working and growing, place brands can emerge.


Place marketing is, in my opinion, some kind of engineering. Resources converted to products/benefits, then transferred to chosen people to make their life better and easier. It is tactical. Place branding, on the other hand, is more about feelings and beliefs.
Place Brand Trigger is the methodology you use for place brand implementation. In a nutshell, how does it work?

Easier said than done. This is a general problem of almost all place branding projects in Poland. On a paper you can put anything you like concerning values, brand idea or desired outcomes. Key initiatives as well. So often we have a brand strategy document ready and…nothing happens, or implementation gets messed up.

That was the starting point for Place Brand Trigger. We developed a simple, 12-fields matrix that helps place marketing teams to go smoothly from brand strategy birth to its implementation and management.

In the rows you get the most important areas of management, like the organization that should be behind a brand, product, communication and experience. The columns represent the three crucial phases of place brand development: incubation, animation and maturation. Each field of the matrix consists of set of tasks to do and precisely determines goals to achieve.
How can branding be a driver of economic growth for cities and regions, such as in Central and Eastern Europe?


Place branding has an enormous impact on the economic performance of any city or region. There are obvious benefits, like boost in sales of a place’s products and services, a stable position in consumers’ consideration set, but also mental strength of residents and investors – how likely and willing they are to set up new businesses.


For places located in Central and Eastern Europe, incremental value can be generated by creating strong place brands. I would call it “the shortest way to European standard of welfare.”

Why is it so? To understand this statement properly, you have to go back 70 years, to the time when the new deals after WWII were established. Due to the long-lasting Soviet occupation, many parts of this region had no chance for regular growth, due to limited access to relevant knowledge, money and customers.

Nowadays, branding is one of most powerful tools to reduce this gap and to keep up with the West, by changing people’s attitudes, strengthening perceptions of high quality and increasing awareness.

My home city, Lublin is a good example. Since 2007, the year when the strategy “The City of Inspiration” was launched, everything has changed. Much more visitors from all over the world, a huge number of investments and new business activities. The city is pretty much alive, with the Old Town often extremely crowded. Lublin as place to visit, work and invest is working well, and has great prospects for the future.
Reducing the many facets of a city or region to one overarching theme for effective positioning can be challenging. How do you go about this – what do you advise your clients?

Simplicity always pays off. That is my most important piece of advice every single time when the future position of a place is discussed. By simplicity I mean: promise only a value you can deliver. “Overpromising” is a common mistake made by many places.


The temptation to tout yourself as the best place for anyone, for anything and anytime is really strong and we have to work hard to bring place marketing teams down to reality.

Many place marketers know that the sweet spot for effective positioning is between our resources and competencies, unfulfilled customers’ needs and a white space of the market.

However, few seem to remember that it’s not about “the best we have to give”. The right question is: “what we are able to propose better than others that helps consumers to live, work and achieve their goals better, faster, cheaper or smarter?”

Once you realize this, you’re on a straight way to success.

My third advice to clients concerns testing the idea on which a place will be positioned: how different is it from other places, and to what extent will current experiences in the city be in line.

My last advice for any place marketer who is facing a positioning process: watch Australia’s 2008 promo campaign “Come Walkabout”:


Andrew Hoyne in his interview points out that there is an unfortunate trend towards a superficial design approach, often resulting in a graphic campaign rather than a strategic brand solution. Is this something you also witness?

Definitely. I also have many examples of that kind from Poland. It results from misunderstanding the core of branding. It is commonly forgotten that a brand with its equity is among a place’s most valuable assets: unique and very hard to copy.

There are three main reasons for the situation you mention. First, local authorities are unaware of the role a brand can play in creating a competitive advantage for a place. They can easily imagine new roads, swimming pools or even facilities for new investments, but it’s much harder for them to understand that something is happening in consumers’ minds and that they are able to drive this process. So, they regard branding only as a promomotional issue and spend money on harmful and expensive campaigns, often widely spread and broadly targeted but not linked to real requirements.

Secondly, heritage. You probably do not know about the case of Kazimierz Dolny, a very small, lovely town in eastern Poland. Full of art galleries, cultural events and lots of visitors year by year. Everything started in 1925 when some young artists decided to settle down there due to the magnificent scenery. The almost 100 years of heritage have created a brand too strong not to be considered. Even though the mayor’s office is not clearly brand-oriented, residents are and know very well how to sustain this source of local welfare.

Lastly, short-term thinking. There is a significant lack of patience among city or regional authorities and their staff responsible for brand management. They are not able to face the fact that place branding is a long journey, not a short sprint.
Which trends or changes do you observe in how cities and regions in Poland approach place branding?

Concerning place branding, I can divide Polish cities and regions into two groups. The first one includes the places that have made the most of European grants, launched their brand properly and step by step have been moving forward. Still investing in brand communication, they also work on customer experience and new products for different segments. A few of them have understood the benefits of placemaking and the importance of local community engagement.

The others are running around in circles. The dead-end group with a superficial design approach, or even withdrawing from the “brand project” altogether. This group is much bigger than the first one.
What does city branding need, to be successful?


You need to find:
a powerful idea for positioning
a good benchmark city to get inspired (but don’t copy it!)
the right people to manage your brand
local community endorsement
enough time to wait for initial results
Which aspects of the place branding process do your clients struggle most with?

Each case is different and should be considered separately. But of course there are some common problems places face constantly: lack of funding for brand building or local elections can easily disturb or even interrupt the process. One of the biggest cities in Poland, Poznań is a good example of this.

But maybe a not so obvious problem lies at a tactical level – going better versus going unique. It’s easy to fall into the trap of spending money on copying or improving solutions already implemented by other places and getting poor results at the end of the day. If something works in NYC, there is no guarantee it will work in Warsaw.


A place should appreciate and understand its identity – culture, history, specific character of people, some kind of local tension or spirit – and create a brand on this basis. Find and go your own way. For more than 10 years we have been trying to convince cities and regions to adopt this point of view.
Which cities or regions have inspired you recently for their innovative approach to place branding?

