Un fallo de la Corte Suprema que podría llevar a Lula a libertad, a las urnas y a la presidencia


 Por mayoría, la Corte Suprema brasileña declaró inconstitucional la conducción coercitiva. Se trata de un instrumento legal que obligaba a que los investigados den testimonio, aunque no sen imputados ni procesados. En marzo de 2016, el ex presidente Lula da Silva había declarado de esta manera en el marco de la Operación "Lava Jato". Ahora, se espera que se vote el pedido de libertad.

El ex presidente Lula da Silva



Se trata del candidato favorito para las elecciones presidenciales del país más grande de Sudamérica, y se encuentra tras las rejas. En octubre de este año, se realizan los comicios para el pueblo brasileño vote quién será el nuevo presidenete. Si Lula no puede presentarse, quien resulte vencedor se vería en un grave problema: una crisis de legitimidad. Hoy no hay ningún otro candidato que cuente con el apoyo del ex mandatario que se encuentra preso.

En este momento, se espera que la fiscal general, Raquel Dodge, haga una definición sobre el tema. Como resultado, la Corte Suprema podría realizar un pedido de libertad. Lula, que en este momento se encuentra en la preso y con una condena de 12 años, quedaría libre y con posibilidades de presentarte en las elecciones de octubre.


En Argentina tenemos experiencia con lo quue puede llegar a pasar cuando quien se encuentra a la cabeza del Poder Ejectivo no es a quien el pueblo elige. En 1963, Arturo Illia (UCR) fue electo presidente de la Nación. En aquel momento, el peronismo se encontraba proscripto desde 1958 y el ex presidente Juan Domingo Perón se encontraba en el exilio. Un porcentaje bastante alto de la población (casi un 20%) emitió voto en blanco. La presidencia del radical se caracterizó por una falta de legitimidad que le impidio avanzar. Posteriormente, vinieron años de una gran inestabilidad política, que llegó al extremo con los gobiernos de facto.


No sería una mala idea que Brasil recuerde la historia de su vecino. Quitarle a la ciudadanía la posibilidad de elegir a quien quieren que presida el Ejecutivo, podría generar graves problemas para quien termine ocupando ese lugar. Además, se trata de un país con una extensión y una economía mucho más grandes que las argentinas.


El fallo fue alcanzado con una mayoría de 5 sobre 6 y sostiene que llevar a alguien a declarar por la fuerza no siendo ni imputado ni procesado debe hacerse apenas como último recurso. Se basaron en que el instrumento legal no solo en utilizado en casos donde están implicadas personas del ámbito político: “La legislación no se aplica solamente a aquellos envueltos en posibles prácticas de corrupción, no se aplica solo al crimen de cuello blanco. No son solo ellos los coercionados por la policía. Son los envueltos en general en prácticas criminales. ¿No queremos un mejor Brasil?".

El juez Sergio Moro fue quien sometió al ex presidente a testimoniar bajo la conducción coercitiva, hace más de dos años. 500 policías se presentaron la casa de Lula para registrarla, mientras un comisario lo interrogaba. El magistrado condenó a Lula por corrupción y por recibir sobornos. El ex mandatario, por su parte, siempre negó esos hechos y acusó al magistrado de persecusión para impedirle participar de las elecciones presidenciales de este año.

Lula está condenado a 12 años y un mes de prisión, y se encuentra en la sede de la Policía Federal en la sureña ciudad de Curitiba desde el 7 de abril de este año.

La Operación "Lava Jato" es una investigación que realizó la Policía Federal de Brasil. Se hizo pública en marzo de 2014 y su objetivo era descubrir un esquema de lavado de dinero en Brasil, que involucraba a figuras políticas y empresas, como Petrobras y Odebrecht. Sergio Moro es el juez que la llevó adelante y fue quien mandó preso al ex presidente Lula.

Gira la ruleta de los ministros

En Casa Rosada no descartan nuevas entradas y salidas de funcionarios, aunque ya no en el Gabinete económico. El objetivo es unificar ministerios y reducir la estructura. Ciencia, Cultura, Ambiente y Turismo podrían pasar a ser secretarías. Puja por Agroindustria.

Por Werner Pertot


El rabino Sergio Bergman (Medio Ambiente), Lino Barañao (Ciencia) y Pablo Avelluto (Cultura), expectantes.


Los cambios de Gabinete no han terminado. En Balcarce 50 no descartan que en los próximos días (u horas, según el timing que resuelva presidente Mauricio Macri) se conozcan nuevos movimientos de ministros y secretarios. Se supone que ya no serán en el gabinete económico, sino que apuntarán a unificar ministerios y reducir estructuras de acuerdo a lo pactado con el FMI. En la mira están las áreas de Medio Ambiente, Cultura, Ciencia y Turismo, que podrían pasar de ministerios a secretarías de otras carteras. Hay una puja del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, para absorber Agroindustria, que no es seguro que ocurra. En tanto, luego de los anuncios intempestivos del fin de semana no hay una definición unificada de cuáles serán las medidas para contener las variables económicas.

Ya no quedan dudas de que la economía en 2018 le cambió la cara al Gobierno: Macri primero hizo regresar del exilio al presidente de la Cámara baja, Emilio Monzó, al radical Ernesto Sanz y sumó al ministro de Interior, Rogelio Frigerio, a una mesa chica que –no por casualidad– pasó a llamarse mesa política. Mesas chicas eran las de antes. Los tres coordinadores de Gabinete que eran para Macri “sus ojos, sus oídos y soy yo” perdieron competencias. Tanto Mario Quintana como Gustavo Lopetegui debieron dejarle lugar a Nicolás Dujovne como coordinador del gabinete económico. Con los últimos cambios, Dujovne se acerca cada vez más a ser un ministro de Economía antes que de Hacienda.

En dos días, Macri echó a varios pesos pesados del oficialismo, que habían resistido varias batallas internas en los primeros dos años de su gobierno (por ejemplo, la que había eyectado a Adolfo Prat-Gay). El primero en salir fue el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, quien se enteró de su salida el jueves por la noche. El viernes Dujovne dio una conferencia de prensa para traer tranquilidad: no hizo ningún anuncio completo, solo enunció intenciones.
Los que se fueron

El segundo capítulo de una saga que no terminó llegó un sábado a las 19.58 cuando el Gobierno anunció, sin conferencia de prensa ni nadie que diera explicaciones, nada menos que la salida de Francisco “Pancho” Cabrera de Producción y de Juan José Aranguren de Energía. El primero es un PRO puro, presidente de la Fundación Pensar, y tiene asegurada su continuidad en el Gobierno, aunque ya en un segundo plano. El segundo es una de las figuras icónicas del Gobierno, criticada y resistida por la oposición hasta el cansancio. La forma en la que Macri decidió removerlo desconcertó a más de uno en el Gobierno: fueron unas pocas líneas en un comunicado. “Se trataba de dos cosas diferentes: el Central y los ministerios”, decían en el Gobierno como quien dice al pan, pan, y al vino, vino. Eso no ayuda a entender la sangría de figuras que no parece haber terminado.

No hay hoy una explicación clara ni interna ni hacia la sociedad de cuál es el plan para salir de las “turbulencias”, como el Gobierno denomina a la situación económica que se torna cada vez más amenazante. Ante la suba del dólar, apuestan a manejar las expectativas de una mejora en 2019 para aplacar a las fieras: del segundo semestre (de 2016) ya están llegando al cuarto año del mandato (y a su posible final, si Macri no consigue la reelección).

En todos los casos, según comentan a este diario, la decisión la tomó Macri con su círculo chico-chico, al que volvió su hermano de la vida, el empresario Nicolás Caputo. No obstante, los cambios son una victoria que se anotó la mesa política de Cambiemos. Cabrera, por ejemplo, sumaba enemistades a granel: con el jefe del gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, con la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, con el vicejefe de Gabinete, Mario Quintana. A eso se le sumaba la recomendación de Monzó y Frigerio a Macri de que hiciera cambios para oxigenar.

Es algo que, en rigor, le vienen señalando hace ya un tiempo, la diferencia es que ahora los escuchó. La mayoría de ellos no supo de la decisión hasta que se la comunicaron a la mesa política. Para entonces, Cabrera había tenido una reunión en la que Macri le había explicado su decisión a su funcionario y amigo. Curioso: tras el anuncio oficial, Carrió salió a explicar que era “imprescindible” remover a ese funcionario con el que había estado reunida apenas unas horas antes a pura sonrisa. Delicias de la política: Lilita no ocultó su felicidad por la salida de Aranguren. Dijo que su reemplazante, Javier Iguacel, es el “mejor funcionario del gobierno nacional”.
Los que se pueden ir

“Estamos en procesos de cambio. Y podría haber más. Se podrían unificar ministerios”, advierte uno de los habitantes de la Casa Rosada. Si bien en el oficialismo no quieren dar pistas hasta que las decisiones sean comunicadas oficialmente (tal como pasó con los que ya se fueron), la mira está puesta en aquellos ministerios que serían reducibles a secretarías, en línea con la propuesta de recorte de gastos pautada con el FMI.

Los que aparecen en la mira, sin confirmación oficial todavía, son: el Ministerio de Ciencia y Técnica, el de Cultura (ambos podrían volver a Educación, como en otras épocas), el de Turismo, el de Medio Ambiente (ambos podrían ser nuevamente secretarías y depender, por ejemplo, de Jefatura de Gabinete). No está claro si, de darse esos cambios, seguirían al frente, ya con un rango menor, Lino Barañao, Pablo Avelluto, Gustavo Santos y Sergio Bergman.

