Los hemisferios cerebrales del Marketing


En el marketing actual hay muchas vertientes y distintas formas de actuar, todas ellas con sus respectivos nombres, como son el marketing digital, marketing de guerrilla, marketing directo, etc… Y muchas veces esto es por el comportamiento del consumidor o por el conocimiento adquirido de otras ciencias. En este caso nos centraremos en la neurociencia. Neurológicamente sabemos que las personas tenemos un hemisferio racional y otro emocional. Y como no podría faltar el marketing dispone de dos vertientes dividas también para satisfacer a cada uno de estos hemisferios. Por lo que podríamos decir que también existen los hemisferios del marketing.  Estos son el Marketing Racional y el Marketing Emocional.
 1. Marketing Racional
Cuando hablamos del Marketing Racional, nos referimos al que centra su estudio al producto. El objetivo es ofrecer un producto que satisfaga las necesidades o deseos de los consumidores. En este hemisferio del marketing se intenta crear un producto mejor que el de la competencia por lo que utiliza una estrategia de océano rojo. Esto hace que después de haber creado un producto, haya otro que nos mejore. Dicho esto, todo lo que hagamos puede ser mejorado por otro. Generalmente se utiliza los siguientes procedimientos, según Marcos de Quinto1.
Beneficio/superioridad: El producto debe tener un beneficio para el consumidor, y debe ser superior al de la competencia.
Demostración: A de ser demostrable los beneficios que nos aporta el producto Generar prueba: Debemos justificar lo anterior mediante pruebas Continua innovación: Es necesario estar innovando para ser mejor que nuestra competencia 2.  Marketing Emocional En el caso del Marketing Emocional el foco de estudio es la marca. El objetivo del marketing no es ofrecer a las personas lo que supuestamente quieren, sino hacerlas sentir lo que quisiéramos que sintieran. Se utiliza una estrategia de océano azul, ya que no se enfoca en direccionar nuestro producto hacia ser mejor que el de la competencia, sino en que nuestro producto sea único. Para ello se utiliza los siguientes procedimientos, según Marcos de Quinto1.
Valores/diferenciación. Conocimiento de los valores de la marca, conocido esto diferenciar nuestro producto por lo que nuestra marca es.
Storytelling. Esto es, contar historias que hagan entender los valores que diferencian nuestra marca de las demás.
Dar vida a los valores. Debemos hacer tangible los valores de la marca/empresa, a través del producto o del entorno.
Continúa coherencia. Es necesario saber lo que se dice y lo que se hace, no podemos decir una cosa y hacer otra.

Jesús Rodrígez Herrera

Voto joven: Algunos elementos para la intervención en el sistema de preferencias


Por Rubén Weinsteiner para EL PAÍS


       La identificación, apoyada en el clivaje autenticidad-impostura. Gato no gato, lo autentico y lo artificial.
Los otros son la impostura, los que dicen una cosa pero son otra. Contra eso, se plantea un modelo normativo de autenticidad, sencillez y transparencia. No ser “careta”, no ser “gato”, no ser “trucho”, ser o en realidad parecer verdadero y transparente.
El marco de referencia está afuera de la familia,  pero dentro del círculo tribal, y  esa figura referencial se consolida  por un cualidad específica.  Por ejemplo, el líder de la banda que más le gusta, pero además valida su autoridad con un discurso que se retrolegitima a través de los valores de la tribu,  y los proyecta hacia afuera.
             
La institucionalización de soluciones para problemas no legitimados.  