I’ve never been to Las Vegas, but I find this city a good example to follow in terms of effectiveness, cohesiveness in brand building and uniqueness of the brand idea. The city settled in the middle of nowhere, barely 100 years ago. Unbelievable story and great case to learn and get inspired. A pure concept and consistent actions are enough to accomplish global no 1 position among cities for entertainment.
Anything else you’d like to mention?

Place branding is not about a tagline or logo. It’s about the place’s contribution to the world and how it connects with global values.

Thank you, Piotr.

Vuelve Zamba

El cineasta Tristán Bauer, que quedaría al frente de la Secretaría de Cultura en el Gobierno de Alberto Fernández, anunció que el dibujito Zamba de Paka Paka volverá a la televisión.


El cineasta Tristán Bauer, que quedaría al frente de la Secretaría de Cultura en el Gobierno de Alberto Fernández, anunció que el dibujito Zamba volverá a la televisión.

"Yo tengo que decir gracias a la vida, por haber estado al frente de Canal Encuentro, PakaPaka, el Bicentenario, la TV y la Radio Pública", aseguró Bauer y "no tengan dudas de que vuelve Zamba y vuelve mejor".

Hizo referencia, de este modo, al personaje animado que fue un emblema de la última etapa del kirchnerismo en el Gobierno.


"En estos cuatro años tuve la suerte de estar muy cerca de Cristina con una cámara y también de viajar mucho por Argentina", contó en diálogo con El Destape Radio.

El dueño de Guaymallen le hizo caso a las redes

Con buen olfato, leyó el reclamo de los fans y vende 12 millones de alfajores de fruta al mes. Dice que hay que "apoyar a muerte" a Alberto Fernández y busca operarios para su nueva planta. Sus ventas aumentaron un 30% este año.
"Hay que hacerle caso a la gente, el consumidor manda", aseguró Basilotta

Nadie puede negarle a Hugo Basilotta su buen olfato. El dueño de la fábrica de alfajores Guaymallen, todo un influencer, leyó en las redes que le pedían que lanzara el triple de fruta y les hizo caso. Lo lanzó hace 20 días y ya vende tres millones de alfajores de membrillo por semana, 12 millones al mes.

"Nos preparamos, pero la demanda nos superó. Hay que hacerle caso a la gente, el consumidor manda. Las plantas trabajan las 24 horas, los dos turnos noche producen el triple de fruta. Hasta trabajamos los sábados por este alfajor", contó Basilotta a BAE Negocios desde una de sus dos plantas de Mataderos.

Guaymallen produce 2 millones de alfajores por día, trabaja al 100% de su capacidad. Fabrica un 40% de chocolate, un 40% de dulce de leche y un 20% de fruta. Cuenta con un plantel de 200 operarios.

Hace pocos días armó un revuelo en las redes cuando mostró la producción del triple de fruta y probó el dulce de membrillo desde el pote. Tuvo que salir a aclarar que el pote de "caviar", como le dice al dulce, es sólo para él, porque los procesos están automatizados.

"Cuando me tocan la empresa o la familia me sale la sangre italiana y peleo a muerte. Con mi mujer, Cristina Fernández y mis cuatro hijos, pasamos 12 horas en la fábrica. No veo a nadie que muestre su fábrica, voy a seguir subiendo videos, la marca es muy querida", disparó Basilotta.

El dueño de Guaymallen contó: "El dulce es pulpa de membrillo pura, sin ningún aditamento y química. Lo bauticé 'caviar'. Lo produce una pyme de Monte. Lo tengo loco al pobre muchacho, ya pasó de entregarme 120.000 a 160.000 kilos mensuales".

Los número que maneja son imbatibles. El imperio Guaymallen consume 600.000 kilos por mes de dulce de leche Vacalín, el mismo que usan los alfajores más cotizados del mercado. Compra 200.000 kilos de harina mensuales: los molinos van a llenar los silos dos veces por semana. Y en cuestión de azúcar, compra 120.000 kilos de azúcar por mes, como no llega a granel, va por cañería directo a la masa.

A mitad de año había lanzado al mercado un alfajor premium. "Era muy bueno, pero tuvimos que dejar de fabricarlo porque nos superó la demanda del simple y del triple común por precio y calidad. La economía esta muy brava, es una locura. Mucha gente almuerza y cena un alfajor, eso no nos beneficia porque no es bueno para el país", señaló Basilotta.

Podría vender más, pero su capacidad de producción está al límite. "Este año vendí un 30% más que el año pasado. Tengo un atraso de 15 días en la entrega de productos, por eso hice la planta nueva en Spegazzini. Estará lista en mayo y podrá producir un millón de alfajores más. Ya estoy recibiendo curriculums necesito tomar a 100 trabajadores más", contó contento el dueño de Guaymallen. No hizo la convocatoria y mucha gente le pide trabajo.

Le preocupa la situación económica del país, pero tiene esperanzas. "Tengo confianza que el próximo gobierno va a mejorar la economía, hay que apoyarlo 'a muerte' a Alberto Fernández. Este gobierno no funcionó en la parte económica, algo lamentable para todos los argentinos. No hay que discutir, no hay que pelear, nos va ir muy bien, es un país precioso. ¡Tiene que haber economistas capaces! Seguro el próximo gobierno los tiene y vamos a mejorar pronto", concluyó Basilotta.

Con 75 años de historia, Guaymallen siempre tiene la fórmula para crecer, aunque el contexto no ayude.

El proyecto de empleo mínimo garantizado


Lo analiza Fernández

La semana pasada, el director del Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) de la UCA, Agustín Salvia, le presentó al presidente electo Alberto Fernández un proyecto orientado a crear 4 millones de empleos en un plazo de cinco años en el sector conocido como economía popular, como vía para reducir la propuesta. Más enfocado por el momento en la emergencia alimentaria pero atraído por la propuesta, el mandatario entrante encomendó su análisis a su equipo de asesores.

Ayer, durante la presentación de su último informe de pobreza (ver aparte), Salvia enfatizó que "el ODSA no pretende ser cooptado por ningún gobierno ni contribuir a ningún relato: ni a la pobreza 0 ni a que tenemos menos pobres que Alemania". Además, contó los detalles de la iniciativa.