“El Presidente empezó a cambiar y mover fichas. Necesitamos frescura y gestión de cara a lo que viene y renovarnos post-acuerdo FMI era un camino. Y el Presidente tomó ese camino”, indicaban en Balcarce 50. No habría, no obstante, más cambios en el gabinete económico. No obstante, luego del entredicho entre Dujovne y el ministro Luis Miguel Etchevehere –por la desaceleración de la baja de las retenciones a la soja que finalmente no ocurrió– hay una pelea sorda para que Hacienda absorba Agroindustria. En el área niegan que vaya a haber más cambios. Si hay que guiarse por cómo fueron los últimos, pueden caer en cualquier momento y a cualquier hora.

La Bancaria adhirió al paro del 25, por lo que no habrá actividad financiera


Gremialistas exigieron "un urgente cambio de la política económica"



La conducción nacional de la Asociación Bancaria (AB) adhirió y convocó hoy al paro general de 24 horas dispuesto por el consejo directivo de la CGT para el 25 de este mes, sin concurrencia a los lugares de trabajo, y ratificó su "compromiso" para acordar "un plan de acción y un programa de medidas que permitan superar la emergencia" del país.

Un comunicado del Secretariado General Nacional firmado por los secretarios general y de Prensa, Sergio Palazzo y Eduardo Berrozpe, respectivamente, ratificó que el lunes próximo no habrá bancos y exigió "un urgente cambio de la política económica".


La Asociación Bancaria ratificó su "compromiso" para acordar "un plan de acción y un programa de medidas que permitan superar la emergencia"


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Los bancarios rechazaron el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el veto a "la ley del tarifazo" y exigieron la derogación de la reforma previsional y paritarias libres.

Los dirigentes gremiales convocaron a las comisiones gremiales, seccionales, consejo directivo nacional y a los trabajadores de la actividad al "estado de movilización" para promover y garantizar "el ejercicio del derecho constitucional de huelga" y avalaron "las medidas que, en ese sentido, adopten las 53 filiales" de la organización sindical.

"El esquema económico del gobierno es devastador y, sin sustento en la economía real, destruye el trabajo, pulveriza el salario, perjudica y empobrece a la sociedad", dijeron.

El documento aseveró que el resultado de ese esquema económico "destruye fuentes y puestos laborales y provoca que haya menos y peores empleos; un creciente déficit comercial y fiscal; más deuda pública y privada; menos capacidad para afrontar los compromisos externos y progresiva liquidación de los fondos del sistema previsional".

"También provoca especulación financiera y fuga de capitales; disparada del dólar y devaluación del peso; recesión e imparable inflación interna; caída del poder adquisitivo del salario de activos y jubilados; alimentos, gas y otros combustibles más caros; tarifazos en servicios públicos imprescindibles; costo usurario de los servicios financieros; alquileres y créditos hipotecarios más onerosos; deterioro del patrimonio de la banca y empresas públicas y alteraciones en la cadena de pagos y cheques rechazados", afirmó.

Palazzo y Berrozpe puntualizaron que "la posibilidad de continuar tomando deuda en el mercado internacional para sostener ese modelo inviable fue limitada hacia principios de este año y, luego, sobrevinieron la disparada del dólar en mayo y junio, la dilapidación de reservas y el desvarío de altísimas tasas de interés para la renovación de letras de corto plazo del Banco Central (BCRA) para contenerla, además de la asistencia al FMI".

"Ello profundizará el ajuste sobre los trabajadores y la economía real", concluyeron.

Pymes piden frenar aumento de tarifas, limitar importaciones y ampliar créditos

Daniel Rosato solicitó tomar estas medidas de "manera urgente"


El presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA), Daniel Rosato, pidió hoy que los cambios en el Gabinete nacional beneficien a la actividad industrial y reiteró la importancia de ponerle un techo por seis meses a la suba del precio de la energía, limitar las importaciones y ampliar la oferta crediticia.

"Hay medidas que deben tomarse de manera urgente para reactivar la producción y poder ayudar al conflicto financiero que se generó y que benefició a las inversiones no productivas. Tenemos un plan de acción que podemos aportar en el marco de un plan industrial", afirmó Rosato.

Las expresiones del dirigente pyme se dan en el marco del anuncio del presidente Mauricio Macri de designar a Javier Iguacel en reemplazo del ministro de Energía, Juan José Aranguren; y a Dante Sica por el ministro de Producción, Francisco Cabrera.


"Si tenemos 30% de incrementos en energía y gas es imposible poder pensar en inversiones. Necesitamos tener un precio definido por un tiempo fijo para conocer el costo de venta que tenemos", sentenció el presidente de Industriales Pymes


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El IPA, a partir del trabajo de sus departamentos técnicos, propuso pesificar el precio del sistema energético a las Pymes nacionales para lograr una estabilidad en las proyecciones de los costos productivos por seis meses y recuperar así parte de la productividad perdida a partir del efecto inflacionario.

"Si tenemos 30% de incrementos en energía y gas es imposible poder pensar en inversiones. Necesitamos tener un precio definido por un tiempo fijo para conocer el costo de venta que tenemos", sentenció Rosato.

El titular del IPA también pidió aprovechar los nuevos aires en el Banco Central para restituir una tasa de interés diferenciada para la industria que sea destinada para el pago de los salarios.

La propuesta buscará ayudar a las fábricas a mantener el personal aún cuando existe una baja en la producción ante la caída del mercado interno y el crecimiento de las exportaciones.

"Nadie quiere vender su producción porque no tiene un costo fijo. Si lo hace, es sólo para pagar salarios. En la actualidad no hay financiamiento en los bancos y aquellos que acceden, están perdiendo plata por las tasas imposibles de pagar?, dijo Rosato.

El comercio exterior es otro de los puntos clave para la reactivación del sector industrial, para lo cual planteó ?fundamental ponerle un tope a las importaciones porque mientras las Pymes luchan por retener a sus empleados, no despedir y mejorar la productividad interna de nuestras unidades productivas, los productos terminados entran al país sin que signifiquen ni siquiera un mejoramiento de precios?, se lamentó Rosato.

El Papa cuestionó que el gobierno haya desarmado la ley de medios: "Así empiezan las dictaduras"



En la misa matutina en Santa Marta hizo duras alusiones al Gobierno y su relación con la comunicación.




El Papa Francisco cuestionó que Mauricio Macri haya desarmado la ley de medios y comparó a su gobierno con el de una dictadura.

En la Misa matutina celebrada en la Capilla de la Casa Santa Marta, el Papa Francisco indicó que las dictaduras adulteran las comunicaciones y que "también hoy, en muchos países, se usa este método: destruir la libre comunicación".

Luego utilizó un "ejemplo" que no fue otra cosa que una alusión al gobierno de Macri y así lo interpretaron cerca del presidente.

"Por ejemplo pensemos: existe una ley de los medios, de comunicación, se cancela esa ley; se entrega todo el aparato comunicativo a una empresa, a una sociedad que calumnia, que dice falsedades, debilita la vida democrática", indicó el Papa, según Vatican News.

"Luego vienen los jueces a juzgar a esta institución debilitada, estas personas destruidas, condenadas, y así va adelante una dictadura", disparó el Sumo Pontífice.

"Las dictaduras, todas, han comenzado así, con adulterar la comunicación, para poner a la comunicación en las manos de una persona sin escrúpulos, de un gobierno sin escrúpulos", concluyó Francisco.

Las duras palabras del líder de la Iglesia Católica se dan luego de que la ley de aborto obtuviera media sanción en Diputados, con un guiño del presidente, que habilitó el debate por primera vez en la historia argentina. En paralelo, Cambiemos empuja una ley para que el Estado no pague los sueldos de la Iglesia.

El Papa estaba a favor de la ley de medios, que permitió que la Iglesia tuviera un canal de televisión. No fue casual que recibiera a Gabriel Mariotto, uno de los mayores impulsores de la ley, por 5o minutos en reunión privada mientras que a otros dirigentes de mayor peso, como el propio Macri, les brindó nada más que 5 ó 10 minutos.

Lunes negro: bancos y energéticas se desplomaron hasta 14% y hundieron al Merval (cayó 8,3%)


Juan Pablo Marino


En una de las jornadas más negras de los últimos tiempos para el mercado local, las acciones del sector energético y financiero se desplomaron hasta casi 14%, y llevaron al Merval a hundirse un 8,3%, lo que representa la peor baja en cuatro años o, si se quiere, la caída más brusca en la era Macri.

El principal índice de BYMA retrocedió hasta las 27.656,57 unidades, en una plaza que asimiló negativamente las medidas lanzadas por el Banco Central para calmar al dólar, y la salida del Ministro de Energía, Juan José Aranguren.

Por un lado, las acciones de empresas energéticas se derrumbaron hasta 13,5% como respuesta a la ida de Aranguren del Gabinete nacional, ya que con la designación del Javier Iguacel al frente del Ministerio de Energía se espera un proceso moderado de suba de tarifas de servicios públicos, a diferencia de su antecesor que impulsó un fuerte ajuste.

A la par, los activos del sector financiero se desmoronaron hasta casi 12% tras las recientes medidas anunciadas por el BCRA para calmar al mercado cambiario, como un aumento escalonado de 5 puntos porcentuales de los encajes bancarios para los depósitos a la vista y a plazo, con un efecto total estimado de absorción de liquidez por unos $ 100.000 millones.

