Cinco primeras lecciones de las primarias argentinas

Por Maristella Svampa


Las elecciones primarias en Argentina reconfiguraron el escenario político. El derrumbe del macrismo y el nuevo ascenso del peronismo son las señas de identidad de este proceso. ¿Qué lecciones se pueden extraer de los resultados?



A una semana de las elecciones primarias del 11 de agosto, en las que la fórmula Alberto Fernández-Cristina Fernández de Kirchner obtuvo 15 puntos de diferencia sobre la de Mauricio Macri-Miguel Ángel Pichetto, con días tan cargados de turbulencias políticas y de descalabros económicos y financieros, son numerosas las lecciones que los argentinos y las argentinas podemos extraer de ellas. A manera de síntesis precaria, paso a enumerar cinco como forma de contribuir al debate en curso, mientras el país se recupera aún del terremoto político ocurrido tras unas primarias que constituyeron, en verdad, una especie de primera vuelta sui generis rumbo a las presidenciales del 27 de octubre.

1. La gran asimetría electoral logró enmascarar la realidad y generar un efecto de desconexión

La polarización electoral en Argentina, como sistema de simplificación de la política, lejos de debilitarse, se incrementó en los últimos años. La polarización no solo simplifica, sino que empobrece el debate político, genera un clima tóxico, irrespirable, y en el mediano plazo, tiende a despolitizar a la ciudadanía, pues obtura la posibilidad de una salida o la construcción de otros posicionamientos, por fuera de los binarismos.

En 2019, consciente de su pobrísima performance económica y social, el oficialismo apostó a reforzar la polarización para impulsar un voto decisivo desde la primera instancia, las primarias. Para intensificar esa polarización y volcarla de su lado, a lo largo de casi cuatro años supo construir una gran asimetría electoral, para lo cual contó con poderosos aliados: los grandes medios de comunicación y reconocidos periodistas que se ensañaban con los candidatos de la oposición, al tiempo que medían la confianza de los mercados en el gobierno; el Fondo Monetario Internacional, Donald Trump y los mercados financieros, que prometían un futuro de cierta estabilidad financiera sin inversiones productivas. Al calor de la campaña se sumaría una intervención propagandística repiqueteadora en las redes sociales y varios equipos de encuestólogos que trabajaban día a día, hora por hora, para relevar y palpar el cambio en el talante electoral de la población.

Pocas veces se vio una campaña electoral tan desigual. Tanto es así que, desde fuera de esa densa red de apoyos incondicionales y cada vez más obscenos, desde fuera de esa maraña superestructural que parecía cubrir y sobredeterminar todo, apenas si podía verse el escenario social real y sus actores.

Eran tantas las mediaciones que muchos olvidaron la sucesión de derrotas en las elecciones provinciales realizadas en 2019 y creyeron que podían transformar la realidad (o al menos, incidir radicalmente sobre los votos indecisos), cuando lo que sucedía era sencillamente que la estrategia política y comunicacional del oficialismo solo estaba tapiándola, enmascarándola, disfrazándola. En ese marco, se generó un efecto de desconexión a gran escala. Nada lo grafica mejor que las encuestas de los días previos a las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), que afirmaban una disminución de las diferencias entre el oficialismo y la oposición, e incluso en algunas, una ventaja leve en favor del oficialismo.

En consecuencia, producto de la asimetría mediática, política y económica instalada y pese a las derrotas del oficialismo en las elecciones para las gobernaciones, todas anteriores a las PASO, que hacían prever una lógica y nueva caída, del lado del gobierno los demoledores resultados del 11 de agosto fueron vividos como un hecho inesperado.

2. La polarización extrema no solo es peligrosa, también puede tener un efecto búmeran

Ya en 2015, el ascenso de Macri a la Presidencia se dio en un contexto de intensificación de la polarización, en el cual confluyeron el cansancio frente a una sobreactuada épica populista y los primeros impactos de la crisis económica. Una parte importante de la sociedad argentina planteaba la necesidad de una alternancia, algo que brindara una bocanada de aire fresco en términos políticos y que, al mismo tiempo, abriera la posibilidad a un mejoramiento de las oportunidades económicas. En ese marco, el espacio nucleado a partir de Cambiemos (Propuesta Republicana [Pro] y Unión Cívica Radical [UCR]) logró articular nuevas demandas, por ejemplo, las promesas de crecimiento económico, (una «lluvia de inversiones») de mano del discurso de la «eficiencia económica» derivada de la salida del populismo. A su vez, estas se articularon con la demanda de las clases medias urbanas y rurales, pequeños y medianos empresarios y economías regionales, que votaron por Macri porque creyeron que, siendo empresario (y, además, hijo de inmigrantes europeos), podría entenderlos y apoyarlos.

Asimismo, no pocos argentinos de clase media baja también lo votaron en contra de la «patria asistencialista», para confirmar su distancia en relación con los más pobres, asistidos por el Estado. Y cerraba con fuerza esta cadena de equivalencias el discurso anticorrupción y la promesa de un orden republicano, menos conflictivo y pospolítico.

Sin embargo, en esta confusión entre alternancias y alternativas, Macri no solo estaba poco provisto en términos programáticos, sino que no logró construir un populismo conservador y con pretensiones pospolíticas. Poco a poco, abandonó las promesas de «pobreza cero» y desempolvó el léxico de la derecha neoliberal, típica de los años 90, que se creía desterrado: ajustes, tarifazos, predominio de los mercados, altas tasas de desocupación, vuelta al FMI, riesgo país. La idea misma de «nueva derecha» se fue diluyendo al calor del ajuste neoliberal y el discurso de clase, más allá de que el gobierno no solo mantuviera, sino que además aumentara considerablemente los programas sociales en relación con los sectores excluidos, en un contexto de incremento de la pobreza y la desocupación (que en junio del presente año superó el 10%).

En consecuencia, en 2019, el escenario era otro: al calor de la crisis económica, social y financiera y el ajuste permanente, la cadena de equivalencias políticas que llevó a Macri de modo casi inesperado a la Casa Rosada se había quebrado Si quedaban eslabones de ella, para las elecciones del corriente año lo que estaría disponible en la oferta macrista –y a lo que apostó denodadamente el oficialismo– era el antikirchnerismo en estado puro (como «pesada herencia», como «populismo irresponsable», como sinónimo de «corrupción» y de «aislamiento del mundo», como retorno al «conflicto» y a la «venganza», entre otros), pero sin un imaginario conservador positivo como propuesta alternativa.

En suma, la particularidad en estas elecciones de 2019 es que ninguna instancia –ya fueran las PASO, la primera o la segunda vuelta– podría escapar a este sistema de entrampamiento tóxico, lo que empujó la idea de que los ciudadanos y las ciudadanas debían votar en «modo polarización» desde las primarias, por temor a que el candidato opositor pudiera sacar una ventaja que tornara irreversible el resultado. La apuesta del oficialismo era buscar el nocaut desde el primer round. Todo eso hizo que olvidara que él mismo podía ser la primera víctima de la polarización extrema que había alimentado, del efecto búmeran, muy ligado a su desconexión con la realidad, de la negación de las consecuencias devastadoras que sus políticas económicas causaron en el tejido social argentino.

3. Ante el daño social, las coartadas político-electorales quedaron sin efecto o eficacia simbólica

Hasta hace un año, algunos votantes del oficialismo todavía apelaban a la«herencia recibida», o consideraban que había que «dar tiempo» al cada vez menos nuevo oficialismo, «dejarlo gobernar». Las elecciones primarias mostraron que, en la actualidad, ambas coartadas carecen de eficacia simbólica.

En realidad, hace tiempo ya que muchos votantes de Cambiemos comenzaron a hablar abiertamente de su decepción. Del lado de las clases medias, porque sentían que la política económica, marcada por la alta inflación, los tarifazos interminables, la caída del salario real, los despidos masivos y la apertura indiscriminada a la importación, estaba lejos de pensarse con ellos adentro. Del lado de aquellos sectores de las clases populares que los votaron, porque veían con claridad el aumento del desempleo y la inseguridad, el incremento de las demandas de alimentos en los comedores y las escuelas, la ampliación de las brechas de la desigualdad.

Ya no había expectativas de que la alternancia se convirtiera en alternativa; muy pocos confiaban en la supuesta expertise de los «exitosos» CEO, provenientes del mundo empresarial. Todo lo contrario. La desconfianza y la desazón apuntaban sobre todo a ellos, quienes además de vivir en la burbuja de los superricos y perseverar con sus cuentas offshore, incrementadas por sus ganancias extraordinarias obtenidas a caballito de la llamada «bicicleta financiera», ofrecieron como única solución al desastre económico volver al FMI y reactualizar recetas neoliberales que tradicionalmente han conducido al fracaso.

No pocos se dieron cuenta también de que el antikirchnerismo militante no es condición suficiente para hacer una buena gestión, que las políticas sociales compensatorias no convertían al oficialismo ipso facto en un «populismo conservador», que las indemnizaciones para los despedidos no bastaban para alegar «sensibilidad social». La sociedad ya había decidido colocar un límite al daño social producido por el gobierno votando otras opciones. La derrota traía consigo un mensaje de rechazo a un presente de crisis y exclusión, así como el repudio a un futuro cargado de mentirosas promesas aspiracionales. Como dijo el sociólogo y ex-legislador de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires Pablo Bergel al conocerse los resultados de las PASO: «Fue un día benjaminiano. La sociedad activó el freno de emergencia».

4. No fue solo la polarización, sino también la ceguera de clase

Al calor de los hechos, frente al daño social, el oficialismo, perdido en el laberinto del retroceso y el agravamiento de la crisis económica y financiera, se fue revelando cada vez más como un fraude, mientras consolidaba algo que quedará en la historia argentina como su marca distintiva: la ceguera de clase. Nada lo demuestra mejor que lo sucedido en la semana posterior a las PASO, es decir, estos increíbles primeros siete días que los argentinos y las argentinas acabamos de vivir y que dejaron al desnudo la ideología de la elite gobernante, a través de los límites ideológicos (una gran dificultad para entender la derrota) y el rechazo virulento a aceptar la elección como legítima.

Así, las declaraciones del presidente en las primeras 48 horas no fueron desafortunadas; más bien revelaron su pensamiento al desnudo, esto es, el ethos dominante, el conjunto de ideas y valoraciones que nutre una determinada práctica política ligada a una clase social. No se trataba solo de afirmar que la política implementada es «la correcta» (más aún, «el único camino correcto») y que lo opuesto o diferente es un completo «error», sino de dejar en claro que el único ethos posible en política es aquel que se identifica con los mercados. Mientras una parte de la sociedad, a través del voto, afirmaba un ethos que apuesta a colocar límites al mercado, a defender la vida, la posibilidad de la producción y la reproducción social, el gobierno insistía en defender una y otra vez la validez –y supuesta universalidad– del ethos de la acumulación (financiera) del capital.