Se trata del plan de "empleo mínimo garantizado", que busca la creación de trabajos de calidad dentro de la economía popular, a través de unos 300.000 proyectos gestionados por organizaciones de la sociedad civil y con participación de provincias y municipios. "Que no reemplacen el empleo público ni privado, sino que cubran nichos que hoy son demandados en los sectores pobres. Por ejemplo, protección ambiental, actividades de cuidado, entre otros", contó.

Bajo la idea de que, incluso en un ciclo de crecimiento, el mercado no absorberá dentro del mundo laboral formal a las personas en pobreza estructural, dijo que es necesario "un nuevo pacto social re distributivo, que no sólo se trata de precios y salarios, sino de invertir en desarrollo". Y señaló que, si se crece al 3% anual durante 25 años, aún habría un 20% de pobreza.

No dio precisiones acerca de cuál sería la vía de financiamiento pero planteó que demandará recursos por el equivalente al 2,9% del PBI en cinco años.

Un equipo económico con la mira puesta en el desarrollo

El nuevo gobierno intentará encarar, al mismo tiempo, una política que resuelva los problemas urgentes y los estructurales, con el objetivo de impulsar lo productivo para favorecer el crecimiento de las exportaciones

El equipo de Alberto Fernández intentará impulsar lo productivo para favorecer el crecimiento de las exportaciones.

El presidente electo por Frente de Todos, Alberto Fernández, confirmó su gabinete económico, con nombres cuyo sesgo apunta a una agenda que priorizará, dentro de los límites de la coyuntura, el crecimiento por sobre el ajuste y una agenda productiva. El ministro de Economía será Martín Guzmán, el de Desarrollo Productivo será Matías Kulfas. Ambos se conocen bien y tuvieron mucho diálogo en el ámbito académico. El presidente del BCRA será Miguel Pesce, un rostro más que conocido en Reconquista 266.

Completan el equipo, como directora ejecutiva de Afip, Mercedes Marcó del Pont; como vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca; como presidente de YPF, Guillermo Nielsen; como ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo; como ministro de Trabajo, Claudio Moroni; como ministro de Agricultura, Luis Basterra; como canciller, encargado del comercio exterior, Felipe Solá.

El equipo económico se enfrentará a desafíos fuertes en el corto plazo, con dos escenarios muy marcados. Por un lado una fuerte recesión, con caída del salario real del 20% según el Ripte, que sólo mide a los registrados privados. Por otro, una deuda en dólares que exige fuertes pagos y que complica a las balanzas externa y fiscal. En el primer semestre del 2020, los vencimientos en dólares totalizan US$15.470 millones. A eso se le suman los vencimientos en pesos, por el equivalente a US$14.500 millones. Las demandas de ajuste fiscal por parte de los acreedores complejizan la coordinación entre ambos desafíos de corto plazo.

Guzmán encarará la negociación con los acreedores externos y buscará patear hacia adelante los pagos de intereses y vencimientos de capital. De esa forma buscaría aliviar obligaciones por el lado financiero, lo que le dará recursos para inyectar dinero en los bolsillos por el lado del gasto primario. El presupuesto de Guzmán dependerá directamente de los logros en la negociación con los acreedores. Su plan es una discusión express, que se resuelva en tres meses. El anuncio de Fernández, respecto a no pedirle al Fondo que realice el resto de los desembolsos, busca desmarcarse de las exigencias en materia de ajuste fiscal.

El discurso de Fernández ya dejó entrever que la agenda del crecimiento se impondrá, dentro de lo posible, a la del ajuste. Y que el corto plazo deberá ir en paralelo con una mirada que incluya al largo. Una agenda de desarrollo: impulsar lo productivo para favorecer el crecimiento de las exportaciones.

A lo largo de la historia económica argentina, las recurrentes crisis fueron provocadas por la dificultad de las ventas de externas de superar a las importaciones en épocas de crecimiento. Es lo que se conoce como la restricción externa. Ahogados por las coyunturas críticas, desde el '75 hasta el presente, ningún Gobierno puso el eje en las necesidades de modificar la estructura productiva para modificar esa dinámica. El kirchnerismo comenzó a hacerlo cuando la restricción externa ya ahogaba a la economía y ya obligaba a imponer el cepo cambiario.

Hace dos meses, mientras participaba de un encuentro de la UIA, Kulfas planteó los ejes del próximo gobiern. Eran cinco. Entre ellos destacó la necesidad de dejar de lado la lógica de corto plazo del FMI, sanar las cuentas públicas mediante un crecimiento que haga crecer a la recaudación y desarrollar empleo y actividad industrial en torno a Vaca Muerta, para multiplicar las exportaciones y resolver la restricción externa. Un plan de desarrollo con base en las pymes y las economías regionales.

Este viernes Fernández resaltó que la agenda de desarrollo deberá imponerse a la financiera. Al hablar de Marcó del Pont y de Todesca, sostuvo que, al igual que Kulfas y Guzmán, “tienen un pensamiento que tiene más que ver con el desarrollo que con la especulación”. Puso el énfasis varias veces en ese concepto, buscando separarse con claridad de la gestión saliente. En esa idea sumó a Solá y a Basterra. Fernández destacó que el agro y la cancillería serán clave para generar dólares por la vía exportadora.

“Definitivamente no vamos a encontrar ese país que dijo el presidente en la cadena de ayer. El país es otro y vive lo que vive por las políticas que se desplegaron en cuatro años. Se trata de que inexplicablemente empezó a tomar deuda a corto plazo, que no iba a poder pagar. Y desató un proceso inflacionario como producto de la inoperancia a la hora de gestionar. Esta claro que vivimos en países distintos, Macri y yo”, dijo Fernández.

Y agregó: “En los primeros dias nos ocuparemos de anuncios económicos para jubilados, para los salarios más bajos y para empleados públicos también. Vamos a ver cómo hacemos, porque nos dejan una situación financiera penosa. Pero haremos el esfuerzo”. 

