Las grandes empresas argentinas valen la mitad que el año pasado



Las empresas que integran el Merval perdieron US$34.905 millones en 2018 Fuente: DyN

El apellido "Argentina" tuvo un año complicado si de activos financieros se trata, y las acciones locales lo sufrieron. En promedio, los papeles de 22 empresas que pertenecen al Merval perdieron la mitad de su valor en 2018, con descensos de hasta un 75% en la capitalización bursátil, es decir, aquella medición que indica cuánto vale una compañía según el número que le atribuye el mercado .

La pérdida fue millonaria, más específicamente, de US$34.905 millones. Eso significó un descenso del 50,7%. Para ponerlo en contexto, Diego Falcone, head portfolio manager de Cohen, describe qué sucedió con los mercados emergentes, que en promedio cayeron un 15,7% desde inicios de 2018 hasta el jueves, y con el índice de Wall Street S&P 500, que descendió 5,3%.

La cuenta anterior no contempla a la petrolera Petrobras ni a la siderúrgica Tenaris debido a que, según los especialistas en temas financieros, están menos afectadas que el resto por el "riesgo argentino" y tienen una parte sustancial de sus negocios fuera del país.

"El castigo empezó a inicios de este año. En abril empezaron a caer los bonos; en mayo, las acciones", detalla Sebastián Maril, analista de Research For Traders, y comienza a esbozar explicaciones. "Casi el 80% de todo lo que pasó ha sido culpa nuestra, factores internos", completa.

Entre esos factores internos, el especialista señala los errores económicos del Gobierno -como los movimientos erráticos para contener la corrida cambiaria-, los casos de corrupción -tras la investigación de los cuadernos de las coimas , las mismas empresas ya habían perdido US$8800 millones en poco más de un mes- y la incertidumbre política, que llegó más hacia el final del año.

El resultado de ese combo interno, sumado a la aversión por el riesgo emergente que sobrevoló el mundo desde inicios de este año, es que algunas compañías locales que integran el índice bursátil Merval hayan perdido más de la mitad de su valor.

Entre las empresas que más se desvalorizaron están Cablevisión Holding, que acumulaba un valor de US$4567 millones el 31 de diciembre de 2017 y, al cierre del último viernes de diciembre, descendió hasta los US$1143 millones; Banco Supervielle, que pasó de valer US$2756 millones a US$767 millones; y Metrogas, que pasó de US$1375 millones a US$400 millones.

La capitalización bursátil de las tres empresas descendió entre un 70% y un 75%, más de 20 puntos por encima del promedio general. Salvo en el caso de Cablevisión Holding, que está en un proceso de fusión, quien compró una acción de estas compañías el 31 de diciembre de 2017, hoy tiene en sus manos un activo que vale un cuarto de lo que valía en esa fecha.

Voceros de Metrogas explicaron que la pérdida se debe principalmente a la devaluación del peso, porque la compañía tomó deuda financiera en dólares.

En tanto, Cablevisión Holding se desvalorizó bastante más que su controlada Telecom (posee el 40%), que perdió un 4,4%. Fuentes del mercado detallaron que la diferencia radica en que el grupo tiene un float menor, entonces cuando hay un sell-off de compañías argentinas, lo primero que se abandona son los vehículos menos líquidos, por eso el precio de la acción de Cablevisión Holding es más sensible a los shocks negativos de la economía argentina.

Supervielle no está solo. Otros bancos, como Macro o Galicia, también tuvieron caídas en su capitalización superiores al 60% en el año. Falcone explica que esos números son el reflejo del descalabro económico de la Argentina en 2018. "Las entidades financieras son el indicador del riesgo país en el mercado de acciones, porque son aquellos que dan crédito y porque están sujetos a regulación, entre otras variables. El de este año fue un colapso al estilo Lehman Brothers", detalla.

Añade que se trata de papeles que estaban un tanto inflados a inicios de este año, entre otros motivos, por una expansión muy fuerte del crédito y un tipo de cambio atrasado. "Esperaban crecer en sus beneficios un 15% en dólares ad eternum y estaban caros", relata, y añade: "Es una tendencia que se comprobaba en todo el Merval".

La economía, la política y la Justicia tuvieron su influencia en la pérdida de capitalización bursátil, y son tres frentes que seguirán abiertos en 2019.

En el frente judicial, Maril señala que, si bien el valor de las empresas ya "absorbió" el paso de algunos empresarios por la Justicia local, todavía quedan tres casos abiertos en tribunales extranjeros: el de YPF -la demanda de una empresa creada por el grupo Petersen por la expropiación de la petrolera-, y el de Loma Negra y Ternium, que comenzaron en el último trimestre de este año y están relacionados con los cuadernos de las coimas .

Por el escándalo de corrupción durante el kirchnerismo, Maril no descarta nuevas demandas de accionistas o de la Securities and Exchange Commission (SEC) de Estados Unidos, pero concluye que la actual capitalización bursátil ya refleja los inconvenientes judiciales.

Con respecto a la economía, 2019 llegará con la efectivización de la recategorización de mercado por parte de la calificadora MSCI, que este año reclasificó a la Argentina como "emergente". La decisión se hará efectiva en mayo del año que viene, por lo que podría haber un mayor flujo de fondos hacia el mercado de capitales local.

En cuanto a la política, por último, Maril apunta que casi la mitad de la volatilidad de los bonos y acciones del año que viene dependerá de las encuestas de cara a los comicios electorales. "Va a ser el tema fundamental", advierte.

"Hoy, por cómo están los precios de las acciones, son una oportunidad para inversión a largo plazo. Van a venir un par de trimestres bastante volátiles, pero si tenés estómago para estas inversiones, es mejor comprar hoy y esperar hasta después de las elecciones del año que viene", apunta el analista de Research For Traders.

Entre las oportunidades, señala a las energéticas. "Son las únicas que han crecido a pesar de todo el barullo, especialmente en inversiones privadas. Ese crecimiento se vio en apertura de plantas energéticas, más molinos de viento, paneles solares y represas. El sector financiero, en cambio, se moverá con la economía, y las acciones relacionadas con la construcción estarán complicadas por la paralización de los PPP, el fin de la plata del blanqueo y las elecciones ", resume.

Falcone, por su parte, se vuelca por los bancos: "Ahora están a precio atractivo y, si se recompone el riesgo país, las acciones vinculadas al mundo financiero van a andar bien de nuevo", analiza.











La senadora demócrata Elizabeth Warren anuncia su precandidatura para las presidenciales de 2020

La veterana legisladora arranca unas primarias en las que el partido librará una batalla ideológica y generacional para evitar un segundo mandato de Donald Trump
La senadora demócrata Elizabeth Warren.


La veterana senadora Elizabeth Warren, azote del capitalismo descontrolado y una de las figuras más conocidas del Partido Demócrata, en cuyo espectro ideológico se sitúa hacia el ala izquierda, ha anunciado que buscará ser candidata del partido en las elecciones de 2020. La senadora por Massachusetts, cuyas aspiraciones presidenciales no constituían ningún secreto, se convierte así en la primera gran candidata de unas primarias en las que los demócratas, divididos acerca de la estrategia para evitar un segundo mandato de Donald Trump, se disponen a librar una batalla, generacional e ideológica, por la identidad de un partido desnortado desde que, hace dos años, el populista magnate neoyorquino frustró lo que parecía un viaje seguro de Hillary Clinton de regreso a la Casa Blanca.


El anuncio de Warren, en forma de un vídeo enviado por correo electrónico a sus seguidores a las 8.30 de este último día del año, se produce 13 meses antes de que el proceso electoral arranque con el caucus de Iowa, y cuando otros destacados demócratas ultiman sus propias candidaturas para unas primarias que se prevén multitudinarias: se habla de hasta 24 aspirantes. Lo que ha hecho Warren, técnicamente, es formar un comité exploratorio, paso legal previo al anuncio formal, que le permite recaudar fondos y contratar personas para su candidatura.

El mensaje de Warren, de 69 años, apela a las bases del partido recurriendo a la misma retórica de anticapitalismo salvaje con la que la senadora irrumpió en la escena pública nacional hace una década, reclamando más protección a los consumidores en plena crisis financiera. “La clase media estadounidense está siendo atacada”, dice Warren en el vídeo, de cuatro minutos y medio. “¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Los multimillonarios y las grandes corporaciones decidieron que querían más parte del pastel. Y reclutaron a políticos para que les cortasen un trozo más grande”.

El vídeo combina humanizadoras pinceladas autobiográficas con gráficos económicos que muestran el deterioro de la clase media, salpicados con imágenes de Trump y de personas de su círculo, como Kellyanne Conway y Steve Bannon, particularmente siniestras a los ojos de las bases demócratas a las que Warren busca movilizar. “Este camino oscuro no tiene por qué ser nuestro futuro”, defiende la senadora. “Podemos hacer que nuestra democracia funcione para todos nosotros. Podemos hacer que nuestra economía funcione para todos nosotros”.

Warren parte como una de las candidaturas más sólidas en unas primarias, sin grandes favoritos, que se presentan insólitamente abiertas. Es una experta en el arte de la campaña política y la atención pública, aunque a veces inevitablemente se pase de frenada: su decisión en octubre de hacer públicos los resultados de un examen de ADN que indicaban una lejana ascendencia nativoamericana, para acallar las burlas de Trump, que la acusa de mentir sobre sus orígenes, alimentaron más críticas del presidente y también enfadaron a algunos demócratas.

La senadora cuenta, además, con abundantes simpatías y fidelidades en el partido gracias, en parte, a su tenaz apoyo a candidatos de todo el país en las pasadas legislativas. Pero esas mismas elecciones —en las que el éxito de los demócratas, que recuperaron la Cámara baja, se atribuye en buena medida a una generación más joven— evidenciaron un cierto alejamiento de la senadora respecto a ciertas nuevas fuerzas motrices del partido. No así respecto a otras: las mujeres, como demostraron los mismos comicios de noviembre, son una importante y creciente fuerza en el Partido Demócrata, y eso otorga a Warren una ventaja frente a otros posibles contrincantes, como el ex vicepresidente Joe Biden, el senador Bernie Sanders o el popular tejano Beto O'Rourke.

La masiva migración venezolana cambia la agenda de América Latina

Los Gobiernos de la región se han visto forzados a modificar sus planes ante un éxodo multitudinario
Migrantes venezolanos cruzan a Colombia en el puente internacional Simón Bolívar, cerca de Cúcuta.

La deriva del chavismo ha profundizado en los últimos años una crisis institucional y económica sin precedentes en Venezuela. Pero la consecuencia más dramática del régimen de Nicolás Maduro, y la más visible fuera del país, ha sido este 2018 una emergencia migratoria que ha modificado la agenda de los principales Gobiernos de América Latina. Los venezolanos que se han ido en busca de oportunidades alcanzaron en noviembre los tres millones, según Naciones Unidas, de los que solo 600.000 se establecieron en Estados Unidos, Europa u otras regiones. En definitiva, el éxodo se ha convertido en una de las prioridades del continente.