La política como herramienta de reconocimiento, legitimación y solución de problemas de los cuales los adultos “no se hacen cargo”  dejando a los jóvenes en un limbo.
Por ejemplo hoy,  el déficit habitacional. La casa como primer ordenador social, no es algo a lo que los jóvenes puedan acceder mediante el ahorro. Solo quien tiene padres con dinero puede comprarse  una vivienda.  ¿Cómo se supone que un joven puede comprarse una vivienda?  Instalado socialmente el mandato de formar parejas y familias, sin casa no hay familia, por un lado se plantea un modelo y por el otro se cierran los caminos para construir ese modelo.
Este tipo de situaciones , constituyen  aquellos problemas,  en los cuales  los jóvenes,  sienten que los adultos revelan una desidia banal.
Otro ejemplo:  ¿donde se orina en el espacio público en Buenos Aires, si baños públicos no hay?.
En la calle baños no existen, en los bares solo admiten clientes, lo cual obliga a mucha gente pedir un café para ir a un baño. ¿Donde se supone que orine una persona necesitada de hacerlo, estando en la calle?
El planteo de estas preguntas, la interpelación a los más viejos, y la búsqueda de respuestas conforman la demanda de institucionalización  que  conlleva una legitimación implícita  y demandada de valores, sentimientos, necesidades,  deseos y aspiraciones.
El clivaje prohibido-permitido.

 La tensión entre lo prohibido y lo permitido,  como el consumo de marihuana o el aborto.  O en otras épocas,  desde el divorcio,  hasta circular por el espacio público en pantalones cortos, plantea un  trade off que cliva y  divide la cancha entre los caretas y los propios, porque el joven pone en emergencia conductas “asociales” , que muchos viven y practican subterráneamente.

Es más importante lo que dicen otros jóvenes, dentro o fuera de  la tribu, por afirmación o por negación,  que lo que dicen los padres.

De esta manera gestionan el conflicto entre lo que está bien para los padres y lo que está bien para los pares, y así de esa manera,  responder a dos expectativas diferenciadas.
El súper yo y  la constitución del yo plasmados en  la contradicción de las construcción de las decisiones,  tiende a profundizar el conflicto. Esta contradicción genera tensiones interesantes en la conducta,  y en los mecanismos decisorios.
Si los jóvenes cumplen con lo que está bien para los padres, incumplen con lo que está bien para los pares y viceversa. “No tomes, no entables relación con gente peligrosa, estudiá mucho” consejos sobre la vida sexual,  las relaciones, el trabajo y finalmente la política.
El reconocimiento de la cultura que viene, más que como una contracultura.
Los jóvenes barometrizan el cambio, lo que hoy está no aceptado  o mal visto y mañana será normal.  Por eso   demandan  él cambio y lo anclan en el límite de lo socialmente aceptado.
La demanda implícita es  que sea aceptado lo  inaceptable dentro de las condiciones objetivas,  pero que como dice la marcha de la bronca de Pedro y Pablo,  “haré de cualquier modo” .
Planteo de luchas contra enemigos poderosos, con final abierto.
 
Muchos plantean que la 125 fue el ADN del Kirchnerismo.  Como esta batalla,  se trata de luchas difíciles,  enmarcadas en la épica de quien se sabe más débil y por lo tanto debe revelar mística, valor y coraje para dar una batalla, a priori perdida, pero decisiva e ineludible.
El enfrentamiento contra  poderes hasta el momento “intocables” e “invulnerables”,  le otorga vitalidad y dinamismo, al vínculo,  entre una fuerza y los jóvenes
Ese final abierto, esa asimetría desfavorable,  indignan, emocionan, convocan y construyen la bronca originaria y movilizadora  y la alegría de la acción y compromiso colectivos.
Nuevos formatos  de participación política.

Twitter, Facebook y  las herramientas 2.0 y 3.0,  donde los jóvenes juegan de local, como nativos digitales, frente a migrantes digitales como sus padres, maestros y profesores, para desplegar nuevas formas de adhesión, militancia y compromiso.  La posibilidad de generar acciones,  publicar, interactuar, militar,  comunicar y llegar en forma simétrica a cualquier persona, segmento, audiencia u estamento.
 Rubén Weinsteiner

Discurso de poder, la otredad política y la construcción de victorias electorales


Por Rubén Weinsteiner para   World Bank Publications

Un discurso se transforma en dominante cuando incorpora parte del discurso al que desplaza, resignificándolo e interpelando en forma proactiva  y sustentable a los segmentos que se sintieron interpretados por ese discurso.