El Indio Solari pidió votar por Riquelme en las elecciones de Boca

“Es un artista”

A pocas horas de las elecciones en el xeneize, donde tres listas se disputan los votos de los socios, los apoyos de figuras de peso parecen ser fundamentales para torcer la voluntad de los hinchas.


Carlos Alberto Solari, apareció en un video que se difundió las redes sociales en donde se pedía por la vuelta de "Román" a Boca.

“Román, vos sabés lo que te quiero. Nunca vi un jugador mejor que vos y quiero que vuelvas a Boca a como dé lugar. Yo te califiqué como un artista y eso es lo que sos: un artista del fútbol. Volvé, Román”, destacó el Indio Solari en un video dirigido a los hinchas y socios Xeneizes para que se vuelquen a la lista de Ameal y Pergolini, que lleva a Juan Román Riquelme entre sus vocales.

Las elecciones en Boca serán este domingo 8 de diciembre y se espera que unos 30 mil socios activos se acerquen al club a emitir su voto. Christian Gribaudo encabezará la lista del oficialismo, mientras que Jorge Amor Ameal y José Beraldi son los postulantes por los espacios opositores.

Cómo construye política uno de los tejedores confiables del kirchnerismo:Wado de Pedro, el armador de Cristina y Alberto

Wado de Pedro fue clave en el acuerdo con Massa y también tejió un vínculo fuerte con Alberto Fernández. El Ministerio del Interior será un centro permanente de procesión política.

Por Martín Granovsky



Eduardo Wado de Pedro.


Wado de Pedro volverá a tener despacho en la Casa Rosada . No en el primer piso como en 2015, cuando fue secretario general de la Presidencia al final del segundo mandato de CFK, sino en la planta baja, donde residen desde siempre los ministros del Interior. Entrando por la explanada de Rivadavia a la izquierda, después del Salón de los Bustos.


Es fácil imaginar una procesión permanente de gobernadores, intendentes y legisladores. Ya conoce y trató a la mayoría. Wado manejará un Ministerio del Interior a secas. Sin aditamentos, como diría Juan Perón. No incluirá Transportes, como en tiempos de Florencio Randazzo. Ni Seguridad, como le correspondió a Aníbal Fernández entre 2004 y 2007. Tampoco obras públicas, como le tocó a Rogelio Frigerio con Mauricio Macri. Será un ministerio dedicado a la construcción política y la relación con las provincias. Un ministerio de la rosca y de los cablecitos entrelazados, a veces cruzados, de la coparticipación federal y la deuda de las provincias. Sobre todo de una, la provincia de Buenos Aires, donde el Frente de Todos ya en el Gobierno jugará una parte importante de su destino político nacional.

De Pedro viene fogueado en los diálogos largos. Una noche él y otros negociadores vieron una luz extraña, como suspendida sobre la casa de San Telmo. Lo miraron bien hasta que descubrieron que era un dron. Entre risas, supieron que tanta discreción no había sido suficiente. Gran Hermano había ordenado filmarlos o grabarlos también desde el aire. De todos modos ya estaba avanzado el 2018 y Máximo Kirchner, Raúl Pérez y Wado de Pedro, el dueño de casa, habían alcanzado a tejer las bases del acuerdo entre Cristina Fernández de Kirchner y Sergio Massa.

Máximo y Wado venían conversando desde el 2016 con el propio Massa y con Pérez, un veterano negociador del peronismo bonaerense. Pérez siempre estuvo convencido de que las fuerzas separadas en 2013, cuando Massa se abrió de Cristina y terminó construyendo el Frente Renovador, debían volver a unirse. Si no, habría macrismo para rato y, en sus palabras, “la gente se va a joder más todavía”. En 2018 el propio Alberto Fernández llegó a la misma conclusión. “Cada uno ya hizo su aventura y no funcionó”, empezó a decir AF, que también construyó vínculos de confianza con Wado.

Como Pérez y Máximo, Wado tiene una idea de la política que incluye la dimensión personal. Cree que la confianza siempre acaba por edificarse cara a cara. Que lleva mucho tiempo y mucha conversación. Incluyendo, naturalmente, mucha conversación sobre la vida. Y humor. Él mismo se lo autoaplica. Sabe de su dificultad para hablar y en su cuenta de Twitter dice: “Mercedino. Militante. Peronista kirchnerista. Diputado nacional por la provincia de Buenos Aires Frente de Todos. Acá sí soy @wadodecorrido”. Y después viene el signo de la V. Omite un dato importante: como buen natural de Mercedes, hace salame.

Asimilados a veces a una categoría, la de “políticos profesionales”, los cultores de este tipo de vínculo personal deberían ser considerados, simplemente, políticos. Políticos a tiempo completo, capaces de combinar el dominio territorial con el tejido diario. Escuchar al otro permite ponerse en su lugar y superar rencores. Es un requisito básico para cualquier arreglo duradero.

En el caso de Eduardo “Wado” de Pedro, la historia podría autorizarlo a sentir desconfianza. Nacido en Mercedes el 11 de noviembre de 1976, abogado por la UBA, con un posgrado en Administración y Políticas Públicas de la Universidad de San Andrés, su padre fue asesinado en 1977 cuando militaba en la Juventud Universitaria Peronista. Su madre, Adela Révora, fue secuestrada. El chiquito, Wado, fue retenido, pero gestiones de la familia en Mercedes hicieron posible que en 1979 el nene fuera entregado a un sacerdote, que a su vez lo entregó a su tía, Estela Révora, y a su compañero Javier Ustarroz. Wado es uno de los fundadores de H.I.J.O.S. Luego, en 2006, sería uno de los fundadores de La Cámpora. Lleva ocho años como diputado nacional, conoce el paño judicial desde su puesto de representante en el Consejo de la Magistratura y es apoderado del PJ bonaerense.

“Néstor y Cristina nos dieron lugar a los que integrábamos esa generación que tenía ganas de participar y no sabía ni dónde ni cómo”, dijo este futuro ministro que el 20 de diciembre de 2001, mientras era militante de la agrupación de Derecho NBI, Necesidades Básicas Insatisfechas, se fue a Plaza de Mayo y fue secuestrado. Como a los dos años.