El último recuento de las autoridades colombianas cifra en más de 1,1 millones a los migrantes del país vecino en su territorio. La mayoría de los que abandonan Venezuela lo hacen a través de alguno de los pasos que jalonan una frontera de más de 2.200 kilómetros, sobre todo por la ciudad de Cúcuta. A los que deciden quedarse -el 60% contaba con papeles el pasado 18 de diciembre- se suman los cientos de miles que se dirigen, a menudo en desgarradoras travesías de Los Andes a pie, hacia Ecuador, Perú o Chile.

Más de tres millones


Colombia: más de 1 millón.

Perú: más de 500.000.

Ecuador: más de 220.000.

Argentina: más de 130.000.

Chile: más de 108.000.

Panamá: más de 94.000.

Brasil: más de 75.000.

México: más de 39.500.

Datos de ACNUR a noviembre de 2018.

Se trata de países que, al menos en el pasado reciente, no habían conocido este tipo de fenómenos y, por tanto, sin experiencia para gestionar una migración multitudinaria y calcular su impacto económico y en los servicios públicos sobre todo en zonas fronterizas de escasos recursos. El presidente de Colombia, Iván Duque, rechaza soluciones drásticas. “Nosotros no podemos dejarnos llevar por esos sentimientos que algunos están empezando a plantear que cierren la frontera. Como si con el cierre de la frontera dejara de ocurrir la migración”, afirmó hace dos semanas. Además, desde que asumió el cargo, en agosto, el sucesor de Juan Manuel Santos hizo un esfuerzo para internacionalizar esa crisis.

A Cúcuta, donde el hospital universitario atiende desde agosto más partos de venezolanas que de mujeres locales, se desplazaron los principales organismos multilaterales, con la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) a la cabeza. El Banco Mundial elaboró un estudio sobre las consecuencias socioeconómicas –que pueden suponer un gasto de alrededor de 1.100 millones de dólares- y alertó de que la crisis puede afectar a las franjas más vulnerables de la población. Más de 90 organizaciones ya trabajan en 16 países latinoamericanos para paliar los efectos de esta emergencia y la ONU acaba de lanzar el llamado Plan Regional de Respuesta para Refugiados y Migrantes.
 
“Es un llamamiento a la comunidad de donantes, entre ellos diversas instituciones financieras internacionales y actores de desarrollo, los cuales pueden jugar un rol fundamental en la situación actual, para que aumenten su apoyo a refugiados y migrantes en la región y en las comunidades de acogida que le han abierto los brazos”, explicó Eduardo Stein, representante especial de ACNUR y la OIM.

Los países más afectados por la migración -Colombia, Perú, Ecuador, Argentina, Chile, Costa Rica, Paraguay y Uruguay- han dado ejemplo de solidaridad, han modificado su legislación migratoria, concediendo millones de permisos especiales de permanencia. y en su última reunión, celebrada en Quito a finales de noviembre, se comprometieron a integrar en su sistema a los migrantes venezolanos. Pero el éxodo tiene también un impacto, quizá menos tangible, en la disputa política a lo largo de todo el continente. Porque es la principal evidencia de que la situación en Venezuela es insostenible, el fracaso rotundo de un modelo y el camino al caos. Así, las cosas, el fantasma del chavismo se ha convertido en un obstáculo también para otros proyectos alternativos al establishment.

Venezuela, que hace tan solo dos décadas era el principal receptor de migrantes dentro de la región, se ha convertido ahora en emisor. Un vistazo a los datos aportados por Migración Colombia muestra la evolución de forma cristalina. En 1991, solo un venezolano se estableció al otro lado de la frontera. En 2000, dos años después de la llegada de Hugo Chávez al poder, fueron dos. Cuando falleció el expresidente, en 2013, lo hicieron 5.954 venezolanos. En 2017, momento en que se acelera la deriva del régimen, con la anulación de la Asamblea Nacional de mayoría opositora y la elección de una Constituyente, se fueron a Colombia 184.087 personas. Este año, más de 800.000.

Pese a todo, el Gobierno de Maduro sigue negando la crisis y lleva meses organizando repatriaciones de cientos de ciudadanos. Unos shows convenientemente retransmitidos por televisión para tratar de refutar las críticas de la oposición y sostener su estrategia del enemigo exterior. El próximo 10 de enero asumirá de nuevo el cargo hasta 2025 tras ganar en mayo unas elecciones presidenciales celebradas sin la participación de las principales fuerzas opositoras y rechazadas por la mayoría de la comunidad internacional por carecer de observación y garantías democráticas.

Riesgo argentino: acciones locales fueron las que más perdieron en 2018

Con una caída de 52,1% se ubican en lo más bajo del ranking global de MSCI




En un año muy poco feliz para los mercados financieros a lo largo y ancho del planeta, Argentina volvió a dar la nota. Una vez que suene la ultima campanada del día de hoy, las acciones locales despedirán el 2018 con el triste récord de haber sido las de peor desempeño en los últimos 12 meses, según el relevamiento global que realiza MSCI, el principal proveedor de índices bursátiles del mundo.

De acuerdo a los datos de la firma, que este año elevó al mercado argentino a la categoría de emergente, quienes apostaron a la renta variable local obtuvieron una pérdida de valor de punta a punta este año del 52,1% en dólares.

La recesión, la corrida cambiaria, las dudas sobre la capacidad financiera del país una vez que se acaben los dólares del FMI y la incertidumbre electoral que comenzó a ganar espacio en los últimos meses, fueron un combo fatal para las acciones argentinas en este 2018 en el que la guerra comercial entre Estados Unidos y China tuvo a todos los mercados del mundo a mal traer.


La segunda peor performance dentro del ranking global de MSCI fue para las acciones de Turquía, otro país que afrontó serios problemas económicos este año y que estuvo al borde de tener que recurrir al auxilio del FMI. La cotización de las acciones turcas cayó en promedio un 41,4% en 2018.

El tercer lugar se lo llevó Grecia. Con una economía endeble que apenas logra levantar cabeza después de haber recibido en 2010 el rescate conjunto del FMI y la Unión Europea, la renta variable griega dejó una pérdida este año de 37,4 por ciento.

En el balance general queda claro que 2018 no fue un buen año para el "equity". Según el relevamiento de MSCI, ningún mercado accionario -al menos entre los emergentes y desarrollados que componen la muestra- terminó con ganancias.

El menos golpeado fue Brasil, cuyas acciones cayeron sólo 0,3% a pesar de la crisis política y la incertidumbre electoral que vivió el país este año, que culminó con la victoria de Jair Bolsonaro en los comicios presidenciales.

En tanto, los papeles de las empresas de Estados Unidos perdieron un 5,9% de su valor en el año que termina hoy, sacudidas por la guerra comercial entre Estados Unidos y China que se desató tras las medidas proteccionistas aplicadas por el presidente estadounidense Donald Trump para reducir el déficit de intercambio con el Gigante asiático.

El peso argentino es la moneda emergente que más valor perdió en el último año



El dólar subió un 102% en el mercado mayorista y un 105% en el minorista.


La gradual tendencia alcista que sostuvieron las tasas de interés en los EEUUdecantaron en un fortalecimiento del dólar norteamericano frente a la mayoría de las divisas de países emergentes. En el caso del peso argentino, la apreciación del tipo de cambio fue arrolladora, pues estuvo promovida por los grandes desequilibrios de la economía doméstica.


De punta a punta, el año 2018 fue de una devaluación histórica, la mayor en 16 años desde la salida traumática de la convertibilidad en el año 2002. El peso argentino se desplomó 50,6% contra el dólar, es decir que en nuestro mercado cambiario la divisa de EEUU duplicó su valor.


Al analizar el Dollar Index (DXY), indicador financiero compuesto por una media ponderada del valor del dólar norteamericano en relación a otras divisas, se observa que en 96,2, refleja un fortalecimiento del dólar de 3,9% en el último año.


Un reporte de Portfolio Personal Inversiones apuntó que "la divisa norteamericana no solo se apreció frente a sus pares desarrolladas, sino también frente a las monedas emergentes. Puntualmente, en el año el Euro (USD 1,147) y la Libra (USD 1,269) se debilitaron un 4,5% y 6,1%, respectivamente".


"Sin embargo, las divisas emergentes se llevaron la peor parte, en particular, aquellas que cuentan con economía bajo desajustes externos y fiscales significativos", añadió Portfolio Personal.


Encabezaron este ranking negativo el Peso argentino (-50,5%), la Lira turca (-28%), el Rublo ruso (-17,1%), el Real brasileño (-14,5%) y el Rand sudafricano (-13,8%).
Fuente: Bloomberg


Los efectos de la "corrida al dólar"


El salto del tipo de cambio a lo largo de 2018 ejerció una fuerte presión alcista en los precios internos de los bienes, en particular transables. La inflación general en la Argentina redondeará un alza próxima al 48% acumulado en doce meses.


En la misma dirección, la devaluación de la moneda arrastró al desplome de precios de los activos financieros, con acciones que, en promedio redujeron su valor a la mitad medidas en dólares, mientras que los precios de los bonosnegociados en el Mercado Abierto Electrónico (MAE) restaron 20,7% en promedio a lo largo del último año.


Un informe de Ecolatina refirió que "el importante atraso cambiario que marcó a la economía argentina en 2017 estaba sostenido en el influjo constante de dólares financieros. Dado que los mismos no estaban garantizados, su reversión generalizada y abrupta provocó una corrida cambiaria".

El dólar en la City trepó 102% en 2018, pero en el último trimestre recortó 7,2% desde sus valores récord


El valor del dólar en la City acumuló un alza superior al 40% a lo largo del tercer trimestre, al pasar de menos de 29 pesos al cierre de junio al récord del 28 de septiembre pasado, con un cierre de $41,85 al público y $41,25 en el mercado mayorista.


"En este sentido, la importante reducción del stock de LEBAC y su sustitución por activos de menor liquidez y sin mercado secundario (LELIQ), una política monetaria muy astringente y las mayores regulaciones sobre las tenencias en moneda dura de los bancos, evitaron que esta sangría se repitiera en el cuarto trimestre", subrayó Ecolatina.


En efecto, con la llegada de Guido Sandleris a la presidencia del Banco Central el dólar cayó 7,2% en el último trimestre del año, desde los valores récord.

De narrativas, insights y rebeliones en el voto joven

Rubén Weinsteiner



Por Rubén Weinsteiner


Dos historias para una marca política

Toda marca política debe construirse dos historias. La primera narrativa para fundamentar su reason why, para contarse a si mismo el porqué de su entrada a la política, de su candidatura para algún cargo, de sus aspiraciones de mediano y largo plazo.

Esa primera historia debe darle al político el soporte reptiliano (más primitivo en términos de la mente), emocional y racional, para sostenerlo en los ups and downs de la vida política y para darle volumen a su discurso de poder, visión, y promesa de marca política.