La corrida cambiaria que se desató el lunes 12 de agosto, frente a la cual el gobierno respondió con una supuesta falta de respuesta –o más bien, un tácito consentimiento–, confirmó la convicción de la elite gobernante. No fue solo el castigo al voto «incorrecto» de la ciudadanía, fue una afirmación del fatalismo económico-financiero en coherencia/correspondencia con un determinado ethos.

La ceguera de clase al desnudo tuvo las manifestaciones más diversas. Desde la insólita ausencia del entonces ministro de Economía, Nicolás Dujovne, un rico entre ricos, de quien se dijo que la derrota electoral lo había afectado físicamente (y renunciaría casi una semana después de las elecciones primarias), hasta los siempre polémicos dichos de la diputada Elisa Carrió, quien realizó un acting muy aplaudido, arengando a la tropa y buscando generar una épica de la derrota, en la reunión ampliada del gabinete de Cambiemos en el Centro Cultural Kirchner, tras haber denunciado un fraude opositor y la acción de los «narcos» en la elección.

Allí, en el escenario de la derrota, se pudo ver a Carrió tal como es ahora: ella, en el «entre nos», ataviada con joyas –pulseras y collares–, vestida y glamorosa cual señora rica recién llegada del barrio privado, advirtiendo: «Van a cambiar los votos. Hay mucha gente que está esquiando. Amigos nuestros ¿Entendieron? (…) El verano europeo es divino y se está jugando el futuro de la Argentina». Otra frase: «A nosotros no nos van a sacar de Olivos (…) nos van a sacar muertos». Carrió es la palmaria demostración de cómo se puede volver –de muy mala manera– a los marcos condicionantes de la socialización primaria. Quiero decirlo sin pleonasmos: Carrió nació en el seno de una familia acomodada, pero fue durante una parte de su notoria carrera alguien conocida por su austeridad y su sensibilidad social, puesta al servicio de un discurso republicano. Con su giro a la derecha y alianza con Cambiemos, volvió de lleno y sin vergüenza a sus orígenes de clase. En la actualidad, por momentos su impactante y desquiciada verborragia sirve para defender eso: la República de los ricos. ¿Consecuencia imprevista de la polarización o destino inevitable de clase? Quien podría afirmarlo…

5. Hay que exigir una moratoria de encuestas y encuestólogos

Se habla todo el tiempo de los desaciertos repetidos de las encuestas, no solo en Argentina sino también en otros países. Se dice que nadie previó el triunfo de Trump ni del Brexit, tampoco muchos preveían el triunfo del propio Macri en 2015. Hoy, gracias a las revelaciones sobre el rol de Cambridge Analytica, podemos explicar un poco más esos resultados.

En 2019, en Argentina, con unas pocas excepciones, las encuestadoras no previeron la diferencia monumental de más de 15 puntos entre el candidato de la oposición y el actual presidente. Toda la semana se habló de «papelón», se descalificaron las encuestas y periodistas por demás volátiles se ensañaron con los encuestólogos. Pero el caso es que, pese a que se desconfía cada vez más de la validez de las encuestas o se duda de su credibilidad, a cada elección todo parece volver a foja cero.

Dos reflexiones mínimas ante este repetido fracaso. El primero es que no pocas encuestadoras forman parte de la misma estructura de intereses de aquellos que las contratan, cuestión agravada en este caso por el flujo publicitario con el cual contaba el oficialismo y el conjunto de comunicadores y periodistas que buscó reforzar la idea de un empate técnico de la coalición gobernante con la oposición, lo que anunciaba un futuro posible triunfo. En consecuencia, muchas de las encuestas y encuestológos formaron parte del ejercito de la gran asimetría electoral.La segunda cuestión es más sencilla, pero también muy importante. Las encuestas, su creciente multiplicación y presencia en los medios tienden a reemplazar el debate político; se potencian en la ausencia o debilidad de una verdadera conversación democrática; dan letra a los periodistas y ocupan el vacío de ideas prevalente en los medios argentinos. Ante la pérdida de credibilidad y la realidad de estructura de intereses de las cuales estas forman parte, y frente a la tendencia a alimentar falsos debates, suena verosímil exigir una moratoria de encuestas y encuestólogos, mientras sigue la campaña electoral para el 27 de octubre en medio de una nueva crisis económica y financiera de características letales para la mayoría de la población.

Fuerte aumento de los alimentos después de la última devaluación

Un estudio de una consultora especializada registró que, dentro de los bienes de la canasta básica a los que se les quitó el IVA, el aceite y el yogur subieron al menos 17%.

Los precios de los alimentos experimentaron una fuerte suba tras la devaluación posterior a las PASO, según informó la consultora especializada en consumo masivo Focus Market. Incluso en aquellos productos a los que se les quitó el IVA se registraron alzas de más del 17%.

Pese a estos fuertes aumentos, las consultoras privadas estimaron que la inflación en agosto dará aproximadamente 4,3%.

El estudio toma lo que sucedió con los precios promedio en la semana anterior a las PASO y las tres siguientes y observó que "En el top 10 de incrementos de precios en el Acumulado de las tres semanas post PASO se encuentran: Enlatados de Pescado 23,5%, Fernet 20,6%, Pre mezclas 20,1%, Chocolates 19,6%, Jabón en barra 18,2%, Yogures 17,9%, Aceite 17,0%, Puré de tomates 16,1%, Harina 15,5%, y Desodorantes 13,9%".

Así, los enlatados de pescado subieron prácticamente lo mismo que el dólar, que subió 30,9% en ese período -y luego se acotó al 24,4% tras el cepo del Banco Central-.

Dentro de estos bienes con aumentos de dos cifras, se encuentran varios de la canasta básica a los que el Gobierno les bajó el IVA al 0%.

Entre los bienes desgravados, los mayores aumentos se registraron "en el acumulado de las tres semanas post PASO las subas promedios son en la categoría Aceite de 17 % entre todas sus marcas y presentaciones, Arroz 13,2 %, Yerbas 5,4 %, Harinas 15,5 %, Yogur 17,9 %, Té 7,2 %, Pastas Secas 9,0%, Aguas 5,9%, Leche 5,1 %, Azúcar 8,7 %, entre otros".

Damián Di Pace, director de Focus Market, detalló que la medición la hizo a través de la tecnología Scanntech (lector de punto de venta) con la que seleccionaron 78 skus con más de 5000 productos para analizar la evolución de precios en 912 puntos de venta de todo el país. "Realizamos un estudio diario de la evolución de precios versus evolución del tipo de cambio tomando un aumento promedio de cada categoría de producto para el período seleccionado para el estudio", dijo.

Bolsonaro y un increíble elogio a Pinochet


"Hoy Chile sería Cuba", argumentó el presidente brasileño



Jair Bolsonaro, presidente de Brasil

El presidente Jair Bolsonaro respondió con dureza a las críticas que recibió de Michelle Bachelet, la alta comisionada de la ONU sobre Derechos Humanos, al hacer un elogio del dictador chileno Augusto Pinochet, una declaración que fue recibida con "espanto" por algunos diplomáticos.

"Ella (Bachelet) critica que Brasil esté perdiendo su espacio democrático. Señora Michelle Bachelet si no fuera por la gente de (Augusto) Pinochet que derrotó a la izquierda en el 73, entre ellos a su padre, hoy Chile sería Cuba", afirmó Bolsonaro.
Michelle Bachelet fue dos veces presidenta de Chile (elecciones 2006 y 2014) y su padre, el brigadier general Aeronáutica Alberto Bachelet, falleció en 1974 a raíz de las heridas resultantes de las torturas sufridas en un presidio del gobierno de Pinochet (1973-1990).
La responsable del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Bachelet, había declarado hoy en Ginebra, Suiza, que "en los últimos meses hemos visto como se ha encogido el espacio cívico y democrático" brasileño.

Al rebatir a las afirmaciones de alta comisionada, Bolsonaro las vinculó a su polémica reciente con el presidente francés Emmanuel Macron respecto de los incendios en la Amazonia.
"Ellos perdieron la pelea en la agenda ambiental con Macron que quiso meterse con nuestra soberanía aquí (por el Amazonas, NDR)", afirmó Bolsonaro.
Por eso "ella (Bachelet, NDR) ahora pasa a la agenda de derechos humanos, acusándome de que yo no puno a los policías que están matando mucha gente en Brasil, esa es su acusación, ella defiende los derechos humanos de los vagabundos", aseguró el gobernante brasileño.
Tras lo cual agregó, al hablar en los portones del Palacio de Alvorada, en Brasilia, que "cuando la gente no tiene que hacer va a ocupar sillón de los derechos humanos de la ONU".

La polémica comenzó en las primeras horas de la mañana, horario de Brasil, cuando los medios locales publicaron los dichos de Bachelet en Ginebra.
La política chilena cuestionó los asesinatos de campesinos y activistas de derechos humanos brasileño, que han crecido en los últimos años.
Este contrapunto sucede a dos semanas del viaje de Bolsonaro a Nueva York donde pronunciará el discurso inaugural de la Asamblea anual de Naciones Unidas.
Comentaristas dan por seguro que el cruce con Bachelet y los incendios en la Amazonia serán temas que estarán en la agenda de Bolsonaro durante su paso por Nueva York.
Por otra parte, diplomáticos dejaron trascender su preocupación ante las duras declaraciones del presidente brasileño.

Brasil presentó su candidatura para ser miembro del Consejo de Derechos Humanos pero luego de este incidente puede perder algunos votos incluso de países del Grupo de Lima, escribió el corresponsal en Ginebra del sitio UOL.
El reportero tomó nota de una conversación reservada de tres diplomáticos latinoamericanos en la que uno de ellos dijo "por Dios, cómo haremos para votar a un país así?".

El poder del miedo en la comunicación política






Las batallas hay que darlas se ganen o se pierdan, por el hecho mismo de darlas ...




José Luis Sampedro José Luis Sampedro Sáez (Barcelona, 1 de febrero de 1917-Madrid, 8 de abril de 2013) fue un escritor, humanista y economista español que abogó por una economía «más humana, más solidaria, capaz de contribuir a desarrollar la dignidad de los pueblos». En 2010 el Consejo de Ministros le otorgó la Orden de las Artes y las Letras de España por «su sobresaliente trayectoria literaria y por su pensamiento comprometido con los problemas de su tiempo». En 2011 se le concedió el Premio Nacional de las Letras Españolas.




Ejerció su humanismo crítico acerca de la decadencia moral y social de Occidente, del neoliberalismo y las brutalidades del capitalismo. En referencia a esto, puso su grano de arena en las protestas en España de mayo de 2011 escribiendo el prólogo a la edición española del libro ¡Indignaos!, de Stéphane Hessel.