En ese contexto, 11 acciones lideraron las caídas con variaciones negativas de dos dígitos: Transportadora de Gas del Norte (-13,8%); Mirgor (-13,3%); Transener (-12,3%); Supervielle (-11,8%); Holcim (-11,4%); Banco Francés (-11,4%); Banco Macro (-11%); BYMA (-10,2%); Cablevisión (-10,2%); Distribuidora de Gas Cuyana (-10,2%); y Pampa Energía (-10%). Las especies que menos perdieron en el día fueron las de Ternium, con una contracción del 4,3%. El volumen operado llegó a los $ 1.141,2 millones.

Los inversores siguieron procesando además el reciente acuerdo por una línea de crédito con el FMI, a un día de otra mega licitación de Lebac y a la espera de la decisión que tomará el gestor de índices MSCI de incorporar al país a su referente de mercados emergentes.

"Hay una combinación de incertidumbres en la plaza: en primer lugar, acerca de la posibilidad de llevar a cabo el ajuste de tarifas, tal como estaba pensado, o si el mismo proceso va a ser más gradual, eso afecta a empresas energéticas", comentó a ámbito.com, el director de Portfolio Personal, Pablo Castagna.

Además, el especialista explicó que existen "dudas" sobre si el nuevo BCRA logrará "estabilizar el tipo de cambio". Al menos, este lunes en un marco de volatilidad, la divisa mayorista terminó con fuerte tendencia a la baja: se hundió 77 a $ 27,58, desde el máximo histórico alcanzado el último viernes.

Como si fuera poco, existe en el mercado la sensación de que "sería muy difícil pasar a ser emergentes". Lo decidirá el miércoles el MSCI.

Otro dato importante que hoy miran los inversores es la coyuntura económica y lo complicado que serán los próximos meses, tras la fuerte suba del dólar, y su remedio para controlarlo: las altas tasas en pesos. "El consenso es que en los próximos meses será difícil crecer y eso afecta los números de las empresas cotizantes", sostuvo Castagna.

Por su parte, Rafael Di Giorno, director de Proficio, remarcó que "el mercado se hunde porque con las medidas que tomó el Gobierno, gran parte del costo se lo está pasando a los bancos y a las energéticas (incluyendo a YPF) que hoy representan el 60% del Merval". "El inversor te pasa factura por esta nueva realidad pero es el costo de estabilizar el tipo de cambio y evitar una corrida mayor", analizó.

En el plano internacional, las nuevas tensiones comerciales entre Estados Unidos y China golpean a los mercados, algo que termina complicando también al Merval, dijo un operador.

• Bonos

En el segmento de la renta fija, por su parte, los principales bonos en dólares (que cotizan en pesos) terminaron con fuertes retrocesos, en sintonía con la baja de la moneda estadounidense frente al peso en el mercado de cambios.

El Argentina 2027 se hundió un 4,1%; el Bonar 2020, un 3,8%; el Bonar 2024, un 3,1%; mientras que el Discount bajo ley argentina cedió un 2,9%, y el bono a 100 años cayó un 3%.

Por su parte, el riesgo país, que mide el JP. Morgan, se mantiene en alza, al trepar otro 3,3% a 569 puntos básicos, el mayor nivel desde octubre de 2015.

Un ex ministro israelí fue acusado de espiar para Irán

Gonen Segev, quien vivió en Nigeria en los últimos años, fue reclutado como agente de la inteligencia iraní para proporcionar a Teherán información sobre la industria energética y sitios de seguridad en el país.




Agencia AJN.- El ex ministro israelí Gonen Segev fue acusado la semana pasada de espiar al Estado de Israel para Irán, según informaron hoy la policía de Israel y Shin Bet, la Agencia de Seguridad del país.

Segev fue acusado de espionaje, ayudar a un enemigo en tiempos de guerra y proporcionar información al enemigo.

Se sospecha que el ex ministro de Energía e Infraestructura proporcionó a Teherán información sobre la industria energética de Israel, sitios de seguridad en el país, diferentes instalaciones y funcionarios, políticos y militares, entre otros temas.

El ex ministro, que vivió en Nigeria en los últimos años, trató de ingresar al país africano Guinea Ecuatorial en mayo de 2018, donde se le denegó la entrada y se lo trasladó a Israel.

Fue arrestado e interrogado por Shin Bet y la Policía de Israel después de que los servicios de inteligencia levantaron la sospecha de que estaba en contacto con iraníes para ayudarlos en sus actividades contra Israel.

La investigación encontró que Segev fue reclutado como un agente de inteligencia iraní. Primero fue contactado por funcionarios de la embajada iraní en Nigeria en 2012 y, en una etapa posterior, viajó a Irán dos veces.

Para cumplir con las tareas que recibió de sus operadores iraníes, Segev mantuvo vínculos con ciudadanos israelíes relacionados con la seguridad y las relaciones exteriores de Israel. Segev trabajó para conectar a algunos de los ciudadanos israelíes con la inteligencia iraní, mientras trataba de engañarlos y presentar los factores iraníes como agentes comerciales inocentes.

La inmigración pone a prueba la supervivencia del Gobierno alemán

El pulso interno sobre los inmigrantes pone en peligro al Gobierno alemán

Merkel y su ministro de Interior, representantes del bloque conservador en el Gobierno, se enfrentan por la política migratoria

La canciller alemana, Angela Merkel, nen una conferencia de prensa en Berlín el pasado viernes.


Berlín ha vivido una semana de vértigo. Lo que el lunes comenzó como la desautorización de la canciller a uno de sus ministros, ha terminado convertida en una crisis política de primer orden, que amenaza con partir al Ejecutivo alemán y llevarse por delante frágiles equilibrios tejidos en Bruselas. Las próximas horas serán decisivas para el futuro de Alemania y también de Europa. Horst Seehofer, ministro de Interior, Construcción y Patria alemán ha declarado la guerra a una canciller debilitada, Angela Merkel, a la que considera incapaz de restringir la entrada de refugiados. Seehofer amenaza con actuar por libre y rechazar a refugiados en las fronteras, poniendo en serio peligro un Gobierno de tres meses de vida.

Más allá de las componendas que resulten de las negociaciones in extremis de las próximas horas, la crisis de Gobierno alemana es un reflejo de los movimientos tectónicos provocados por el auge de los populismos xenófobos en Europa y del repliegue nacional de las políticas de inmigración y asilo frente a la búsqueda de soluciones en el ámbito europeo. Si Seehofer defiende actuar unilateralmente, Merkel busca un consenso con los socios europeos.

Como telón de fondo, la CSU, el partido de Seehofer se juega su mayoría absoluta, en las elecciones regionales de Baviera el próximo octubre. Y es la extrema derecha –Alternativa por Alemania, Afd- la que con un discurso antiinmigración, ultranacionalista y antieuropeo podría destronar al partido bávaro. De ahí, las prisas de la CSU por abanderar la política de mano dura contra los migrantes, en un momento en el que las cifras muestran un claro descenso de llegadas de demandantes de asilo a Alemania.

Este lunes por la mañana, las ejecutivas de los dos partidos conservadores enfrentados y miembros de la coalición de Gobierno tienen previsto mantener sendas reuniones para buscar una salida a la crisis. Las diferencias de ambos líderes en materia migratoria no son nuevas, pero ahora Seehofer, líder del partido conservador bávaro (CSU) quiere aplicar controles en las fronteras alemanas y rechazar a cualquier refugiado que haya iniciado su procedimiento de asilo en otro país. Seehofer quiere rechazar en la frontera a los solicitantes sin ofrecer las garantías jurídicas que establece el reglamento de Dublín para los refugiados que llegan a países europeos. Quiere hacerlo y amenaza con hacerlo ya.

Plan maestro frustrado


La gestión de esta crisis que se ha agravado a velocidad vertiginosa se remonta a hace apenas una semana. El pasado martes, Seehofer tenía previsto presentar su llamado Plan maestro de asilo, pero Merkel se opuso a uno de los 63 puntos y el líder bávaro se vi obligado a cancelar la presentación.

El plan incluye la construcción de grandes centros en los que alojar a demandantes de asilo que vayan a ser deportados, pero el punto de la discordia es precisamente el rechazo en la frontera de personas que hayan solicitado asilo en otro país de la UE. Merkel estaría abierta a impedir la entrada a aquellos cuya solicitud ya haya sido rechazada en Alemania, pero no al resto. Durante la semana pasada hubo varias reuniones en busca de un acercamiento, alguna que se alargó incluso hasta altas horas de la noche, para tratar de enderezar la situación, pero que culminaron sin acuerdo.

Seehofer nunca ha visto con buenos ojos la política de puertas abiertas para los refugiados por la que Merkel ha permitido la entrada de más de un millón y medio de demandantes de asilo en dos años. Pero también es cierto que durante las duras negociaciones para la formación de Gobierno, Merkel y Seehofer parecieron por un momento haber enterrado el hacha de guerra. Era entonces bastante evidente que se trataba de un cierre en falso con un fin electoral, pero aún así, sorprende la beligerancia actual de la CSU en torno a un asunto –el cierre de fronteras- que los bávaros no plantearon en aquellas dilatadísimas negociaciones. Tres meses más tarde y sin que se haya producido ningún cambio real sobre el terreno más allá del avance de la ultraderecha, también en Baviera, el rechazo de migrantes en la frontera se ha convertido en un asunto crucial.