La segunda historia que debe construir una marca política tiene que ver con la organización de las percepciones e insights en los diferentes públicos, sujetos de elección, a los que busca interpelar.

En comunicación política, lo único que no podés decir, es aquello que querés decir. Por eso la segunda historia hay que construirla, para que las personas “hagan la cuenta”, desarrollen el insight. Las personas tienen que ver te vestís como jugador de golf, tenés una bolsa con palos, un caddy al lado, hablás con propiedad de golf y actuás como un golfista, y ahí decir “ah, claro este es un golfista”. En el momento que uno tiene que explicar que es un golfista, está todo perdido.

Esas dos historias sostienen a la marca política. Sin la eficacia narrativa de esas historias no hay posicionamiento marcario posible.


Insights y lealtades

En la negociación y construcción de lealtades entre los votantes jóvenes, tenemos que tener en cuenta que el 55% del sistema de preferencias está intervenido por el cerebro reptiliano y el 30% por la emocionalidad. Con lo cual sólo el 15% se define por lo racional.

Para poder intervenir en sobre la subjetividad y poder construir esas lealtades más o menos sólidas, tenemos que investigar el funcionamiento de los insights más profundos de los diferentes microsegmentos, los anclajes, estados, miedos, deseos profundos, narrativas ocultas, angustias, anhelos, necesidades, adhesiones y rechazos de los integrantes de esos microsegmentos.

Los insights cuál parte de abajo del iceberg, se construyen desde la parte no revelada, desde lo oculto, desde lo que no se verbaliza fuera del ámbito de confianza, y a veces ni ahí; desde lo inconfesable, desde lo obturado hasta para la misma persona. Los insights se constituyen en anclajes profundos, que no se ven pero que determinan gran parte de lo que sentimos, pensamos, decidimos y hacemos.

Para revelar insights de los sujetos de elección debemos comprender que sienten desde los profundo las personas acerca de determinada marca política.

Para ahondar en las profundidades de ese sentir, tenemos que vivir la experiencia del sujeto de elección, tenemos que ver lo que hace, más que escuchar lo que dice.

No hay que preguntarle a la gente que piensa, hay que ver que hace.
Si le preguntamos a la gente, nadie come mortadela, todos comen jamón o pastrón, sin embargo se consumen 3000 toneladas de mortadela por mes en la provincia de Buenos Aires. Nadie votó a Menem, sin embargo ganó por el 52 % de los votos, y si le preguntamos a la gente donde compra los alimentos la mayoría dirá en Carrefour o en Jumbo, si les preguntamos porque, probablemente nos dirán porque allí los atienden bien, el entorno es agradable, y la cadena de frío se respeta. Aunque si los seguimos probablemente nos encontremos que entran al chino, que es más barato, donde una mujer en ojotas le gritará “deja bolso”.

Es el recorrido entre lo que la gente dice y lo que la gente hace, entre la necesidad y el deseo.

Hay que ir por lo que hace la gente, mirar, observar, investigar, analizar, y detectar allí los deseos, aquello que la gente quiere que pase, más allá de lo diga.

La misma persona que pide orden tira los papeles del chocolate al piso, coimea al policía, a la aduana, a los inspectores, tapa la patente, se cuela en la fila del súper, en la cancha, deja el auto en doble fila y cierra el auto, habla por celular mientras maneja, evade impuestos, saca la basura a cualquier hora y demás prácticas


La necesidad es la frontera de la intención de voto, el deseo la profundidad.

El discurso de poder de la marca política debe organizar las percepciones para generar los insights que revelen la narrativa que queremos transmitir sin verbalizar. Y se discurso de poder debe generar los insights que liguen emocionalmente a la marca política con los sujetos de elección. Uno de los vectores centrales en la ligazón entre una marca política y los sujetos de elección jóvenes es la convocatoria al disenso formal activo, a la rebelión, para sustituir. Sustituyendo el joven puede ser.



La centralidad de la rebelión en el voto joven

El disparador central de los insights más profundos en el voto joven, es el deseo de rebelarse para sustituir.

La rebelión en los jóvenes es funcionalmente constante y coyunturalmente cambiante. La rebelión, contra quien o que depende del tiempo y espacio.

Para analizar el posicionamiento de los jóvenes en determinada etapa histórica, hay que tener en cuenta la pauta de rebelión en función de las condiciones objetivas de poder y contra poder.

Los jóvenes alemanes apoyaron mucho más que los mayores el surgimiento y consolidación del nazismo en Alemania. En casi la misma época los jóvenes españoles se opusieron masivamente a Franco.

Los Nazis y los fascistas, más allá de las valoraciones acerca de las aberraciones propuestas y cometidas, supieron aumentar las tensiones del conflicto generacional, desautorizando a los mayores ante los jóvenes, cosa que el franquismo no hizo, sino todo lo contrario. El Franquismo puso en valor la autoridad paterna, instituciones como la familia, y tradiciones antiguas.

Los nazis le dijeron a los jóvenes algo así como; tus padres se rindieron, hipotecaron tu futuro, hay que rebelarse y retomar el camino de tus bis abuelos. Franco les dijo; todo se arruinó porque los hijos abandonaron el camino de los padres.

El nazismo y el fascismo plantearon un esquema tribal hacia los jóvenes La tribalidad alude a la identidad social del joven. Los adultos mayores pueden, si quieren estar solos, para los jóvenes es más difícil, un joven va a la escuela, a la universidad, a un club, hace deportes, se junta en la esquina, integra grupos, y en esos marcos organizacionales se define identitariamente el sistema de valores y preferencias del joven.

El franquismo estructuraba su esquema de valores de manera celular, con la familia como núcleo, la parroquia, el barrio y las ciudades como continentes. La tribu no era contemplada por la narrativa franquista.

La narrativa nazi-fascista apuntaba a que los mayores (padres) habían errado el camino, se habían equivocado, se habían rendido y habían aceptado en Versalles condiciones humillantes que condicionaban las posibilidades de desarrollo de los jóvenes, y había que cambiar el orden y los jóvenes debían encarar esa rebelión. La narrativa franquista sostenía que los problemas habían surgido porque los jóvenes habían abandonado el camino de sus mayores, la tradición y los valores, y había que retomar el camino de los padres y abuelos.

Los nazis y los fascistas le planteaban a los jóvenes una lucha contra un enemigo poderoso, con final abierto, algo que moviliza fuertemente a los jóvenes. El franquismo le proponía a los jóvenes ser como sus padres, no agitar el avispero, ya que lo que ellos hacían estaba mal.

La tensión entre pautas propias y normas ajenas en los segmentos jóvenes, sobredetermina la necesidad de la mutación. El joven pone en emergencia conductas “asociales”, que violan normas, y que muchos viven y practican subterráneamente.

La pauta de rebelión se constituye en función de lo que obtura el recambio, con la impronta de la nueva generación.


¿Donde ponerse en el discurso de poder?

En los limites. Hay que forzar la realidad. Todo discurso significativo que pretenda interpelar al voto joven, tiene sentido solo si transita los límites, es crítico y se apoya en el cambio como paradigma. Si se refiere a conflictos, utopías, incumplimiento de las normas, forzado de la realidad y convocatorias a luchas contra poderes enormes con final abierto.


El enfrentamiento para lograr los cambios, contra poderes hasta el momento “intocables” e “invulnerables”, le otorga vitalidad y dinamismo al vínculo, entre una marca política y los jóvenes. Ese final abierto, esa asimetría desfavorable, indignan, emocionan, convocan y le dan sentido a la bronca originaria y movilizadora, y la alegría de la acción y compromiso colectivos.


El discurso en el voto joven, debe quebrar el punto de vista, construido por los procesos de standarización, limites y estereotipia de los mensajes de los medios, estructurados siempre con mecanismos repetitivos, que en realidad se constituyen como un control destinado a evitar la irrupción de mensajes nuevos y disruptivos.

Esa segunda historia que debemos hacer que se construya en la cabeza de los votantes jóvenes, estará cruzada por el insight de rebelión, el outsight del clima de época y el foresight de nuestra promesa de marca política, de a quien vamos a desafiar, correlación de fuerzas, y la visión del escenario que se daría en caso de triunfar. Solamente en el terreno del conflicto y las contradicciones del sistema, el mensaje hacia el voto joven adquiere su máxima tensión y con ella la potencia y significación plenas.

Rubén Weinsteiner


¿Es el Estado de vigilancia social y digital la respuesta a la crisis del coronavirus?

¿Hacia un mundo felizmente vigilado?


Lucas Malaspina


¿Debemos resignar nuestra privacidad en favor de la salud pública? ¿Es el Estado de vigilancia social y digital la respuesta a la crisis del coronavirus? ¿De qué debemos prevenirnos cuando el «solucionismo tecnológico» aparece como la única alternativa para cuidarnos? El coronavirus y el «big data» parecen caminar juntos.



La crisis mundial en torno del coronavirus constituye uno de los eventos más significativos de la humanidad. Haber podido frenar las muertes por infecciones está en la base del desarrollo humano a partir del siglo XIX y, en especial, del desarrollo urbano, del comercio global y del propio sistema capitalista. Nunca el mundo estuvo tan conectado como ahora. Al mismo tiempo, desde que estamos conectados, el orden mundial (incluyendo su aspecto digital) nunca estuvo tan en cuestión como hoy.

Hace dos semanas, el pensador coreano Byung-Chul Han planteaba en una resonante columna en El País: «Corea del Sur ha superado ya la peor fase, lo mismo que Japón. Incluso China, el país de origen de la pandemia, la tiene ya bastante controlada». El filósofo sostiene convencido que «para enfrentarse al virus los asiáticos apuestan fuertemente por la vigilancia digital» y que «en Asia las epidemias no las combaten solo los virólogos y epidemiólogos, sino sobre todo también los informáticos y los especialistas en macrodatos. Un cambio de paradigma del que Europa todavía no se ha enterado». Por eso, apunta, «los apologetas de la vigilancia digital proclamarían que el big data salva vidas humanas».

La realidad es que mientras China y otros países asiáticos están domando al virus, Estados Unidos se acerca firmemente a un colapso sanitario y Europa fue incapaz de reaccionar de manera coordinada. Las situaciones de crisis engendran y estimulan el autoritarismo, así como todo tipo de «estados de excepción».

La experiencia de China y la vigilancia sanitaria

El problema está sobre la mesa. El coronavirus podría marcar el comienzo de una era de intensa vigilancia en el terreno de la salud, dado el potencial de rastrear la propagación de enfermedades en tiempo casi real.

China utilizó datos de las operadoras estatales de telefonía móvil para localizar a personas que habían eludido la cuarentena. Las principales compañías tecnológicas, como Alibaba, han desarrollado aplicaciones que pueden clasificar a las personas según su historial de viajes y el riesgo de exposición al virus. Otra de las medidas para contener el brote que tomó China es el uso de cámaras térmicas que toman la temperatura a distancia. China las usó en Wuhan desde enero y, posteriormente, en ciudades como Beijing, Shanghái y Shenzhen, entre otras. Actualmente, se usan como herramientas de detección y alerta en los aeropuertos para contener el avance del coronavirus. En un ambiente controlado, su precisión detecta patrones de temperatura corporal con 0,3 grados de error. Desde comienzos de marzo se encuentran instaladas también en el aeropuerto de Ezeiza en Argentina.