Sampedro se convirtió en el símbolo del movimiento 15-M de los indignados, llamados así porque se plantaron en la Puerta del Sol en Madrid el 15 de mayo de 2011, donde mostraron y se quejaron de la situación económica y social que vive su país.




Su movimiento se replicó en varias ciudades de Estados Unidos y del mundo entre los que resaltó el grupo de indignados de Wall Street que buscaban soluciones para la crisis económica y el desempleo provocados por la crisis económica de 2009.



¿Qué resorte ha movido a Sampedro, economista, escritor comprometido con su tiempo, académico, a expresar su indignación, a reclamar que la gente reacciona? El mensaje de Hessel, dice, "está dirigido principalmente a los jóvenes de un resistente luchador por la causa de los derechos humanos y las conquistas sociales logradas a lo largo del siglo pasado, en franco retroceso en estas primeras décadas del XXI".

De ese "ocaso de la sociedad" escribe Sampedro en Reacciona, el conjunto de escritos coordinado por la periodista Rosa María Artal, "iniciativa más completa y centrada en España", como indica el propio escritor. "Efectivamente", dice, "estoy indignado y reacciono ante la mentira reiterada de que la única salida posible de la crisis que se nos presenta sean las medidas neoliberales".

¿Qué hacer? "Como he dicho muchas veces, actualmente el dinero es la medida de todas las cosas, confundimos economía de mercado con sociedad de mercado, convirtiendo todo en mercancía hasta el punto de aceptar la corrupción, es decir, la compraventa de seres humanos como algo natural que se avala en las urnas. Educados en este ambiente y con la finalidad de ser competitivos, productivos e innovadores, es decir, de tratarnos unos a otros a empujones, es difícil mantener la dignidad si no es mediante la autoreeducación".

El autor de Conciencia del subdesarrollo y El río que nos lleva ha mantenido siempre una enorme fortaleza en su compromiso con la sociedad. Es como un junco, y ahora, además, se pone al frente de iniciativas en las que él mismo acentúa esa fortaleza. Pero, ¿ha habido momentos de flaqueza? "Depende de lo que se entienda por flaqueza. Momentos de dudas y vacilaciones los tenemos todos los pensantes, especialmente cuando nos encontramos frente a decisiones que también incumben a terceras personas, a nuestros seres queridos. En general, puedo decir que no siempre he estado seguro de qué hacer, pero siempre he sabido lo que no debo hacer".














Tiempo de vergüenza


"Reacciona aporta respuestas", dice Hessel en el pórtico de la recopilación de textos que ha elaborado Rosa María Artal como prolongación española del ¡Indignaos! del autor francés, amigo y contemporáneo de Sampedro. "Son caminos", afirma Hessel, "para canalizar el descontento y desconcierto que la crisis de un sistema, a escala global y local, vierte sobre la sociedad, capaz, por fin, de movilizarse. Es hora de actuar". Hessel se congratula de las voces de Reacciona. Aparte de Sampedro, escriben Federico Mayor Zaragoza, Baltasar Garzón, Juan Torres López, Ángels Martínez i Castells, Rosa María Artal, Ignacio Escolar, Carlos Martínez, Javier López Facal, Javier Pérez Albéniz y Lourdes Lucía.

Dice el juez Garzón: "Alguien ha dicho que nos ha tocado vivir los tiempos de la vergüenza, la mediocridad y la renuncia". Vergüenza "por el abandono de los principios que nos deberían ayudar a afrontar y superar los retos de una crisis económica fabricada por un capitalismo rampante"; mediocridad "porque se ha desarrollado una visión alicorta de la situación política y económica"; y renuncia, "porque todos, en un escenario de corresponsabilidad, estamos consintiendo y propiciando esa situación".

Zizek:Coca Cola la commodity perfecta


Moody's bajó calificaciones a empresas, provincias, y municipios argentinos

La calificadora de riesgo Moody's bajó las calificaciones y puso en revisión a compañías argentinas, entre ellas Arcor e YPF. También se ven afectados municipios y provincias.




En su último informe, la calificadora de riesgo Moody's informó la baja de las calificaciones de emisor y de deuda en las escalas tanto en moneda local como extranjera para las provincias y municipalidades argentinas y colocó sus calificaciones en revisión para la baja. La medida también afectó a empresas locales, entre ellas YPF y Arco

El tarifazo de gas será después de las elecciones

Gobierno oficializa postergación hasta enero del aumento en las tarifas de gas

Las subas se registrarán a inicios del año próximo por efecto a las circunstancias macroeconómicas provocadas por la crisis cambiaria


El aumento se aplicará tras las elecciones presidenciales




El Gobierno oficializó hoy que el aumento semestral de las tarifas de gas, previsto para el mes que viene, se postergó hasta el primero de enero de 2020, a raíz de las "actuales circunstancias macroeconómicas".

La decisión se formalizó por medio de una resolución de la Secretaría de Gobierno de Energía, publicada este miércoles en el Boletín Oficial.

Ultima oferta de Sánchez a Podemos para investidura



El socialista Pedro Sánchez


Sánchez afirmó que "si el problema con Podemos es la desconfianza, construyamos confianza y establezcamos las máximas garantías".
La oferta está incluida dentro de un programa de gobierno propuesto por Sánchez, con 370 medidas, entre ellas sociales y un aumento de impuestos para sufragarlas.

Sánchez descarta un gobierno de coalición con Podemos, a lo esta formación aspira, y le ofrece puestos fuera del ejecutivo. Tras la investidura fallida el pasado 25 de julio por el veto de Podemos, ahora hay tiempo hasta el día 23 para una nueva votación y evitar la repetición de elecciones.

Las reservas cayeron casi US$1.000 M

El Central informó que la caída refleja la decisión de flexibilizar la posición de los bancos en dólares para ponerlos a disposición de los ahorristas



Las reservas quedaron este martes US$995 millones por debajo del cierre del lunes



Las Reservas Internacionales del Banco Central cayeron hoy en casi mil millones de dólares y finalizaron en US$52.149 millones, informó la entidad en su resumen diario de Variables Financieras.

Las reservas quedaron US$995 millones por debajo del cierre de ayer (cuando terminaron en US$ 53.144 millones). Y en sólo en los dos días hábiles de septiembre acumularon una merma de US$1.949 millones.

El Banco Central este martes intervino con ventas directas para contener los movimientos del dólar, que finalizó con un avance de siete centavos a $58,48.

A ello se debe sumar la cantidad de retiro de depósitos por la incertidumbre y desconfianza en el sistema financiero.

El ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, sostuvo en reiteradas oportunidades que las reservas estaban "para ser usadas", por lo que es probable que continúen en descenso.

Según aseguró el organismo que dirige Guido Sandleris, esta caída refleja parcialmente la decisión de flexibilizar la posición de los bancos en moneda extranjera (dólares) para que las sucursales tengan mayor liquidez para darle a los ahorristas de ser necesario.

La entidad, en su resumen diario de Variables Financieras, informó que las reservas en moneda extranjera finalizaron la rueda de hoy en US$52.149 millones y, de esta manera, la caída desde el 13 de agosto post elecciones PASO hasta hoy fue de un total de U$S14.141 millones.

Krugman: "Estoy tratando de entender el desastre"


El premio Nobel de Economía sostuvo que "es sorprendente el parecido de esta crisis argentina con la de 2001"


“Llorando por Argentina: estoy tratando de entender el desastre”, lanzó el ganador del premio Nobel de Economía, Paul Krugman, al cuestionar el vertiginoso endeudamiento en moneda dura asumido durante la gestión de Mauricio Macri. A través de su cuenta en Twitter, el economista estadounidense consideró que la masiva toma de deuda realizada por las distintas capas geológicas de funcionarios cambiemitas lo único que logró fue “cavar un pozo más profundo, con un incremento en la deuda externa y el descrédito de las reformas neoliberales”. Krugman advierte que el deterioro en el sector externo comenzó antes del recambio presidencial pero señala que la política económica de las autoridades argentinas agudizó los problemas hasta llegar a la crisis actual.

“Para quienes dedicamos mucho tiempo a este tipo de crisis es sorprendente lo parecido que es el libreto al de la crisis de 1998-2001, no está la convertibilidad, pero se ven los mismos errores en la política económica y con el FMI validando ese camino”, indicó Krugman en una serie de tuits. Además de cuestionar al organismo multilateral por su rol en el estallido de la crisis, el economista apunta directamente a su ex directora Christine Lagarde, que será designada al frente del Banco Central Europeo (BCE). “Y, sí, esto me hace preocupar mucho más sobre la llegada de Lagarde al BCE. Todos los involucrados en realidad deberían haber hecho algo mejor”.

Rubinstein espera que Alberto le devuelva a Salud el rango de ministerio

El secretario de Salud de Macri se mostró junto a un ex ministro kirchnerista y una asesora de Lammens.



Rubinstein se mostró junto a los kirchneristas Daniel Gollán, ex ministro nacional, y a Zulma Ortiz, ex ministra vidalista y actual asesora estrella de Matias Lammens. Participaron de un debate organizado por la Red Argentina de Periodismo Científico.

"No es algo que haya recibido con beneplácito, respondía a un momento muy particular el año pasado, pero confío en que va a volver a ser Ministerio", criticó Rubinstein al ser consultado sobre la baja del rango del área de Salud en el gobierno de Macri, que justamente este martes cumple un aniversario como secretaría.

A su lado escuchaban atentos Gollán y Ortiz, con miradas cómplices y, según cuentan asistentes a la actividad, hasta con alguna mueca de sonrisa por lo que decía el aún secretario en funciones. Creían que era, por primera vez, admitir el fracaso en una gestión muy golpeada y reconocer que se ve afuera y sin chances de revertir el resultado de las elecciones.

De origen radical, Rubinstein supo ser uno de los ministros preferidos y más cercano a Marcos Peña pero ahora fue el primero de los miembros del gabinete en "bajarse del barco". El médico quedó muy golpeado con la baja del rango de Salud y nunca se lo perdonó al jefe de gabinete. Tampoco nunca se alineó a su jefa, Carolina Stanley, a quien le provocó más de un dolor de cabeza.

Encuesta: Macri podría caer debajo del 30% y Alberto le saca casi 30 puntos

La imagen del presidente cae a mínimos históricos y queda muy lejos de forzar un escenario de segunda vuelta.


Mauricio Macri aparece lejos del escenario de una remontada épica que lo lleve al ballotage, como imaginan sus seguidores y alientan sus más entusiastas aliados como Miguel Pichetto y Elisa Carrió. Así lo muestra una encuesta nacional que ubica al Presidente cayendo por debajo de los 30 puntos y a Alberto Fernández superando cómodamente el 50 por ciento.