Merkel (CDU, conservador de ámbito nacional) se opone al rechazo en frontera por considerar que una medida que restrinja la libertad de movimiento en la UE y que afecte al sistema de asilo comunitario debe ser acordada en Bruselas y no en Berlín. La UE, como ha puesto de manifiesto la llegada del Aquarius a costas europeas, afronta muy dividida las políticas de asilo y no está nada claro que la cita de Bruselas vaya a aportar gran claridad al caos político alemán.

En cualquier caso, Merkel pide dos semanas de plazo, el tiempo que falta para el próximo consejo europeo, donde los Estados Miembros buscarán soluciones a las disfunciones de un sistema de asilo incapaz de dar respuesta a las necesidades actuales. En esas dos semanas, Merkel aspira también a alcanzar acuerdos bilaterales con países europeos como Grecia o Italia para enviarles refugiados que hayan iniciado su proceso de asilo en esos países y no en Alemania.

El Gobierno de Berlín desmintió que Merkel quiera celebrar en unos días una cumbre europea extraordinaria dedicada al asilo, pero el portavoz de Merkel, Steffen Seibert sí confirmó el domingo en un tuit que “por supuesto el Gobierno alemán está manteniendo conversaciones al respecto con varios estados Miembros y con la Comisión Europea”.

Merkel teme que un movimiento unilateral de Berlín la termine de enfrentar con los socios de la UE a quienes aspira a convencer de la necesidad de un reparto más equitativo de refugiados. La negociación del capítulo migratorio se solapa además con las cruciales negociaciones sobre la reforma de la zona euro. Este lunes, el primer ministro italiano, Guiseppe Conte visitará Berlín y el martes lo hará Emmanuel Macron. Recordó el domingo todo lo que se juega Alemania y Europa en este conflicto Annegret Kramp-Karrenbauer, secretaria general de la CDU y la política elegida por Merkel para sucederla. “Alemania se encuentra en el corazón de Europa. Si actuamos solos, a nivel nacional, nuestra posición puede debilitarse y tener efectos en otros ámbitos como el euro”, estimó.

La guerra entre Seehofer y Merkel es tan abierta, que la posibilidad de que se parta en dos el bloque conservador alemán ha dejado de ser un escenario de ciencia ficción. Si el hermanamiento que mantienen desde hace siete décadas la CDU y la CSU termina por quebrarse, el frágil Ejecutivo alemán de coalición que tardó seis meses en formarse podría también colapsar. “No puedo seguir trabajando con esta mujer”, habría dicho el líder bávaro en alusión a Merkel esta semana tras una de las reuniones mantenidas esta semana para tratar de enderezar la situación. La frase publicada inicialmente en el dominical de Die Welt, ocupaba el domingo los titulares de las ediciones digitales de la prensa alemana.

Seehofer ha asegurado también que “nadie en la CSU está interesado en derribar a la canciller ni en disolver al alianza parlamentaria entre la CSU y la CDU ni en destrozar la coalición”, según publicaba este domingo el sensacionalista Bild, el más leído de Alemania. Pero a renglón seguido repetía cuáles son sus condiciones, que en principio hacen viable la continuidad de la coalición. “Lo que queremos es encontrar una solución de futuro que nos permita rechazar a refugiados en nuestras fronteras”.


Percepción y realidad

Los números no ofrecen respuesta al por qué de la irrupción de esta crisis, más bien al revés. Indican que el pico de entradas ha quedado atrás. Las cifras de la Oficina para la Migración y el Refugio reflejan que el año pasado 198.317 personas solicitaron asilo en Alemania frente a las 722.370 que lo hicieron en 2016. En los cuatro primeros meses de este mes, la cifra asciende a 56.127 personas.

Pero lo cierto es que la percepción es bien distinta de una realidad moldeada en buena parte por la prensa sensacionalista. El diario Bild por ejemplo lleva el debate migratorio a portada casi a diario y no duda en explotar informativamente crímenes cuando el perpetrador es un extranjero. Vincular la migración con la criminalidad –también a la baja- es una constante también de Afd, el partido que ya cuenta con 92 diputados en el Bundestag y una intención de voto del 15% según las últimas encuestas. La alarma social no se corresponde con la realidad, pero poco importa. Una encuesta realizada esta semana por al cadena pública ARD reflejaba que el 86% de los encuestados están a favor de acelerar las expulsiones de migrantes y el 62% cree correcto expulsar en la frontera a las personas que lleguen sin los papeles en regla. Justo lo que pide Seehofer.

Detuvieron al CEO de Audi por el "Dieselgate"


Arrestado el CEO de Audi

Rubert Stadler, CEO de Audi


El CEO de Audi, Rupert Stadler, fue arrestado hoy por la policía, anunciaron fuentes de Volkswagen citadas por la prensa alemana. El administrador delegado fue indagado en el marco de la causa conocida como "Dieselgate". El grupo automovilístico está bajo investigación desde 2015 por parte de la fiscalía de Munich, así como de otros países, por el escándalo de manipulación de emisiones conocido como Dieselgate que se destapó en 2015.

La semana pasada Volkswagen, cuya marca Audi forma parte de la compañía, aceptó pagar, reconociendo su responsabilidad, la sanción de 1.000 millones de euros decidida por la fiscalía del estado de Braunschweig.

Pero los problemas judiciales del grupo automotriz son mayores e involucran a un total de 55 países y comprenden incluso la manipulación del mercado accionario.
La fiscalía denuncia la presencia de un "dispositivo ilícito" en los modelos Audi capaz de falsificar los niveles de emisiones de gases contaminantes

The Age Gap in Religion Around the World


By several measures, young adults tend to be less religious than their elders; the opposite is rarely true

(Chad Springer/Image Source/Getty Images)

In the United States, religious congregations have been graying for decades, and young adults are now much less religious than their elders. Recent surveys have found that younger adults are far less likely than older generations to identify with a religion, believe in God or engage in a variety of religious practices.

But this is not solely an American phenomenon: Lower religious observance among younger adults is common around the world, according to a new analysis of Pew Research Center surveys conducted in more than 100 countries and territories over the last decade.

Although the age gap in religious commitment is larger in some nations than in others, it occurs in many different economic and social contexts – in developing countries as well as advanced industrial economies, in Muslim-majority nations as well as predominantly Christian states, and in societies that are, overall, highly religious as well as those that are comparatively secular.

For example, adults younger than 40 are less likely than older adults to say religion is “very important” in their lives not only in wealthy and relatively secular countries such as Canada, Japan and Switzerland, but also in countries that are less affluent and more religious, such as Iran, Poland and Nigeria.

While this pattern is widespread, it is not universal. In many countries, there is no statistically significant difference in levels of religious observance between younger and older adults. In the places where there is a difference, however, it is almost always in the direction of younger adults being less religious than their elders.
Same pattern seen over multiple measures of religious commitment

Overall, adults ages 18 to 39 are less likely than those ages 40 and older to say religion is very important to them in 46 out of 106 countries surveyed by Pew Research Center over the last decade. In 58 countries, there are no significant differences between younger and older adults on this question. And just two countries – the former Soviet republic of Georgia and the West African country of Ghana – have younger adults who are, on average, more religious than their elders. (For theories about why younger adults often are less religious, see Chapter 1. For a discussion of some of these exceptions, see the sidebar in Chapter 2.)

Similar patterns also are found using three other standard measures of religious identification and commitment: affiliation with a religious group, daily prayer and weekly worship attendance.

In 41 countries, adults under 40 are significantly less likely than their elders to have a religious affiliation, while in only two countries (Chad and Ghana) are younger adults more likely to identify with a religious group. In 63 countries, there is no statistically significant difference in affiliation rates.

Younger adults are less likely to say they pray daily in 71 of 105 countries and territories for which Pew Research Center survey data are available, while they are more likely to pray daily in two countries (Chad and Liberia). And adults under 40 are less likely to attend religious services on a weekly basis in 53 of 102 countries; the opposite is true in just three countries (Armenia, Liberia and Rwanda).

While the number of countries with a significant age gap shows how widespread this pattern is, it does not give a sense of the magnitude of the differences between older and younger adults on these measures.

In many countries, the gaps are relatively small. Indeed, the average gap between younger adults and older adults across all the countries surveyed is 5 percentage points for affiliation, 6 points for importance of religion, 6 points for worship attendance and 9 points for prayer.

But a substantial number of countries have much bigger differences. There are gulfs of at least 10 percentage points between the shares of older and younger adults who identify with a religious group in more than two dozen countries – mostly with predominantly Christian populations in Europe and the Americas. For example, the share of U.S. adults under age 40 who identify with a religious group is 17 percentage points lower than the share of older adults who are religiously affiliated. The gap is even larger in neighboring Canada (28 points). And there are double-digit age gaps in affiliation in countries as far flung as South Korea (24 points), Uruguay (18 points) and Finland (17 points).

A note on averages

To help make sense of an enormous pool of data, this report sometimes cites global averages of country-level data. In calculating the averages, each country is weighted equally, regardless of population size. Global averages, therefore, should be interpreted as the average finding among all countries surveyed, not as population-weighted averages representing all people around the world.
Differences among regions, religions

Age gaps are more common in some geographic regions than others. For instance, in 14 out of 19 countries and territories surveyed in Latin America and the Caribbean, adults under age 40 are significantly less likely than their elders to say religion is very important in their lives. This is also the case in about half of the European countries surveyed (18 out of 35), and in both countries in North America (the U.S. and Canada; Mexico is included in the figures for Latin America).

On the other hand, in sub-Saharan Africa, where overall levels of religious commitment are among the highest in the world, there is no significant difference between older and younger adults in terms of the importance of religion in 17 out of 21 countries surveyed.