¿Son estas medidas las que garantizan éxito en el combate contra el virus? Esto es lo que debe ser analizado. Lo cierto es que, sin reducir el éxito de las políticas de salud a la implementación de una u otra tecnología, resulta evidente que estas han influido fuertemente. Su utilización, de hecho, alimenta la imaginación política del resto del mundo. Lo que ocurre en Asia en relación con el uso de tecnología de vigilancia para frenar el coronavirus es ya un factor objetivo en la toma de decisiones de los políticos y empresas de Occidente.

El ejemplo de Corea del Sur y las coronapps

Además de China, la prensa occidental ha resaltado las medidas adoptadas en Corea del Sur y, en menor medida, los casos también exitosos de Hong Kong, Taiwán, Singapur o Vietnam. Esos países comparten una experiencia decisiva en la lucha contra la epidemia de SARS de 2003. Por eso sus gobiernos se prepararon ante una eventual nueva epidemia.

Para Corea del Sur, sostenía un artículo reciente, «la tecnología es un complemento perfecto a un equipo humano de agentes dedicados a trazar por dónde ha pasado el virus y testar cada caso: 'trazar y testar' es su lema». El éxito de la política surcoreana no se basa, por ende, únicamente en la utilización de la tecnología para realizar un «mapa de calor» de la población: también se fundamenta en los testeos a gran escala. En 2015 y 2018 se modificaron las leyes sobre privacidad en emergencias médicas. «La decisión de recoger los datos de localización fue tomada entonces en una reunión entre varios ministerios», dice Chris Lee, investigador de la consultora coreana 2e Digital Lab y director de la sede nacional de la ONG MyData. En Corea del Sur, «cada caso positivo es un caso a investigar. Si la declaración personal es incompleta o el ciudadano se niega a hacerla, el Ministerio de Salud tiene potestad para pedir datos de uso de sus tarjetas de crédito y el GPS del móvil».

«Hay muchas apps para rastrear los casos y todas son privadas. En Corea del Sur ninguna app pública rastrea automáticamente los contactos de un ciudadano. Es el gobierno quien obtiene y publica esos datos, aunque da todas las facilidades para que empresas o ciudadanos los ofrezcan en formato web o app», asegura Lee. Esto ha desatado muchos problemas personales vinculados a la privacidad (como infidelidades o mentiras en el trabajo), porque si bien la información es anónima, es posible inferir de quién se trata cruzando el historial de ubicaciones con otros datos. Corea del Sur sí tiene un software –que incluye una app– para hacer seguimiento de la cuarentena obligatoria exclusivamente en los casos positivos. A estos enfermos se les asigna un asistente social. «Esta app sí es claramente intrusiva: monitoriza la cuarentena por localización y asiste médicamente al paciente a distancia si no debe estar en un hospital».

El ejemplo de Corea del Sur ha sido entendido como una oportunidad por diversos actores. Entre ellos, se destacan los lobbies de empresas del sector tecnológico y gobiernos con dobles intenciones. Esto ha dado lugar a una fiebre por las coronapps a escala mundial que está llegando también a América Latina. Diversas modalidades de coronapps se han propagado por Honduras, Uruguay, Bolivia, Colombia, Argentina, Guatemala, Brasil, Ecuador y México; especialmente para los últimos tres casos, el Centro Latinoamericano de Derechos Digitales ha encendido una señal de alarma.

Epidemiología y derechos humanos

Los epidemiólogos dicen que el rastreo de contactos se convertirá en un arma vital para contener futuros brotes del coronavirus una vez que los bloqueos nacionales logren frenar la rápida propagación del virus. Según el periodista especializado Bryan Walsh, «los epidemiólogos pueden afirmar ser algunos de los primeros científicos de datos, desde que John Snow descubrió la fuente de una epidemia de cólera en Londres en 1854» (Snow también fue uno de los padres de la visualización de datos).

La economía mundial ya está muy dañada y, especialmente para los países más vulnerables, la extensión de la cuarentena implica costos sociales muy difíciles de revertir. El uso de las nuevas tecnologías se presenta entonces como la alternativa más eficiente. «En Estados Unidos y otros países occidentales, estos esfuerzos probablemente enfrentarían importantes barreras éticas, legales y regulatorias», sugirió Scott Rosenberg, analista de tecnología de Axios.

Una excepción clara es Israel. El gobierno de Benjamin Netanyahu acaba de aprobarle poderes de emergencia a la Shin Bet (la agencia de inteligencia interna) para utilizar una tecnología de rastreo desarrollada para combatir el terrorismo con una finalidad nueva: rastrear los movimientos de los pacientes con coronavirus y de las personas con las que se han encontrado. A través de esa tecnología les envían mensajes obligándolos a aislarse. Al hacer esto, señalaba un artículo en el New York Times, el Estado ha revelado que Shin Bet dispone de metadatos de los celulares de todos sus ciudadanos al menos desde 2002.

Mientras tanto, la compañía israelí NSO ha lanzado al mercado una app de «uso civil» para combatir el coronavirus, por lo cual no necesita permiso de exportación del Ministerio de Defensa. NSO construyó su fama a través de Pegasus, un sofisticado software de espionaje acusado de violar la privacidad y los derechos humanos, que se implanta en los celulares mediante un link enviado vía SMS, toma control sobre todas las comunicaciones (incluso mensajes cifrados) y envía toda la información a su cliente. Según una fuente de Bloomberg, el nuevo software (de NSO) «toma dos semanas de información del rastreo del celular de la persona infectada, el tiempo de incubación del virus, y luego matchea con los datos de ubicación recopilados por las compañías nacionales de teléfonos móviles que identifican a los ciudadanos que estuvieron cerca del paciente durante más de 15 minutos y son vulnerables al contagio». Amnistía Internacionalha solicitado que Israel le revoque la licencia de exportación, pero el producto ya está siendo probado por más de 12 países.

Como sostiene María Paz Canalez, debe trazarse una clara distinción –aunque a veces sea difícil de establecer–entre la vigilancia de la expansión del virus y la vigilancia de las personas que resultan ser portadoras. Y sostiene además que «los derechos fundamentales son ejercicios de ponderación, y de ahí la necesidad de que cualquier restricción que se adopte a su ejercicio sea proporcionada y no afecte la esencia del ejercicio del derecho restringido».

El panorama de Estados Unidos

Tanto Walsh como Rosenberg sostienen que la geolocalización podría jugar un papel apenas limitado durante esta etapa, al menos en Estados Unidos. Particularmente, Rosenberg plantea que «ninguna cantidad de datos de ubicación puede compensar los datos de infección que faltan». Es decir, quién está enfermo y quién no. La precisión del GPS es de 4,5 metros: o sea que sirve para saber si alguien rompió el aislamiento y se fue de su casa a otro lugar, pero no permite saber si mantuvo la distancia física necesaria frente a otra persona. En su opinión, la geolocalización puede servir para hacer seguimiento de la expansión del virus, pero los kits de testeo, la búsqueda de una vacuna o los respiradores artificiales tienen mucho más por hacer.

A pesar de ello, según un informe de The Washington Post, Google, Facebook y otras empresas están negociando con Donald Trump la forma de entregar datos de geolocalización para ayudar en la lucha contra el coronavirus. A inicios de marzo, Trump fue protagonista de un gigantesco chasco al anunciar en conferencia de prensa que Google estaba colaborando con el gobierno en la emergencia al construir un sitio web de detección del coronavirus que dirigiría a las personas a los lugares de testeo. Google debió desmentirlo y aclarar la situación. Se trataba de un sitio de la compañía de Google para asuntos de salud, Verify, y solamente está disponible para el área de la Bahía de San Francisco (California). Google lanzó finalmente un sitio pero solamente muestra casos por país y no tiene la funcionalidad que Trump había anunciado. Google también está ofreciendo un informe por país de las tendencias de movimiento de la población a lo largo del tiempo a partir de información anonimizada y agregada que obtiene a través de Google Maps.

Una de las principales herramientas en Estados Unidos es el «termómetro inteligente» de la empresa Kinsa, un desarrollo concreto del famoso «internet de las cosas». Los termómetros de Kinsa cargan las temperaturas del usuario a una base de datos centralizada. «Desde 2018, cuando tenía más de 500.000 termómetros distribuidos, sus predicciones han estado rutinariamente dos o tres semanas por delante de las de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades». Actualmente han adaptado su software para ayudar a detectar el coronavirus. Kinsa puede mostrar un «mapa de calor» sobre el desarrollo de la fiebre en el país, al menos en lo que respecta a sus propios usuarios.

Mientras tanto, ni lerdos ni perezosos, los lobbistas que representan a gigantes como Google y Facebook pidieron al fiscal general de California «que espere para hacer cumplir las nuevas reglas de privacidad en línea del estado dado el coronavirus que está desgarrando a todo el mundo».

A su vez, el gobierno de Trump está retirando algunas normas que protegían la privacidad de los pacientes para miles de empresas que tienen acceso a datos personales de salud. Se trata de una exención para que esas empresas usen por su cuenta o traspasen esa información directamente a una amplia franja de agencias gubernamentales, siempre que la compañía lo haga de «buena fe» y «para actividades de salud pública o de supervisión de la salud». Entre esas empresas se encuentra Google, que «en agosto de 2018 firmó un contrato con Ascension, una cadena de 2.600 hospitales, consultorios médicos y otras instalaciones médicas con sede en St. Louis». Esto le dio a Google «acceso a detalles de salud personales de millones de estadounidenses en 21 estados».

En medio de esta situación, son destacables las propuestas de una de las voces críticas de Silicon Valley: Tristan Harris, ex-diseñador de ética de Google y fundador del Center for Humane Technology. Harris arriesga que, «al igual que hemos invocado actos de guerra para reutilizar la industria para producir suministros médicos», Google y Facebook deben ser más agresivos en la lucha contra el coronavirus. En una columna para Wired, propone forzar sus algoritmos para persuadir abiertamente a los usuarios aprovechando el conocimiento de su actividad en línea –bombardeando a los que no prestan atención a las medidas de prevención–, amplificar las acciones de solidaridad y utilizar la información que circula en las plataformas para distribuir la entrega de suministros.

Privacidad o salud pública: una falsa dicotomía

En la columna antes mencionada, Byung-Chul Han se aventuró a decir: «Al parecer el big data resulta más eficaz para combatir el virus que los absurdos cierres de fronteras que en estos momentos se están efectuando en Europa. Sin embargo, a causa de la protección de datos no es posible en Europa un combate digital del virus comparable al asiático». Evgeny Morozov ha planteado en Twitterque «la cura no puede ser peor que la enfermedad, pero las apps sí pueden serlo». Podemos acordar con eso. Pero ¿debemos renunciar a la utilización de apps y otras herramientas tecnológicas simplemente porque «potencialmente» pueden ser peores que la enfermedad?