Wado lleva encima esa biografía. En 2012 declaró que rescataba de Kirchner “no haber reprimido la protesta social y haber elegido un peronismo nacional, popular y democrático”.

En el Twitter colgó el último discurso de Máximo Kirchner, flamante presidente del bloque, cuando dice que la diversidad actual del Frente de Todos “proviene de una arquitectura electoral trabajada, discutida y debatida”. Por eso el dron de Gran Hermano estaba tan curioso.

Daniel Arroyo, futuro ministro Desarrollo Social: Clave para la nueva Argentina

Por Laura Vales





Daniel Arroyo estará a cargo del ministerio Desarrollo Social, un área que tiene los números comprados para ser el centro de no pocas tensiones. En el país de “mecha corta” que deja la gestión de Cambiemos hay 300 mil argentinos sin trabajo y un índice de pobreza del 40 por ciento. Pero además hay una circunstancia inédita: nunca hubo tanta militancia dispuesta a trabajar con el Estado en la construcción de políticas públicas como en este momento. Si en 2003, cuando asumió Néstor Kichner, las organizaciones sociales sentían recelo, desconfianza o directamente rechazo hacia el Estado, ahora lo que hay es expectativa, el convencimiento de que este es un momento de avanzar, de pasar a la gestión. Es imposible prever cómo puede decantar esa combinación de elementos, aunque su centralidad es evidente. No por casualidad Arroyo fue el primer integrante del gabinete nacional en ser confirmado. Veinte días antes de la elección presidencial, a principios de octubre, presentó junto a Alberto Fernández el Plan Argentina contra el Hambre, que será uno de los ejes del futuro gobierno.

Viceministro de Desarrollo Social en el gobierno de Néstor Kirchner de 2003 a 2007 y ministro de Desarrollo Social bonaerense con Daniel Scioli, el presidente electo lo describió como “el que más conoce el tema” social . De su gestión con Alicia Kirchner, que transcurrió como ahora luego de un violento ciclo de empobrecimiento, ha dicho que le quedó una asignatura pendiente: la creación de una tarjeta alimentaria, que será una de las medidas iniciales de su gestión. La tarjeta para comprar alimentos, en articulación con otras políticas -como la apertura de mercados alternativos de abastecimiento- y la generación de trabajo desde el Estado -mediante la creación e impulso a cooperativas de la construcción que mejoren el acceso al agua potable en villas y asentamientos- es uno de los procesos a los que apuesta para revertir el avance de la pobreza, que en esta crisis combina la escasez de ingresos de las familias con la alta inflación en el precio de la comida.

En este camino -y este es un propósito declarado por Arroyo- su gestión buscará dar impulso a la economía popular, ese mundo de comedores, redes de cuidado, cooperativas, recuperadas, textiles, pequeños productores de alimentos y comercializadoras alternativas surgidas desde los excluidos del trabajo.

Arroyo cree que los planes sociales, entendidos como medida de contención, deben combinarse con políticas que fortalezcan a ese sector como generador de empleo. Su lectura sobre la historia de las políticas de asistencia en la Argentina sigue el siguiente camino: Raúl Alfonsín creó las Cajas PAN, que llegaron a 500 mil personas; Carlos Menem las suplantó por políticas focalizadas, ligadas a la teoría del derrame, que aún así ampliaron la cantidad de asistidos. Fernando De la Rúa tercerizó las políticas sociales, pero también las extendió. Eduardo Duhalde asumió con un 57 por ciento de pobreza y creó el programa Jefes y Jefas de Hogar: de 200 mil planes se pasó a dos millones doscientos mil. Cristina Kirchner incorporó la articulación entre lo social y lo político y universalizó su cobertura, con la Asignación Universal por Hijo. Cuando terminó su mandato recibían la AUH 8 millones de personas. Mauricio Macri amplió esta asignación a los monotributistas, con lo que quedaron 9 millones cubiertos. “Esto indica”, ha marcado, “que el problema no es la política social, sino la estructura económica de la Argentina”.

Su propuesta está en sintonía con la de los movimientos sociales. Arroyo también viene hablando del acceso al crédito para los sectores populares y de la capacitación de los jóvenes.

El designado ministro de Desarrollo Social tiene 53 años. Nació en Castelar, en una familia de clase media: su madre era directora de escuela y su padre trabajaba en informática. Hizo la escuela primaria en el colegio parroquial Don Bosco. Fanático del Ciclón, de chico jugaba en la Primera D de Luz y Fuerza, su club de barrio.

Conoció a su mujer, la odontóloga Alejandra Folco, en el grupo parroquial de la iglesia. Con ella tienen dos hijos, ya crecidos. La hija mayor se recibió de psicóloga y el más chico está estudiando para ser actuario.

Arroyo cursó el secundario en una industrial de Hurlingham, de donde egresó como maestro mayor de obra. Su primer trabajo fue de albañil, con un tío, y su primer sueldo formal como empleado de una compañía de Seguros. Hizo la carrera de Ciencia Política en la Universidad de Buenos Aires, y luego un postgrado en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO).

Aunque para la mayoría es conocido por su perfil técnico, su historia muestra que nunca se bajó de la carrera política. En 2011 fue candidato a intendente de Vicente López, la localidad donde vive. En 2015, candidato a vicegobernador bonaerense como compañero de fórmula de Felipe Solá, con Sergio Massa como candidato a presidente. En 2017 fue electo diputado por el Frente 1País. Al año siguiente, con la ruptura del bloque del Frente Renovador en el Congreso, conformó el bloque Red x Argentina junto a Solá, Victoria Donda y Leonardo Grosso. En 2018 fue uno de los aspirantes a convertirse en candidato a gobernador bonaerense, lugar del que se bajó con la construcción de la unidad del peronismo, que lo llevaría a integrar el gabinete del gobierno de Fernández-Fernández.

En el Congreso fue uno de los principales impulsores de la Emergencia Alimentaria, ley que dispuso la reasignación de partidas para destinar este año 40 mil millones de pesos a los comedores populares y escolares. Si bien es católico, y tiene una relación fluida con la Pastoral Social de la iglesia y Cáritas, en el debate sobre la ILE apoyó la legalización del aborto.