Age gaps are also more common within some religious groups than in others. For example, religion is less important to younger Christian adults in nearly half of all the countries around the world where sample sizes are large enough to allow age comparisons among Christians (37 out of 78). For Muslims, this is the case in about one-quarter of countries surveyed (10 out of 42). Among Buddhists, younger adults are significantly less religious in just one country (the United States) out of five countries for which data are available. There is no age gap by this measure among Jews in the U.S. or Israel, or among Hindus in the U.S. or India.1
Do age gaps mean the world is becoming less religious?

The widespread pattern in which younger adults tend to be less religious than older adults may have multiple potential causes. Some scholars argue that people naturally become more religious as they age; to others, the age gap is a sign that parts of the world are secularizing (i.e., becoming less religious over time). (For a detailed discussion of theories about age gaps and secularization, see Chapter 1.)

But even if parts of the world are secularizing, it is not necessarily the case that the world’s population, overall, is becoming less religious. On the contrary, the most religious areas of the world are experiencing the fastest population growth because they have high fertility rates and relatively young populations.

Previously published projections show that if current trends continue, countries with high levels of religious affiliation will grow fastest. The same is true for levels of religious commitment: The fastest population growth appears to be occurring in countries where many people say religion is very important in their lives.

These are among the key findings of a new Pew Research Center analysis of surveys collected over the last decade in 106 countries. The data analyzed in this report come from 13 different Pew Research Center studies, including annual Global Attitudes Surveys as well as major studies on religion in sub-Saharan Africa; the Middle East and other countries with large Muslim populations; Latin America; the United States; Central and Eastern Europe; and Western Europe.

The number of countries analyzed varies by measure and type of comparison. While data are available for as many as 106 countries depending on the measure, the number of countries with reliable data on a particular religious group depends on the size of that group in each country’s sample. For example, there are sufficient data to gauge the importance of religion among Christians in 84 countries, and the sample sizes are large enough to compare responses among older and younger Christians in 78 of those 84 countries.

Another limitation is that the measures of religious observance contained in many surveys around the world and analyzed in this report may not be equally suitable for all religious groups. In particular, rates of prayer and attendance at worship services are generally seen as reliable indicators of religious observance within Abrahamic faiths (Christianity, Islam and Judaism), but they may not be as applicable for Buddhism, Hinduism and other Eastern religions. Because of these disparities, this report does not seek to compare levels of religious commitment between the world’s major religions (e.g., to compare Christians with Buddhists or Muslims). Rather, the primary focus is on age differences within religious groups and within countries or geographic regions (e.g., comparing younger Christians with older Christians, or younger Indonesians with older Indonesians).

This study, produced with funding from The Pew Charitable Trusts and the John Templeton Foundation, is part of the Pew-Templeton Global Religious Futures project, a broader effort to understand religious change, including the demographic patterns shaping religion around the world. Previous reports have focused on gender and religion, religion and education and population growth projections for major world religions.

The rest of this report looks in more detail at both age gaps in religious commitment (Chapter 2) and overall levels of religious commitment around the world (Chapter 3), by four standard measures: religious affiliation, importance of religion, attendance and prayer. Appendixes detail the methodology and sources used, and include tables that show each of the four measures for every country surveyed with data for overall levels of religious commitment, figures for adults over and under 40, age gaps for the total population and age gaps by religious group. But, first, Chapter 1 examines theories about why levels of religious observance vary so markedly across different age groups and different parts of the world.
Why do levels of religious observance vary by age and country?


Social scientists have proposed various explanations for age gaps in religious commitment around the world. One common explanation is that new generations become less religious in tandem with economic development – as collective worries about day-to-day survival become less pervasive and tragic events become less frequent. According to this line of thinking, each generation in a steadily developing society would be less religious than the last, which would explain why young adults are less religious than their elders at any given time.

Rising education levels are often closely tied to economic development. Some theorists suggest education could reduce religious identity and practice, although empirical findings about the relationship between education and religion are complex.2 In societies where access to education is spreading and the average number of years of schooling is rising, younger generations tend to receive more education than their parents and grandparents did. Directly or indirectly, this increase in education could be part of why younger adults are less religious.

Another theory is that differences in religious commitment reflect change during the life course. Although young adults often start out less religious than their elders, they tend to become more devout as they age, have children and begin to face their own mortality (or so the theory suggests).

These explanations are not mutually exclusive – it is possible that young people will become more religious as they age, but will still be less religious than previous generations if their countries become more affluent and stable. Pew Research Center surveys and other international data provide some evidence for both societal and life-course influences on religious commitment.
The ‘existential insecurity’ explanation for variation in religion

Variations in religious commitment also can be attributed to differences in the way countries – and often whole regions – developed historically, and how each society practices religion. Even though these differences do not directly explain the existence of age gaps, they affect how successive generations experience religion and respond to questions about observance.

As the map above shows, the countries with the highest shares of people who say religion is very important in their lives are in Africa, the Middle East, South Asia and Latin America, while those with the lowest shares are in Europe, North America, East Asia and Australia.

This has led many researchers to observe that people in poorer parts of the world are, on average, more religious than those in societies with advanced economies.3 Other indicators of economic development – such as education, life expectancy and income equality – also tend to align with measures of religious commitment.

Pew Research Center data show, for example, a clear correlation between life expectancy at birth in a country and the percentage of its people who attend religious services weekly. That is, the higher the life expectancy in a country, the less likely people are to attend services frequently.

Political scientists Pippa Norris and Ronald Inglehart, examining findings from the World Values Survey, attribute the pattern of higher religious commitment in poor places to stark differences in existential insecurity – that is, the degree of safety and security people feel as they go about their daily lives.4

As their theory goes, in places where people face a constant threat of premature death due to hunger, war or disease, feelings of vulnerability tend to drive people to religion, which in turn provides hope and reduces anxiety. In countries with advanced economies, meanwhile, people are more likely to feel safe – in part because technology and infrastructure investments in these societies have helped people overcome many common health problems, cope with severe weather, and deal with other types of emergencies that can cause existential anxiety. Norris and Inglehart contend that people in these countries rely less on religion for emotional support or for explanations of the unknown.

When new cohorts of adults grow up in societies with greater existential security than their parents had – as may be the case in a country with improving economic conditions – young adults may drift away from religion, producing the age differences described in this report. By the same token, a decline in existential security within a country that falls into civil war or some other calamity could help to explain some of the exceptions – places where younger adults are more religious than their elders (see sidebar in Chapter 2).

Can tragedies increase religious commitment levels?

Do large-scale catastrophes such as famines, wars and earthquakes spur increases in religious behavior? It’s hard to tell, because researchers usually lack comparative data from before and after a disaster. An exception, though, is a February 2011 earthquake in New Zealand that resulted in 185 deaths and thousands of injuries.

The earthquake and its aftershocks struck between the 2009 and 2011 phases of the New Zealand Attitudes and Values Study, a national longitudinal survey. This allowed researchers to compare levels of religious affiliation before and after the quake, and they discovered that people living in the Canterbury region, where the earthquake hit, seemed to become more religious.5

From 2009 to 2011, the Canterbury region showed a net gain in religious affiliation of 3.4%. That compares with a 1.6% net drop in religious affiliation across the rest of New Zealand during that same period.

The researchers cautioned that explanations for conversion can be complicated; they did not directly link their findings to a quest for comfort by the earthquake’s survivors, and they noted that some people in the affected area turned away from religion. Still, the researchers described the “significant overall increase in religious faith” among those affected by the earthquake as “remarkable.”

In a separate study, the economist Jeanet Sinding Bentzen found that people living in places where earthquakes and other unpredictable natural disasters, such as tsunamis and floods, recently occurred are more religious than people living elsewhere.6 Likewise, among victims of Hurricane Katrina, which battered the Gulf Coast of the United States in 2005, 67% reported becoming more religious as a result of the trauma.7 Survivors whose religious commitment increased also had lower rates of mental illness and suicidal thoughts following the hurricane than others.

This effect is not limited to natural disasters. Some survivors who were inside or in the immediate vicinity of the World Trade Center buildings during the terrorist attacks of Sept. 11, 2001, reported having stronger religious faith after the attacks.8 There was also a short-lived increase in worship service attendance among the U.S. general public immediately after the attacks.9
Religious commitment is lower in countries with higher education, higher GDP and greater income equality

Several measures besides life expectancy at birth can be used to measure existential security within countries. For example, education is a common proxy for prosperity and development. Plotting the average number of years of formal schooling adults have completed in each country alongside the share of adults who attend religious services at least weekly shows that more education is associated with less frequent religious service attendance. Indeed, most countries in sub-Saharan Africa have high percentages of adults attending religious services weekly and relatively few years of completed schooling, on average. Conversely, European countries tend to have lower rates of weekly attendance and more years of schooling.

In a similar way, a country’s wealth – as measured by per capita gross domestic product (GDP) –is associated with its average rate of daily prayer. Countries with higher levels of wealth typically have lower levels of prayer, and vice versa. In every surveyed country with a GDP of more than $30,000 per person, fewer than 40% of adults say they pray every day – except in the United States. On this measure, the U.S. (where 55% of adults pray daily) is a major outlier; of 102 countries studied, it is the only one with higher-than-average levels of both prayer and wealth.10

Regional clustering is apparent on this measure, too. Nearly every country in sub-Saharan Africa has a per-person GDP under $10,000 and above-average rates of daily prayer. European countries are scattered across the full range in terms of GDP, but the only one with a rate of daily prayer at or above the global average is Moldova, which has Europe’s lowest GDP per capita. Similarly, the only country in the Middle East-North Africa region where fewer than 50% of adults pray every day is Israel, which also has a markedly higher GDP than the other countries in the region for which survey data are available.