En los hechos, algunos desarrollos en curso desafían la idea de que el uso de estas nuevas tecnologías debe ser rechazado de plano. Un estudio del Big Data Institute de la Universidad de Oxford asegura que «una app de rastreo de contactos que crea una memoria de contactos de proximidad y notifica inmediatamente a los contactos de casos positivos puede lograr el control de la epidemia si es utilizada por suficientes personas. Al dirigir las recomendaciones solo a las personas en riesgo, las epidemias podrían ser contenidas sin necesidad de cuarentenas masivas (bloqueos) que son perjudiciales para la sociedad». El Big Data Institute explica que para que sea efectivo al menos 60% de la población de un país necesitaría participar de este rastreo.

En ese sentido, hay que seguir atentamente el desarrollo de la iniciativa llamada Seguimiento Paneuropeo de Proximidad para Preservar la Privacidad (PEPP-PT), que cuenta con la destacada participación del Instituto Fraunhofer Heinrich Hertz (HHI) de Alemania, más de 130 investigadores de ocho países y la colaboración de la operadora telefónica Vodafone. PEPP-PT sigue el uso exitoso de los celulares en algunos países de Asia para rastrear la propagación del virus y hacer cumplir las órdenes de cuarentena. La plataforma de PEPP-PT haría un uso anónimo de la tecnología Bluetooth de baja energía respetando el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR, por sus siglas en inglés) de la Unión Europea y no implicaría el seguimiento de los datos de ubicación (por lo tanto, es menos intrusivo que GPS o torres de telefonía móvil). Aquellos que no tengan teléfono celular podrían usar brazaletes con Bluetooth. PEPP-PT, que sigue el modelo de la app TraceTogether de Singapur, registraría las conexiones realizadas entre teléfonos inteligentes en un dispositivo, en lugar de un servidor central, durante dos semanas, utilizando un cifrado seguro. Solo las autoridades sanitarias locales podrían descargar datos de la app para notificar a las personas en riesgo para que se aíslen.

Es preciso superar la lógica de gobiernos, empresas y ciudadanos-consumidores para generar un sistema de escrutinio colectivo de estos nuevos programas, en el que organizaciones colectivas representativas tengan la posibilidad de fiscalizar su correcto funcionamiento y el respeto por los derechos humanos. Esto implica que las diversas agrupaciones de la sociedad civil deben formar lazos duraderos con cuadros tecnológicos comprometidos con sus valores, para llegar a un nivel nuevo que les permita entender lo que se está discutiendo, usar su poder en la gestión de las crisis e interceder en la opinión pública. De lo contrario, quienes desconfiamos del «solucionismo tecnológico» podemos ingresar en el terreno del abstencionismo respecto a herramientas de lucha útiles contra coronavirus.

TikTok, la app que desbancó a WhatsApp es la más descargada en el mundo


Es una red social adictiva e hiperquinética para crear videos muy breves, en clave humor. Causa furor entre los preadolescentes.
Por Dolores Curia


Tiktok superó a WhatsApp y es la app más descargada en todo el mundo.


Facebook es para los padres. Twitter, un criadero de trolls. Instagram es el reino de la purpurina, la publicidad encubierta y la nada. O por lo menos así parecen verlo los preadolescentes del mundo y de más acá. Lo nuevo de lo nuevo es un invento chino. Una red social adictiva e hiperquinética para crear videos muy breves, en clave humor, donde el tono Cha cha cha, el playback y la destreza física le ganan por lejos a otro tipo de contenidos. Es la primera app de características sociales creada y gestionada por una empresa china que triunfa a semejante nivel en Occidente: de este lado del mundo se llama TikTok (la versión original china es “Douyin”) y es un éxito descomunal.

La empresa matriz es ByteDance y compite de igual a igual con Instagram, Facebook y Youtube, y ya expresó sus intenciones de absorber a Twitter y a Snapchat. Entre las cinco apps más populares del planeta, es la única que no pertenece a Mark Zuckerberg, este año se convirtió en la más descargada en el mundo. Bajó del podio nada menos que a WhatsApp.

En palabras de sus propios dueños que conversaron con este diario: “TikTok es el principal destino del mundo para videos móviles de formato corto y vertical, ya sea para crear y / o descubrir videos auténticos e interesantes que sean alegres y divertidos”. Así la describe Marina Wang, Editora Ejecutiva de Douyin, quien se refirió a la app como “una plataforma inclusiva que fomenta un fuerte sentido de comunidad y pertenencia donde se alienta a todos a ser auténticos”.

TIK TOK ES CUESTION DE TIEMPO

Para Miquel Pellicer, experto digital radicado en España y Director de Innovación de la agencia Interprofit, el efecto de encantamiento que TikTok produce en los púberes reside principalmente en sus posibilidades creativas: “Aprenden a desarrollar contenidos muy interesantes: edición de video, componen música, narran con imágenes. Hay millones de filtros y herramientas, no es nada sencillo de usar, hay que desarrollar habilidades. Puedes tomar un video de otro usuario y editarlo con uno propio. Son posibilidades infinitas. Puedo editarme jugando a la pelota haciendo papelones al lado de otro video con una jugada maestra de Messi”.

De la mano de la popularidad para TikTok llegaron también las polémicas. Una de ellas gira alrededor de las dudas que surgen frente a una app con mayoría de usuarios jovencísimos y una supuesta laxitud en sus políticas de privacidad. Uno de los puntos más conflictivos con respecto a este tema es que una vez que se sube un video, cualquier usuario puede descargarlo fácilmente, algo que es un poco, pero solo un poco, más difícil de hacer con otras redes sociales. “La verdad es que lo puedes configurar para que otra persona no te descargue tus videos. Y si yo quiero descargarme un video de otra persona en Instagram por ejemplo, por más que la app en sí no lo permita, hoy es muy sencillo grabar lo que sucede en la pantalla. Sí, hay miedos con respecto a ciertos lugares oscuros de los contenidos a los que pueden acceder los menores y las formas de facilitar o no cierto un control parental. Sé que la plataforma está trabajando en ello. Pero estos peligros son los mismos que con cualquier aplicación”, opina Pellicer.

Para Gabriela Martínez Castro, directora del Centro de Estudios Especializado en Trastornos de Ansiedad (www.ceeta.org) el furor de TikTok entre preadolescentes toma la forma de un universo paralelo sólo apto para menores. “Diría que para los niños y adolescentes argentinos hoy es la red social principal. Es el medio de comunicación que más usan, ya sea para chicos de cualquier estrato sociocultural, como para lxs adultxs podría ser hoy WhatsApp”. Es una comunidad, donde lxs tiktokers intercambian música, dialogan, se informan, se desinforman, se comparan, se imitan, eligen cómo vestirse, comparten sus angustias, sus anécdotas, se aconsejan, se enamoran, se pelean, se odian. Según Castro, TikTok es para esa franja etaria el gran generador de movimiento y ruido social “de velocísima expansión, que genera adhesión y a veces fanatismo y adicción. Es un espacio donde se habla mucho de discriminación pero también se la sufre”.

“Se habla desde los derechos de las mujeres hasta tips de cómo esquivar la injerencia de los padres. Es para los preadolescentes una comunidad global con sus propias reglas, sus propios lenguajes, deberes y obligaciones, donde pasan muchísimo tiempo del día”, asegura Castro, que recibe muchas consultas sobre el tema. “Allí circula información y los chicos se conectan mucho de modo virtual, pero la contracara de esto puede ser la pérdida de habilidades sociales en el mundo real, angustiarse tremendamente al borde del ataque de pánico ante un examen del colegio, mucha vergüenza para interactuar con otros en el mundo real. Chicos que tal vez pasan todo el día sin dirigirse la palabra con nadie en la escuela pero que chatean todo ese tiempo a través de la app, porque a través del celular les resulta mucho más fácil. Lo que yo observo es mucho aislamiento y mucha sensación de soledad desde muy temprana edad, incluso niños”.

Guido Entenberg, Psicólogo e integrante fundación ETCI (Equipo de Terapia Cognitiva Infantojuvenil) relata para Página12 que recibe muchas consultas sobre este tema y pero pone algunos paños fríos al asunto. Su recomendación para lxs adultxs que participan de la crianza de lxs jóvenxs usuarios es: “Háganse una cuenta, empiecen a usar TikTok, vean de que se trata”. Para Entenberg, lo que lxs adultxs pueden hacer ante este tema “no dista mucho de lo que ya hacen fuera de las redes. Lxs chicxs se van a encontrar en TikTok, como en cualquier red social, con los mismos desafíos que se encuentran fuera de ellas. Es imposible cubrir todos los agujeros y rincones de los peligros a los que pueden estar expuestos los chicos. Más que decirles ‘no uses esto’ creo que es mejor tratar de entender qué los motiva tanto, entrar en ese mundo, compartir con ellos. Preguntarles también si saben a qué tipo de cosas se exponen, si saben lo que es el bullying, lo que es el grooming. Preguntarles qué podría pasar si algo llegara a salir mal con uno de sus videos y quedaran expuestos a algo que no les guste”. En resumen, “en vez de decirle a tu hijo ‘dejá la Play’, aprendé a jugar al FIFA, y capaz te puede resultar divertido. Me llegan muchas consultas de gente preocupada por la cantidad de tiempo que los chicos pasan con las redes. Dicen que quieren limitárselo a una hora de pantalla diaria. Y está bien. Pero cuando ellos mismos llegan de trabajar están una hora con el celular y dos con Netflix. Entonces, ¿quién es el que tiene el problema con las pantallas?”.

Yo, tiktoker

En TikTok priman las coreografías, los sketchs de humor absurdo, la galería de vanidades, la anécdota de tono confesional, los challengers (que son desafíos generados por la app, que reta a imitar alguna habilidad corporal o mental, filmarse y compartirla) y también abundan los alegatos contra toda autoridad, imitaciones donde quedan mal parados padres, madres y docentes, entre otras figuras de poder de la niñez y la adolescencia.

El perfil de Cande Copello, tiktoker local y pionera, usuaria desde 2015, con casi tres millones de seguidores, no se distancia mucho de los contenidos más usuales. Esta joven de 19 años le contó a Pagina12 que le dedica a la app de los videos relámpago un poco más de horas que un trabajo de jornada completa: “Paso casi todas las noches viendo videos para inspirarme y actualizarme en las herramientas y posibilidades técnicas y artísticas, porque las van actualizando todo el tiempo y además me lleva unas dos o tres horas diarias producir, grabar y editar mis videos”. También recibe, indicaciones y sugerencias de los talent managers de la app para mejorar su rendimiento, con tips sobre cómo recaudar más likes.