El sondeo de CB Consultora -al que LPO accedió en exclusiva- revela que la imagen de Macri cayó a mínimos históricos tras su derrota en las PASO y la crisis económica que se desató en los días posteriores. El trabajo, cabe aclarar, finalizó casi en paralelo al anuncio del cepo al mercado cambiario.

Fernández lidera cómodamente con el 54,3 por ciento, lo que según esta encuesta lo ubica con posibilidades concretas de superar el 54,1 por ciento que obtuvo Cristina Kirchner en 2011. De concretarse, implicaría un crecimiento de casi 5 puntos respecto a las PASO, cuando el Frente de Todos alcanzó un 49,49% de los votos afirmativos.


En tanto, Macri parece sufrir los efectos de la derrota y la crisis y su intención de voto cae a 26,6 por ciento, casi 30 puntos abajo de Fernández. El número implica una caída de 6,34 puntos respecto del 32,94 por ciento que el Presidente alcanzó en el escrutinio definitivo de las PASO. La encuesta detalla que la fórmula de Juntos por el Cambio aparece hoy por hoy con un techo del 32,5%, similar al número de las PASO.

"La imagen de Macri se encuentra en los mínimos históricos, con el 25,5% de aprobación y 69,8% de desaprobación", destaca CB Consultora, que también aporta otro dato alarmante para el Gobierno: apenas un 65,2% confirma que irá a votar en octubre y un 13,6% dice no saberlo. Es decir que de acuerdo a estos datos difícilmente se produzca un incremento importante de la asistencia respecto a las PASO, cuando votó casi el 76% del electorado.


La encuesta, realizada a través del sistema CAWI, también indagó sobre el escenario en Córdoba, considerada clave en la previa de las PASO para las aspiraciones del Gobierno. CB Consultora había medido con bastante precisión el escenario cordobés un mes antes de las primarias y anticipó un triunfo cercano a los 20 puntos de Macri.

Ahora, el sondeo arroja una intención de voto del 46,2 por ciento para Macri en Córdoba contra un 32,6 por ciento de Fernández, esto es una diferencia menor a la de las PASO cuando Juntos por el Cambio sacó casi 18 puntos de diferencia (48,18 a 30,39). El techo del presidente en la provincia que más lo respaldó en su mandato ahora apenas supera el 50 por ciento.

En tanto, la boleta corta de Juan Schiaretti alcanza una intención de voto del 15,2 por ciento, levemente por debajo del porcentaje que obtuvo en las PASO. Sólo un 19,4% dice que cortará boleta.

Encuesta: una mayoría culpa a Macri por la crisis post PASO

El candidato a presidente Alberto Fernandez le ganaría al actual jefe de Estado Mauricio Macri por más de 20 puntos en las elecciones de octubre, de acuerdo a un estudio privado. Además, de acuerdo al mismo estudio, para los consultados, Macri es el principal responsable de la crisis económica que atraviesa el país.

De acuerdo a un estudio elaborado por Federico González y Asociados, la dupla Fernández obtendría el 55,1% de los votos, mientras que Macri - Miguel Ángel Pichetto se harían del 22,5%. En un relegado tercer puesto, en tanto, se ubica la fórmula de Consenso Federal, que integran Roberto Lavagna y Juan Manuel Urtubey.

De esta manera, entre los dos espacios más votados, se concentraría el 87,6% de los votos.




El estudio privado también evalúa la atribución de responsabilidades de la crisis económica financiera post elecciones, segmentada por voto en elecciones PASO.

Así, de acuerdo a los consultados, ante la pregunta "¿Quién cree que es principal responsable de la crisis económica que se desató luego de las elecciones paso del 11 de agosto?", más de la mitad se inclinó por Macri, mientras que casi un 15% lo hizo por su principal contrincante.



Ficha técnica

Tipo de investigación: Cuantitativa.

Tipo de estudio: Encuesta mixta presencial en AMBA y telefónica (Sistema CATI) en el interior del país.

Instrumento de recolección de información: Cuestionario estructurado.

Población: Ciudadanos residentes en Argentina en condiciones de votar.

Tipo de muestreo: Muestreo probabilístico estratificado proporcional, en base al peso de secciones electorales.

Tamaño de la muestra: 1400 casos efectivos.

Nivel de error: +/- 2.7%.

Nivel de confianza: 95.5%.

Fecha de realización: Entre el 28 de agosto y el 31 de agosto de 2019.

Terminar el mandato, el único objetivo oficial

Lacunza posterga presentación en el Senado mientras negocian el proyecto. El macrismo juega sus últimas cartas con medidas económicas “de emergencia” y “no deseables” para “evitar males mayores"

por Natalia Vaccarezza

Lacunza se reunió con Rogerio Frigerio, Emilio Monzó, Federico Pinedo, Miguel Angel Picheto y el vice ministro del Interior, Sebastián García de Luca


El Gobierno transita una compleja de crisis económica y política que se agudizó después de las primarias del 11 de agosto. En la Rosada el único objetivo es “llegar lo mejor posible al 27 de octubre”. “Pase lo que pase tenemos que llegar”, comentan en el ala política de la Rosada. Esa es la orden que dio Marcos Peña, el jefe de Gabinete si sigue teniendo poder.

Hasta ahora se habla de lograr estabilizar la situación económica para llegar a una tranquilidad electoral en las generales. Lo que pase después dependerá del resultado de ese domingo. Mauricio Macri tiene una idea fija: “terminar el mandato”. Es todo un significado para el macrismo. Desde la llegada del peronismo en 1945, ningún gobierno no peronista ha terminado su gestión en tiempo y forma.

El macrismo juega dentro 55 días las últimas cartas con medidas económicas “de emergencia” y “no deseables” para "evitar males mayores como la pobreza". Para respaldar los argumentos del control de cambios, el Gobierno eligió el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, que tiene quince días al frente de la cartera.

El ex ministro de Vidal buscó ayer volver a trasmitir tranquilidad a los mercados y a los ahorristas. “Hay una absoluta tranquilidad del patrimonio de los argentinos”, garantizó en una conferencia de prensa tras la reunión de gabinete. “Son intocables los ahorros”, prometió el funcionario en un clima de psicosis de largas colas de ahorristas en los bancos.

En las jornadas más críticas de la gestión aparece Lacunza con tono tranquilizador. El vocero político que lleva apuntes a las reuniones de gabinete corrió a otros personajes de la mesa chica que defendía las políticas oficiales. El ministro dice que está “bien y sereno” al asumir el cargo pese a que son “medidas económicas no deseadas y de emergencia”. Macri no quería llegar a esta instancia pero todo se fue de control después de las PASO.

En paralelo, la Casa Rosada abrió un diálogo con los referentes económicos de la oposición y referentes del Fondo, pero no para consensuar medidas sino sólo para informarlas. “No hay un co- gobierno”, aclaró Lacunza. El mensaje oficial es transitar “en estabilidad” la campaña electoral sin poner en riesgo a los argentinos. Volvió a usar la metáfora del barco al mencionar que “quien es el comandante o capital del barco hasta el 10 de diciembres” es Macri.

El tránsito hasta las elecciones está basado en dos medidas: el estiramiento de los vencimientos de deuda a corto plazo y el control de capitales. No hay plan “b”. Lacunza y todo el equipo de gobierno cree que “estas medidas van a funcionar”.

La semana del Macri y del equipo económico no será de las mejores. El ministro desistió su compromiso de asistir al Congreso para ir a defender el reperfilamiento de la deuda local. Lo hizo tras la reunión que mantuvo con Rogerio Frigerio juntó a los titulares de las Cámaras, Emilio Monzó y Federico Pinedo, además del senador y candidato a vicepresidente, Miguel Angel Picheto.

En las conversaciones participaron Lacunza y el vice ministro del Interior, Sebastián García de Luca. "Acordamos buscar consensos y lograr acuerdos con la oposición que tiene representación parlamentaria", explicaron fuentes oficiales. Para el ala política es "un desafío" conseguir apoyo opositor, pero confía que puede hacerlo por los antecedentes con otros proyectos del ley. "Nos ha ido bastante bien hasta ahora", se entusiasman en Balcarce 50.

Minutos después, Pinedo anunció vía twitter que la búsqueda de consensos políticos postergaría el giro del proyecto de ley, previsto originalmente para el viernes pasado y luego para hoy. "por lo que se suspenderá la presencia del ministro para generar el diálogo correspondiente.

Grindetti se despega de Macri y ya reparte boletas de Alberto y Cristina

El intendente se despega de Macri y "peroniza" su campaña, anclada en el territorio.


Néstor Grindetti tuvo su propia plaza de la resistencia en Lanús, donde unos cientos de vecinos se movilizaron el último sábado para apoyar su reelección.



La campaña arrancó con un fuerte giro de pragmatismo: rpartir la boleta de Alberto y Cristina, para tratar de salvarse.

"Gracias a todos los lanusenses por esta gran muestra de apoyo, ahora tenemos que estar todos más juntos que nunca para defender todo lo que hicimos en Lanús en estos 4 años", expresó emocionado el intendente.


No hubo rastros de Mauricio Macri ni de María Eugenia Vidal en la plaza de apoyo a Grindetti, que en línea con los demás intendentes del PRO definió seguir con una campaña "vecinal", alejado de la marca de Cambiemos que les resultó un lastre en agosto.

La idea en Lanús es "territorializar" lo más posible la campaña. A diferencia de lo que pasó en la primera parte, donde estuvimos más apegados a las normas del PRO, ahora admiten que buscan hacer una campaña de mayor contacto con los vecinos, una característica que siempre sostuvo Grindetti pero que buscarán redoblar de cara a octubre, donde buscarán "peronizar" la campaña.

Netflix, YouTube y servicios de streaming se llevan el 58% del consumo digital global

Un estudio revela cómo se distribuye la banda ancha en todo el mundo


Netflix además tiene la tecnología de compresión de datos más eficiente


Una de las informaciones más impresionantes relacionadas con el negocio del entretenimiento es cuánto consumen los sistemas de streaming de la banda ancha global. "Impresionante" porque una sola aplicación se lleva ni más ni menos que el 15% de la suma total de banda ancha en todo el mundo. Esa aplicación es Netflix. La siguen servicios de streaming en formato HTTP (todos juntos) con el 13% de la banda global; YouTube en tercer lugar con el 11,4%; la búsqueda por motores se lleva un 7,8% y la reproducción de videos en formato MPEG, el 4,4%.