No hay movimiento social que no haya pasado por su despacho. Los referentes de las organizaciones cuentan que recibe personalmente a todos los que le piden audiencia. “Te recibe directamente. Cuando fuimos a hablar con él, antes de nosotros había atendido a otra gente, y antes a otra y una de esa gente que atendió era de una sociedad de fomento. Tiene una agenda que no se termina nunca. Nos reprogramaron varias veces las reuniones, pero te atiende él”, contó una referente de una organización social que no se podría describir como de las más grandes.

En los últimos seis meses bajó 12 kilos. Camina 45 minutos todos los días. Dice que se lo propuso como objetivo del año, como una manera de prepararse físicamente para lo que el 2020 traiga.

Uno por uno, quien es quien en el gabinete de Alberto Fernández






Jefe de Gabinete: Santiago Cafiero


Es politólogo, graduado en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires y realizó una maestría en Políticas Públicas en la Universidad Di Tella. Fue subsecretario de Industria, Comercio y Minería de la Provincia de Buenos Aires, viceministro de Desarrollo Social, subsecretario de Políticas Sociales de la Provincia de Buenos Aires y subsecretario de Modernización.


Cecilia Todesca Bocco (vicejefa de Gabinete)

Es economista, graduada en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires. Fue jefa de Gabinete y subgerenta de Relaciones Institucionales en el Banco Central de la República Argentina. Ocupó distintos puestos técnicos de alta responsabilidad en el Ministerio de Economía y en la Jefatura de Gabinete de Ministros.


Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca: Luis Basterra

Es ingeniero agrónomo, graduado de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional del Nordeste. Fue Ministro de Producción de la Provincia de Formosa y Vicepresidente del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria. Es diputado nacional.


Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible: Juan Cabandié

Es docente de escuela primaria. Se encuentra cursando la Licenciatura en Ciencias Sociales y Humanidades en la Universidad Nacional de Quilmes y rindió materias de la Licenciatura en Psicología en la Universidad de Buenos Aires y Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales. Fue Presidente del Bloque del Frente para la Victoria en la Legislatura porteño. Impulsó iniciativas parlamentarias vinculadas al medio ambiente y a la salud alimentaria. Es diputado Nacional.


Ministerio de Ciencia y Tecnología: Roberto Salvarezza

Es bioquímico, graduado en la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires, donde también obtuvo el título de Doctor en Bioquímica. Fue secretario de Ciencia y Técnica, de la Facultad de Ciencias Exactas (UNLP), coordinador alterno de la Comisión de Ciencias Química del Sistema de Evaluación del CONICET, presidente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y director de YPF-Tecnología (YTEC) en representación del CONICET. Es diputado nacional.


Ministerio de Cultura: Tristán Bauer

Es director de cine , graduado en el Centro Experimental del Instituto Nacional de Cinematografía. Fue director del Sistema Nacional de Medios Públicos y de la señal educativa Encuentro, y presidió RTA (Radio y Televisión Argentina, Sociedad del Estado). Es director de la Licenciatura en Cine de la Universidad Nacional de San Martín.


Ministerio de Defensa: Agustín Rossi

Es ingeniero civil, graduado en la Facultad de Ingeniería y Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de Rosario. Fue concejal en Rosario, ministro de Defensa, legislador del Parlasur y presidente del bloque de Diputados del Frente para la Victoria. Es diputado nacional.


Ministerio de Desarrollo Productivo: Matías Kulfas

Es economista , graduado en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires. Realizó una Maestría en Economía Política en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) y un doctorado en Ciencias Sociales en la misma casa de estudios. Fue subsecretario de la Pequeña y Mediana Empresa y Desarrollo Regional del Ministerio de Economía y Producción de la Nación, director del Banco de la Nación Argentina y gerente general del Banco Central de la República Argentina. Es profesor universitario en la Universidad de Buenos Aires y en la Universidad Nacional de San Martín.


Ministerio de Desarrollo Social: Daniel Arroyo

Es politólogo, graduado en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires. Realizó un posgrado en Control y Gestión de Políticas Públicas en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO). Fue secretario de Políticas Sociales y Desarrollo Humano de la Nación, ministro de Desarrollo Social de la Provincia de Buenos Aires. Es diputado nacional.


Ministerio de Desarrollo territorial y Hábitat: María E. Bielsa

Es arquitecta, graduada en la Facultad de Arquitectura, Planeamiento y Diseño de la Universidad Nacional de Rosario. Fue directora de Servicio Público de la Vivienda de la Municipalidad de Rosario, vicegobernadora de Santa Fe y diputada provincial por Santa Fe.


Ministerio de Economía: Martín Guzmán

Es economista , graduado en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de La Plata. Doctor en Economía en la Universidad de Brown (Estados Unidos). Investigador y director del programa de Reestructuración de Deuda Pública de la Escuela de Negocios de la Universidad de Columbia (Nueva York, Estados Unidos) y miembro del Instituto para el Nuevo Pensamiento Económico (INET). Dirige, junto al premio Nobel Joseph Stiglitz, el programa de formación académica “Iniciativa para el diálogo”, de la Universidad de Columbia, que estimula un diálogo alternativo y crítico sobre políticas de desarrollo y globalización. Asesoró a la Asamblea General de la ONU en temas de reestructuración de deuda soberana.


Ministerio de Educación: Nicolás Trotta

Es abogado , graduado en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Belgrano y se encuentra realizando un doctorado en Educación en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Buenos Aires. Fue subsecretario de Tecnologías de Gestión de Jefatura de Gabinete. Es rector de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) y director general de la Editorial Octubre. Publicó el libro “Latinoamérica Piensa. Diálogos a fondo con los principales referentes del continente”.


Adriana Puiggrós (viceministra de Educación)

Es pedagoga, graduada en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Es doctora en Pedagogía de la Universidad Nacional de México y la distinción honoris causa de la Universidad Nacional de La Plata y la Universidad Nacional de Tucumán. Recibió la beca de la fundación John Simon Guggenheim. Fue investigadora principal del CONICET y es profesora consulta de la UBA. Publicó 25 libros de su autoría y más de 50 en colaboración. Fue directora general de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires y diputada nacional.