La empresa detrás de TikTok, según la revista especializada Fast Company, tiene más de 40 mil personas contratadas, diez veces más que Twitter, pero millones de generadores de contenido como Cande Copello, que lo hacen gratuitamente. En cierto modo el motor invisible de este fenómeno tecnofinanciero, cuyas ganancias se calculan millonarias y que para 2021 se proyecta que supere los 700 millones de usuarixs, parece ser el tiempo, el cuerpo, la energía, el carísima, la inventiva y demás habilidades de sus tiktokers, por lo menos de aquellxs que a raíz de su número de seguidores pueden considerarse influencers. "Es una pena que todo esto no se monetice para nosotros, como si pasa con los youtubers”, lamenta Copello. “Al contrario de YouTube, TikTok no le paga a sus influencers. Sí me han invitado a viajes, como cuando con 16 años me llevaron a Los Ángeles a un encuentro de tiktokers de todo el mundo”. La paga que reciben lxs tiktokers es indirecta y la mayoría de las veces por canje, a través de marcas que se contactan para que usen y recomienden sus productos.

TIK TOK ¿ES UNA BOMBA?

“Desde escenas cómicas hasta clips rápidos de rutinas diarias, TikTok muestra una amplia gama de contenido creativo e inspirador que brinda alegría ilimitada a todos sus usuarios de todas las edades y generaciones, todo a través de una aplicación fácil de usar. TikTok ofrece algo para todos. No hacemos hincapié en los jóvenes, sino que trasciende generaciones”: así la describe Marina Wang desde la casa matriz de ByteDance en Beijing, con énfasis en palabras como “felicidad” y “pureza”. Sin embargo, si bien TikTok se presenta como una app de diversión apolítica, Estados Unidos la tiene en la mira como una posible una amenaza para la seguridad nacional.

En los últimos días, la administración de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos (TSA) les prohibió a sus empleados descargar la app de origen oriental en sus teléfonos personales. Y se analiza extender la medida al ejército y a otras áreas vinculadas con Defensa. “Estos videos realmente te hacen reír, son creativos, pero China podría estar riéndose por razones muy diferentes y eso debería preocuparnos”, dijo el senador demócrata Chuck Schumer, uno de los impulsores de las restricciones al uso de la app en las áreas de gobierno del país del norte.

También hubo acusaciones contra TikTok de “sembrar propaganda islámica” -según The Wall Street Journal- y hasta hubo voces que advirtieron que la app china era usada como plataforma de propaganda de Estado Islámico para hipnotizar y reclutar infantes. En resumen, un gran estado de alerta envuelve a TikTok, que viniendo de parte del país gobernado por Donald Trump funciona como un irónico espejo invertido: pánico ante la sospecha de que a través de la app el gobierno chino obtenga información de metadata de ciudadanos norteamericanos… ¡teléfono para Cambridge Analytica!

A pesar de haber sido diseñada explícitamente para desmotivar el intercambio de noticias (casi no hay marcas temporales en los posteos, ni posibilidad de compartir links y los anuncios políticos están prohibidos explícitamente), la sensación de confesionario y verosimilitud que otorga el facetime, la brevedad y pregnancia de los mensajes y la facilidad que ofrece para viralizar un video aún si el usuario tiene un número relativamente pobre de seguidores, hacen de TikTok la manera más efectiva para que cualquier individuo de a pie llegue a una audiencia considerable en un lapso corto de tiempo.

TIKTOK ES EL MENSAJE

Es por esto que los equipos de campaña de Estados Unidos hace rato que miran con otros ojos ese espacio para replantear sus estrategias de contenidos. Trump, quien con tanta habilidad ha sabido hacer un chiste de sí mismo, lo sabe perfectamente. Uno de los videos con record en reproducciones salido de TikTok es el que repone la letra de la canción “Señorita” a partir de fragmentos de los discursos del Presidente de Estados Unidos. Pero no todas son flores para el oficialismo. También se cuenta entre los más virales de los últimos meses el montaje que tiene a su vice, Mike Pence, de protagonista, con el que se da a entender que está a favor de las terapias de shock para la “conversión” para personas lgbti.

“Tal como los grandes medios como The Washington Post están llegando a TikTok y lo hacen aggiornándose a esta estética tan fresca, en España Podemos también tiene allí su perfil. Es el único partido que de momento está, pero van a ir llegando los otros”, agrega el experto español Miquel Pellicer. “Esto se explica porque el elector de Podemos es un votante joven y se trata de una fuerza política que se consolidó alrededor de las protestas del 15M, es decir, hay un gran entrenamiento en manejo de redes. Es un partido nativo digital”.

Para Pellicer, “los políticos en general se están dando cuenta de que en TikTok hay un gran poder de narrativa. Y si no, mírenla a Alexandria Ocasio-Cortez”. Pellicer se refiere a la congresista más joven de la historia norteamericana, hija de migrantes latinos, con poca experiencia partidaria y, sin duda, la gran estrella del momento de la comunicación política. Lo que Pellicer describe como “una verdadera millennial parlamentaria: basta con ver sus Instagram live, que son un éxito. Alexandria registra lo que hace en sus stories y responde los comentarios de todo el mundo”. Tal como describe Pellicer: “TikTok se está convirtiendo en un buen terreno de juego de cara las elecciones en Estados Unidos en el que se reúnen creadores de contenidos, periodistas, analistas políticos, medios y candidatos”.



No es un dato menor que casi la mitad de lxs usuarixs de TikTok tengan entre 14 y 26 años, es decir, lxs votantes que este año se incorporan a a votar en Estados Unidos. Además de futuros creadores audiovisuales y electores debutantes, podría pensarse que la app oriental ya acoge a quienes van a reemplazar en pocos años a los analistas políticos televisivos. Con la pose frente a cámara como estado natural y de entrecasa, lxs tiktokers han entendido perfectamente el quid para hacer llegar sus mensajes sea cual sea el contenido: sin tiempo para el parpadeo y ante una audiencia que pide cada vez mayor velocidad, la letra entra, antes que con sangre, con humor y en forma de meme.

TikTok, la app que le ganó a WhatsApp pasó a ser la más descargada en el mundo


Es una red social adictiva e hiperquinética para crear videos muy breves, en clave humor. Causa furor entre los preadolescentes.
Por Dolores Curia


Tiktok superó a WhatsApp y es la app más descargada en todo el mundo.


Facebook es para los padres. Twitter, un criadero de trolls. Instagram es el reino de la purpurina, la publicidad encubierta y la nada. O por lo menos así parecen verlo los preadolescentes del mundo y de más acá. Lo nuevo de lo nuevo es un invento chino. Una red social adictiva e hiperquinética para crear videos muy breves, en clave humor, donde el tono Cha cha cha, el playback y la destreza física le ganan por lejos a otro tipo de contenidos. Es la primera app de características sociales creada y gestionada por una empresa china que triunfa a semejante nivel en Occidente: de este lado del mundo se llama TikTok (la versión original china es “Douyin”) y es un éxito descomunal.

La empresa matriz es ByteDance y compite de igual a igual con Instagram, Facebook y Youtube, y ya expresó sus intenciones de absorber a Twitter y a Snapchat. Entre las cinco apps más populares del planeta, es la única que no pertenece a Mark Zuckerberg, este año se convirtió en la más descargada en el mundo. Bajó del podio nada menos que a WhatsApp.

En palabras de sus propios dueños que conversaron con este diario: “TikTok es el principal destino del mundo para videos móviles de formato corto y vertical, ya sea para crear y / o descubrir videos auténticos e interesantes que sean alegres y divertidos”. Así la describe Marina Wang, Editora Ejecutiva de Douyin, quien se refirió a la app como “una plataforma inclusiva que fomenta un fuerte sentido de comunidad y pertenencia donde se alienta a todos a ser auténticos”.

TIK TOK ES CUESTION DE TIEMPO

Para Miquel Pellicer, experto digital radicado en España y Director de Innovación de la agencia Interprofit, el efecto de encantamiento que TikTok produce en los púberes reside principalmente en sus posibilidades creativas: “Aprenden a desarrollar contenidos muy interesantes: edición de video, componen música, narran con imágenes. Hay millones de filtros y herramientas, no es nada sencillo de usar, hay que desarrollar habilidades. Puedes tomar un video de otro usuario y editarlo con uno propio. Son posibilidades infinitas. Puedo editarme jugando a la pelota haciendo papelones al lado de otro video con una jugada maestra de Messi”.

De la mano de la popularidad para TikTok llegaron también las polémicas. Una de ellas gira alrededor de las dudas que surgen frente a una app con mayoría de usuarios jovencísimos y una supuesta laxitud en sus políticas de privacidad. Uno de los puntos más conflictivos con respecto a este tema es que una vez que se sube un video, cualquier usuario puede descargarlo fácilmente, algo que es un poco, pero solo un poco, más difícil de hacer con otras redes sociales. “La verdad es que lo puedes configurar para que otra persona no te descargue tus videos. Y si yo quiero descargarme un video de otra persona en Instagram por ejemplo, por más que la app en sí no lo permita, hoy es muy sencillo grabar lo que sucede en la pantalla. Sí, hay miedos con respecto a ciertos lugares oscuros de los contenidos a los que pueden acceder los menores y las formas de facilitar o no cierto un control parental. Sé que la plataforma está trabajando en ello. Pero estos peligros son los mismos que con cualquier aplicación”, opina Pellicer.

Para Gabriela Martínez Castro, directora del Centro de Estudios Especializado en Trastornos de Ansiedad (www.ceeta.org) el furor de TikTok entre preadolescentes toma la forma de un universo paralelo sólo apto para menores. “Diría que para los niños y adolescentes argentinos hoy es la red social principal. Es el medio de comunicación que más usan, ya sea para chicos de cualquier estrato sociocultural, como para lxs adultxs podría ser hoy WhatsApp”. Es una comunidad, donde lxs tiktokers intercambian música, dialogan, se informan, se desinforman, se comparan, se imitan, eligen cómo vestirse, comparten sus angustias, sus anécdotas, se aconsejan, se enamoran, se pelean, se odian. Según Castro, TikTok es para esa franja etaria el gran generador de movimiento y ruido social “de velocísima expansión, que genera adhesión y a veces fanatismo y adicción. Es un espacio donde se habla mucho de discriminación pero también se la sufre”.

“Se habla desde los derechos de las mujeres hasta tips de cómo esquivar la injerencia de los padres. Es para los preadolescentes una comunidad global con sus propias reglas, sus propios lenguajes, deberes y obligaciones, donde pasan muchísimo tiempo del día”, asegura Castro, que recibe muchas consultas sobre el tema. “Allí circula información y los chicos se conectan mucho de modo virtual, pero la contracara de esto puede ser la pérdida de habilidades sociales en el mundo real, angustiarse tremendamente al borde del ataque de pánico ante un examen del colegio, mucha vergüenza para interactuar con otros en el mundo real. Chicos que tal vez pasan todo el día sin dirigirse la palabra con nadie en la escuela pero que chatean todo ese tiempo a través de la app, porque a través del celular les resulta mucho más fácil. Lo que yo observo es mucho aislamiento y mucha sensación de soledad desde muy temprana edad, incluso niños”.