Reconocer y pensar a la otredad política, constituye  un insumo estratégico a la hora de construir una marca política, que trascienda los límites de pescar en la pecera. Este proceso constructivo  deben darse en la cabeza de “el otro”,  que por alguna extraña e incomprensible razón ve las cosas de una manera diferente a la que la vemos nosotros.

El antiperonismo, negó al peronismo durante los gobiernos de Perón y durante la proscripción.  Prohibió pronunciar la palabra Perón, y no pudo construir  un reason why superador de aquello que tanto odiaba. Hasta que llegó Alfonsín,  el más peronista de los radicales, en el 83, para derrotar por primera vez en la historia al peronismo en las urnas. El peronismo quedó herido, no había internalizado los nuevos paradigmas de representación,  hasta que la renovación peronista, barrió con Herminio, la negación del radicalismo y lo que este representaba , y derrotó a Alfonsín en el 87, determinando el comienzo del fin alfonsinismo,  con el más radical de los peronistas, Antonio Cafiero.

Las marcas políticas construyen sentimientos fuertes,  que no se desalojan ni modifican con slogans, declaraciones en los medios, denuncias o profecías.  Una vez que la emocionalidad generada se instala, corre por canales separados con la racionalidad.
Durante el segundo gobierno de Perón la oposición buscó esmerilar sistemáticamente al gobierno de las formas más variadas. Desde incontables denuncias de corrupción hasta diciendo que las visitas del boxeador  estadounidense Archie Moore, se debían a que este tenía una relación intima con Perón.  La respuesta fue un grafitti que sin hacerse cargo de las afirmaciones opositoras,  mostraba la futilidad de las mismas : “puto y ladrón igual queremos a Perón”.

Capriles fue más duro rival que enfrentó el chavismo y el post chavismo, fue sin dudas el más chavista de los opositores a Chávez, se comprometió a sostener las misiones (planes sociales) rescató e intentó apropiarse comunicacionalmente de la figura de Bolivar,  relatándose de izquierda, y popular. Frente a Chávez reconoció algunos logros, y dijo entender porque muchos  lo votaban. Frente a Maduro, utilizó el slogan “tú no eres Chávez, Nicolás”, lo que entrañó un reconocimiento implícito y sólido a Chávez y a los que lo votaron.

La negación de la otredad política no se limita a negar un liderazgo, cuando se demoniza una figura, se está demonizando a aquellos que desarrollaron sentimientos más o menos importantes hacia ella. Es difícil seducir a alguien cuando se le dice “sos un estúpido”
Hacer converger en el mismo canal las ganas de cambiar lo malo y de sostener y conservar lo bueno, es  plantear un pensamiento más complejo sofisticado y por lo tanto más cercano a la realidad, asumiendo  que no todo está bien y que no todo está mal,  porque ningún gobierno hace ni todo mal, ni todo bien.

El Kirchnerismo lleva 10 años en el poder, los jóvenes crecieron con el clima de época. El 38% de los votantes en 2013 tiene menos de 30 años y el 71% menos de 45. El voto joven aún desde la disidencia  con el Kirchnerismo, comparte los presupuestos de época,  el clima, el marco epistémico, la cancha.

El Kirchnerismo será superado solo por una construcción posterior, no en términos temporales, sino en términos estructurales, es decir por una propuesta que lo reconozca, valore, incluya y supere, y legitime de esta manera los sentimientos y convicciones de los que  adhieren a este espacio.

El reason why,  que la oposición no encuentra acumulando desde la negación a la otredad política, liderazgo y votantes, es el factor clave para la toda construcción política significativa. Sin reason why no hay acumulación, 2000 cacerolazos, 5000 denuncias de corrupción y todo el enojo del mundo, es como meter 20 millones de dólares en el bolsillo de un payaso,  porque existe una diferencia entre construir  malestar, y construir política.