Finally, it also appears that economic inequality is correlated with higher levels of religious commitment. Societies with very unequal distribution of income tend to be more religious, while those who live in relatively egalitarian societies say religion is less important, on average. (This is measured by a country’s Gini coefficient, the most common measure of income inequality.11)

Overall, regardless of how religious commitment or prosperity are measured, the general pattern holds: Religious commitment is lower in places where life is easier. And in places where life is steadily becoming easier, the theory goes, younger adults generally are less religious than their parents’ and grandparents’ generations.
Does aging itself make people more religious?

Many scholars also point to the aging process itself as an explanation for why young people are less religious than their elders. In a sense, this dovetails with the “existential insecurity” argument: Growing older and nearing the end of one’s life could produce a sense of existential worry in an individual, regardless of how comfortable the conditions are in their country. Data gathered in Western countries in particular indicate that religious identity and commitment often change throughout the course of people’s lives, as they leave their parents’ homes, start families, advance in their careers and age through retirement.

Research has shown that religious attachments tend to peak during adolescence, decline through young and middle adulthood, and then increase through most of late adulthood. For instance, Pew Research Center’s analysis of Gallup poll data suggests that U.S. adults born in the 1930s attended worship more frequently once they reached their 60s. Other longitudinal studies (which surveyed the same people at intervals over decades) find a “retirement surge” in religiosity among older people. While not ruling out the influence of other factors – such as when and where people live – one research team argued that “life course trajectories may trump generational placement as predictors of religious behaviors and orientations.”12

Economists have applied profit motive – the idea that most decisions are inspired by the quest for financial gain – to this question.13 One research team concluded, based on survey data and church-membership records, that people in early adulthood focus more on making money than on religion, and that religiosity tends to decline during this peak earning phase. In their later years, this team posits, most people decide to build up the “religious capital” they believe will help them after death.

Another theory, drawn from psychology, is that people actually develop new values during life’s later decades, distinct from the values of midlife, leading to greater spirituality and satisfaction. 14 This theory of “gerotranscendence” is based on survey research showing that many older people report being less self-centered than they were previously, as well as feeling more connected to others and institutions beyond themselves.
The United States as a case study

While there is ample recent evidence to suggest that younger adults tend to be less religious than their elders, it would be a mistake to assume that this tendency always holds true. The global data analyzed in this report come from surveys conducted over the past decade, capturing only a brief snapshot of religious commitment and shedding little light on how peoples’ religious habits change over time.

This limitation is largely unavoidable because there is a dearth of longitudinal data on this topic in many countries. In the U.S., however, researchers have collected data on religious commitment for decades, and an in-depth look at the results suggests that younger Americans have not always been less religious than their elders, challenging the notion that older people are naturally more religious.

Gallup surveys dating back nearly 80 years show that in 1939, 39% of Americans ages 40 and older and 36% of U.S. adults younger than 40 claimed to have attended church in the last week. Both groups saw a rise in attendance in the postwar period – the early years of the Cold War – and by the late 1950s, the modest age gap had closed. Over the next 10 years, as the U.S. experienced rapid economic growth, the two age groups moved apart, and that gap has persisted through several decades. If anything, the gap has grown in recent years as attendance rates among young adults have fallen.

Looking at four age groups (rather than two) reveals even more clearly that religious service attendance and age have not always correlated perfectly in the United States. From the early 1940s through the 1960s, people in their 40s and 50s reported attending at least as frequently as those over 60. And adults in their 30s saw a spike in attendance in the late 1950s, briefly matching or exceeding the other groups. By the mid-1970s, the age groups had split into the pattern seen today: Older adults are more religiously committed than younger adults.

Although these data do not rule out life cycle effects, they show that Americans of all ages experienced a boom in religious attendance in the post-World War II years, and younger Americans in the late 1950s reported attending at least as often as their elders. More recently, younger Americans have reported less frequent religious service attendance than older adults.

Religious trends in the United States may be different from those in the rest of the world. Like many of their peer nations, Americans enjoy a high standard of living, high rates of literacy and education, a developed economy, and a representative democracy. However, compared with other similarly developed countries, the U.S. has relatively high levels of economic inequality, infant mortality and imprisonment rates.15 Americans also are more religious by most measures than others in similarly developed economies.



Macri profundiza cambios en el Gabinete y varios ministerios están en la mira

Agroindustria, Cultura, Turismo y Ambiente volverían a ser secretarías




por Gabriela Vulcano



La mesa del Gabinete se achicará en los próximos días




La renovación del Gabinete, impulsada por la mesa chica del gobierno de Mauricio Macri tras el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), comenzó la semana pasada con el Banco Central y los ministerios de Producción y de Energía y Minería y continuará en los próximos días en otras áreas menos sensibles del Poder Ejecutivo. Mientras la pata política quedaría a salvo, las carteras de Agroindustria, Ambiente, Turismo y Cultura están en la mira del Presidente.

La apuesta de la Casa Rosada para morigerar el descontento social producto de la corrida cambiaria, la suba del dólar y el pedido de financiamiento al FMI no está centrada en capitalizar la despenalización y legalización del aborto, tampoco en que el Mundial de Fútbol disimule los desaciertos del equipo económico. El mandatario eligió un camino alternativo, que involucra tanto a la estructura de su Gabinete, como a algunos de sus principales funcionarios. La salida de Federico Sturzenegger del Banco Central y las remociones de Francisco Cabrera del ministerio de Producción; y de su par Juan José Aranguren, de Energía y Minería, y la decisión de que el ministerio de Hacienda absorba la cartera de Finanzas van en ese sentido.

"Hay que hacer cambios para mejorar la imagen", apuntó un funcionario con despacho en Balcarce 50. Otro, con llegada a uno de los ministros preferidos de Macri, explicó a este diario que el gobierno necesita "frescura y gestión de cara a lo que se viene" y subraya que "uno de los caminos era hacer una renovación post acuerdo con el fondo".

Los primeros recambios fueron ideados en la mesa política y apoyados por el radicalismo. El objetivo es mostrar un nuevo perfil ante la caída en la aprobación de la gestión de Macri en diversas encuestas, aún cuando se mantienen las políticas económicas; a la vez que enviar una señal al FMI, que ve con buenos ojos una reducción de ministerios y la salida de algunos funcionarios.

Uno de los pocos que parece estar a salvo de la reorganización que está llevando adelante el presidente es Frigerio, debido a que es la principal espada de Cambiemos en el Ejecutivo nacional en la relación con los gobernadores y los senadores del PJ. No correrían la misma suerte los ministerios de Ambiente, Cultura y Turismo, que podrían disolverse para volver a ser secretarías. Pero, sin duda, la cartera que más está en la cuerda floja es la de Agroindustria, que encabeza Luis Miguel Etchevehere, sobre todo cuando resurgen las versiones de frenar la rebaja de las retenciones a la soja.

Los anuncios de cualquiera de esos cambios están atados a cómo comience la semana en el terreno económico, que trasciende cómo se ubique el dólar.

Barthes y los mediáticos

Ensayo del semiólogo francés


Por Roland Barthes
 

En 1963, en la revista Communications, apareció el ensayo "La vedette: ¿encuestas al público?". Un análisis que, a partir de entrevistas con el público, analizaba la relación de la audiencia con los que hoy llamaríamos personajes mediáticos y que, en esa época, incluía a figuras como Brigitte Bardot. Un adelanto de “Un mensaje sin código" de Roland Barthes, de Ediciones Godot.





“La vedette: enquêtes d’audience?”,
Communications, n.° 2, 1963, pp. 197-216.



En abril de 1962, el CECMAS, el Centro de Estudios de Comunicación de Masas, decidió realizar una investigación sobre el público de las vedettes, término entendido en el sentido muy amplio que Violette Morin le otorga en esta misma publicación, bajo el nombre de “Olímpicos” a los nuevos personajes mediáticos y masivos. Pero antes de abordar la investigación propiamente dicha, se consideró necesario llevar a cabo unas pocas entrevistas libres, destinadas a esclarecer las posibilidades de la investigación proyectada, y tal vez incluso su misma razón de ser, puesto que nada garantiza a priori que una investigación de este tipo dará frutos. A tal fin se les mostró a una decena de individuos, elegidos para conformar un grupo lo más ecléctico posible, un conjunto de fotografías y títulos de prensa sobre distintas vedettes de la actualidad, y se les pidió que comentaran libremente dichos documentos. La conclusión fue:

En estos textos pueden observarse dos cosas. La primera es la siguiente. Muchas veces se ha dicho que el público recibía de forma pasiva la cultura de masas que le era impuesta. Las entrevistas que acabamos de leer desmienten categóricamente esa opinión: la “vedettización” no se recibe sin oponer resistencia; todas estas reacciones, sea cual fuera su nivel de sinceridad, reflejan una profunda conciencia del fenómeno, del que la persona “toma distancia”, incluso cuando lo apoya, siguiendo los más altos estándares del espíritu crítico. La vedette se percibe aquí como una paradoja extremadamente marcada: por un lado es una persona, y por el otro es una institución; como persona, puede despertar simpatía; como institución, despierta la desconfianza asociada, al parecer, por lo menos en Francia, con todo producto colectivo de la sociedad. El consumidor de vedettes (¿y quién no lo es hoy en día?) está entonces frente a una contradicción muy clara: el interés por la vedette y la sospecha del proceso que la genera; así, la vedette y la “puesta en vedette” comparten relaciones complejas, conflictivas y, al parecer, insolubles, pero cuya dificultad parece tener un sentido vital; diríase que a través de la “vedettización” la sociedad se impone una tensión profunda, que le permite consumir a la vedette sin por ello dignificar el proceso que la genera; el admirador de vedettes vendría a ser como una persona que adora a los niños pero profesa desprecio y desagrado por la manera de engendrarlos; contradicción que, por otra parte, no es necesariamente ciega ni ilógica: hemos visto (en la entrevista III) que puede haber una conciencia muy fina de la dialéctica misma entre lo público y lo privado en la vedette: lo que se consume es lo privado, pero ese aspecto privado no es en sí otra cosa que una ilusión pública.