Guido Entenberg, Psicólogo e integrante fundación ETCI (Equipo de Terapia Cognitiva Infantojuvenil) relata para Página12 que recibe muchas consultas sobre este tema y pero pone algunos paños fríos al asunto. Su recomendación para lxs adultxs que participan de la crianza de lxs jóvenxs usuarios es: “Háganse una cuenta, empiecen a usar TikTok, vean de que se trata”. Para Entenberg, lo que lxs adultxs pueden hacer ante este tema “no dista mucho de lo que ya hacen fuera de las redes. Lxs chicxs se van a encontrar en TikTok, como en cualquier red social, con los mismos desafíos que se encuentran fuera de ellas. Es imposible cubrir todos los agujeros y rincones de los peligros a los que pueden estar expuestos los chicos. Más que decirles ‘no uses esto’ creo que es mejor tratar de entender qué los motiva tanto, entrar en ese mundo, compartir con ellos. Preguntarles también si saben a qué tipo de cosas se exponen, si saben lo que es el bullying, lo que es el grooming. Preguntarles qué podría pasar si algo llegara a salir mal con uno de sus videos y quedaran expuestos a algo que no les guste”. En resumen, “en vez de decirle a tu hijo ‘dejá la Play’, aprendé a jugar al FIFA, y capaz te puede resultar divertido. Me llegan muchas consultas de gente preocupada por la cantidad de tiempo que los chicos pasan con las redes. Dicen que quieren limitárselo a una hora de pantalla diaria. Y está bien. Pero cuando ellos mismos llegan de trabajar están una hora con el celular y dos con Netflix. Entonces, ¿quién es el que tiene el problema con las pantallas?”.

Yo, tiktoker

En TikTok priman las coreografías, los sketchs de humor absurdo, la galería de vanidades, la anécdota de tono confesional, los challengers (que son desafíos generados por la app, que reta a imitar alguna habilidad corporal o mental, filmarse y compartirla) y también abundan los alegatos contra toda autoridad, imitaciones donde quedan mal parados padres, madres y docentes, entre otras figuras de poder de la niñez y la adolescencia.

El perfil de Cande Copello, tiktoker local y pionera, usuaria desde 2015, con casi tres millones de seguidores, no se distancia mucho de los contenidos más usuales. Esta joven de 19 años le contó a Pagina12 que le dedica a la app de los videos relámpago un poco más de horas que un trabajo de jornada completa: “Paso casi todas las noches viendo videos para inspirarme y actualizarme en las herramientas y posibilidades técnicas y artísticas, porque las van actualizando todo el tiempo y además me lleva unas dos o tres horas diarias producir, grabar y editar mis videos”. También recibe, indicaciones y sugerencias de los talent managers de la app para mejorar su rendimiento, con tips sobre cómo recaudar más likes.

La empresa detrás de TikTok, según la revista especializada Fast Company, tiene más de 40 mil personas contratadas, diez veces más que Twitter, pero millones de generadores de contenido como Cande Copello, que lo hacen gratuitamente. En cierto modo el motor invisible de este fenómeno tecnofinanciero, cuyas ganancias se calculan millonarias y que para 2021 se proyecta que supere los 700 millones de usuarixs, parece ser el tiempo, el cuerpo, la energía, el carísima, la inventiva y demás habilidades de sus tiktokers, por lo menos de aquellxs que a raíz de su número de seguidores pueden considerarse influencers. "Es una pena que todo esto no se monetice para nosotros, como si pasa con los youtubers”, lamenta Copello. “Al contrario de YouTube, TikTok no le paga a sus influencers. Sí me han invitado a viajes, como cuando con 16 años me llevaron a Los Ángeles a un encuentro de tiktokers de todo el mundo”. La paga que reciben lxs tiktokers es indirecta y la mayoría de las veces por canje, a través de marcas que se contactan para que usen y recomienden sus productos.

TIK TOK ¿ES UNA BOMBA?

“Desde escenas cómicas hasta clips rápidos de rutinas diarias, TikTok muestra una amplia gama de contenido creativo e inspirador que brinda alegría ilimitada a todos sus usuarios de todas las edades y generaciones, todo a través de una aplicación fácil de usar. TikTok ofrece algo para todos. No hacemos hincapié en los jóvenes, sino que trasciende generaciones”: así la describe Marina Wang desde la casa matriz de ByteDance en Beijing, con énfasis en palabras como “felicidad” y “pureza”. Sin embargo, si bien TikTok se presenta como una app de diversión apolítica, Estados Unidos la tiene en la mira como una posible una amenaza para la seguridad nacional.

En los últimos días, la administración de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos (TSA) les prohibió a sus empleados descargar la app de origen oriental en sus teléfonos personales. Y se analiza extender la medida al ejército y a otras áreas vinculadas con Defensa. “Estos videos realmente te hacen reír, son creativos, pero China podría estar riéndose por razones muy diferentes y eso debería preocuparnos”, dijo el senador demócrata Chuck Schumer, uno de los impulsores de las restricciones al uso de la app en las áreas de gobierno del país del norte.

También hubo acusaciones contra TikTok de “sembrar propaganda islámica” -según The Wall Street Journal- y hasta hubo voces que advirtieron que la app china era usada como plataforma de propaganda de Estado Islámico para hipnotizar y reclutar infantes. En resumen, un gran estado de alerta envuelve a TikTok, que viniendo de parte del país gobernado por Donald Trump funciona como un irónico espejo invertido: pánico ante la sospecha de que a través de la app el gobierno chino obtenga información de metadata de ciudadanos norteamericanos… ¡teléfono para Cambridge Analytica!

A pesar de haber sido diseñada explícitamente para desmotivar el intercambio de noticias (casi no hay marcas temporales en los posteos, ni posibilidad de compartir links y los anuncios políticos están prohibidos explícitamente), la sensación de confesionario y verosimilitud que otorga el facetime, la brevedad y pregnancia de los mensajes y la facilidad que ofrece para viralizar un video aún si el usuario tiene un número relativamente pobre de seguidores, hacen de TikTok la manera más efectiva para que cualquier individuo de a pie llegue a una audiencia considerable en un lapso corto de tiempo.

TIKTOK ES EL MENSAJE

Es por esto que los equipos de campaña de Estados Unidos hace rato que miran con otros ojos ese espacio para replantear sus estrategias de contenidos. Trump, quien con tanta habilidad ha sabido hacer un chiste de sí mismo, lo sabe perfectamente. Uno de los videos con record en reproducciones salido de TikTok es el que repone la letra de la canción “Señorita” a partir de fragmentos de los discursos del Presidente de Estados Unidos. Pero no todas son flores para el oficialismo. También se cuenta entre los más virales de los últimos meses el montaje que tiene a su vice, Mike Pence, de protagonista, con el que se da a entender que está a favor de las terapias de shock para la “conversión” para personas lgbti.

“Tal como los grandes medios como The Washington Post están llegando a TikTok y lo hacen aggiornándose a esta estética tan fresca, en España Podemos también tiene allí su perfil. Es el único partido que de momento está, pero van a ir llegando los otros”, agrega el experto español Miquel Pellicer. “Esto se explica porque el elector de Podemos es un votante joven y se trata de una fuerza política que se consolidó alrededor de las protestas del 15M, es decir, hay un gran entrenamiento en manejo de redes. Es un partido nativo digital”.

Para Pellicer, “los políticos en general se están dando cuenta de que en TikTok hay un gran poder de narrativa. Y si no, mírenla a Alexandria Ocasio-Cortez”. Pellicer se refiere a la congresista más joven de la historia norteamericana, hija de migrantes latinos, con poca experiencia partidaria y, sin duda, la gran estrella del momento de la comunicación política. Lo que Pellicer describe como “una verdadera millennial parlamentaria: basta con ver sus Instagram live, que son un éxito. Alexandria registra lo que hace en sus stories y responde los comentarios de todo el mundo”. Tal como describe Pellicer: “TikTok se está convirtiendo en un buen terreno de juego de cara las elecciones en Estados Unidos en el que se reúnen creadores de contenidos, periodistas, analistas políticos, medios y candidatos”.



No es un dato menor que casi la mitad de lxs usuarixs de TikTok tengan entre 14 y 26 años, es decir, lxs votantes que este año se incorporan a a votar en Estados Unidos. Además de futuros creadores audiovisuales y electores debutantes, podría pensarse que la app oriental ya acoge a quienes van a reemplazar en pocos años a los analistas políticos televisivos. Con la pose frente a cámara como estado natural y de entrecasa, lxs tiktokers han entendido perfectamente el quid para hacer llegar sus mensajes sea cual sea el contenido: sin tiempo para el parpadeo y ante una audiencia que pide cada vez mayor velocidad, la letra entra, antes que con sangre, con humor y en forma de meme.

Encuadres cognitivos e intervención sobre la subjetividad en votantes que nos rechazan

Rubén Weinsteiner



Rubén Weinsteiner

Las lealtades, adhesiones, rechazos, amores y odios hacia una marca política, no se constituyen en un proceso automático y natural, de condición y reacción, sino que se definen por la subjetividad enmarcada en los mecanismos primarios de referencia, que nos permiten construirnos una idea clara e inmediata de cómo percibir, leer, sentir y organizar percepciones acerca de la realidad a través de nuestro encuadre cognitivo (cognitive framing).



No hay un marco, hay una acción de encuadrar, de enmarcar la realidad

Si pensamos en nuestros compañeros de la facultad, y tratamos de imaginar como votan hoy, no alcanzará con definir las variables duras que los definían como integrantes de uno u otro segmento. Tampoco las variables más blandas que le podríamos atribuir dentro de un marco de referencia ideológica. Un compañero que recordamos como progresista puede estar votando a la derecha por X motivos, o un compañero que recordamos como de derecha, puede estar votando a la izquierda por motivos Y. Los encuadres mutan y se articulan con los anclajes que disparan e instalan las marcas políticas.

Este sistema de encuadre cognitivo que atraviesa y connota la realidad de cada sujeto de elección, constituye la subjetividad actual del mismo. Para intervenir sobre la subjetividad de los sujetos de elección hace falta conectar con su estructura de marcos cognitivos en tiempo real y desarrollar anclajes en función de ellos.



Encuadres cognitivos, anclajes y subjetividad


En 1998 Eduardo Duhalde era para muchos, un barón del conurbano con vínculos con el narcotráfico, un político mafioso y un exponente de lo peor del peronismo.

En 2003 Duhalde era para la gran mayoría de los argentinos, un estadista, un piloto de tormentas, un hombre mesurado, inteligente, un tiempista, y alguien que seguramente pasaría a la historia como un gran presidente, que sacó al país de su peor crisis.

En 2006 Duhalde era para muchos un barón del conurbano, vinculado con factores del narcotráfico, un político mafioso y un exponente de lo peor del peronismo.