Lo de Netflix es especialmente notable porque demuestra el poder del OTT. Las siglas implican "Over the top", es decir, por encima de la conexión normal. Traducido: uno accede a Netflix desde el smartv, por ejemplo, sin acceder a un web browser ni conectarse a Internet necesariamente. El consumo de banda por parte del video y sonido de alta definición es clave: lo que emite Netflix son archivos muy pesados que consumen mucho del "caño" que cada usuario tiene en su hogar. Pasa algo similar con YouTube, que hoy está integrado a otros servicios para la televisión (en la Argentina, recientemente Cablevisión integró la app del sitio a su sistema Flow, por ejemplo). También queda claro que el consumo más importante de banda ancha es para el entretenimiento directo y no tanto para el "paseo" por Internet. El usuario digital está más ilustrado respecto del funcionamiento del sistema. Hay otros números que impresionan: en horas pico, Netflix puede alcanzar a concentrar hasta el 40% de la banda ancha global.

La información proviene del estudio Global Internet Phenomena Report realizado por el fabricante de tecnología para navegación digital y banda ancha canadiense Sandvine, y se basa sobre mediciones realizadas desde 2017 hasta el presente, y lo dio a conocer Variety, que señala una curiosidad. El sistema de encodeo de videos de alta definición de Netflix es el más eficiente de todos los proveedores de contenidos audiovisuales, lo que implica que el uso de la banda es igualmente eficiente. Es decir: no se trata solo del peso de los archivos sino que sirve muchos constantemente. Es una manera de expresar el peso (gigante) que tiene la firma en el mundo del entretenimiento. Con YouTube son las principales fuentes de contenidos audiovisuales en todo el mundo.

En total, el video se lleva el 57,7% del consumo global de la banda ancha, lo que implica casi que el video es el motivo para la existencia de Internet hoy.

The Power of Big Data and Psychographics


Estados Unidos: la historia de los billetes de 10.000 y 100.000 dólares

Las mayores denominaciones de la divisa estadounidense fueron de 500, 1.000, 5.000, 10.000 y 100.000 dólares, aunque hoy en día el mayor es de 100 dólares. Pero el de 10.000 está en circulación.
El billete de 100.000 dólares fue creado en plena Gran Depresión en 1934.


El dinero en efectivo está en el punto de mira. Las instituciones europeas ya hablan abiertamente de la posibilidad de suprimir el billete de 500 euros, mientras que en EE.UU. también se abrió el debate sobre los billetes de 100 dólares. Parece que en el futuro el dinero será de plástico, pero en el pasado tuvieron un papel importante en la historia del dólar.

No, no vamos hablar del famoso billete de 1 billón de dólares que Fidel Castro robó al maléfico Señor Burns en un célebre capítulo de los Simpsons. Hablamos de 100.000, 10.000, 5.000, 1.000 y 500 dólares, las mayores denominaciones de la divisa estadounidense en la historia, aunque hoy en día es el de 100 dólares el mayor.



El billete de 1.000 dólares con la imagen de Grover Cleveland, el único presidente en gobernar la Unión Americana en dos periodos no consecutivos.

Existieron en diversas formas y tipos, como papel moneda, como dinero privado, bonos del Tesoro o como certificados de oro desde finales del siglo XIX. De todos ellos, los más curiosos son los casos de los dos mayores.

El billete de 100.000 dólares, en cualquier caso, no fue un billete al uso. Creado en plena Gran Depresión en 1934, fue emitido como un certificado por su valor en oro respaldado por el Tesoro de EE.UU. y nunca circuló públicamente, solo servía para facilitar las transacciones entre los diferentes bancos del sistema de la Reserva Federal. Solo se emitieron 42.000 de estos certificados y tienen otra particularidad única: no es legal poseer uno y solo se encuentran en museos, aunque los diferentes bancos de la Fed todavía conservan algunos.Más interesante es la historia detrás del billete más grande de dólar que ha circulado es el de 10.000 dólares (y que sigue circulando, porque es perfectamente legal, aunque si se encuentra con uno, lléveselo a un coleccionista, le pagará más por él).




El billete de 5.000 dólares con la imagen de James Madison, el cuarto presidente del país y creador del partido Republicano.

Lo curioso del billete de 10.000 dólares es que, a diferencia del resto, no lleva impresa la cara de un presidente de EE.UU. ni de uno de los Padres Fundadores, sino de un secretario del Tesoro, Salmon P. Chase. Aunque su nombre no es tan conocido como el de sus compañeros de retrato, Chase es una figura muy importante en la historia financiera y política de EE.UU.

  Gobernador de Ohio, tras el estallido de la Guerra Civil en 1861 fue nombrado secretario del Tesoro por Abraham Lincoln. Con el costo de la contienda disparado, fue encargado de emitir una nueva moneda que no estaba respaldada ni por oro ni por plata, el denominado green back (apelativo que hoy todavía se da al dólar) que como su nombre indicada estaba impreso en verde por el reverso. En el anverso, decidió poner su propia cara, algo que sin embargo no le sirvió para llegar a la presidencia de los EE.UU.



El billete de 10.000 dólares, a diferencia del resto, no lleva impresa la cara de un presidente de EE.UU. ni de uno de los Padres Fundadores, sino de un secretario del Tesoro, Salmon P. Chase.

Quizá buscaba auto publicidad con esta decisión, pero a pesar de no llegar a presidente sí que le sirvió al menos para algo: realzar su figura como "padre" de los billetes modernos. Precisamente por eso se le quiso homenajear en 1928 cuando se imprimió ese billete de 10.000 dólares. Su nombre también quedó ligado a la banca: el Chase National Bank, antecesor del Chase Manhattan, hoy parte de JP Morgan Chase, fue nombrado en su honor cuando se fundó en 1877, cuatro años después de la muerte del propio Salmon.



El billete de 100.000 dólares con el rostro de Woodrow Wilson, el 28° presidente de los Estados Unidos. En cualquier caso, la vida de estos billetes gigantes (hay que tener en cuenta la inflación, el valor real sería a finales del XIX y principios del XX mucho mayor que el actual) no fue excesivamente larga. La Reserva Federal, creada en 1913 y a cargo de la impresión, dejó de imprimir este tipo de billetes en 1945 y oficialmente los comenzó a retirar de circulación (y a destruirlos) en 1969, aunque mucho antes algunos como el de 5.000 y el de 1.000 apenas se utilizaban Lo curioso es que aunque oficialmente se habló de "falta de uso", las sospechas de su uso para actividades criminales (son obvias las ventajas de los billetes grandes para transportar ese dinero que se quiere ocultar) también fueron clave para su retirada, un razonamiento que hoy es el que mueve a las autoridades también.

Pete Buttigieg: “No basta con ganarle a Trump, hay que derrotar al trumpismo”

PRIMARIAS DEL PARTIDO DEMÓCRATA 2020

En una entrevista, el alcalde treintañero, religioso y gay que ha dado la sorpresa en las primarias demócratas propone la regularización de inmigrantes y acabar con la economía precaria
Pete Buttigieg

En los actos de campaña, cuando la gente le pregunta por qué hay que votar por él, qué es lo que le hace distinto de los demás candidatos de las primarias del Partido Demócrata, Pete Buttigieg tiene una broma preparada: “Esta va a ser vuestra única ocasión de votar por un millenial, gay, maltés-americano y episcopaliano”. Decir que Pete Buttigieg es un candidato atípico a presidente de Estados Unidos es quedarse muy corto.

Tiene 37 años, solo dos más de los que requiere la Constitución para ser presidente. Sería el más joven de la historia y, por supuesto, el primero abiertamente gay. Su experiencia en el ámbito público es ser alcalde desde 2011 de un pueblo modesto del Medio Oeste llamado South Bend, en Indiana. Muchos quieren ver en él la voz que puede recuperar a los votantes del cinturón industrial del país, esa clase media blanca empobrecida de los suburbios que, en 2016, votó por la mínima por Donald Trump y dejó a los demócratas en estado de shock.

“Al venir del Medio Oeste industrial he visto la desafección de los norteamericanos con la realidad en la que nos encontramos”, dice Buttigieg en una entrevista con EL PAÍS. “Mucha gente votó por este presidente no porque pensaran que era buena persona, sino porque prometió prender fuego al edificio. Fue la expresión de un deseo de que todo cambie. El problema es que el presidente no está mejorando nuestras vidas en nada. La casa está ardiendo y nosotros estamos igual”.

En este contexto, su mensaje a los votantes consiste en pedirles que prueben algo completamente nuevo. Un político que no se parezca a nada y sin hipotecas del pasado. “No creo que sea bueno para el Partido Demócrata decir que queremos volver a la normalidad. Lo que hay que hacer es crear una nueva normalidad. Eso significa asegurarnos de que la economía funciona para todos, incluso cuando la estructura económica cambia por la tecnología. Y creo también que nuestra democracia necesita cambios estructurales. Necesitamos afrontar la relación entre dinero y política. Hay que corregir los distritos electorales trazados de forma injusta. Y eventualmente tenemos que pasar a un sistema de voto popular. Creo que la idea básica [de la campaña] es que no solo me preocupan los problemas de la Casa Blanca, sino los problemas que hicieron que surgiera esta Casa Blanca”.



El candidato atendió a EL PAÍS por teléfono el pasado miércoles, en medio de su gira por California, minutos antes de que la senadora Kirsten Gillibrand anunciara su retirada de la carrera por la nominación demócrata. Aún quedan 20 candidatos, una cifra sin precedentes recientes a estas alturas. Con un grupo tan grande, ha sido una verdadera sorpresa que un perfecto desconocido para el público general como Buttigieg se haya colado entre los favoritos al lado de nombres como Joe Biden, Bernie Sanders, Elizabeth Warren y Kamala Harris. Buttigieg es el quinto en la mayoría de las encuestas, que le dan entre el 4% y el 8%. El elenco se puede reducir drásticamente a solo 10 candidatos, los que se han clasificado para el próximo debate. Él ya está dentro.

Tiene un apellido difícil de pronunciar para muchos norteamericanos (en español sería algo como buti-chich) y unos 20 años de biografía. En el año 2000 escribió un ensayo en el instituto sobre el senador Bernie Sanders como ejemplo de coraje político que le valió un premio de la Biblioteca Presidencial John F. Kennedy. Entró en Harvard y se graduó de Historia y Literatura. En su libro (Shortest Way Home: One Mayor’s Challenge and a Model for America’s Future) recuerda que estando en Harvard se hizo indispensable en la universidad una página llamada thefacebook.com que había inventado otro alumno, un tal Mark Zuckerberg. Después estudió en Oxford el programa de Filosofía, Política y Economía. Habla, más o menos, seis idiomas. Fue voluntario en varias campañas demócratas y se alistó en el Ejército. Sirvió en Afganistán. En 2011, se presentó a alcalde de su pueblo. El año pasado se casó con su marido, Chasten Buttigieg, de 30 años, que ha estado a su lado toda la campaña y se ha convertido en una estrella de las redes sociales.