Naturalmente, nada garantiza que la “vedettización” siempre se perciba de un modo crítico: quizá esto sea solo una generalización apresurada; es un problema que valdría la pena abordar; no solo para saber si en este punto existen diferencias nacionales (¿cómo es el caso en Alemania, en Italia, en Estados Unidos?), sino también porque, de ser cierto que la cultura de masas (de la cual la vedettización es un elemento orgánico) se consume de un modo dialéctico, “dialogado”, digamos, eso modificaría considerablemente la idea tradicional que nos hacemos de ella, y la imagen del hombre moderno que parece proyectar: en particular, nos eximiría de condenarla, pues quedaría claro que la propia sociedad se encarga de sus propios canales de contestación.



La segunda observación tiene que ver con la cuestión de la censura que los individuos oponen a la “puesta en vedette”: censura total en la entrevista I, y algo matizada en la II y III, pero que nunca desaparece del todo. Esta censura se desarrolla a través de cierta cantidad de razones o, si se quiere, de temas, que hay que mencionar, aunque no tengan nada de original (se los puede encontrar en cualquier mentalidad regresiva). El tema central es el desagrado que provoca la “mecanización” del mundo. Según esta perspectiva, la vedette sería un ser totalmente prefabricado, creado ex nihilo gracias a una serie de operaciones técnicas (campañas de prensa, publicidad); la mecanización es más flagrante porque la vedettización parte de la nada; por eso las contra-vedettes siempre son individuos dotados de un capital personal previo a la vedettización: energía (exploradores) o ciencia (eruditos).



Vemos cómo aflora aquí el tema maléfico del Golem o el Robot: hay un maniqueísmo según el cual todo lo mecánico es estéril y todo lo espontáneo está vivo. Como en las cosmogonías más antiguas, la creación “mecánica” de la vedette, nueva Lilith, no está desprovista de sus implicaciones demoníacas: el “periodismo” aquí representa al demonio creador; le otorga a la vedette una vida totalmente artificial, y esa cristalización del mal permite, según el caso, o bien negarle toda existencia a la vedette, pues no sería más que una cosa generada por la publicidad, o bien, reconociendo su existencia, disculparla por sus excesos. La sensibilidad al tema mecánico evidentemente varía según el individuo; en la entrevista I, cobra un matiz apocalíptico: la proliferación de vedettes forma parte de una suerte de subordinación total del mundo a la máquina; en el caso de la entrevista III, la censura, mucho más tenue, solamente es estética: lo que se rechaza es la “vulgaridad” de los valores masivos; pero sean cuales fueran las racionalizaciones secundarias, se condena la vedettización porque se la define como un proceso causal: la vedette se vuelve sospechosa cuando se explica.

¿Cómo ubicar la censura en una descripción general de la vedette? Aquí hay que diferenciar el valor psicológico de la censura de su valor estructural. Psicológicamente, los modos de censura, las racionalizaciones que la respaldan, pueden darnos información sobre el censor: conocemos las revelaciones que el psicoanálisis ha sabido extraer de las actitudes de negación; en este caso, el material que se les ofreció a los individuos encuestados sirve de test proyectivo. Pero lo que queremos entender no es la psicología de los individuos (otras ciencias ya se ocupan de eso), sino, por así decirlo, la institución de la vedette al nivel de la sociedad de masas; por lo tanto, hay que tratar de definir la censura en relación con un sistema de modelos: ese es su valor estructural.



Aquí haremos dos observaciones. En primer lugar: los elementos que niegan a la vedette no pueden aparecer, por definición, en el relato de la propia revista: la revista no puede cuestionar el valor de la vedette, y todavía menos dejar entender que fue “fabricada” ; esos elementos le corresponden exclusivamente a la entrevista; solo la entrevista puede transformarlos en lenguaje, darles la consistencia de un material de trabajo; entonces, si uno quiere atribuir un valor general a la censura de las vedettes, hay que ampliar el corpus del análisis para que abarque, además de la revista propiamente dicha, el discurso que suscita; por eso consideraremos como un mismo y único relato los discursos de la prensa sobre la vedette (incluidas, claro, las imágenes) y el discurso de los individuos sobre la revista. Y si se quiere asimilar por un instante la historia de la vedette a un “mito”, ese mito será el de la revista y su comentario, con la única salvedad de que, en el mito así constituido, el comentario cumple una función esencial de negación (veremos que cuando el comentario es positivo no hace otra cosa que repetir el relato de la revista). Esto nos lleva a una segunda observación: al haber ampliado el corpus para incluir el comentario, ¿cuál puede ser el valor estructural de la censura? Evidentemente, la censura puede ofrecer rasgos negativos de la vedette, y lo que podríamos llamar el “sistema” de la vedette, por supuesto, deberá incorporarlos: una vedette criticada por ser “cerebral” vale tanto, desde el punto de vista del sistema, como una vedette “animal”; sin embargo, cabe esperar que el comentario ofrezca muy pocos rasgos negativos de este tipo, en la medida en que la censura, como hemos visto, por lo general no apunta a tal o cual modelo de vedette, sino a la misma “puesta en vedette” (la propia revista perfectamente puede hablar del carácter “cerebral” de tal o cual vedette: no es una notación exclusiva del comentario). En relación con los problemas estructurales, la originalidad de la censura debe buscarse en otro lado; en la medida en que toda censura se enuncia, se cristaliza en racionalizaciones y se extiende a lo largo de un relato-comentario, desarrolla necesariamente un sentido secundario, que hemos dado en llamar un sentido de connotación; ese sentido ya no corresponde al sistema de la vedette propiamente dicho, sino que forma parte de un sistema superior de representaciones: por ejemplo, el que contrapone, a través de diversos objetos, la mecánica-estéril a la espontaneidad-viva; la vedette entonces ya no es más que una manera histórica de llenar uno de los dos términos de la función; la sociedad de masas le da a esa función un papel nuevo, original, el de la vedette “mecanizada”, pero en otra época y lugar, el contenido del término negativo pudo y podrá cambiar; la unidad histórica (de civilización) no se determina por la promoción de un contenido nuevo (la vedette), sino por los límites, de haberlos, de la oposición formal en la que dicho contenido se inserta: pertenece a la misma “historia” todo lo que reconoce por significante la oposición de lo mecánico y lo vivo.



Sin embargo, como hemos visto desde el principio, la censura casi general que se aplica a la “puesta en vedette” no le impide de ningún modo al individuo esbozar un retrato positivo de la vedette. Podríamos abordar ese retrato en términos psicológicos: en relación con el individuo, la vedette es a la vez absolutamente idéntica y absolutamente distinta. Como doble del individuo (no importa si se trata de su doble identificador o proyectivo), la vedette adopta al mismo tiempo su edad, sus temores y sus sueños; en la entrevista II (la mujer del interior), Nina K. es quien “representa” al individuo, su deseo y su temor de “recibir” invitados, su temor de ser vista cometiendo alguna falta protocolar (sensación de que la publicidad es una violación de la intimidad); en la entrevista III, en cambio, es la vedette de personalidad física expansiva, espontánea, “animal” la que vendría a hacer de doble del individuo entrevistado; podemos señalar en esta última entrevista una reflexión aguda, hecha por el mismo individuo: la vedette es absolutamente libre (de hacer lo que quiera), no tiene límites de poder, de dinero, de deseos, de amores, y es justamente esa libertad lo que se consume de ella; pero, al mismo tiempo, desde que esa libertad es observada (y eso mismo la define), el individuo sabe muy bien que ella está perdida: la publicidad permite y destruye simultáneamente la libertad de la vedette; esta contradicción define con exactitud qué es un modelo: un contenido sacrificado de algún modo a una forma. Al mismo tiempo que sirve de doble del individuo, la vedette le ofrece el espectáculo de un ser absolutamente distinto; podemos ver en la entrevista II que la vedette pertenece a una raza particular (lo que justifica por completo la expresión “Olímpicos”); la sensación de que existe esa “esencia de vedette” tiene su costado trágico: por un lado, es el destino el que determina las vidas (las “razas”), y por el otro, no hay que transgredir el orden racial asignado por el destino (uno nace para vivir su vida); y evidentemente la vedette es a la vez “idéntica” y “distinta” porque, en su propia alteridad, reproduce en miniatura el orden diferencial de las razas: es distinta en la medida en que nunca pertenece a su raza; es idéntica en la medida en que la división de las “esencias” prueba cierta estabilidad inalterable del mundo: la vedette es la doble distinta. Naturalmente, la oposición de lo idéntico y lo distinto que acabamos de esbozar aquí es de naturaleza psicológica; es difícil que tenga el menor valor estructural; más bien lo damos como ejemplo de las tentaciones que conviene evitar; el mismo relato (en este caso, el del comentario) solo ofrece unidades “opacas”, por así decirlo: ahí la vedette se presenta a veces como una cosa violada, o abochornada, o libre, “animal”, etc.: estas son las unidades que el análisis debe encargarse de agrupar, ya no en función de nociones psicológicas como la identificación y la proyección, sino en función de ciertas reglas lógicas de asociación, que impiden por ejemplo que una misma vedette se defina al mismo tiempo como “abochornada” y “animal”.