Ministerio del Interior: Eduardo De Pedro

Es abogado , graduado en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires y realizó una maestría en Políticas Públicas en la Universidad de San Andrés. Fue vicepresidente de Aerolíneas Argentinas y Austral Líneas Aéreas e integrante del Consejo de la Magistratura de la Nación. Es diputado nacional.


Ministerio de Justicia y Derechos Humanos: Marcela Losardo

Es abogada, graduada en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires . Fue jefa de asesores de la Jefatura de Gabinete y secretaria del Ministerio de Justicia.


Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad: Elizabeth Gómez Alcorta

Es abogada , graduada en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires con Diploma de Honor. Se especializó en Derecho Penal en la Universidad de Buenos Aires, y en Ciencias Políticas y Sociología en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO). Se desempeñó en el Poder Judicial de la Nación y en el Consejo de la Magistratura de la Nación. Fue subcoordinadora del Programa Verdad y Justicia del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación. Integrante del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS).

Ministerio de Obras Públicas: Gabriel Katopodis

Es abogado , egresado de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, realizó un Postgrado en Gestión Pública en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) y cursó los estudios de Maestría en Administración Pública en la Facultad de Ciencias Económicas (UBA). Fue funcionario del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, gerente general del Fondo de Capital Social (FONCAP), subsecretario del Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia de Buenos Aires e intendente de San Martín.


Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto: Felipe Solá

Es ingeniero agrónomo , graduado en la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires. Fue ministro de Asuntos Agrarios de la Provincia de Buenos Aires, secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación y gobernador de la provincia de Buenos Aires. Es diputado nacional.


Ministerio de Salud: Ginés González García

Es médico cirujano, graduado en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Córdoba. Es Diplomado en Salud Pública de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Buenos Aires con especialización en Administración en Salud, Especialista en Salud Pública del Consejo de Médicos de Córdoba, Diplomado como Médico Sanitarista en la Academia Nacional de Medicina y Magíster en Sistemas de Salud y Seguridad Social de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora y la Fundación ISALUD con la Tesis “Políticas de Medicamentos basadas en la demanda”. Obtuvo los reconocimientos como “Doctor Honoris Causa” de la Universidad de Morón y de la Universidad de Buenos Aires. Fue ministro de de Salud de la Provincia de Buenos Aires, ministro de Salud de la Nación y Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de la Argentina ante el Gobierno de Chile.


Ministerio de Seguridad: Sabina Frederic

Es antropóloga , graduada en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Realizó un Doctorado en Antropología Social en la Universidad de Utrecht, en los Países Bajos; y un pos doctorado en la Escuela Normal Superior Laboratorio Maurice Halbwach, en Francia. Fue subsecretaria de Formación del Ministerio de Defensa de la Nación, asesora del Ministerio de Seguridad y directora del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Quilmes. Es investigadora del CONICET.


Ministerio de Trabajo: Claudio Moroni

Es abogado, graduado en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires. Fue docente titular de la Cátedra de Derecho Administrativo y Procesal del Trabajo de la Carrera de Relaciones del Trabajo, en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires. Fue titular de la AFIP, de la Administración Nacional de la Seguridad Social, de la Sindicatura General de la Nación, de la Superintendencia de Seguros de la Nación y consultor en seguros del Banco Interamericano de Desarrollo. También se desempeñó como jefe de Gabinete de Asesores de la Presidencia del Banco Provincia de Buenos Aires y miembro del directorio del Banco de Inversión y Comercio Exterior.


Ministerio de Transporte: Mario Meoni

Fue Intendente de Junín, diputado provincial y director del Banco de la Provincia de Buenos Aires.


Ministerio de Turismo y Deportes: Matías Lammens

Es abogado, graduado en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires. Es presidente del Club Atlético San Lorenzo.


Secretaría de Asuntos Estratégicos: Gustavo Béliz

Es abogado, graduado en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires. Fue ministro del Interior de la Nación, legislador de la Ciudad de Buenos Aires, senador nacional y ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Nación.
Secretario General de la Presidencia: Julio Vitobello

Es abogado, graduado en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires. Fue legislador de la Ciudad de Buenos Aires, subsecretario de la Jefatura de Gabinete, estuvo al frente de la Sindicatura General de la Nación (SIGEN) y presidió la Oficina Anticorrupción.


Secretaria Legal y Técnica: Vilma Ibarra

Es abogada y procuradora, graduada en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires. Fue senadora y diputada nacional. Participó de la Convención Nacional Constituyente.


Procurador del Tesoro de la Nación: Carlos Zanini

Es abogado, egresado de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Córdoba. Fue secretario de Gobierno Municipal en Río Gallegos, ministro de Gobierno de la Provincia de Santa Cruz y Secretario Legal y Técnico de la Presidencia de la Nación.


INADI: Victoria Donda

Es abogada, graduada en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires. Es diputada nacional.


AFIP: Mercedes Marcó del Pont

Es economista, graduada en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires. Fue diputada nacional y presidenta del Banco Central de la República Argentina.
Consejo Federal de Políticas Sociales: Victoria Tolosa Paz

Es contadora, graduada en la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Católica de La Plata. Fue subsecretaria de Urbanismo Social de la Provincia de Buenos Aires. Es concejal de la ciudad de La Plata.


AYSA: Malena Galmarini

Es politóloga, graduada en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Belgrano (Universidad de Belgrano). Fue secretaria de Política Sanitaria y Desarrollo Humano del partido de Tigre. Es concejal en Tigre.


PAMI: Luana Volnovich

Es politóloga, graduada en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires. Fue directora nacional de Ampliación y Fortalecimiento de Derechos Educativos. Es diputada nacional.