No esconde que su atractivo consiste en un mensaje muy progresista y, a la vez, la sensación de que es capaz de hablar a los votantes republicanos. “Yo me considero muy progresista, pero hay cuestiones estructurales que preocupan a la gente en los dos lados”, afirma. El martes por la noche, durante un evento en Hollywood, un ambiente radicalmente distinto de South Bend, Buttigieg reivindicó que las palabras “valores” y “bandera” son de todos, no de los republicanos. Hace gala de su fe cristiana, y la utiliza también para criticar a la derecha.

“Yo votaría por un sándwich de jamón si pensara que pudiera ganar a este presidente”, bromeó en Hollywood cuando alguien le preguntó por qué había que votarle a él. Muchos piensan igual. Buttigieg reconoce que hay una motivación extra entre los demócratas este año, pero su oferta consiste en que él puede conseguir una coalición de votantes más amplia. “Hay una mayoría muy amplia para las cosas que yo propongo”, afirma por teléfono. “Los demócratas desde luego están muy motivados. Pero deberíamos ser capaces de ganar con una mayoría contundente. No basta con ganar a Trump, hay que derrotar al trumpismo. Para que eso ocurra, necesitamos un candidato que pueda ganar también mayorías en la Cámara y el Senado”.
Pete Buttigieg saluda a sus seguidores en un mitin en Portland.


Buttigieg viene de los Estados blancos de los campos de maíz y soja. La América de Hoosiers. South Bend está a dos horas en coche al este de Chicago. Tiene 100.000 habitantes, de los que el 63% son blancos y el 14,4%, hispanos. En toda Indiana, los hispanos son el 7,1% mientras la media nacional es el 18%. El discurso antinmigrantes de Donald Trump no ganó en ninguna ciudad grande de Estados Unidos ni en las costas ricas, pero sí en suficientes pequeños condados del interior. Sitios donde los demócratas tienen que esforzarse por contrarrestar la idea de que hay muchos inmigrantes, o que son una amenaza.

“Creo que en el Medio Oeste hay mucho pragmatismo”, dice Buttigieg a la pregunta de cómo va a defender a los inmigrantes en lugares como South Bend. “Nuestra economía realmente depende de estos inmigrantes indocumentados, pero los están explotando porque no tienen estatus legal. Estaríamos mucho mejor no solo si se les permite quedarse, sino ser ciudadanos de pleno derecho que pagan impuestos, que contribuyen a la economía. No se trata de hacerles un favor a los indocumentados, se trata de apoyar a nuestras comunidades asegurándonos de que todo el mundo puede salir de la oscuridad y participar en el país”.

South Bend tiene una renta per cápita de 21.000 dólares (unos 19.108 euros) al año (la media nacional es 31.000 dólares —unos 28.207 euros—) y una tasa de pobreza del 25% (frente al 12% en EE UU). El valor medio de las casas es de 81.000 dólares, frente a la media nacional de 193.000 dólares. En lo más duro de la crisis, el desempleo llegó al 12%. Buttigieg se presenta como el candidato de la América asalariada que se está quedando atrás en la revolución económica de la era digital. El martes participó en una protesta de conductores de Uber y Lyft en San Francisco para exigir que se les reconozca como empleados. Buttigieg cree que hay que reforzar el papel de los sindicatos y luchar por mayor estabilidad en el empleo.

“Hemos visto dos fenómenos ocurrir al mismo tiempo”, explica sobre este punto. “Uno, el declive de los sindicatos. Y dos, que se ha hecho más difícil sobrevivir económicamente. Yo creo que las dos cosas están directamente relacionadas. Además, está el estancamiento de los ingresos, una realidad que dura ya más o menos toda mi vida. Hemos tenido un crecimiento económico espectacular y prácticamente ninguna mejora en la renta de la mitad de Estados Unidos. Esto no es consecuencia de una fuerza misteriosa. Es consecuencia de decisiones políticas que han hecho más difícil para los trabajadores negociar mejores condiciones y salarios”. Para Buttigieg, la llamada economía colaborativa (gig economy, en inglés) es un “cambio estructural”. “Tenemos que asegurarnos de que no se convierte en explotación”, afirma.

Ese mismo Medio Oeste se ha convencido de que los trabajos que está perdiendo se están yendo a México. Trump explotó esta idea con habilidad en 2016. Buttigieg se presenta como el demócrata capaz de ofrecer otro relato a esos votantes. “Es verdad que se han perdido muchos trabajos como consecuencia de los acuerdos comerciales que se firmaron hace una generación”, dice Buttigieg. “A esa parte del país le prometieron que la tarta sería más grande y que todos estaríamos mejor. Pero la tarta se ha hecho más pequeña”.

“Es una de las razones por las que a Estados Unidos le interesa que México sea próspero”, razona respecto a la relación comercial con el vecino del sur. “Cuanto más altos sean los sueldos en México, mejor podremos competir. Y cuanto más seguro y próspero sea México, será más raro que tengamos niveles de inmigración inmanejables. Centroamérica podría encontrar prosperidad en México y no tener la idea de que Estados Unidos es su única esperanza”.

“Tenemos que gestionar la frontera de acuerdo con nuestras leyes y nuestros valores”, responde a la cuestión de cómo gestionar la llegada de inmigrantes. “No podemos tenerlo todo. Si queremos estabilizar la inmigración tenemos que estabilizar nuestra economía en ese sentido. Hay que asegurarse de que todo el mundo tiene el mismo nivel de sueldo y de protección como trabajador, de forma que no haya un incentivo tan poderoso para aprovecharse de los indocumentados”.

En este sentido, ve difícil un acuerdo con la actual mayoría republicana en el Senado en materia de inmigración. “Depende de si cuando hablamos del Partido Republicano nos referimos a la gente o a los líderes del Congreso. Porque entre los ciudadanos norteamericanos hay apoyo a un pacto que ofrezca una vía para a ciudadanía y a la vez seguridad en la frontera. Desgraciadamente, el Congreso de Estados Unidos ya no refleja a los ciudadanos. Creo que esto no va a mejorar hasta que los republicanos del Congreso no experimenten una pérdida de poder como resultado de ignorar a la gente”.

Los partidos del Gobierno alemán contienen el auge ultra en el Este

AfD no logra, pese a su fuerte subida, el primer puesto ni en Sajonia ni en Brandeburgo, donde ganan los conservadores y socialdemócratas respectivamente, según las proyecciones de voto
Imagen de Dresde, en el Este de Alemania, junto a carteles electorales de la extrema derecha, Alternativa por Alemania (AfD).


Alivio, muy contenido. El temido triunfo de la extrema derecha en Sajonia o en Brandeburgo no se ha materializado este domingo, según las proyecciones tras el cierre de las urnas en los dos Estados del este de Alemania. AfD (Alternative für Deutschland), sin embargo, habría obtenido excelentes resultados, comparados con las últimas regionales en 2014. Aun así, los partidos que encabezaban hasta ahora los Gobiernos —conservadores (CDU) en Sajonia y socialdemócratas (SPD) en Brandeburgo— habrían logrado contener el auge ultra, conservando por poco su liderazgo, aunque perdiendo apoyos.

Las elecciones en estos dos Estados del Este se han seguido con especial atención en todo el país, donde se teme que los resultados hagan temblar el fragilizado tablero político nacional. A partir de este lunes toca introspección en los cuarteles generales de los grandes partidos en Berlín y el arranque de las complejas negociaciones para poder formar Gobierno sin contar con la ultraderecha, a pesar de su gran resultado. Todos los partidos alemanes rechazan cualquier tipo de alianza con la extrema derecha.

En Brandeburgo, Andreas Kalbitz, representante del ala más dura de la formación ultra, cantó victoria: “El primer puesto habría sido la guinda de la tarta, pero los resultados son claros. AfD está aquí para quedarse y la política no va a ser posible sin nosotros".

"Lo hemos conseguido. […] la Sajonia afable ha ganado”, comparecía mientras en Dresde aliviado el primer ministro del Estado, el conservador Michael Kretschmer. Alivio y preocupación, ante sendas victorias ajustadas, y con sabor muy agridulce para los partidos tradicionales. Este domingo han evitado el mal mayor, sí, pero este lunes amanecerán con la extrema derecha como segunda fuerza más votada y ejerciendo la cuota de poder que les corresponde.

En el territorio de la antigua República Democrática Alemana (RDA) anida una frustración latente, 30 años después de la caída del muro de Berlín, así como un rechazo a la llegada de refugiados al país, ambos exacerbados por AfD, que ha sabido autoerigirse en la voz de los desagravios del Este. Este domingo les votaron sobre todo hombres y jóvenes. Comparados con los resultados de las regionales de 2014, AfD habría conseguido una subida de 17,7 puntos porcentuales en Sajonia y del 10,6 en Brandeburgo. Los resultados son, sin embargo, similares a los obtenidos por los ultras en las generales de 2017 en ambos Estados.

En Sajonia, la CDU quedó este domingo en primera posición con un 33% de los votos (seis menos que hace cinco años), seguido por AfD, que habría logrado un 28%. Los conservadores han gobernado hasta ahora en este Estado en coalición con el SPD, como en el Ejecutivo federal de Berlín. Este domingo habrían perdido la mayoría, según los primeros sondeos, que auguran una complicada formación de Gobierno regional.

La caída tiene una lectura evidente en la capital alemana, donde los partidos de la gran coalición no dejan de perder apoyos. Para la CDU, los resultados en el Este incrementan la presión sobre su presidenta, Annegret Kramp-Karrenbauer, llamada a suceder a la canciller, Angela Merkel, pero cada vez más cuestionada dentro del partido. Pertenece, como Merkel, al ala más centrista de la formación, lo que para los más conservadores supone un hueco político excesivo a la derecha, que AfD ha sabido ocupar.

En Brandeburgo, donde los socialdemócratas gobiernan desde hace 30 años, el SPD habría quedado en primer lugar, con el 26,4% de los votos, pero habría sufrido una caída de 5,5 puntos respecto a 2014. Se trata de la enésima pérdida de apoyos para un partido que atraviesa horas muy bajas y que está inmerso en una crisis de identidad. Los resultados no le bastarían para reeditar un Gobierno con Die Linke (La Izquierda). AfD lograría en Brandeburgo en torno al 24% de los sufragios.

Las elecciones europeas del pasado mayo ya habían marcado claramente la tendencia. Entonces, AfD obtuvo un 25,4% de los votos en Sajonia y un 19,9% en Brandeburgo, algo menos que en las generales de 2017 en ambos Estados. El poderío del voto protesta es especialmente pronunciado en el Este, donde viven cerca del 20% de los alemanes, ya que en el conjunto del país la ultraderecha ronda de media el 13%. Porque aunque los indicadores económicos y sociales reflejan una considerable convergencia entre las dos partes del país históricamente dividido, la igualdad plena no acaba de llegar. Los salarios, por ejemplo, siguen siendo en torno a 650 euros brutos más bajos de media en el Este, aunque el coste de la vida es también menor. El PIB por habitante en el Este suma solo el 73% respecto a la media nacional.