Otras entrevistas ofrecerán quizás otros temas (otras unidades). De todas formas, podemos formular ahora dos hipótesis sobre el valor estructural de esos temas positivos. La primera es que probablemente no haya ningún tema abordado en la entrevista que de hecho no se haya abordado ya en el propio relato de la revista: el individuo saca los temas de la revista aunque les dé otro nombre; así, de todos los rasgos que la revista le ofrece, el individuo no hace otra cosa que apropiarse de algunos según su situación personal, exactamente del mismo modo en que toma de una lengua ya hecha los elementos necesarios para expresarse y comunicarse; en su versión “positiva”, la entrevista es entonces a la revista lo que, en la hipótesis saussuriana, el habla es a la lengua. Esto nos lleva a la segunda hipótesis. Si decidimos considerar las “historias” de vedettes como fragmentos de un mito general (y nada nos costaría descubrir sus ciclos y sus “gestas”), el documento esencial es el relato de la revista: la entrevista solo le será de utilidad al analista en dos casos: si quiere apreciar cómo un tema de una revista varía estilísticamente al ser “hablado” por el individuo; o si quiere estudiar, más allá del sistema de la vedette, la estructura de los sistemas connotados. Es decir que el análisis de la prensa (de tipo estructural) sigue siendo infinitamente más urgente que las entrevistas al público.

Roland Barthes
Academico A los 45 años fue nombrado Jefe de trabajos de la sexta sección de la Escuela Práctica de Altos Estudios en Ciencias Económicas y Sociales. Tan solo dos años después asumió como director de estudios de Sociología de los signos, los símbolos y las representaciones. Durante dieciocho años llevó adelante su cargo hasta ser electo por el Collège de France para presidir la cátedra de Semiología Literaria

Iván Duque, presidente electo de Colombia: “Esa paz que añoramos tendrá correcciones”

El candidato, impulsado por el exmandatario Álvaro Uribe, se impuso en segunda vuelta ante el izquierdista Gustavo Petro con el 54% de los votos y una diferencia de 12 puntos
Iván Duque celebra la victoria.


Iván Duque es desde este domingo el nuevo presidente de Colombia. El político, impulsado por el exmandatario Álvaro Uribe, se impuso en segunda vuelta ante el izquierdista Gustavo Petro con el 53,85% de los votos y una diferencia de más de 12 puntos. Colombia inaugura así una etapa crucial para su transición un año y medio después de la firma de los acuerdos con las FARC, a los que Duque pretende aplicar modificaciones. "Esa paz que añoramos, que reclama correcciones, tendrá correcciones para que las víctimas sean el centro del proceso para garantizar verdad, justicia y reparación", afirmó ante cientos de seguidores tras conocer los resultados. El presidente electo recogerá en agosto el testigo de Juan Manuel Santos y será el encargado de pilotar un nuevo ciclo. Se enfrenta al reto de reducir la polarización, contener la violencia que aún golpea a algunas zonas rurales y mejorar la economía.

Duque llegará a la Casa de Nariño con un botín de más de diez millones de votos —con casi el 99,5% escrutado— frente a los más de ocho millones de Petro en un país dividido sobre el proceso de paz, pero, al mismo tiempo, con inquietudes que muestran un cambio de época. El exsenador del Centro Democrático fue portavoz de la campaña del no en el plebiscito sobre los acuerdos con las FARC celebrado en octubre de 2016. Su planteamiento ganó entonces por la mínima, lo que obligó al Gobierno a cambiar el texto, aunque desde entonces fue moderando su discurso, que en los últimos meses estuvo centrado sobre todo en la recuperación económica y en la regeneración política. No pretende, asegura, "hacer trizas" lo pactado como piden los sectores más intransigentes de su coalición y ceñirá las reformas a algunos aspectos relacionados con el sistema de justicia transicional.

Su declaración de intenciones, unas palabras que lo alejan de entrada de la actitud habitual de Uribe, quedó plasmada en el discurso de proclamación. "Voy a entregar todas, absolutamente todas mis energías en unir a este país. Es muy importante decirles a ustedes y a toda Colombia que no hay ciudadanos vencidos. Se trata hoy más que nunca de unir a nuestro país", proclamó. Duque, que está a punto de cumplir 42 años. Llamó a pasar "la página de la polarización, la página de los agravios, la página de las ponzoñas". "No voy a gobernar con enemigos”, siguió, antes de fijarse como meta "la lucha frontal contra la corrupción, la politiquería y el clientelismo".

Marta Lucía Ramírez, primera vicepresidenta de Colombia


La exministra conservadora Marta Lucía Ramírez se convirtió este domingo en la primera vicepresidenta de Colombia. Al igual que la candidatura de Gustavo Petro, Iván Duque concurría de la mano de esta veterana dirigente que fue titular de Defensa en el primer Gobierno de Álvaro Uribe y de Comercio Exterior con Andrés Pastrana. "Me siento muy orgullosa de llevar la voz de 26 millones de mujeres colombianas. Tengo una gran responsabilidad de representarlas dignamente y a pesar de que no todas pensemos igual, sé que todas debemos tener iguales oportunidades y lucharé por que así sea", afirmó en Twitter tras conocer los resultados.

La reconciliación nacional fue una de las ideas centrales de la campaña. La impopularidad que sufrió Santos en la última etapa de su segundo mandato como consecuencia del proceso de paz solo es un indicador parcial del clima de Colombia. La sociedad ya ha comenzado a experimentar cambios profundos. Más de 7.000 combatientes de las FARC entregaron las armas y se desmovilizaron, con la salvedad de unos grupos disidentes que siguen delinquiendo sobre todo en las fronteras. El partido político nacido de la organización insurgente, prácticamente desactivado por el rechazo casi absoluto que genera en los electores, renunció a concurrir en estos comicios. E incluso el aspirante de Álvaro Uribe, principal opositor de los acuerdos, prefirió centrar su discurso en temas propios de un país que ha dejado atrás un conflicto armado.

Casi 37 millones de ciudadanos estaban llamados a las urnas para decidir, en definitiva, un modelo de transición. En la primera vuelta, la mayoría se inclinó por las candidaturas con las posiciones ideológicas más definidas, a la derecha y a la izquierda. La división del centro político dejó fuera a las opciones más moderadas, lo que convirtió la votación de ayer en un baile de alianzas.

Duque se perfilaba con holgura desde hace semanas como el futuro presidente pese a los recelos hacia su mentor de buena parte de la sociedad. Su principal baza era precisamente el perfil de su adversario, Gustavo Petro, exalcalde de Bogotá y antiguo militante del movimiento guerrillero M-19. "Nos ganaron diciendo que éramos ateos, que hemos matado a gente, que íbamos a volver a Colombia como Venezuela. Todo eso es mentira", dijo el candidato de Colombia Humana, nítidamente de izquierdas, con una clara estrategia antiestablishment, modos que incluso sus seguidores califican de populistas y una antigua amistad con el fallecido expresidente venezolano Hugo Chávez. "¿Qué esperamos de Duque?", se preguntó ante cientos de seguidores. "Aceptamos su triunfo. No le vamos a pedir ministerios ni embajadas ni nada. Hoy somos la oposición a ese Gobierno". Entre sus avisos, destaca uno: "Ocho millones de colombianos no vamos a permitir que regresen el país a la guerra".

El estilo de Petro no gustaba a muchos de los simpatizantes de los candidatos excluidos en primera vuelta, Sergio Fajardo, Humberto de la Calle y Germán Vargas Lleras. En este contexto, la pregunta central era ayer por quién se decantarían esos más de seis millones de votos. Fajardo, exalcalde de Medellín, anunció su voto en blanco, al igual que De la Calle, negociador de los acuerdos de La Habana. Su planteamiento obtuvo el 4,2% de los apoyos.

Su principal preocupación es precisamente gestión del posconflicto en un momento especialmente delicado, por los retrasos y el descontento de las bases de las FARC, y coincide con la del presidente Santos, que tras poner fin al conflicto armado logró el premio Nobel de la Paz. En una reciente entrevista con EL PAÍS afirmó que el proceso "es irreversible". No obstante, queda por ver cuáles serán las relaciones del próximo Gobierno con la antigua guerrilla. La Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común emitió un comunicado en el que "expresa su disposición a reunirse con el presidente electo para exponer sus puntos de vista sobre la implementación del acuerdo de paz".

El nuevo mandatario deberá también resolver la negociación con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), que comenzó en febrero de 2017 y apenas ha registrado avances con la excepción de una tregua de 100 días pactada el pasado septiembre con ocasión de la visita del papa Francisco.

Cómo se construye un candidato




La política es cultura. Es el lenguaje, los símbolos, las identidades. La política es el candidato, el puntero, la encuestadora, el operador, la manzanera, el gurú. La política es lo deseable, lo posible, lo utópico. La política no es la guerra, la política es la batalla cultural. Anfibia Podcast presenta Batalla Cultural. Conduce Martín Ale, jefe de redacción de Anfibia. En este episodio: ¿se puede construir un candidato?