Sin autocrítica, Macri se va como llegó: la culpa es del peronismo


A cinco días de entregarle el poder a su sucesor, el presidente Mauricio Macri utilizó la cadena nacional para realizar un balance de 40 minutos sobre su gestión del Estado Nacional. Con su mensaje de despedida, el líder del PRO concluye un ciclo que inició echándole la culpa a la "herencia recibida" del peronismo. Cuatro años después lo cerró con un mensaje que buscó responsabilizar al resultado de las PASO, del 11 de agosto, por el fracaso de su política económica.

Con imágenes editadas para darle anclaje a sus palabras, el mandatario intentó con escaso éxito mostrarse autocrítico por la crisis. Orientó su mensaje para anticipar cómo será su futuro rol opositor, pero lo concluyó con "un hasta pronto", para deslizar que buscará volver a la Casa Rosada. Sin embargo, durante todo su discurso el jefe del Estado hizo escasas referencias al incremento de la pobreza, la indigencia, el desempleo, la recesión y la caída de la actividad económica durante su administración. Por el contrario: defendió las reformas impulsadas desde que asumió el cargo y reconoció que el incremento de la inflación le provoca “frustración”, pero deja las bases para “empezar a crecer”.

“Por única vez en estos cuatro años voy a utilizar la cadena nacional para hablarle a todos. Muchos me pidieron que la utilizara y no lo hice, pero creo que es más constructivo hacerlo hoy, porque estamos más cerca de fin de año, para repasar de manera clara el lugar en el que estamos parados porque nuestro país es muy diferente al de 2015”, enunció el Presidente cuando comenzó el discurso que grabó en la Casa Rosada antes de realizar su último viaje a Brasil.

Con una puesta en escena que replicó los mensajes que enunció durante la campaña por su reelección, el Presidente saliente concentró la mayor cantidad de hitos favorables en obras públicas, infraestructura, energía, “cultura del poder”, libertad de prensa, políticas sociales, educativas, relaciones exteriores, seguridad y lucha contra el narcotráfico.

En la enumeración de logros, Macri se aferró a su política institucional. Aseguró que deja "una democracia más sólida", una Justicia "más independiente", con un país más integrado "al mundo" y más seguridad frente al delito y el tráfico de drogas".

DE POBREZA, CERO

Aunque Macri hizo su campaña proselitista en 2015 con la promesa de reducir drásticamente la pobreza y llevarla a cero, ese tema no formó parte de su discurso. A pesar de la cantidad de ediciones y cambios que se vieron en la transmisión, el Presidente no asumió el fracaso de esa promesa, aunque él había pedido que lo juzgaran por eso. Todo en una jornada donde el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica reveló que deja un índice de pobreza por encima del 40% y con un 60% en algunos rangos de edad.

En vez de aludir al incremento de la pobreza estructural y las consecuencias generadas por el ajuste, Macri se concentró en hablar del INDEC y defender su política económica. “Recibimos un INDEC que manipulaba y escondía la información" dijo y aseguró que el próximo 10 de diciembre dejará "un Estado que dice la verdad y no esconde la información a los ciudadanos", pero no dijo una palabra sobre el incremento de la pobreza que reflejó el organismo en los últimos cuatro años. Sólo se limitó a decir: “Había estadísticas falsas en muchas áreas como educación y seguridad, no se imaginan lo difícil que fue tomar decisiones".

En el capítulo de desarrollo humano el incremento de la pobreza fue el mayor ausente. Eligió decir que “la protección social es una política de Estado en la Argentina” y sostuvo que en su gestión pudo “ayudar a las personas que lo necesitan sin intermediarios ni clientelismo”.

Luego de eludir la crisis social, Macri entró habló de economía. Se lamentó por "no" haber podido "recuperar" a la Argentina "de la crisis económica que empezó hace un año y medio" y defendió el endeudamiento inédito que contrajo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). En su interpretación, la crisis de profundizó luego de la derrota que sufrió en las PASO, un argumento que ya enunció el 12 de agosto pasado.

La línea de tiempo que delineó el presidente saliente arranca “en 2015”, cuando “afrontamos una situación delicada”, pero “durante más de dos años tuvimos éxito”, aseguró. Sin embargo, “nos pusimos nosotros mismos en una situación demasiado frágil y cuando se terminó el financiamiento y la sequía entramos en una situación que no pudimos revertir”. Después, dijo Macri, “vinieron los resultados de las PASO por el miedo al futuro”. En su lectura “ese miedo y la falta de un esquema macroeconómico” profundizaron la crisis actual.

En materia de seguridad, se jactó de dejar "una sociedad en paz, con menos delitos", porque "en estos años bajaron más de un 30% los homicidios, ya casi no hay secuestros, y hay menos denuncias de robos y además, tuvimos récord histórico de incautación de drogas", celebró.

Luego de la enumeración, Macri anticipó su futuro rol opositor. "Jamás haría algo para entorpecer al gobierno entrante", prometió. "En unos días asumirá un nuevo presidente y comienza una nueva etapa y voy a seguir acompañando desde la oposición", aseguró.

La inseguridad alimentaria trepó al 9,3% de la población

El 32,2% de la población padeció carencias graves en materia de alimentación y salud durante el tercer trimestre, según el informe de pobreza por ingresos y pobreza multidimensional que publicó ayer el Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) de la UCA. Hubo un fuerte deterioro durante el Gobierno de Mauricio Macri ya que en 2015 el 23,2% estaba en esa situación.

A su interior, se destaca el fuerte crecimiento en la "inseguridad alimentaria severa": que pasó del 6,1% en 2015 al 9,3% actual, con un salto de 1,4 punto durante el último año.

Además la población sin acceso a la atención médica subió del 17,3% al 25,7% en el mismo lapso y los argentinos sin acceso a medicamentos se disparó del 16,5% al 23,6%.

También hubo un deterioro en las carencias respecto del empleo y la seguridad social, que subió del 29,1% al 33% durante la era Cambiemos.

Las carencias en torno a la vivienda digna se mantuvieron estables alrededor del 27%.

Como contrapartida, hubo una mejora en el acceso a los servicios básicos de agua corriente, cloacas y fuentes de energía. Las carencias en este sentido bajaron del 39,1% en 2015 al 33,5% en 2019.