Supongamos que el Kirchnerismo tiene hoy un voto duro del 30%, ese que pase lo que pase vota al Kirchnerismo y el voto anti Kirchnerista duro constituye otro 30%, el que en ningún escenario lo votaría, pero que no tiene ni definido ni unificado su voto hacia una propuesta determinada. Existe un 40% que no es ni K ni anti K, que mayoritariamente en 2011 se sintió interpelado  por el Kirchnerismo,  que es labil, varíable  y comparte el clima de época.

Cualquier espacio opositor,  que quiera construir una opción de poder, deberá acumular en el 30% anti k con una propuesta aglutinadora, y acumular en el 40%  ni k ni anti k para construir una mayoría. Porque para  ganarle al Kirchnerismo , van a tener que reconocerlo, incluirlo y superarlo, con odiarlo no alcanza. Hay que pensar y proponer ideas y perspectivas, discurso,  mística para enamorar, plantear un  porqué y un para qué se quiere el poder, organizar el debate, darlo y ganarlo, porque sin victorias intelectuales no hay victorias electorales.

Rubén Weinsteiner


El marketing de salir a endeudarse


Por Rubén Weinsteiner para  World Bank Publications

Ahora que se debate si salir a endeudarse, o seguir manejándose con lo  propio,  conviene tener presente como construcción de sentido, ante el discurso de salir a los mercados, salir a endeudarse,  que este discurso, esgrimido por operadores, periodistas y economistas,  se constituye fundamentalmente en un corporizador de estrategias individuales y corporativas, con el objeto de hacer negocios.
No hay ahí ningún interés ni preocupación por lo colectivo, lo nacional ni la otredad.
Como ejemplo del condicionamiento terminal que ejerce el endeudamiento sobre nuestros países de Latinoamérica,  tomé un período de 8 años 1979-1987, durante ese período América latina destinó el 5% de su PBI para pagar deuda y aún así la deuda creció un 230%.

En 1979 la deuda latinoamericana representaba el 37% del producto, en 1987 el 60%.

Vamos a los casos:

En 1978 Brasil debía 52.187 millones de dólares, entre 1979 y 1987  Brasil pagó 88 mil millones de dólares (solo en concepto de intereses), y en 1987  debía 121 mil millones de dólares. Brasil pagó una vez y media su deuda y termino el período con una deuda superior al doble de su deuda original.

Argentina debía en 1978 13 mil millones de dólares, en el período 79/87  pagó 36 mil millones de dólares (solo en concepto de intereses) ,  y en 1987 debía 51 mil millones de dólares. Argentina pagó 2,76 veces su deuda y terminó debiendo casi cuatro veces lo que debía al comienzo.
México en 1978 debía 35 mil millones de dólares, entre 1979 y 1987 pagó 65 mil millones de dólares (solo en concepto de intereses) . En 1987 debía 105 mil millones de dólares. Pagó 1,8 veces su deuda, y terminó debiendo  el triple.
Perú debía en 1978,  9 mil millones de dólares. Entre 1979 y 1987 pagó 8 mil millones de dólares (solo en concepto de intereses), al final del período debía 15 mil millones de dólares.

El caso más interesante es el de Venezuela,  único país que pagó además de los intereses, capital. En 1984 Venezuela debía 34 mil millones de dólares, En los 5 años subsiguientes pagó 8 mil millones de capital y 16 mil millones de intereses. En total pagó 25 mil millones de dólares. Después de este tremendo esfuerzo, en 1988 Venezuela debía 32 mil millones de dólares.

El marketing neoliberal encarna estrategias diversas para facilitar negocios a determinados grupos. Neustadt en los 80 insistía en los bien que funcionarían los servicios en caso fueran privados. Los 90 evaluados en retrospectiva, nos ayudaron a pensar y diferenciar realidad de marketing. En este caso comisiones de hasta 50 millones de dólares por cada refinanciación en la era Cavallo, comisiones de los Bancos y fees de empresas a lobbistas, se constituyen en el reason why del marketing de “salgamos a endeudarnos”

Rubén Weinsteiner para  World Bank Publications