Aun así, la situación económica en estos dos Estados y en el resto del este de Alemania, donde el paro no llega al 6%, resultaría más que envidiable para muchas otras regiones europeas. Porque más allá de las cifras y los hechos, buena parte del problema es intangible y tiene que ver con los agravios comparativos acumulados y mal digeridos durante décadas. Entre muchos habitantes del Este pervive una sensación de que en el Oeste se les sigue considerando ciudadanos de segunda y de que los esfuerzos individuales realizados en aras de la reunificación no han sido reconocidos ni debidamente recompensados.

El partido ultra ha envuelto esta campaña en una épica revolucionaria. Ha animado a los votantes a repetir la revolución pacífica de 1989, cuando los antiguos ciudadanos de la República Democrática Alemana salían a la calle para manifestarse y derribar el muro de Berlín. Ahora, según el argumentario que propaga AfD y compran muchos en esta parte del país, la democracia alemana no es tal, los medios de comunicación y los políticos tradicionales solo difunden mensajes políticamente correctos y son solo los ultras los que se atreven a decir la verdad. Si hace 30 años derribaron el Muro, ahora toca derribar a Merkel y su política de puertas abiertas con los refugiados y de lucha contar el cambio climático. Han animado a sus votantes a “atreverse” a hacer historia. La revolución, alientan desde AfD, empieza en el Este.
Abandono

Lo han logrado también con una decidida política de proximidad. Los representantes locales están muy presentes en los pueblos, escuchando las preocupaciones de los que dicen sentirse abandonados por los políticos de Berlín. AfD ha sabido, además, alimentar esa sensación de abandono a raíz de la llegada de más de un millón refugiados al país en 2015. Los refugiados reciben apoyo y recursos del Gobierno central, mientras ignoran las necesidades de los que ya estaban aquí, vienen a decir. “¿Quién nos protege de los que necesitan protección?”, se lee en uno de los carteles electorales que vincula la criminalidad con los refugiados.

Poco importa que la proporción de refugiados sea en estos Estados menor que en otros del Oeste, porque lo que opera es una suerte de xenofobia preventiva. “Aquí hay mucha gente que va todos los días a trabajar al Oeste y ven cómo es la vida allí. No quieren que el Este acabe así, islamizado”, explicaba recientemente a este diario Etgar Naujok, presidente de la agrupación de AfD en Leipzig, quien recalcaba la urgencia de la llamada revolucionaria de su formación. “No tenemos otros cinco años para cambiar las cosas”.

Para AfD, su ascenso en el Este conlleva sin embargo considerables dilemas. Su candidato en Brandeburgo, Andreas Kalbitz, estuvo en su juventud activo en el entorno neonazi. Ahora pertenece a Der Flügel, el ala más radical de la ultraderecha, que se prevé salga también reforzada en octubre en Turingia. Este resultado agudizará las actuales divisiones internas dentro del partido, donde los considerados moderados asisten con preocupación a los avances dentro de la formación del sector más ultra, que podría acabar por hacerse con la dirección, según explicaban a EL PAÍS recientemente fuentes del partido.

"Es un cepolito, mitad cepo mitad corralito": Lacunza el Remes de Alberto

Macri impone un cepo de hasta 10 mil dólares por mes para la compra y los giros al exterior

Las personas sólo podrán comprar hasta USD 10 mil por mes. Además, se regula el envío de divisas al exterior.

El gobierno publicó este domingo un DNU que busca contener la escalada del dólar con una serie de medidas restrictivas de la libertad cambiaria. En los hechos impone un cepo para la compra de divisas y limita las transferencias al exterior, dos medidas que van en el sentido del modelo que había instrumentado Cristina Kirchner al final de su mandato y que Macri desarmó al asumir.

"Es un cepolito, mitad cepo mitad corralito", explicó una fuente al tanto de los pormenores de la medida. En el Banco Central rechazaron esta lectura y dejaron en claro que no hay corralito porque la gente y las empresas van a poder retirar los dólares que tengan en sus cuentas. No hubo la misma defensa respecto al cepo.

El decreto faculta al Banco Central a establecer los límites de la restricción. Fuentes de la entidad monetaria confirmaron a LPO que en el caso de las personas se limitará a USD 10.000 la compra mensual de divisas. Por encima de esa cifra será necesario contar con autorización del Central. "El 90 por ciento de las personas compran menos de 10 mil dólares por mes", explicaron las fuentes a LPO.

Alberto: "Argentina está en un default virtual y escondido"

Las empresas no tendrán restricciones para pagar importaciones o deuda en moneda extranjera, pero si para comprar dólares para atesorar. Y también necesitarán autorización para girar dólares al exterior. Lo mismo para las personas físicas que quieran girar al exterior más de 10 mil dólares por mes.

La nueva reglamentación también dispone que los exportadores tienen que vender las divisas fruto de sus exportaciones en el mercado local dentro de un máximo de 5 días hábiles después del cobro o 180 días después del permiso de embarque (15 días para las commodities).

Buena parte de los especialista que consultó LPO reconocen las medidas como necesarias pero critican al Gobierno la falta de timming, ya que acaso hubiera sido más conveniente anunciarlas antes del default parcial de la semana pasada. "Era cepo o default, no las dos cosas", afirmó a LPO un experimentado operador de Wall Street.

"Es un cepolito, mitad cepo mitad corralito", explicó a LPO una fuente al tanto de los pormenores de la medida.

Lo cierto es que con estas decisiones, Lacunza está tomando buena parte de las medidas impopulares que debería haber instrumentado Alberto Fernández, en caso de ganar las próximas elecciones. "Lacunza es el Remes Lenicov de Alberto", sintetizó a LPO uno de los dirigentes más cercanos al candidato peronista.

En el gobierno reconocen que de manera explícita o implícita necesitan ir en una dirección que esté avalada por el candidato peronista, de manera de evitar que siga con la dinámica de declaraciones incendiarias como las que hizo al Wall Street Journal, el jueves pasado.

El decreto también impone restricciones destinadas a dificultar la operatoria conocida como "contado con liqui" en su artículo tres (ver decreto adjunto). Los bancos no van a poder comprar bonos contra dólares, pero las empresas sí podrán hacerlo. En el Central creen que con todo este paquete de medidas las reservas van a durar mucho más, para poder cumplir con el único objetivo que se trazó Lacunza: Estabilizar el tipo de cambio para evitar que se espiralice la inflación.

El ministro de Hacienda, Hernán Lacunza.

Las medidas fueron anticipadas a la cúpula del FMI y luego de publicado el decreto se informaron a la oposición. Pero la sincronicidad de los eventos -default limitado, declaraciones al Wall Street Journal y finalmente cepo- sugiere que hubo algún tipo de acuerdo previo con Alberto Fernández, que casualmente eligió la semana que comienza hoy para irse a España.

El candidato peronista venía reclamando casi de manera explícita al Gobierno que impusiera el cepo, cuando afirmaba que la prioridad era "cuidar las reservas". Macri se resistía, pero finalmente el deterioro de la situación lo dejó sin margen.

Se habilita además a los bancos a operar desde las 10 de la mañana hasta las 17 durante septiembre. Cada entidad podrá decidir si quiere o no extender su horario de atención. Se busca así evitar situaciones de pánico.

En el entorno del candidato peronista afirman que "Lacunza es el Remes Lenicov de Alberto", porque está tomando medidas muy impopulares que en alguna medida le ahorran parte del 2trabajo sucio" que debería hacer si gana las próximas elecciones.

En sus argumentos el decreto sostiene que "ante los recientes acontecimientos económico-financieros desencadenados, de publico conocimiento, y la incertidumbre generada en el marco del proceso eleccionario en curso, es necesario adoptar medidas transitorias y urgentes para regular con mayor intensidad el régimen de cambios y, de esa forma, fortalecer el normal funcionamiento de la economía".


"Es necesario establecer ciertas reglas extraordinarias y transitorias relacionadas con las exportaciones de bienes y servicios, con las transferencias al exterior y con el acceso al mercado de cambios, previendo que el Banco Central de la República Argentina dicte la reglamentación correspondiente, en la cual se deberá distinguir la situación de las personas humanas de la de las personas jurídicas", sostiene el decreto.

El decreto deja un amplio margen de acción al Banco Central para que administre estas medidas. En sus dos primeros artículos el DNU que firmó Macri junto a todo su gabinete, sostiene:

ARTÍCULO 1°.- Establécese que, hasta el 31 de diciembre de 2019, el contravalor de la exportación de bienes y servicios deberá ingresarse al país en divisas y/o negociarse en el mercado de cambios en las condiciones y plazos que establezca el BANCO CENTRAL DE LA REPÚBLICA ARGENTINA.

ARTÍCULO 2º.- El BANCO CENTRAL DE LA REPÚBLICA ARGENTINA, conforme lo previsto en su Carta Orgánica, establecerá los supuestos en los que el acceso al mercado de cambios para la compra de moneda extranjera y metales preciosos amonedados y las transferencias al exterior requerirán autorización previa, con base en pautas objetivas en función de las condiciones vigentes en el mercado cambiario y distinguiendo la situación de las personas humanas de la de las personas jurídicas.

ARTICULO 3°.- Facultese al BANCO CENTRAL DE LA REPUBLICA ARGENTINA para establecer reglamentaciones que eviten practicas y operaciones tendientes a eludir, a traves de titulos publicos u otros instrumentos, lo dispuesto en esta medida.

La coyuntura empeora las chances de Cambiemos

La crisis económica es un lastre enorme y los resultados a favor del peronismo se mantienen o hasta mejoran. Los votos en blanco y la falta de arrastres.




La crisis de la última semana empeoró la situación del Juntos por el Cambio y las diferencias de las PASO se mantienen o se agrandan. Quienes estudiaron a los que no fueron a votar en las primeras y dicen que se acercarán a las urnas en octubre, consideran que en esa franja también tiene ventajas Alberto Fernández y eso no reducirá las diferencias. Tampoco se percibe un traslado de votos importante de José Luis Espert, Juan José Gómez Centurión o Roberto Lavagna hacia Mauricio Macri, de manera que tampoco de ahí proviene --hasta ahora-- ninguna corriente que achique los 16 puntos que hubo en las PASO. No se prevén cambios decisivos ni en la Provincia de Buenos Aires ni en la Ciudad Autónoma, donde un ballotage puede ser peligroso para Horacio Rodríguez Larreta.