No fueron muchos ni significativos los cambios que realizó Duhalde en su vida adulta mayor. Lo que se modificó fue su marca política, su posicionamiento, las percepciones, los significados que proyecta esa marca, y constituyen el anclaje marcario político y social de la misma.

El Bambino Veira era en los 80 un técnico joven, exitoso, divertido, un play boy. La vida que todos hubieran querido contar en una reunión de egresados de 20 años del secundario. Era simplemente el Bambino.

Entre el 88 y el 98 fue en el imaginario colectivo, un pedófilo, violador, primero preso y luego indultado por Menem. Para todos era Veira a secas.

En 2014 El Bambino Veira es un personaje fascinante, divertido, un playboy, la vida que todos querrían contar en una reunión de egresados de 40 años del secundario. Para todos es el Bambino.

El Bambino Veira no cambió, cambió el anclaje.

La memoria es el último recuerdo poderoso que adquirimos, no todo lo que vivimos. El poder de ese último recuerdo, es el que constituye el anclaje.

Un anclaje es una percepción fundada y construida en una ponderación conceptual, dentro de un estado de gran intensidad, de experimentación de sensaciones con fuerte solicitación simultánea del intelecto, del cuerpo y del espíritu.

Los discursos, las canciones, los himnos, la música en general, los rituales, la simbología, las banderas, los escudos, los relatos, las palabras, los gestos, los códigos, los colores, las fechas entre otros, son mecanismos activadores de anclajes. La ubicuidad, consonancia, persistencia, constancia e intensidad de un estímulo, consolida la asociación, que es, en este sentido, uno de los fundamentals del anclaje.

En los segmentos jóvenes, los anclajes, operan de forma dinámica e intensa, alternándose y sustituyéndose uno por otro, aún cuando un anclaje esté en las antípodas del otro.


Sustitución de un anclaje

No se puede sustituir un anclaje por otro negándolo. Negar no funciona. Probá decirle a tu esposa que no te gusta su amiga, y ella va a estar segura que si te gusta, porque en comunicación toda negación entraña una afirmación. Por otra parte no se desaloja un sentimiento con un afirmación, sino con otro sentimiento que se haga cargo de la base emocional del primero y lo sustituya.


Subjetividad y microsegmentación 

Cuando se trata de intervenir sobre la subjetividad del otro, tenemos que pensar en microsegmentos muy pequeños.

Hasta hace algunos años, la segmentación se pensaba estrictamente definida por variables duras, como; edad, genero, generación, ingresos, diferenciación social, lugar de residencia, años de estudio cursados, etc. En definitiva “lo que la gente es”.
El escenario actual de atomización y microsegmentación de los diferentes colectivos sociales, muy especialmente en los segmentos jóvenes que constituyen el #votojoven, nos impone un análisis, que no debe descartar las variables más duras, pero que debe enfocarse fundamentalmente en las variables blandas; “lo que la gente hace” “lo que a los jóvenes les interesa” ‘lo que a los jóvenes es gusta”, más que “lo que la gente es”.

Los microsegmentos constituidos por variables blandas se ordenan como el resultado de una articulación de demandas específicas y no tradicionales. Las personas demandan cosas y los que demandan las mismas cosas se agrupan en un determinado segmento, pero se sienten parte, de diferentes grupos, con diferentes demandas, por eso el abordaje microsegmentado es tan poderoso, porque nos permite interpelar personas a las cuales no llegaríamos con un abordaje tradicional. Por ejemplo si una persona de ninguna manera votaría al candidato F, y esta persona tiene un hermano esperando un transplante, y el candidato F propone un plan de transplantes que le plantea una luz de esperanza, quizás F puede llegar de otra manera a esa persona. Ahí queda expuesta la multidimensionalidad del sujeto político que se siente parte, por demandas específicas, de diferentes microsegmentos.

Las elecciones actuales suelen definirse por porcentajes muy bajos de diferencia. En los esquemas grietarios que se dan en EE.UU., Alemania, Gran Bretaña, Francia, Brasil o la Argentina, se gana o se pierde contra un rival directo por 1 a 3 puntos, lo que da, por ir directo al rival de 2 a 6 puntos.

En 1983 el comando de campaña de Alfonsín entendía que la elección se definiría por un 5%. Las encuestas lo daban debajo de Luder 52 a 48, y el objetivo consistía en dar vuelta el escenario. La estrategia fue microsegmentar y atacar un grupo muy específico, mujeres que votaban por primera vez, ya que no habían votado en 1973, es decir sub 29, hijas o esposas de peronistas y que habitaran en el conurbano. La movida apuntaba a torcer el voto natural por herencia, folklore o inercia de un segmento al que se atacó con dos comerciales: uno que planteaba que se terminaría el servicio militar, y que lo único obligatorio sería el secundario y el otro tocando la cuerda de la igualdad de oportunidades para todos los chicos.

Una madre entre el marido/padre y el hijo, se inclina por el hijo.
La jugada consistía en rebelar a un microsegmento del 2% de los votos del total nacional. Cuando se trata de este tipo de abordajes quirúrgicos, hay que apuntar a objetivos muy puntuales y definidos para tener precisión y poder concentrar sobre un punto todo el poder de fuego.

Ese 2% al ir de un partido a otro se convirtió en 4%.

La historia es conocida Alfonsín obtuvo la presidencia, Armendáriz ganó en la provincia, y el análisis de la elección señala que las mujeres de ese segmento votaron masivamente a la UCR.


Microsegmentación quirúrgica 

Intervenir sobre la subjetividad del nucleo duro del rival resulta imposible. Pensemos los niveles de dureza como círculos concentricos de una cebolla, con capa sobre capa. La posibilidad de interevenir y generar cambios, es posible en las capas más superficiales, en el voto más blando. Por eso es muy importante elegir y construir esos microsegmentos a los cuales apuntar.

Resulta clave descomponer el voto no propio blando en microsegmentos ponderados por particularidades específicas, que permitan definir cursos de acción diferenciales y específicos.



Hoja de ruta para la intervención sobre la subjetividad 

Las dinámicas de intervención hacia los microsegmentos permeables se dividen en 2 grupos:

a) Masivas: a través de acciones de escala, en los medios, actos, redes etc. Con mensajes estructurados y customizados para impactar en microsegmentos específicos.

b) Nucleares: despliegue vincular: presencial, whats app, redes, marcos de pertenencia, interacción y confianza. Estamos a un cuñado de ganar una elección. Militando en pequeños entornos, la ponderación de la confianza y intensidad interactiva potencian construcción y organización de percepciones y la eventual modificación de subjetividades. Bolsonaro y Vox lo hicieron muy bien con whats app.



Camino crítico de intervención: 


1) Marco de enganche idea compartidas

2) Aceptar constituyentes comunes de referencia cognitiva “estamos de acuerdo que“

3) Presentar propias debilidades, errores y negatividades, asumirlas. Dejar ganar. No se puede esconder un elefante en un living, tenemos que hablar del elefante y después seguir
Tomemos el ejemplo de un gran apagón que se produjo en New York en los sesentas, la gente ardía de furia, miles pedían la baja del servicio y pensaban migrar hacia la competencia. Cuando volvió la luz el presidente de la compañía apareció por TV, en el espacio mas visto, miró fijo a la cámara con un primerísimo plano que llenaba toda la pantalla con su cara y con voz pausada y grave dijo: “Esto que pasó fue muy grave, cometimos errores, Uds, tienen razón y lo estamos solucionando, yo les garantizo, que esto nunca mas va a pasar, se quedó mirando a la cámara y de repente apareció una mano que estrelló un pastel de crema en su cara, el presidente de la compañía se limpio y dijo: “ya está”.
La pérdida de clientes fue insignificante, la gente escuchó “me equivoqué” Uds. tienen razón” y “se vengaron”. La conducta mas primitiva e institiva es explicar y poner el problema en otro lado, muy pocos admiten errores, por eso comunicacionalmente, el receptor se defiende de esa estrategia. Al Capone cuando fue detenido por evasión de impuestos y luego condenado por los crímenes mafiosos, lo consideró una injusticia, el se defendió diciendo que le daba trabajo a mucha gente.

4) El problema: Detrás del rechazo, adversión u odio, está el miedo. Al abordar microsegmentos de resistencia blanda, ese miedo es también blando, abordable y sensible a intervenciones. Empatía, curioso y no furioso para asumir el miedo del otro y entender el significado funcional del prejuicio e internalizar para intervenir. El otro no nos odia, sólo tiene miedo, y eso tiene solución.

5) Idea en crisis a debatir, tenemos un problema común a las dos partes. Poder leer las demandas sin enojos, para construir el discurso y vencer emocionalmente.
Me gusta contar la historia de un rey babilonio que supo conservar el poder por más de 40 años con éxito, popularidad y con un ejército poderoso y comprometido.
Este rey solía recorrer los frentes de batalla cuando su ejército se encontraba en algún conflicto. Cierta vez entró a una base militar, y tal como era su costumbre, se sentó con los jóvenes soldados en el piso donde estaban comiendo.
Uno de los soldados se quejó por la calidad de la comida, en términos muy duros y groseros, llegó hasta a insultar por lo bajo al rey.
Todos escucharon, y los lugartenientes del rey lo agarraron fuerte, la idea era ejecutarlo ahí mismo, había ofendido al rey delante de todos de la peor manera. El rey no podía mostrar semejante debilidad.
El rey, los frenó, y pidió hablar a solas con el soldado que se había quejado. Sus ministros insistieron, le señalaron el error político de no ejecutarlo ahí mismo delante de todos.
El rey los desautorizó a todos y llamó al joven con buenas maneras
El joven aliviado le dijo que la comida era malísima, el rey lo interrogó: que comida les gustaría a uds? Imagino que lo que te pasa a vos le pasa a todos, que comida es tan desastrosa?
El soldados entró en detalles, y le explicó pormenorizadamente el motivo de su queja.
El rey salió de aquella reunión improvisada, llamó a los cocineros, y les dio directivas precisas, acerca de los cambios que deberían instrumentarse en la cocina.
Al mes, el rey volvió, se sentó a comer, buscó con la mirada al soldado que se había quejado, lo encontró y vio una sonrisa. Le preguntó; Y ahora? El soldado le respondió: muy bien.
El rey hizo un gesto para que se lleven al soldado.


6) Como lo resolvemos? Compromiso actitudinal, call for attitude

7) Acuerdo

8) Emocionalidad

9) Insight: en comunicación política, lo único que no podemos decir, es aquello que queremos decir, el otro tiene que hacer el click

10) Discurso organizador de las percepciones para construir un nuevo anclaje, en modo posterior, no en terminos temporales, sino posterioridad estructural, es decir, que contiene y supera los miedos, dudas y rechazos del otro.


Fortalecer el voto propio duro o blando es muy importante, intervenir sobre los segmentos fluctuantes y no politizados también. Intervenir sobre la subjetividad de segmentos que a priori nos adversan, es uno de lo movimientos estratégicos esenciales en la construcción de toda hegemonía politica.

Rubén Weinsteiner