"Desde las PASO a hoy la crisis económica se agravó --apunta Hugo Haime, uno de los consultores que se acercó muchísimo en sus encuestas previas al resultado del 11 de agosto--. No se trata solo de que la disparada del dólar fue a los precios, incrementando la pobreza, y continúa cayendo el empleo. Ahora empezamos a tener flashes de escenas ya vividas, con la clase media y alta retirando dólares de los bancos y temiendo por sus ahorros. Si el gobierno fue cuestionado hace tres semanas y faltan casi ocho para las elecciones es difícil imaginar hasta dónde puede llegar el deterioro en la valoración de la gestión de Macri hasta que lleguemos a votar. Es muy difícil que el gobierno logre revertir la cuesta. Las encuestas periódicas sirven cuando la situación está medianamente estable. Con la dinámica cotidiana en que estamos, cualquier número se vuelve viejo".

En la misma línea, Raúl Timerman de Grupo de Opinión afirma que "durante tres años y medio, el gobierno se manejó en el terreno de las finanzas, sin tornos, sin ladrillos, sin operarios. Con dinero se hizo dinero y ese dinero ahora salió. Para el mercado, Macri es más amigable que Alberto. El lunes 12 el mercado produjo una devaluación enorme mostrando quién es su candidato, Macri. El problema es que el 11 votó la ciudadanía y votó a la oposición. Lo que vivimos hoy es la tensión entre el mercado y el voto ciudadano y eso genera incertidumbre. Pero en esa situación es muy difícil que las diferencias se achiquen".

Ricardo Rouvier, de Rouvier y Asociados, analiza que "el panorama incluye la simultaneidad de la deflagración de la crisis económica-financiera y la proximidad de la elección general. Los estudios preelectorales van confirmando la tendencia ya manifestada en las pre PASO y en las primarias mismas; la ventaja del Frente de Todos respecto al oficialismo. Esa ventaja es de tal significación que ya aparece como un resultado puesto. Más aún, crece en la población la convicción de la incapacidad manifiesta del gobierno para conducir la cosa pública".

Distancias

Roberto Bacman, titular del CEOP, que también se acercó mucho en el pronóstico del 11 de agosto, es uno de los consultores que hizo encuestas después de las PASO. "Detectamos que la diferencia a favor del frente peronista se mantiene, y si se proyectan los datos sin el voto en blanco ni los indecisos hasta podría llegar a estirarse un par de puntos. Pero no hay que perder de vista que es solo una primera fotografía tras las primarias y aún queda un largo trecho por recorrer. Lo que finalmente sedujo a la mayor parte de los electores de nuestro país fue la necesidad de cambiar la orientación económica. Por lo visto en esta última semana, la economía se mantiene al tope de las preocupaciones de los argentinos. Y este es un dato de la realidad muy difícil de revertir".

Federico Aurelio, de Aresco, coincide en que las distancias se mantienen. "Hasta ahora observamos un panorama electoral similar al que se registró en las primarias del 11 de agosto. La profundización de la crisis económica agrava el malhumor social y habrá que seguir sus implicancias electorales. El gran resultado electoral del Frente de Todos (casi cincuenta por ciento del electorado) más la vocación de apoyar al oficialismo ó de no votar al peronismo cercano al treinta por ciento y los pisos electorales de las otras fuerzas políticas no dejan un margen de grandes movimientos electorales entre las PASO y las elecciones generales de octubre".

Contundencia

Alfredo Serrano, cabeza de la consultora Celag, rompió la tendencia mediática en las PASO de que todo estaba empatado. Serrano salió a la cancha un mes antes de las elecciones diciendo que había más de nueve puntos de diferencia. Sus diagnósticos actuales son igual de contundentes. "Después de las PASO ha habido 'mucho ruido y pocas nueces'. El clima de sensaciones, posturas ideológica y motivaciones de voto permanecen sólidamente en este tiempo electoral. Dos tercios de la población cree que Macri fracasó en su gestión o lo decepcionó como Presidente; casi la mitad cree que Macri es un Presidente ineficaz; el 75 por ciento tiene miedo a perder el empleo; el 60 por ciento vota en función de la situación económica; y precisamente, el 87 por ciento cree que la situación económica familiar sigue igual de mal o empeoró. Con este panorama, es más que complicado que existan grandes cambios en la intención de voto".

Cerrado

Para Artemio López la elección está terminada. "Al calor de la debacle socio económica, la caída en la preferencia electoral por el oficialismo es vertical. En este sentido el panorama electoral nacional está cerrado, para octubre. Sólo cabe esperar una mejor performance de la fórmula Fernández-Fernández que se constituirá ya en mayoría, superando el 50 por ciento de los votos"

Lo mismo opina Gustavo Córdoba. "La magnitud del voto castigo, motivado en gran medida por la mala praxis económica y política, es probable que se incremente levemente a favor del candidato Fernandez. Hemos evaluado que el techo electoral de Macri se ubica cercano a los 38 por ciento y el de Fernández en torno al 56 por ciento. Hay un cambio de expectativas y de no mediar modificiaciones significativas del contexto económico, la lógica indica que se va a ampliar la diferencia del 11 de agosto".

Animos

Analía Del Franco, de Del Franco Consultores, también integró el equipo que acertó en las diferencias de las PASO. "A tres semanas de aquella elección, la situación no presenta variaciones, si bien el efecto demostración de un contundente triunfo refuerza y valoriza al ganador en este caso el Frente de Todos. Y por la contrario genera decepción en los electores de Juntos por el Cambio, que votaron confiados de un triunfo que finalmente no se produjo. Pero el saldo es que ahora un 65 por ciento ve con buenos ojos un potencial gobierno de Alberto Fernández. Eso incluye un 25 por ciento de los votantes de Mauricio Macri, que además tienen expectativas positivas frente a un eventual gobierno de Alberto Fernández. Como se ve, es una consolidación del candidato del Frente de Todos y un resultado que, al menos por ahora, también se consolida".

Síntesis

Facundo Nejamkis, de Opina Argentina, parece sintetizar la opinión de la mayoría: "la elección parece un hecho ya lejano tapado por la gravedad de la situación económica. El 27 de octubre parece un evento inalcanzable dada la urgencia de los problemas a resolver. Lo mas probable, de mínima, es que se mantengan las diferencias que se observaron en las primarias de agosto".

Bolsonaro dejará de usar lapiceras Bic por su enfrentamiento con Macron


El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, aseguró que dejará de usar lapiceras Bic para firmar los documentos oficiales, ya que se trata de una marca francesa, en alusión al enfrentamiento que mantiene con Emmanuel Macron por los incendios en el Amazonas.

“Un bolígrafo Compactor y no más Bic, funcionará“, dijo el mandatario el viernes cuando firmaba indultos presidenciales para policías encarcelados. Compactor es una marca de lapiceras brasileña.

La sede de Bic evitó hacer comentarios este sábado sobre el comentario pero explicó que el 95% de los bolígrafos que se venden en Brasil son fabricados en una planta que la firma posee en Manaos, en el Amazonas, según consigna la agencia AFP.
Macron y Bolsonaro durante la reciente cumbre del G20

El grupo francés emplea a más de 1000 personas en Brasil en sus plantas de Manaos y Río de Janeiro en las que se producen bolígrafos, encendedores y hojas de afeitar que abastecen el mercado sudamericano y que también se exportan hacia América Central, del Norte y Europa.

Lo paradójico es que el propio Bolsonaro utilizó estas lapiceras de bajo costo durante su campaña a la presidencia, enfatizando su uso como un gesto de austeridad.


Bolsonaro y Macron han tenido una serie de enfrentamientos desde que el líder francés sugirió que los incendios en el Amazonas eran una "crisis internacional". El mandatario brasileño consideró que el comentario de su par galo "socavaba la soberanía de Brasil".

Bolsonaro exige que Macron se retracte de declaraciones en las que evocó la posible internacionalización de la Amazonía.

En 2050, más jubilados que trabajadores

Mejores condiciones laborales permitirían revertir la tendencia para promover un "enejecimiento activo"

Mayores de 55 años, ¿la fuerza laboral del futuro?

Más pensionados que mano de obra disponible para el mundo laboral, eso es lo que ocurrirá hacia 2050 en los países desarrollados, lo que se presume como una crisis de riesgo.
Frente al progresivo y ahora casi inevitable envejecimiento de la población, el destino del mercado europeo, por ejemplo, parece ahora señalado por un camino ineludible. Pero una receta para proteger el tejido social y las cuentas públicas, así como la relaciones intergeneracionales, emerge en medio del dilema. La variable no pasa tanto por extender la edad de jubilación, como piensan algunos especialistas, por ejemplo en Alemania, sino en centrarse en la calidad de trabajo, flexibilidad y formación continua, en dirección fundamentalmente al terreno digital y nuevas tecnologías, incluso para los mayores de 50 años. Para evaluar ese contexto y sugerir posibles soluciones la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ya avanzó por el terreno en el último Infore Working Better with Age (Trabajar mejor con el avance de la edad).
El reporte fue presentado en Tokio por el responsable de la entidad en Empleo, Trabajo y Asuntos Sociales, Stefano Scarpetta.
Sobre la base de los planes de pensiones actuales, escribe la organización, el número de personas inactivas mayores de 50 años o los pensionistas que tendrán que ser apoyados por los trabajadores podrían aumentar en alrededor del 40%, llegando al área 58 de cada 100, al menos en las zonas de influencias de la OCDE.
Sin embargo, en Italia, Grecia y Polonia, para 2050 el riesgo es de una relación de uno a uno o incluso muchas más personas de más de 50 años fuera del mundo del trabajo. Por lo tanto, el objetivo debe ser el de "promover un envejecimiento activo", dijo la OCDE.
Los esfuerzos de muchos países para elevar la edad de jubilación no condujeron, de momento, a resultados concretos. La edad real de la salida del mercado laboral es incluso más baja hoy en comparación con hace 30 años, no solo por la falta de incentivos para continuar trabajando en la vejez, sino también por la renuencia de empleadores para contratar y retener trabajadores de edad avanzada. Por lo tanto, la OCDE pide que se invierta la lógica: mayor flexibilidad en el horario y mejores condiciones de trabajo en general de hecho podría promover mayor participación a todas las edades. Largas jornadas de trabajo, por ejemplo, según explica la organización puede disuadir a algunas personas de edad a trabajar y evitaría que algunas mujeres dedicadas a cuidar a sus niños abandonen sus carreras profesionales. Una mejor calidad de vida permitiría, asimismo, un trabajo más continuo y prolongado a lo largo de los años.
Para los expertos, la flexibilidad es la piedra angular de ese problema y, hay quienes apuntan a invertir las bajas tasas de natalidad, incentivando con bonos y recompensas mayores la llegada de bebés a las familias.
Con más nacimiento, habrá más mano de obra joven en el futuro, anuncian, lo que equilibraría la ecuación jubilados - trabajadores.